tag:blogger.com,1999:blog-15963221067271485632024-03-13T23:49:13.374-07:00POLICROMÍA DE LA HISTORIA Y UN POCO MÁS...Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.comBlogger51125tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-53738824501613659362023-06-07T10:21:00.003-07:002023-06-07T10:21:59.919-07:00<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Hablemos de la cocina del restaurante
<i>El Cardenal</i>…</span></b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></p><h3 style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Columna del mes de junio de 2023 en el periódico digital Ángulo7<br /></span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 200%;"><span style="font-family: Times New Roman, serif; font-size: x-small;">https://www.angulo7.com.mx/2023/05/31/hablemos-de-la-cocina-del-restaurante-el-cardenal/</span></span></span></h3>
<p align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif;">Dra.
Alejandra López Camacho<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Empezaré por confesar mi
enamoramiento por la cocina tradicional, pero más que eso, por la sazón casera,
por las fragancias a memorias. Hace unos días fui a la ciudad de México, uno de
mis intereses principales era comer en el restaurante <i>El Cardenal</i>, ubicado en
pleno centro histórico, esto por su excelente comida, pero, sobre todo, por el
sabor hogareño que tienen sus platillos. Se trata de una cocina que podría
catalogar de extraordinaria, donde se aprecia el tiempo de preparación, una
comida lenta y amorosa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Indagando sobre este restaurante, me
encuentro con que sus dueños originales, los señores <span style="background: white; color: #262623;">Olivia</span><span style="background: white; color: #262623;"> Garizurieta y Jesús Briz</span>
eran procedentes de Michoacán y Veracruz, procedencia que se refleja en cada
plato. De sus propietarios se dice tenían un gran amor por la cocina y, es algo
que sabían hacer estupendamente. No he de hablar aquí sobre sus biografías,
sino más bien de la cocina que legaron y que aún nos comparten sus hijos,
quienes han continuado con este negocio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Aun cuando hubo que formarse en una
fila bajo la lluvia, definitivamente la espera valió la pena. Tengo todavía en mi
memoria culinaria la sazón de los fideos secos con los que me deleité, algo que
ya tenía planeado comer, además de la sorpresa de algún otro platillo. De los
fideos he de decir que incluso cuando en México esta sopa de fideos forma parte
de la cocina popular, en <i>El Cardenal</i> se aprecia el lento cocimiento de la pasta
que ha sido dorada en aceite, agregándole la mezcla de jitomate, cebolla,
chile, sal y sus especias, sazonándola hasta quedar casi seca y servirse con
queso Cotija. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Tras los fideos ordené carne de cerdo
con verdolagas en salsa verde. ¡Qué delicia! La carne suave, cocinada y
semidorada, al igual que las verdolagas que fueron sofritas con cebolla, tomate
verde y rebanadas de chile jalapeño. Lo distintivo en este platillo fueron las
hojas de verdolagas que, aun cuando no eran abundantes, estaban perfectamente
limpias y al dente. Estos quelites tan apreciados en México forman parte de la
cocina popular, parte de una familia de plantas que crecen en abundancia, como
los berros, el epazote o el pápalo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Pero, ¿dónde se nota la sazón casera?
En la dedicación con la que se estima están preparados cada uno de los
platillos, en el servicio que se ofrece desde la llegada, en los panes
calientitos que colocan en un canasto sobre la mesa, en la atención de su
personal, y, olvidaba mencionarlo, en el mojito de rechupete que me tomé, todo
en conjunto hace que uno se sienta atendido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Ya nos daremos un apapacho nuevamente
con esta cocina y aprenderemos placenteramente de otros platillos y de su sencilla
elegancia. <span style="background: white; letter-spacing: .75pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">¡Buen provecho!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los
comentarios se pueden mandar a: </span><span lang="ES-TRAD"><a href="mailto:eladenoche@gmail.com"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">eladenoche@gmail.com</span></a></span><span lang="ES-TRAD" style="background: white; font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></p>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-14904020101874124552023-06-03T12:35:00.010-07:002023-06-05T15:15:07.706-07:00<h2 style="text-align: left;"><b><br /></b></h2><h1 style="text-align: left;"><b><span style="font-size: x-large;">Enlace con mi columna mensual en el periódico digital Ángulo7.</span></b></h1><div><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></div><div><b>Solo debes dar click en el siguiente enlace:</b></div><div style="text-align: center;"><a href="https://www.angulo7.com.mx/author/alopezcamacho/" target="_blank">"De cultura, cocina y algo más..."</a></div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-81543661249273444872022-02-21T15:12:00.001-08:002022-02-21T15:12:39.649-08:00Cocinando identidad España en México El Manual del cocinero y cocinera, de Madrid (1843-1844) a Puebla (1849)
<iframe src="https://drive.google.com/file/d/1Zr7K3o0ohC5deCF1aBEfCXKaxjlmJY-G/preview" width="640" height="480" allow="autoplay"></iframe>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-15949397695593141322021-12-24T10:41:00.001-08:002021-12-24T10:49:47.195-08:00Mesa y cultura en torno al Segundo Imperio Mexicano (1864-1867). Inmigración y adaptación de costumbres europeas con mexicanas dentro del proceso de formación de una identidad. Mexicanización y afrancesamiento
Agradezco la publicación de este artículo dentro del libro: Repensar el Segundo Imperio Mexicano. Miradas convergentes desde la literatura, la historia y el arte.
Referencia completa:
“¿Le pulquet, le atolet? Manitas en escabeche ¡Qué horror! Mesa y cultura en torno al Segundo Imperio Mexicano (1864-1867). Inmigración y adaptación de costumbres europeas con mexicanas dentro del proceso de formación de una identidad. Mexicanización y afrancesamiento” en: Clark de Lara, B., Mosqueda Rivera, R., Vicenteño Bravo, P., Viveros Anaya, L. A. y Zavala Díaz, A. L. (Editoras). <i>Repensar el Segundo Imperio Mexicano. Miradas convergentes desde la literatura, la historia y el arte</i>. Universidad Nacional Autónoma de México, 2021, pp. 551-572. ISBN: 978-607-30-4908-5
<iframe src="https://drive.google.com/file/d/1_zXkTlI7A2Z09lD0AYjEAllNrAjcZbe1/preview" width="640" height="480" allow="autoplay"></iframe>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-22157847958054511552020-12-03T12:23:00.003-08:002020-12-06T11:20:42.575-08:00“Que el lujo no satisface cuando hay que manducar”. Prensa y cocina en torno al Segundo Imperio Mexicano. La Sombra y La Cuchara (1864-1866) Dra. Alejandra López Camacho. <div>Agradezco la publicación de este artículo dentro del libro <i>Sangre, Sudor y Prensa. Historias Iberoamericanas. </i></div><iframe height="480" src="https://drive.google.com/file/d/1nXKdW3gyJUs1JnAvjzxsZ1e_Ukes-Y1z/preview" width="640"></iframe>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-43226127966085310412018-11-14T18:16:00.010-08:002021-12-24T10:27:09.005-08:00La ciudad de Puebla y su identidad culinaria. Manuales, recetarios, cocina y vida cotidiana. Siglo XIX
<iframe src="https://drive.google.com/file/d/1M6VvFUS7E2sk98Jn3jFR0jkcudOmtKCl/preview" width="640" height="480" allow="autoplay"></iframe>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-79491430869137162532017-07-03T20:25:00.002-07:002017-07-15T11:57:27.807-07:00Con sazón a México. Mesa y vida cotidiana en la capital, 1864-1867. <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;">Agradezco la publicación que se hizo de mi escrito "Con sazón a México. Mesa y vida cotidiana en la capital, 1864-1867", en el Número 12 de la Revista virtual <i>Culinaria</i> de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "helvetica" , "arial" , sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span></div>
</div>
<iframe height="480" src="https://drive.google.com/file/d/0B6Pczrdl1j7HdlNyYmVkQ18xdWs/preview" width="640"></iframe></div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-87092488636753221422016-07-27T10:52:00.000-07:002016-07-27T11:06:01.555-07:00El periódico "La Sociedad" y la interpretación de la legitimidad política de México, 1857-1867<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<h2 align="right" style="line-height: 200%; text-align: right;">
<a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1596322106727148563" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1596322106727148563" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1596322106727148563" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1596322106727148563" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><a href="https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1596322106727148563" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a><i><span style="font-weight: normal;"><span style="font-size: small;">Alejandra López
Camacho</span></span><span style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></i></h2>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 212.25pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">Interpretación
es siempre algo que tiene dos caras o aspectos: comprender y expresar. Si el
intérprete ha comprendido mal, expresará mal, pero sólo en la expresión podrá
juzgarse y tratar de probarse que ha comprendido mal.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoSubtitle">
<br /></div>
<div class="MsoSubtitle">
<b>Sobre el tema y la problemática en el léxico de la época</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
En un periodo de vaivén político
como lo fue la segunda mitad del siglo XIX, la aclaración, justificación y
definición de las palabras e ideas resulta compleja si tenemos en cuenta que el
léxico utilizado por los grupos políticos para discutir, hacer política,
definir a un partido y escribir en un periódico, cambiaba al ritmo que mudaban
los grupos políticos en el poder. En ese sentido cabe advertir que los
conceptos de la época están influenciados por ideas, creencias y corrientes
políticas: liberales, conservadoras, democráticas, federalistas, centralistas,
progresistas y moderadas.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-8uc3VFKKrIA/V5j38PdLV_I/AAAAAAAACvE/RCQRPMfvDSsYpYowGG5HAa9jS75z2U_ZACLcB/s1600/Escenas%2Bsiglo%2Bxix.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="219" src="https://2.bp.blogspot.com/-8uc3VFKKrIA/V5j38PdLV_I/AAAAAAAACvE/RCQRPMfvDSsYpYowGG5HAa9jS75z2U_ZACLcB/s320/Escenas%2Bsiglo%2Bxix.png" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: left;">
</div>
<span lang="ES"> Sí</span>
bien es complejo entender la historia política del siglo XIX mexicano por los frecuentes<o:p></o:p><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
cambios en los sistemas de
gobierno, en las legislaciones y en las personas que ocupaban
el poder, más complicado resulta analizar el léxico utilizado por la
gente del ambiente ilustrado que leía, escribía, participaba en la política, debatía y discutía en torno del
porvenir de México. En ese contexto, cuestiones cotidianas como fueron las comunicaciones escritas de un diario adquieren suma importancia para la historia de las ideas políticas.<br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
La
sección editorial del diario <i>La Sociedad</i>,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><i><span style="color: blue;"> </span></i>punto de enfoque del presente estudio, es un testimonio
de significativa importancia para la historia de las ideas políticas en México.
“El discurso es el vehículo privilegiado para acceder al imaginario: son los
“lenguajes políticos” los que definen los “grandes temas” que enmarcan y dan
forma al debate de una época.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> Pero si bien los conceptos
políticos contenidos en los editoriales muestran la cultura del debate de un
grupo de personas del ambiente periodístico y político, también revelan el
devenir de una sociedad cuyas formas de vida se vieron perturbadas a
consecuencia de los cambios suscitados a lo largo de la primera mitad del siglo
XIX. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Los debates en torno a la
significación de las palabras fueron una
constante en el discurso periodístico de la
segunda mitad del siglo XIX. El análisis de los conceptos y la interpretación
de los mismos permitían el debate entre los que participaban en la política y discutían en torno del porvenir de
México. Sin embargo, la falta de coincidencia en la interpretación de los
conceptos hacía que el sentido de las palabras se
tornara confuso. A esto se agrega que en la mentalidad de algunos grupos
políticos, como los conservadores que integraban <i>La Sociedad</i>, persistían
significaciones del<i> </i>Antiguo Régimen.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
A
decir de este grupo político y periodístico, el sentido
de los conceptos se había deformado y dentro de ese nuevo sentido, ingresaban las significaciones falsas y
caprichosas que servían a los intereses “...de los hombres y de los partidos
que alternativamente dominan en el campo de la política o en las regiones del
poder”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> Esta nueva significación
de las palabras fue interpretada como “una especie de mercado en el cual se
trafica con la credulidad, con la ignorancia y con las pasiones del vulgo”,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> lo que daba lugar a que
los conceptos se transformaran en vanas apariencias, decían los periodistas.
Así llegaban a afirmar que las palabras ya no eran respetadas en su
significación antigua, por el contrario, resultaban palabras acomodaticias,
fórmulas oficiales que, <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">…emplean indistintamente
todos los que se hallan en posición dominante para exigir la obediencia, la
consideración, el respeto de los demás, y para dar un carácter de justicia y de
conveniencia a los actos y medidas de represión y de seguridad, cuyo objeto no
es muchas veces otro que el de sostener esa misma dominación.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: 45.9pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Ese
sentido ambiguo<span style="color: red;"> </span>en
las palabras fue apreciado por los periodistas como un intento de dominio
social y político por parte de quienes habían permanecido en el campo del poder
y como una falta de respeto al lenguaje utilizado por la misma sociedad.
Es decir, se trataba de significaciones demagógicas
impuestas sobre lenguajes que pertenecían a un orden anterior. Esto finalmente
constituía una negociación política para ganar credibilidad, a más de tratarse
de un periodo en transformación política y social. ¿Qué envolvía esto?
Básicamente una lucha por la legitimidad del lenguaje, de las creencias, de los
hábitos y las costumbres y desde luego, la lucha por la legitimidad de una
sociedad y una autoridad que se apreciaban degradadas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Se quiere persuadir por lo
común que la sociedad está interesada en mantener una situación de la que sólo
unos cuantos reportan todas las ventajas, todos los beneficios, en tanto que
los demás se ven privados de todos los derechos, de todas las garantías que son
el fin de la misma sociedad; y se interpreta por sentimiento y conformidad el
silencio y la sumisión forzada y pasiva, que no es muchas veces sino el
resultado del decaimiento y de la debilidad. En el último periodo de la
dominación demagógica se ha visto hasta que punto se puede abusar del sentido
de la palabra “orden público”: ella, en la boca de ciertos hombres, es un
verdadero contrasentido, un insultante sarcasmo.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Lo que existió por lo tanto fue una lucha político
ideológica entre las facciones; lucha que involucró la manipulación de la
voluntad nacional. De esta forma, si un partido confería un significado a las
palabras, el partido opuesto le haría sentir su error y al mismo tiempo
demandaría su propia significación o en su caso debatiría el sentido de un
concepto. Y en esa lucha por la significación de las palabras, la persuasión
fue el elemento fundamental, la llave de la dominación, la clave del silencio.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Los periódicos de la segunda
mitad del siglo XIX y en específico de la década de 1857 a 1867, son registros
importantes para el estudio de las acciones, los proyectos, los deseos, los
fracasos y por supuesto, las ideas de quienes empuñaron la pluma y capitanearon
la edición. Los discursos periodísticos del
diario <i>La Sociedad</i> son testimonios de significativa importancia para la
historia de las ideas políticas en México. Y a la par muestran las
preocupaciones de un grupo de personas del ambiente periodístico y político y
el devenir de una sociedad cuyas formas de vida se vieron perturbadas a
consecuencia de los cambios provocados por las Leyes de Reforma, la
Constitución de 1857, la guerra civil, la intervención y el Imperio. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Si bien la idea de la
legitimidad política está presente en <i>La Sociedad</i>, a esto se agrega la
presencia de conductas y creencias católicas de quienes a través de la tinta y
el papel hicieron palabras sus comportamientos políticos. Tal es el caso de los
periodistas del diario para quienes la Divina Providencia constituyó el
principio de autoridad y los principios señalados por la religión católica, las
leyes divinas emanadas de aquella autoridad.
Esto no necesariamente quiere decir que los proyectos representados en los
editoriales se practicaran, importa decir que pertenecieron a imágenes,
recuerdos, expresiones y realidades culturales de las comunidades a las cuales
se debían y estos a su vez definen una intencionalidad que obedece a
tradiciones, costumbres, creencias y en fin, a conductas y formas de vida que
pretenden ser explicadas. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Tratar de acercarse a la interpretación de legitimidad
política en los años que van de 1857 a 1867 y sobre todo, a través del discurso
periodístico conservador, representa recapacitar sobre<span style="color: red;"> </span>el tipo de personas que
escribían en la publicación. Representa además, reflexionar sobre los
principios conservadores que sostenían la publicación y desde luego, reparar en
que las creencias religiosas y el poder religioso no estaban desprendidas de la
política mexicana. La década de 1857 a 1867, es el tiempo cuando se promulga la
Constitución de 1857 y cuando aparece el Plan de Tacubaya<i> </i>que desconoce
aquella legislación. Es igualmente el periodo de la guerra de Tres Años, cuando
van a estar en el poder Benito Juárez, Félix Zuloaga, Miguel Miramón y
Maximiliano de Habsburgo. Y en ese transcurso, periódicos de tendencia
conservadora como <i>La Sociedad</i> de la ciudad de México aparecieron con un
propósito: contribuir en la construcción de la legitimidad política de México
para cortar el mal hecho por la demagogia que había aplaudido la Constitución y
había arrastrado a la nación a una guerra social, según determinaron los
periodistas el 27 de diciembre de 1857, fecha de reaparición del periódico.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
A decir de Reynaldo Sordo Cedeño, el término conservador es
ambiguo y se presta a confusiones. De ahí que, dice Cedeño, “normalmente se le
confunda con tradicionalista, retrógrado o reaccionario, eso si nos movemos en
el campo de la ciencia política, porque si nos movemos a otros campos, como el
de la economía, tenemos el paradójico resultado que al defensor de las ideas
liberales del más puro <i>laissez-faire</i> se le cataloga como un
conservador.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Sin embargo, a partir de la lectura y análisis del discurso político de <i>La
Sociedad</i>, es necesario considerar que el conservadurismo, representado por
este grupo, tuvo el propósito, como otros grupos políticos, de colaborar en la
construcción de la estabilidad, pacificación y orden que el país necesitaba
para establecer la suspirada legitimidad
política. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
De esta forma hemos de enfrentarnos con un conservadurismo
que si bien lucha por la conservación de sus creencias religiosas y de sus
privilegios, también lucha por establecer unas leyes y un orden adecuado a las
circunstancias del momento, sea bajo la república o la monarquía. Para el
conservador de <i>La Sociedad</i>, las transformaciones no sólo no debían ser
violentas, sino que no podían tocar ciertos principios e instituciones como la
Iglesia y las creencias religiosas, entre otras cosas. Dentro de este aspecto ha
de tenerse en cuenta que este grupo político se identificará más con un
conservadurismo que tiende a preocuparse por la práctica que por<span style="color: red;"> </span>la teoría. Así este grupo
conservador, como dice Sordo Cedeño en relación al pensamiento de Edmund Burke,
creerá en un designio divino que rige la sociedad y que los problemas políticos
son problemas religiosos y morales. Creerá también como Burke, que la sociedad
civilizada requiere de órdenes y clases y en que la igualdad económica no
implica progreso económico.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p><br />
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><br /></span></span></span></a></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Así, para <i>La Sociedad</i> un gobierno conservador gozaba
de legitimidad política siempre que reuniera esta serie de características y
respetara el orden social. De este modo, el conservadurismo que estaría
presente en la publicación se ampararía en la Historia y en la experiencia como
principio de las bases sociales. De ahí que los cambios propuestos por el
gobierno tenían que estar basados en la experiencia histórica y en la
prudencia, como también señala Reynaldo Sordo.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a> Y a decir de Javier
Rodríguez Piña “las expresiones políticas conservadoras las podemos encontrar
fácilmente enraizadas desde el proceso mismo de la independencia. Tanto el Plan
de Iguala, como los Tratados de Córdoba y, desde luego, el efímero Imperio de
Iturbide.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
En suma hemos de decir, utilizando
palabras de Rodríguez Piña, que dentro de los materiales más propicios para
estudiar el conservadurismo, “la fuente más propicia la constituyen los
periódicos. Es en ellos donde se plasman y se debaten las ideas y los
principios, y es a través de ellos que se puede reconstruir el contexto en el
cual se desarrollaban los acontecimientos.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> Así precisamente a partir
de los textos de <i>La Sociedad</i> y particularmente de lo que podemos
describir como palabras-tema, pretendemos realizar un acercamiento, centrándonos
en el tema de la legitimidad política, con una doctrina política que ha sido
tachada de “reaccionaria y antiliberal” por la historiografía positivista
heredada del Porfiriato.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Repensar
la legitimidad política de México a través de <i>La Sociedad</i>.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt;">La
atención prestada a las palabras y a los valores propios de los actores
concretos de la historia es una condición necesaria para la inteligibilidad.
Hay que aprehenderlos en el contexto en el que se utilizaron, sin pasar por
alto las ambigüedades que llevaba consigo el hecho de que las palabras antiguas
eran las únicas disponibles, en la época revolucionaria, para describir y
entender situaciones políticas y culturales radicalmente nuevas.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
Hablar de la legitimidad
política de los gobiernos mexicanos, a través del discurso periodístico de <i>La
Sociedad</i> en los años que van de 1857 a 1867, es aludir a una familia de
conceptos estrechamente relacionados con una preocupación política esencial de
la época: la creación de un gobierno con autoridad y respeto.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> Es también referirse a una cultura de
ambigüedades léxicas, interpretada como la falta de concordancia entre símbolos
y significados, conceptos e interpretación de los mismos. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Analizar
la legitimidad política de México, vía editoriales decimonónicos, requiere
tener en cuenta las nuevas y viejas interpretaciones de los conceptos
utilizados para hacer política. Esto es necesario en la medida que permite
observar los mecanismos de transición en la significación de las palabras. Así
precisamente, un aspecto que van a mostrar los editoriales será la diversidad
de<span style="color: red;"> </span>interpretaciones
de lo que se consideraba legítimo,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a> aunado a la problemática
de la inestabilidad política<span style="color: red;"> </span>de México, resultante del enfrentamiento de las distintas
perspectivas de cómo debía ser el Estado y de lo que hacía o no legítimo a un
gobierno. Y en esto interviene la falta de concordancia entre leyes y
tradiciones, ideologías y creencias religiosas, antiguos y nuevos lenguajes.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En
consecuencia los editoriales van a mostrar un lenguaje político mezclado con
otro religioso. Así se hablará de castigos y perdones
divinos y humanos, de periodos de luz y momentos de tinieblas. Se
establecerá que es el dedo de Dios el que determina el camino de las sociedades
en el porvenir y que los gobiernos sólo son instrumentos de su justicia y su
castigo. A partir de ahí, conceptos y discursos tratarán de explicar y juzgar
la realidad desde un punto de vista político-religioso. Fernández Sebastián
señala que “el lenguaje de una época y su semántica, nos dice mucho sobre el
modo en que los hablantes pensaron las cosas en un momento determinado”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Conviene pues recapacitar en el problema que enfrentó
el grupo que integraba <i>La Sociedad</i>, en su propósito por cooperar en la
instalación de la legitimidad política de México. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En
consecuencia es necesario comprender “desde dentro”,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
las prácticas de uso de cada uno de los términos que estuvieron estrechamente
unidos con la legitimidad política de los gobiernos mexicanos durante la década
de 1857 a 1867. Pero para ello es necesario comprender que es una palabra tema.
<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<b>Las
palabras-tema y su conteo<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoSubtitle" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Hay palabras que han
ejercido mucha influencia en la suerte del mundo; palabras que tienen el
privilegio, más que de significar una idea, de representar una situación
entera, próspera y venturosa; de excitar en el corazón del hombre una serie de
sentimientos elevados, simpáticos y generosos, que a su sola voz vibran, y a su
voz ponen en movimiento.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
En
primera instancia podríamos decir que una palabra es aquello que nos sirve para
comunicarnos oral o gráficamente. En nuestra vida diaria hacemos uso de una
extensa gama de palabras, es decir, de signos, señales, símbolos, grafías e
imágenes que nos permiten socializar, participar y compartir experiencias. No
obstante, las palabras no nos servirían si no comprendiéramos su significado.
Sin embargo, debe repararse en que esos significados varían de acuerdo a la
situación en que operan. Es decir, existen palabras que nos sirven para
comunicarnos en la ciencia, la química y la física y otras que nos sirven para
hacer política, por ejemplo. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Dentro de cada área es común el uso de determinadas
palabras que abarcan temas, es decir, contenidos y argumentos que identifican
un discurso y un periodo. Dentro del terreno político, existen palabras que
contienen argumentos a debatir, a discutir, a objetar, como son, para el caso
de este estudio, los términos: “regeneración”, “sociedad”, “monarquía”,
“conservador”, “ley”, “orden público”, “justicia”, “independencia” y “voluntad
nacional”. Pues bien, estas palabras son importantes debido a que la
inestabilidad político-social que existía desde la emancipación de España había
dejado un enorme vacío en relación a leyes, formas de gobernar, creencias y
costumbres. Esto provocó que en 1857, tras la promulgación de la Constitución
de 1857, que a decir de <i>La Sociedad</i> promovía cambios violentos, se
formaran discursos políticos en torno a la defensa de un orden anterior y por
otra parte discursos que defenderían ese nuevo orden de cosas. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
En la historia de las ideas políticas, las palabras tema
deben ser vistas como palabras que constituyen realidades. Sin embargo, cabe
señalar que en política las palabras tema no mantienen una significación
enciclopédica o general. Por el contrario, adquieren significados, dependiendo
de la postura política de quien las utilice y dependiendo de los distintos
procesos históricos. O, en palabras de Javier Fernández Sebastián, “sólo el uso
consagra y determina el sentido provisional y fluctuante, de las palabras.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> ¿Con qué fuentes acceder
al estudio de las palabras tema? Una vía son los discursos periodísticos, sin
embargo, debe tomarse en cuenta que “un periódico tiene valor comunicativo
limitado a la fecha o a días de su aparición.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a> En consecuencia su valor
significativo es temporal, es decir, responde a periodos, a momentos.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
De este modo, el conteo de palabras
tema en este trabajo responde, en primer lugar al discurso periodístico y en
segundo, a una etapa de la historia, la década de 1857 a 1867. Uno de los
primeros rasgos de este periodo será la transición en la significación de las
palabras utilizadas para hacer política. De ahí la importancia que adquiere
contar y analizar aquellas palabras que en determinado momento fueron muy
recurrentes por los periodistas, debido a la carga significativa que contienen
y en otro se moderen o suspendan. El conteo de palabras tema ayuda a
identificar, por medio de gráficas estadísticas, aquellas palabras que en la
década en cuestión constituyeron una preocupación política, un asunto a debatir,
un asunto público. Se trata sobre todo de una representación léxica que nos
permite visualizar las altas y bajas en el uso de las palabras tema y que
fundamentalmente están relacionadas con la construcción de la legitimidad
política. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
Referente a las palabras tema que se
tomaron en cuenta para este estudio y las gráficas que se elaboraron en torno
al conteo, intervienen aquellas que cobran suma importancia para los
periodistas y que fueron palabras a debatir, palabras sobre las cuales recaía
el pasado y el porvenir de la política mexicana. Palabras cuya problemática
encerraba la permanencia y moderación en sus significados y que finalmente
constituían realidades. Palabras polémicas, cuyo sentido buscó fijar <i>La
Sociedad</i>.<span style="color: red;"> </span>Cabe
señalar que estas palabras tema fueron seleccionadas de entre un total de
cuarenta palabras que giran alrededor de la vida política decimonónica. Se
trata de palabras cuyos sentidos se estaban transformando y por lo mismo fueron
muy recurrentes en los editoriales.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a> Palabras cuya importancia
radica en la creación de una estabilidad política para el México.<span style="color: red;"> </span>Sin embargo, la clara
frecuencia de determinados conceptos evidencian el nuevo sentido que estaban
adquiriendo las palabras y el desafío a que se enfrentaron los periodistas por
retener o en su caso moderar el cambio en la significación de las palabras.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt;">
<b>Las
gráficas<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
Las gráficas contenidas en este
trabajo, resultante del conteo de palabras tema, descubren un vocabulario
político con miras a legitimar los propósitos coyunturales de un grupo
conservador y en conjunto reseñan la frecuencia a ciertas palabras que
exhiben la transformación del lenguaje
político-conservador de la década de 1857 a 1867.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> Advierten además, las
necesidades políticas de un determinado momento y la traducción de esas
necesidades en desahogo, consuelo y tranquilidad o por el contrario, en
preocupación. Esto no implica que los conceptos utilizados en un momento
determinado dejen de registrarse<span style="color: red;">.</span> Inversamente, descubren los cambios socio-políticos y la
adaptación de esos conceptos a nuevas situaciones políticas y sociales. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
La
primera gráfica, que abarca el periodo republicano y la intervención francesa
(1857-1863), exhibe una necesidad: establecer una sociedad que asegure el orden
público y la aplicación de la ley. Revela además un periodo de conflicto
político, donde las principales exigencias de quienes escribían serían debatir
sobre el significado de los conceptos que tenían relación con lo público, con
el “buen gobierno” y el “bien común”. La segunda, que abarca el Segundo Imperio
(1864-1867), manifiesta la libertad de discutir sobre el sistema monárquico de
gobierno y sobre la independencia de México dentro de aquel Imperio donde la
ley, el orden y la justicia dejarían de ser las principales demandas. No obstante,
será durante este periodo cuando el concepto de voluntad nacional adquiera
trascendencia, sobre todo en 1864 y esto responderá a la unidad que los
periodistas van a establecer entre aclamación del imperio y recuperación de la
voluntad nacional, como se verá en el cuarto capítulo. A lo largo de estos
años, los editoriales van a reflejar un rasgo fundamental de la época: la lucha
por la significación de las palabras. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
La
cuestión de la legitimidad política no puede explicarse por sí sola, sino a
través de aquellos principios que atañen directamente a la naturaleza de una
sociedad. En el periódico <i>La Sociedad</i> esos principios responden
directamente a una doctrina política conservadora. Así se entiende que cada una
de las palabras tema que aparecen en los editoriales, manifiesten resistencia a
las ideas liberales, a la demagogia, a los cambios violentos, a la libertad de
cultos, a la Constitución de 1857 y a las Leyes de Reforma, entre otras, por
considerarlas contrarias a<span style="color: blue;"> </span>la<span style="color: blue;"> </span>naturaleza la sociedad. <o:p></o:p></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<b>A manera de conclusión<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin-left: 212.4pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;">...se trató de
difundir la idea de que el partido conservador o reaccionario era el único que
simpatizaba con la intervención europea, a que se dio el carácter de invasión
armada y conquista del país, haciendo figurar a España como reconquistadora y
única y verdadera nación interesada en la empresa.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-right: .9pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
La segunda mitad del siglo XIX
es un periodo de luchas políticas que abarca la disputa por el léxico utilizado
por los diferentes partidos para discutir, hacer política, definir sus posturas
y escribir en un periódico. <i>La Sociedad</i> es clara muestra de los debates
existentes en torno a la definición, aclaración, información y justificación de
los términos que se utilizaban para hacer política. Ahí está presente la lucha
por la significación de las palabras. La proclamación de las Leyes de Reforma y
la Constitución de 1857, alteraron el significado de las palabras utilizadas
para hacer política, menester de los periodistas fue imponer una significación
de las palabras para asegurar que fueran congruentes con sus intereses y con
los hábitos y costumbres de los mexicanos. Es decir, la intención sería
restaurar aquellos principios “que sirven de cimiento a la sociedad”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> y que, a decir de <i>La
Sociedad</i>, la democracia tendía a romper, como la unidad religiosa, el
principio de autoridad, la moral y la unidad entre potestades civil y
eclesiástica y entre leyes divinas y humanas. Claro que esa recuperación
respondió a la misma postura conservadora de los periodistas. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Desde
la reaparición de <i>La Sociedad</i> en 1857, los</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"> periodistas consideraron que
las tradicionales interpretaciones de los conceptos políticos, que
indudablemente estaban ligados a un lenguaje religioso, otorgaban legitimidad
al lenguaje utilizado para hacer política. Sin embargo, los partidos que
alternativamente habían dominado la política habían manipulado los conceptos y
les habían otorgado una significación falsa. De este modo habían jugado con la
credulidad e ignorancia de la gente y al hacerlo, habían alterado el sentido de
los conceptos en su significación tradicional, es decir, la significación
legada por un orden anterior, por el orden virreinal. Esto provocó, según </span><i style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">La
Sociedad</i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">, una desestabilización del lenguaje utilizado para hacer política.
¿Por qué? Como se ha dicho a lo largo de la tesis, porque estas significaciones
acarreaban los cambios violentos, la anarquía y el desorden, afectando no solo</span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">el
vocabulario, sino a la vida diaria. De ahí que
si miramos el discurso periodístico de la
segunda mitad del siglo XIX de tendencia conservadora, hemos de encontrarnos
con un discurso que sobre todo intenta salvar las significaciones de las
palabras en lo que se consideraba una acepción anterior, una significación
considerada legítima porque estaba ligada a “sus hábitos monárquicos o
virreinales y su religión católica.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn27" name="_ftnref27" style="font-family: "times new roman", serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">[27]</span></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"> De lo que se trató
entonces fue de frenar la entrada de las nuevas significaciones de las palabras
que intentaban modificar el curso de los acontecimientos y en ello intervienen
las ideas liberales.</span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">En
ese sentido, para los conservadores que integraban <i>La Sociedad</i>, tan
significativo fue aclarar los conceptos utilizados por ellos mismos, como
también hacerle ver a su opuesto en el error en el asunto interpretativo. Y es
ahí precisamente donde las mismas palabras
adquirieren sentidos distintos según principios conservadores, liberales y moderados,
entre otros. De ahí que es importante considerar las polémicas en torno de las
diferentes interpretaciones de las palabras y de ahí establecer
parámetros en las interpretaciones de las palabras de los discursos
periodísticos del siglo XIX. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Ahora,
para <i>La Sociedad</i> el discurso demagógico fue ilegítimo por varias
razones: en primer lugar porque había motivado la corrupción de las ideas y en
segundo porque había atacado las creencias religiosas y las costumbres. Y en
esa lucha que retrataron como un enfrentamiento entre<span style="color: red;"> </span>la verdad y el error, “de los deberes contra las
pasiones, lucha tenaz y encarnizada”,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>
los periodistas consideraron que las verdaderas interpretaciones de las
palabras triunfarían en algún momento en que
las circunstancias resultaran propicias. Por lo que desde 1857, fue
indispensable armar un discurso de oposición que promoviera la reflexión sobre
la importancia de conocer el “verdadero” sentido de las palabras. Claro que
para los periodistas el único sentido verdadero fue “su” interpretación de las
palabras, porque era resultado de esas “voces al principio tímidas y después
bastante enérgicas en defensa de los intereses legítimos y permanentes de la
sociedad”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> Y
eran legítimas y permanentes porque esa interpretación respondía a la historia,
al pasado, a la salud de las ideas y al adecuado ordenamiento político, social
y religioso. En consecuencia la interpretación proporcionada por sus opuestos
políticos se estimaría deformada y alterada, porque pertenecería a ideas
demagógicas e inmorales. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Sin embargo, si durante el periodo de 1857 a 1863 el significado
de las palabras se debatió entre la recuperación y los cambios moderados, la
llegada de Maximiliano representó, hasta el primer año de su gobierno, la
consolidación de las significaciones de las palabras. En primer lugar porque
respondía a la historia, a la experiencia y en segundo a los designios divinos
y a una forma de gobierno que representaba la unidad, la paz y el orden. Ahora,
si durante los años republicanos los periodistas buscaron la recuperación de
los significados de algunas palabras como “sociedad”, “regeneración”, “orden
público”, “justicia” y “ley”, es porque en estos estaba presente el rechazo al
individualismo y a la desunión que promovían las nuevas ideas. Y, porque además
en ello se buscaba el estudio de las prácticas de vida pasadas, es decir, de
las formas de desarrollo de los distintos regímenes de gobierno a partir de la
independencia y de las formas como ese desarrollo había afectado a la
sociedad. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Cabe recordar que los periodistas de <i>La Sociedad</i> no estaban
enemistados con el sistema de gobierno republicano. Reconocían sus beneficios,
el problema radicó en la incompatibilidad que se observaba de este tipo de
gobierno y la noción defendida de México como “nación hispanoamericana” de
raíces monárquicas. De ahí que en determinado momento buscarán un modelo de
nación en las tierras de occidente de raza latina y creencias católicas y
específicamente de Francia y España. Y es que lo republicano invitaba a la
democracia, a la anarquía, al desorden, mientras que la noción de “nación
hispano-americana” recordaba el orden, el pasado, la unidad y la conservación
de las tradiciones. A decir de <i>La Sociedad</i>, la “democracia” no
participaba de lo</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> “conservador”, porque lo conservador
remitía a las costumbres, a los cambios paulatinos, a las cuestiones sociales,
a la unidad y a lo que en otras palabras constituía el “respeto” por la entidad
que representaba México. Ese México independiente que era hijo de España y que
como tal, reconocía su origen. En tanto que “democracia” remitía a la anarquía,
a los cambios violentos, a la división, a la sangre, al desorden, a la falta de
autoridad y en definitiva, a la ruina y establecimiento de un elemento confuso
en la marcha del gobierno y de la sociedad.
<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Por otra parte, cuando los periodistas proponen la observación del
pasado, lo que también intentaban recuperar era el sentido de la corporación,
de la comunidad y del bien común. Y es que la sociedad con sus cuerpos y
jerarquías, era obra de Dios, de ahí que lo que se excluía era la idea de un
pacto voluntario contraído entre individuos iguales, según se ha visto. No
obstante, a pesar de que durante el primer año del Imperio se consideró que
México había iniciado su camino en la senda correcta que señalaba la
experiencia de lo pasado, de ese pasado monárquico, los siguientes años
trajeron consigo la duda sobre el porvenir del Imperio y en ello estuvo
presente la incertidumbre hacia ciertas palabras que en sí constituían una
realidad como “monarquía”, “justicia divina”, “voluntad nacional” e
“independencia”, ideas que representaban los designios de la justicia y la
voluntad divina y que además respondían a la Historia. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">Más, la importancia que adquiere el discurso periodístico
conservador de la segunda mitad del siglo XIX radica en la necesidad que
tuvieron los redactores, políticos y miembros del clero que integraban <i>La
Sociedad</i>, de buscar el sentido “verdadero” de las palabras. ¿Por qué?
Principalmente porque esto ayudaría a legitimar formas de vida pertenecientes a
un orden anterior donde intervenía</span><span style="color: red; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">una
cultura monárquica, católica y de habla hispana, una estratificación social, un
orden político jerarquizado y un poder aceptado por tradición y por herencia
que en definitiva representaba a una comunidad. En
ello debe reconocerse el esfuerzo de estos personajes que se vieron insertos en
un momento en que el lenguaje político atravesaba por una transición. Se daba<span style="color: red;"> </span>paso de una cultura
católica y tradicional a una cultura donde se buscaba la separación Iglesia
Estado, la tolerancia de cultos, la educación laica, la democracia y la
igualdad, entre otras cosas. Así justamente, la necesidad de esclarecer el
sentido de las palabras radicó en la necesidad de legitimar un sistema de
gobierno y un sistema social, que, aunque bien podría decirse que se estaba
volviendo obsoleto, para los periodistas de <i>La Sociedad</i> no lo era.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt; line-height: 200%;">En ese sentido resulta interesante examinar los mecanismos de
disposición de las ideas políticas en los discursos de <i>La Sociedad</i>, en
ellos se advierte una suerte de lenguaje religioso, científico, médico y
lógico. Se habla de males o enfermedades que aquejan al país, pero también se
habla de remedios y reparaciones. Se establecen medidas comparativas entre
naciones y al mismo tiempo se establecen predicciones de lo que puede suceder
si no se estudia el pasado y el transitar de otras naciones y si no se siguen
las medidas correspondientes en el presente a partir de la observación de
conductas pasadas. Así en definitiva, la finalidad fue asegurar la marcha
positiva de México en el porvenir, su progreso y estabilidad política. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Conteo
palabras tema, 1857-1863<br />
<i>La Sociedad <br />
</i></span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">(Gráfica 1)<b><span style="display: none; mso-hide: all;"><o:p></o:p></span></b></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<table align="left" cellpadding="0" cellspacing="0">
<tbody>
<tr>
<td height="0" width="103"></td>
</tr>
<tr>
<td></td>
<td><br /></td>
</tr>
</tbody></table>
<div class="MsoFootnoteText" style="line-height: 200%;">
<!--[if gte vml 1]><o:wrapblock><v:shapetype
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<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Conteo palabras tema, 1864-1867<br />
<i>La Sociedad<br />
</i></span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">(Gráfica 2)<span style="display: none; mso-hide: all;"><o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
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<br />
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o:title=""/>
<w:wrap type="topAndBottom" anchorx="margin"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--><!--[if gte vml 1]></o:wrapblock><![endif]--><br />
<b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Conteo palabras tema, 1857-1867<br />
<i>La Sociedad <br />
</i></span></b><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">(Gráfica 3)</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-Xw7N7Lr4qKE/V5jvMkZWv_I/AAAAAAAACuc/7OHRSWiFsoAWosDZpZHhfjaKDHgEHfKlQCEw/s1600/Gr%25C3%25A1fica%2B3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="182" src="https://4.bp.blogspot.com/-Xw7N7Lr4qKE/V5jvMkZWv_I/AAAAAAAACuc/7OHRSWiFsoAWosDZpZHhfjaKDHgEHfKlQCEw/s320/Gr%25C3%25A1fica%2B3.png" width="320" /></a></span></div>
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
<h1 style="line-height: 200%;">
<o:p> </o:p><span style="font-size: small; line-height: 200%;">Hemerografía</span></h1>
<h1 style="line-height: 200%;">
<o:p></o:p></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">La Sociedad</span></i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">.
<i>Periódico político y literario</i>, 1857-1867. <o:p></o:p></span></div>
<h1 style="line-height: 200%;">
<span style="font-size: small;">
Bibliografía</span><o:p></o:p></h1>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Fernández Sebastián, Javier, “¿Qué es un diccionario histórico de
conceptos <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">políticos?”, en: </span><span style="color: blue; font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;"><a href="http://www.foroiberoideas.com.ar/">www.foroiberoideas.com.ar</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 35.25pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">-, “Política antigua/política moderna. Una
perspectiva histórico-conceptual”, en: <a href="http://www.foroiberoideas.com.ar/"><span style="color: black;">www.foroiberoideas.com.ar</span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Gomis Lorenzo. <i>Teoría del periodismo.
Cómo se forma el presente</i>, España, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Paidos,
Ibérica, 1991.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Guerra, Francisco-Xavier y Annick
Lempériere, “Introducción”, ver: Guerra, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12pt;">Francisco-Xavier, Annick
Lempériere, et al. <i>Los espacios públicos en Iberoamérica. Ambigüedades y
problemas. Siglos XVIII-XIX</i>, México, Fondo de Cultura Económica, 1998.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">Oieni, Vicente, “Notas para una historia conceptual de
los discursos políticos. Los <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">aportes de la historia conceptual, la
genealogía de Foucault y el análisis <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;">crítico del discurso a una nueva historia
política”, en <a href="http://hum.gu.se/insttutioner/romanska-sprak/iberoamerikanskainstitutet/put">http://hum.gu.se/insttutioner/romanska-sprak/iberoamerikanskainstitutet/put</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">Pani, Erika. <i>Para
mexicanizar el Segundo Imperio. El imaginario político de los <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">imperialistas</span></i><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12pt;">, México, El Colegio de México-Instituto de Investigaciones Dr.
José María Luis Mora, 2001.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Rodríguez
Piña, Javier, “La prensa y las ideas conservadoras a mediados del siglo <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">XIX. Los periódicos El Tiempo y El
Universal”, en </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Castro, Miguel Ángel <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">(Coord.),
<i>Tipos y caracteres: la prensa mexicana (1822-1855),</i> México, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Universidad
Nacional Autónoma de México, 2001.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Sordo
Cedeño, Reynaldo, El pensamiento conservador del partido centralista en <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">los años treinta
del siglo XIX mexicano, en </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Morales Humberto y
William Fowler <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">(coord.), <i>El conservadurismo mexicano en el siglo XIX
(1810-1910</i>), <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">México,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Saint-Andrews <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">University,
Scotland, U. K. y Secretaría de Cultura, Gobierno del Estado de <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;">Puebla,
1999.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Gomis Lorenzo. <i>Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente</i>,
España, Paidos, Ibérica, 1991, p</span><span style="font-size: 10.0pt;">. 36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>El periódico <i>La
Sociedad, </i>fue una publicación conservadora de la segunda mitad del siglo
XIX.<i> </i>Apareció por primera vez el primero de diciembre de 1855, tres
meses después de finalizar la Revolución de Ayutla y posterior a la expedición
de la Ley Juárez del 23 noviembre de 1855. En su primera etapa desapareció el 8
de agosto de 1856 y reapareció el 26 de diciembre de 1857, <span lang="ES">del 17 al 21 de enero de 1858 Ignacio Comonfort volvió a prohibir su
aparición. Durante la guerra de Tres Años nuevamente cesó sus trabajos el 24 de
diciembre de 1860, por la entrada de las tropas liberales a la ciudad de México
y reinició labores el 10 de junio de 1863, al arribo del Ejército francés. Del
12 al 20 de junio de 1863, nuevamente suspendió labores, para después
reaparecer y continuar hasta el 13 de julio de 1866, cuando avisó que dejaría
de publicarse por un mes. El 14 de julio de 1866 nuevamente cesó sus trabajos y
los reinició el día 31 </span>hasta
el 31 de marzo de 1867. En <i>La Sociedad </i>participaron,
además de los trabajadores cuyos nombres no aparecen o sólo se mencionan esporádicamente
como los corresponsales, los editores: Félix Ruiz, Francisco Vera Sánchez, F.
Escalante y José María Roa Bárcena y los impresores: José María Andrade y
Felipe Escalante y Miguel María Barroeta. Cuenta con textos de José María
Esteva, Juan Nepomuceno Almonte, Manuel Orozco y Berra y del propio emperador
Maximiliano I, entre otros<span lang="ES">, ver: Sánchez Mora, José
Luis. <i>Maximiliano y la prensa
conservadora: el diario La Sociedad. Crónica periodística de una desilusión,
junio de 1864 – mayo de 1865</i>. México, Universidad Nacional Autónoma de
México- Facultad de Filosofía y Letras, 1985, varias páginas, en: Castro,
Miguel Ángel y Curiel, Guadalupe. <i>Publicaciones
periódicas mexicanas del siglo XIX: 1856-1876</i> (Parte I), México,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2003, p. 554-556.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> Para mayor información sobre el tema del
“imaginario” véase: </span><span style="font-size: 10pt;">Pani, Erika. <i>Para mexicanizar el Segundo Imperio.
El imaginario político de los imperialistas</i>, México, El Colegio de
México-Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2001, p. 24..</span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> F.
V. Sánchez (Editor responsable), “Cómo se entiende el orden público”, <i>La
Sociedad</i>, Sección Editorial, T. 1, Número 124, México, miércoles 5 de mayo
de 1858, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> <i>Ibidem</i>.
<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vera Sánchez, Francisco, “Segunda época de <i>La Sociedad</i>”, <i>La
Sociedad</i>, T. 1, Núm. 1, México, sábado 26 de diciembre de 1857, p. 1. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt;"> Sordo Cedeño, Reynaldo, El pensamiento conservador
del partido centralista en los años treinta del siglo XIX mexicano, en </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Morales Humberto y
William Fowler (coord.), <i>El conservadurismo mexicano en el siglo XIX
(1810-1910</i>), México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
Saint-Andrews University, Scotland, U. K. y Secretaría de Cultura, Gobierno del
Estado de Puebla, 1999, </span><span style="font-size: 10.0pt;">p. 135.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 137.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibid</i>, p. 138.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt;"> Rodríguez Piña, Javier, “La prensa y las ideas
conservadoras a mediados del siglo XIX. Los periódicos El Tiempo y El
Universal”, en </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Castro, Miguel Ángel (Coord.), <i>Tipos y caracteres: la prensa
mexicana (1822-1855),</i> México, Universidad Nacional Autónoma de México,
2001, </span><span style="font-size: 10.0pt;">p. 255.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><i><span lang="EN-US">Ibidem</span></i><span lang="EN-US">, p. 254.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US"> Fowler, William, “Presentación”, en
Morales Humberto y Fowler, William, <i>op. cit</i>., p. 9.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> Guerra, Francisco-Xavier y Annick
Lempérière, “Introducción”, ver: Guerra, Francisco-Xavier, Annick Lempérière,
et al. <i>Los espacios públicos en Iberoamérica. Ambigüedades y problemas.
Siglos XVIII-XIX</i>, México, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 8.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> El establecimiento de la legitimidad
política de México fue la primera exigencia del grupo periodístico que integró <i>La
Sociedad</i>, según lo manifestaron en su editorial del 26 de diciembre de
1857, fecha de publicación del primero número en su segunda época. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A decir de Javier Fernández Sebastián, “El
universo conceptual de la política no es en modo alguno un mundo de
definiciones ideales, estables y neutras, sino que por el contrario está
sometido a toda suerte de tensiones y es objeto de encarnizadas polémicas.”,
ver: Javier Fernández Sebastián, “¿Qué es un diccionario histórico de conceptos
políticos?”, en:<span style="color: red;">
<a href="http://www.foroiberoideas.com.ar/">www.foroiberoideas.com.ar</a>
<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Fernández Sebastián, Javier, “Política antigua/política moderna. Una
perspectiva histórico-conceptual”, en: <span style="color: red;"><a href="http://www.foroiberoideas.com.ar/">www.foroiberoideas.com.ar</a></span><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A juicio de Javier Fernández Sebastián, el historiador del siglo XXI,
debe comprender, más que explicar, las distintas situaciones históricas “desde
dentro”. Se trata de aproximarse a los mundos conceptuales y comprender los
mismos, tal como eran interpretados en su momento. Pues los conceptos, dice
Sebastián, “no se limitan pues a designar “la realidad”, sino que, en parte,
también la constituyen.” Ver: Javier Fernández Sebastián, “¿Qué es un
diccionario histórico de conceptos políticos?”, <i>op. cit</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> N. Pastor Díaz, “Libertad” (<i>El Conservador</i>, Madrid, 1840), en, Fernández Sebastián, Javier, “¿Qué es un diccionario
histórico de conceptos políticos?”, en <span style="color: blue;"><a href="http://www.foroiberoideas.com.ar/">www.foroiberoideas.com.ar</a></span><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Fernández Sebastián, Javier, “¿Qué es un
diccionario, <i>op. cit</i>.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Oieni, Vicente, “Notas para una historia conceptual de los discursos
políticos. Los aportes de la historia conceptual, la genealogía de Foucault y
el análisis crítico del discurso a una nueva historia política”, en <a href="http://hum.gu.se/insttutioner/romanska-sprak/iberoamerikanskainstitutet/put">http://hum.gu.se/insttutioner/romanska-sprak/iberoamerikanskainstitutet/put</a><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Dentro de las palabras que se tomaron en cuenta para el conteo general
intervienen: autoridad, católico, civilización, costumbres, demagogia,
democracia, Dios, gobierno, liberal, libertad, legitimidad, México, nación,
paz, público, pueblo, razón, religión, república, tradiciones, unidad, unión y
verdad, entre otras.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Para mayor información sobre el tema de las gráficas y el desarrollo
de cada concepto, ver: López Camacho, Alejandra, <i>Entre leyes divinas y
humanas. El periódico La Sociedad, 1857-1867</i>, Tesis de Maestría en
Historia, Puebla- México, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2006.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> “Actualidades”,
<i>La Sociedad</i>, Sección La Sociedad, México, 31 de marzo de 1867, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> Vera
Sánchez, Francisco, “Segunda época de <i>La Sociedad</i>”, <i>La Sociedad</i>,
Sección Editorial, T. 1, Núm. 1, México, Sábado 26 de diciembre de 1857, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 107%;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%;"> F.
V. Sánchez (Editor responsable), “Reflexiones sobre los gobiernos aplicados a
la República”, <i>La Sociedad</i>, Sección Editorial, T. 1, Núm. 12, México,
Miércoles 6 de enero de 1858, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> F. V. Sánchez (editor responsable),
“Libertad de prensa”, <i>La Sociedad</i>, Sección Editorial, T. I, Núm. 43,
México, Jueves 11 de febrero de 1858, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20policrom%C3%ADa/La%20Sociedad%20y%20la%20interpretaci%C3%B3n%20de%20la%20legitimidad%20pol%C3%ADtica%20de%20M%C3%A9xico.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt; line-height: 107%;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> <i>Ibidem</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-77528606919660914822014-10-18T15:02:00.000-07:002014-10-18T15:02:09.051-07:00Monarquistas, republicanos, liberales, conservadores, federalistas, centralistas, progresistas y moderados en el México del siglo XIX. Un acercamiento a la historia política decimonónica mexicana (1833-1868) <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: right; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 32px;"><b><i>Alejandra López Camacho</i></b></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<b><span lang="ES">SEGUNDA DE DOS PARTES </span></b></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<b><span lang="ES">IV<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"> </span><span lang="ES" style="line-height: 200%; text-align: left;">Luego
que Ignacio Comonfort sustituyera a Juan Álvarez en la presidencia y que Benito
Juárez quedara como presidente de la Suprema Corte de Justicia, en el mes de
diciembre de 1857, aparecería el Plan de Tacubaya que desconocía la
Constitución de 1857. Por artículo primero de este documento, cesaba de regir
la legislación del 57, por artículo tercero, </span><span lang="ES" style="line-height: 200%; text-align: left;">el encargado
del poder ejecutivo convocaba a un congreso extraordinario para formar una
constitución conforme a la voluntad nacional y por
artículo sexto se amenazaba con terminar en el ejercicio de sus
funciones a las autoridades que no secundaran el Plan de Tacubaya. Es decir, se hablaba de voluntad nacional, pero de una
voluntad nacional que permanecía condicionada y amenazada. Esto refleja que
tanto liberales como conservadores determinaban aquella voz que era la voluntad
nacional, pero que al mismo tiempo representaba la voz del partido en turno.
Así, liberales y conservadores se enfrentaron abiertamente a principios de
1858. Los liberales, representados por Benito Juárez sostendrían las Leyes de
Reforma y la Constitución de 1857 y junto a esto la reforma y el credo liberal.
De otra parte, se encontraba la “nueva generación postsantanista de Osollo y
Miramón y el propio Leonardo Márquez, que constituían en definitiva los más
bisoños sostenedores de la visión ultramontana.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></a> </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Félix Zuloaga, representante de una parte de la
facción conservadora, encabezaba aquel Plan y ahí aclaraba que la mayoría del
pueblo estaba en desacuerdo con la Carta Magna porque no hermanaba el progreso
con el orden y la libertad y porque era ocasión de la guerra civil. Era
necesario por lo tanto, señalaba, elaborar una Constitución conforme los usos y
costumbres de los mexicanos. Y si a esto se agrega que Ignacio Comonfort
practicaba una política templada y conciliatoria y que buscaba sobretodo
establecer una política coherente con a la mediación política y no con la
radicalidad en los cambios, ya se entiende que la legislación del 57 y las
medidas reformistas que se estaban produciendo chocaban con su posición
política. De ahí que esa actitud fuera celebrada por los conservadores, aunque
también por el mismo clero que prohibió jurar la Constitución a los fieles y
amenazar con la excomunión a todo aquel que la reconociera. Para el clero, la
legislación del 57 representaba una violación a las creencias religiosas y a la
propia soberanía de la Iglesia. Y tanto l</span><span lang="ES">a Constitución
como las Leyes de Reforma atacaban las costumbres y creencias religiosas,
consideraban los conservadores. Fue así como el clero, que a lo largo del siglo
XIX había sido partícipe de la política mexicana, se vio más impotente cada vez
frente a la Reforma.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
De ahí que en determinado momento...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Los templos se
cerraron para el gobierno en la capital y la propaganda cundió desde “el
santuario hasta el hogar doméstico”, se esparció por las calles y reforzó a las
huestes de la rebelión que habían sido derrotadas en todos los combates
anteriores. Vio abierto “un nuevo palenque en qué combatir, y se encontró con
armas nuevas, habiendo logrado su objetivo de convertir definitivamente la
cuestión política en cuestión religiosa.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El moderantismo político de Comonfort tropezó con
aquellos liberales que tendían hacia un radicalismo y buscaban la reforma
drástica y obligada de la sociedad. Silvestre Villegas Revueltas considera que
dentro de esta tendencia liberal cabía la idea de “que los principios más
revolucionarios tienden a innovar la estructura de los pueblos, a pesar de que
lo proclamado les incomode, los moleste y llegue a chocar con su
idiosincrasia.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En el fondo lo que estaba en juego era la lucha por la transformación de la
sociedad, aunque también el nuevo sentido que se pretendía suministrar a la
política mexicana y con la cual se aspiraba construir una legitimidad política.
Es decir, por una parte, Comonfort y el grupo que le apoyaba solicitaban la
elaboración de una “ley fundamental que reflejara y estuviera acorde con la
cultura y sentimientos del pueblo mexicano, para que no fuese una vez más un <i>corpus</i>
teóricamente avanzado.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En contraposición, el otro grupo liberal lo que solicitaba era la reforma de la
sociedad sin miramientos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Frente a esta situación Ignacio Comonfort se
declaró imposibilitado para gobernar con una Constitución que no </span>hermanaba el “orden y la libertad,
la tradición y la reforma, el pasado y el porvenir”, asegura Villegas Revueltas<span lang="ES">.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Ahora, </span>si el conflicto
era la Constitución y las Leyes de Reforma entre las distintas tendencias
políticas, ¿por qué no considerar el espacio de lo público o <span lang="ES">el espacio de todas las clases sociales, donde, de
acuerdo al punto de vista del grupo conservador que integraba el periódico <i>La
Sociedad</i>, ese público era el que no hallaba estabilidad política ni social
debido al sentido confuso de lo que se proyectaba hacer o construir en los
gobiernos y lo que fundamentalmente era consecuencia de la falta de claridad de
los conceptos utilizados para hacer política y la realidad que atravesaban?<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a></span> Sencillamente porque esto
provocaría un caos mayor al ya existente en 1857. Pues si los diferentes grupos
políticos no sabían a ciencia cierta el camino a seguir, el espacio de lo
público tampoco, menos al mantenerle al margen de los asuntos políticos, que
también eran públicos. Si a esto se agrega que la gente vivía bajo amenaza del
clero de excomulgarles en caso de jurar la Constitución, ya se entiende el
momento crítico por el que se atravesaba y que en determinado momento provocó
la renuncia de Comonfort. <span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En el mes de diciembre de 1857, Ignacio Comonfort
reconocía el Plan de Tacubaya, algunos días después, en enero de 1858,
renunciaba a su cargo y entregaba el mando presidencial a Benito Juárez.<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></a></span>
Sin embargo esta toma de posesión dio lugar una dualidad de poderes. Una vez
Juárez en el poder y una vez reivindicadas la Constitución del 57 y las Leyes
de Reforma, Félix Zuloaga inauguraba su propio gobierno como presidente de la
República apoyado en las Cinco Leyes. El primero representaba la facción
liberal, el segundo la conservadora y mientras Juárez instalaba su gobierno en
Guanajuato primero y al año siguiente en Veracruz, Zuloaga hacía lo mismo en la
capital. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La dualidad de poderes condujo a una batalla
política entre dos gobiernos que pretendieron aniquilarse mutuamente. Y
mientras Zuloaga sentía confianza y fortaleza en la capital, Juárez deambulaba
con el gobierno republicano constitucional por varios estados de la república.
El presidente de tendencia conservadora, restablecería los “fueros y la Suprema
Corte de Justicia, tal como estaba antes de noviembre de 1855”, pero anulaba
“la Ley de desamortización de Bienes Civiles y Eclesiásticos y, en
consecuencia, los actos emanados de ella.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Por otra Juárez convocaría a un “Congreso de la Unión para expedir las leyes
orgánicas de la constitución”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y a la realización de nuevas elecciones. “Conservadores y liberales enfrentaban
con nitidez sus programas, sin esperanza de conciliación y lo que es más, sin
deseos de que la hubiera.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Frente a esta dualidad, un tercer grupo conservador
“que no estaba ni con Juárez ni con Zuloaga”,<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a>
se pronunció en la capital contra el gobierno establecido por medio del Plan de
Navidad. El general Miguel Miramón, representante de aquel grupo, asumiría la
Presidencia de la República el 2 de febrero de 1859, una vez que Zuloaga se
separa del puesto. Aunque su gobierno fue desconocido por Juárez, el primer
problema que enfrentaron ambos gobiernos fue la falta de dinero.</span><span lang="ES" style="color: blue;"> </span><span lang="ES">Con todo, el dominio de los
liberales republicanos en México durante esta primera mitad del siglo XIX y
hasta el Segundo Imperio, sería precario y constantemente amenazado por los
conservadores que hicieron lo posible por perpetuar el régimen político
conservador. Y aunque ambos grupos perseguirían la entrada del capitalismo en
México, la conservación de sus intereses y el orden interior, el problema fue
que no existió acuerdo en sus propuestas políticas, como tampoco en la forma de
gobernar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">El país se
empobrecía a pasos agigantados, pero nada claro indicaba un cambio en la
balanza del conflicto. El clero recuperó sus fueros, los regulares pudieron
respirar con cierta calma y la beatería concurrió, por lo menos en la ciudad de
México, con seguridad a las funciones religiosas. El presidente que estaba en
la capital [Miramón] comprendió que el triunfo radicaba en tomar Veracruz, pues
con ello Juárez se vería obligado a abandonar México, o en el mejor de los
casos moriría en el asedio de la plaza; también sabía que al ocupar el puerto
obtendría una importante cantidad que por el momento fluía para el sostenimiento
de las tropas constitucionales.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-right: 45.9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; margin-right: 45.9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; margin-right: 0.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"> A esto se
añadirían los tratados Mon-Almonte y McLane-Ocampo de septiembre y diciembre de
1859 respectivamente. El segundo, celebrado por el gobierno republicano y
constitucional de Juárez, buscaría trazar los límites territoriales entre la
frontera de los Estados Unidos y la de México y esta incluía la península de
Baja California hacia los Estados Unidos y el “derecho de vía perpetua al
través del istmo de Tehuantepec, y el Río Bravo al Golfo de California; el arreglo
de las reclamaciones pendientes con Estados Unidos; el libre comercio y la
protección efectiva de las personas y propiedades en dichas vías de
comunicación, proyectos apoyados con la amenaza de una intervención militar en
México.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El tratado Mon-Almonte por otra parte, sostenido por el grupo
anticonstitucional y conservador, tenía relación con el pago por el
reconocimiento de España al gobierno de Miramón, tratado que el gobierno de
Juárez desconoció. Ambos proyectos, aunque reprobados, eran muestra de los
“extravíos propios de la guerra y las necesidades de ambos bandos.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es decir, en esto lo que estaba en juego era el reconocimiento de la
legitimidad política de un gobierno hacia el extranjero, sea el
anticonstitucional conservador por España, sea el liberal republicano
constitucional por los Estados Unidos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; margin-right: 0.9pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"> A decir de
Silvestre Villegas, fueron los moderados quienes sugirieron entablar la paz y
las pláticas de avenimiento. Tras la publicación de un editorial de tendencia
conservadora, denominado el <i>Diario de Avisos </i>(15 de junio de 1860),
donde se decía que los moderados representaban al partido cobarde y ruin y que
habían sido los que habían propiciado la guerra y la media justicia, un mes
después, salió un documento “firmado por diversos vecinos de la ciudad de
México, pidiendo al gobierno de Miramón y al encabezado por Juárez la manera de
establecer una paz duradera, pues ello se hacía necesario teniendo en cuenta
los caros intereses de la patria, su decoro e independencia. La consolidación
de la paz era indispensable para conservar las propiedades y libertades
públicas que estaban a punto de perderse por efectos de la lucha fraticida”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Era necesario en consecuencia establecer una paz que mediara los intereses de
cada una de las posturas políticas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-right: .9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">El Partido
moderado estaba entre el conservador, que era fanático, resueltamente clerical,
enemigo de las ideas democráticas y hasta monarquista, y el liberal puro, que
pedía una Constitución fundada en la soberanía popular, gobierno federado,
supremacía del poder civil sobre la Iglesia y reforma social. Estos dos
partidos, de principios netos y firmes, ocupaban dos líneas, mientras el
moderado llenaba la ancha zona que dejaban aquellos entre sí; no tenía ni podía
tener un credo, y esto le impedía tener un programa; no sabiendo qué debía
sostener, se conformaba con huir de ambos extremos, buscando un medio prudente
que cada uno de sus hombres se señalaba a su gusto en la lucha de sus temores
religiosos con sus inclinaciones liberales. En realidad, este partido, sí así
pudo llamarse, era la acumulación de los timoratos que llevaba en la conciencia por atavismo y por tradición
el escrúpulo religioso como tirano y como verdugo, dominando sobre ideas nuevas
que ellos no podían desechar y sobre aspiraciones adquiridas en el medio
ambiente que no querían vencer; producto del periodo evolutivo, debían
desaparecer al concluir la evolución, absorbidos por los otros dos, y entonces
cada hombre cedió por el lado más débil, y pasó resueltamente al extremo a que
más se inclinaba.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; margin-right: .9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Miguel Miramón sería derrotado el 22 de diciembre
de 1860 por los liberales constitucionalistas y al mes siguiente Benito Juárez haría su entrada triunfal en la
capital. Algunos meses después, el 11 de junio de 1861, Juárez sería designado
presidente de la República constitucionalmente. Sin embargo su gobierno tendría
que enfrentar una situación</span><span lang="ES"> financiera realmente precaria.
Con la nacionalización de los bienes eclesiásticos implementada desde julio de
1859, se habían esperado utilidades que no proporcionaron las ganancias
requeridas. Rafael Tafolla afirma que “los bienes del clero no habían
encontrado compradores, por temor a la excomunión, o se habían vendido a un
precio muy bajo, aprobéchándose de aquella situación algunos ricos y especuladores,
casi todos extranjeros”.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El producto de la venta, hace notar Tafolla, la destinó el gobierno
primordialmente a cubrir las deudas internas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En tal estado el 17 de julio de 1861, se</span><span lang="ES" style="color: blue;"> </span><span lang="ES">suspendió el pago de la deuda
exterior por un periodo de dos años, lo que resultó
una coyuntura favorable para la intervención extranjera. José C. Valadés
considera que la suspensión del pago “pareció a las naciones europeas como una
defraudación del Estado mexicano a la confianza que había inspirado cuando le
concedieron los préstamos.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a><span style="color: blue;"> </span>La firma de aquel documento sería el pretexto para
que Francia, Inglaterra y España intervinieran
en México, amén de los intereses económicos que perseguían, así como la
expansión del comercio y la instalación de nuevas empresas dispuestas a
sostener una red de financiamientos. Este sería el hecho, según Justo Sierra,
que originó la cristalización de los deseos napoleónicos.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Para asegurarse del pago de la deuda, las tres potencias firmaron en
Londres la Convención Tripartita el 31 de octubre de 1861, esto buscaba
presionar al gobierno mexicano a saldar cuentas pendientes. Las partes
contratantes: la reina de España, Isabel II; la de Inglaterra, Victoria y el
Emperador de Francia, Napoleón III, acordaron no sacar ventajas particulares para
adquirir territorios o ejercer alguna influencia que dañara la forma del
gobierno de México.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a>
No obstante, los fines políticos y económicos que este acto encerraba no
desvanecieron de las miras intervencionistas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Como parte de lo reclamado, asegura Rafael Tafolla, Inglaterra deseaba
asegurar el pago de sus créditos y la ventaja del mercantilismo británico;
España cobrar su deuda, recobrar su antigua colonia y establecer una monarquía;
Francia y sobre todo Napoleón III, aparte del pago de su deuda, pretendía
apropiarse de las minas mexicanas, obstaculizar el expansionismo norteamericano
y establecer una monarquía en México.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y aunque al país norteamericano se le invitó a participar en dicha Convención,
esta invitación resultó un acto puramente diplomático. En primer lugar porque
estas tres potencias estaban regidas por monarquías, lo cual tropezaba con la
sistema republicano estadounidense; en segundo lugar, los Estados Unidos se
encontraban entretenidos en una guerra civil que les imposibilitaba mezclarse
en el asunto intervensionista y en tercero, las tres potencias acordaron no
esperar la contestación de los Estados Unidos y emprendieron rápidamente la
intervención.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a> Para
Napoleón III, esto resultó privilegiadamente dispuesto, aunque, la misma
inestabilidad política de los partidos mexicanos había contribuido a ello.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Las ansias del emperador por imponer en México una monarquía no se
hicieron esperar y tras ocultamientos diplomáticos, éstos poco a poco se
descubrieron. Napoleón, planearía la empresa monárquica y ofrecería el trono a
un príncipe de su agrado. Éste tendría la obligación de procurar el bienestar y
la prosperidad del pueblo mexicano.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a>
No tanto para el beneficio de México, sino porque esto permitiría el desarrollo
económico de Francia. Napoleón III “...trataba de dar prosperidad y dilatación
a las empresas financieras francesas, considerándolas brazos fuertes de un
cercano desarrollo industrial”.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Tres meses después del Tratado de Londres, en enero de 1862, sus
representantes se reunieron en Veracruz. Ahí, las partes demandantes formularon
un ultimátum al Gobierno de Juárez para exigirle la restitución de sus
reclamaciones.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a> El
presidente se manifestó dispuesto a pagar parte de la deuda porque no deseaba
la guerra, sino la paz. Con tal objetivo se firmó un documento que formalizaba
las reclamaciones pendientes. El Tratado de la Soledad, firmado en Veracruz el
23 de febrero de 1862 aclaraba que las negociaciones se abrirían en Orizaba,
con la finalidad de llegar a un arreglo pacífico.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En particular no todas las deudas se justificaban, menos aún las
francesas. Tal fue el caso del especulador y banquero de los gobiernos
mexicanos, el suizo Juan Bautista Jecker, quien desde 1859 facilitó un préstamo
a Miguel Miramón que no alcanzó a pagar cuando éste era presidente. Al asumir
Juárez la presidencia los bonos fueron desconocidos, por considerar que el
gobierno de Miramón era ilegítimo. Al sentirse afectado el banquero se fue a
Francia, no tanto por el pago, sino porque además debía grandes cantidades de dinero
a extranjeros franceses que habían depositado en su banco. Una vez ahí se alió
con Agustín de Morny, consejero y medio hermano de Napoleón III, con la
intención de lograr que el emperador considerara como una de las principales
reclamaciones a México aquella deuda, que de tres millones de pesos ascendió a
quince y medio millones.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Napoleón III entonces reclamaría su dinero e intentaría a toda costa
legitimar su intervención y establecer una monarquía y un medio de obtener los
mejores resultados, sería enviar a Juan Nepomuceno Almonte a territorio
mexicano, quien radicaba en París y disfrutaba de una posición de confianza en
la corte francesa, además de ser el hombre de confianza del emperador. La
misión del hijo de José María Morelos, sería proporcionar información sobre la
situación política de México. Así, a su regreso al país se hizo proclamar bajo
órdenes francesas el 19 de abril de 1862, Jefe Supremo de la Nación, “...traía
la autorización de hacer llegar la intervención al establecimiento de una monarquía.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Juárez entonces tomó la decisión de expulsar a Almonte y a sus socios, entre
ellos Saligny. Pero las ambiciones napoleónicas se hicieron cada vez más obvias
y utilizando pretextos de que los mexicanos asesinaban a los soldados franceses
por incitación del gobierno juarista, se le declaró la guerra a México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Cuando Inglaterra y España se dan cuenta de las intenciones de Napoleón
III, se retiran del proyecto intervensionista. Inglaterra porque mantenía una
posición diplomática y no deseaba una guerra con México, al mismo tiempo que
aprobaba los acuerdos de la Soledad. España por rechazar los propósitos
napoleónicos y por estar incapacitada para enfrentar una guerra con México y
enfrentarse a dos potencias poderosas.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Quedaba roto el pacto de Londres, pero tenía lugar la ocupación de México por
tropas francesas. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<b><span lang="ES">V<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="line-height: 200%; text-align: left;"> Parte del grupo
político que trabajó arduamente en favor de la monarquía y que había perdido
esperanzas de poder con el gobierno de Juárez, aunque no así en Napoleón III
fueron: José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y Juan Nepomuceno
Almonte, conservadores monarquistas, que en algún momento militaron en las
filas del liberalismo y del federalismo, pero que las circunstancias políticas
los alinean hacia el apoyo de un sistema de gobierno monárquico y esto no sólo
en 1864, sino en varios periodos del siglo XIX. Éstos formarían parte de la
comisión que ofreció la corona imperial de México a Maximiliano de Habsburgo en
1863 y algunos de los que integraran la Junta de Notables que determinaría la
forma de gobierno monárquica para México.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El principal ideólogo de la causa monarquista con intervención armada
fue José María Gutiérrez de Estrada, hombre de progreso y de conciencia
política ilustrada, radicado en Europa. Éste ansiaba sobre todo moralizar la
sociedad mexicana, salvar a México de los males que representaba la forma de
gobierno republicana y establecer una monarquía.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Desde 1840 en una carta dirigida al entonces presidente Anastasio Bustamante el
25 de agosto, dejó ver su profundo desencanto por la ineficacia de la República
y la Constitución de 1836. En esa carta no ocultaba sus ideas monárquicas y
reconocía que la causa republicana, no era la solución política de los
problemas de México. Estrada afirmaba, que no existían hombres preparados para
convertir al país en una república federal con bases políticas firmes.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y no existían porque el régimen federalista era ajeno al tronco histórico de
los mexicanos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así, ni las constituciones, ni los sistemas central y federal, habían
servido para consolidar la paz y tampoco la grave amenaza que representaban los
Estados Unidos sobre la estabilidad política de México. De ahí que Gutiérrez de
Estrada, se sostenía en la idea de establecer una monarquía como único medio de
salvar al país. Los principios de Estrada no estaban peleados con la libertad,
salvo la religiosa, pero veía en el sistema monárquico el único medio de
pacificar al país y de salvarlo de la intervención ideológica norteamericana.
La venida de un príncipe europeo de estirpe real y principios católicos como el
Archiduque Maximiliano de Austria, resultó la única solución para establecer el
orden político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">No obstante, la intervención debía justificarse teórica y
políticamente, y de eso se encargó José Manuel Hidalgo. Monarquista mexicano
radicado en París que escribió en 1859, <i>Algunas indicaciones acerca de la
intervención en México</i>. En esta obra afirmaba que la instalación de un
régimen monárquico pondría remedio a la situación caótica de México y al
“...amago expansionista de los Estados Unidos; del peligro en que estaba la
nacionalidad y del interés que necesariamente tenía Europa en el caso de
México.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Justificaba la defensa francesa al considerarla, “...la más alta expresión
civilizada de la raza latina.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Creía que la cercanía con el país vecino implicaría la esclavitud, pues ésta se
practicaba en el sur de los Estados Unidos.
Por esa razón, su propuesta en torno a los problemas políticos del país,
implicaban un régimen monárquico con protección europea basado en la tradición;
esto es, de raigambre europea y colonial, sinónimos de la paz y el orden.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Hidalgo en una carta dirigida a Gutiérrez de Estrada escrita un mes
antes del Tratado de Londres, creyó necesario buscar ayuda de Napoleón III,
para instalar la monarquía y así salvar al país, “Seamos sinceros, quién en mi
situación, no habría comprendido que debían aprovecharse tan inesperadas
circunstancias para realizar lo que con tanta buena fe creíamos necesario para
salvar aquella nacionalidad y dar la paz y la tranquilidad.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Defendía su posición al afirmar que la intervención no era traición a la
patria, porque Francia se retiraría una vez establecida la paz. Aunque su
postura resultaba contradictoria, Hidalgo sostenía que Francia no tenía
aspiraciones de dominio en América.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Lo anterior que podría mostrar una actitud ingenua, en realidad no lo
era. Varios fueron los factores que orillaron a estos hombres a tomar la
decisión de una monarquía con intervención armada. Primero, la elección de un
príncipe mexicano sin intervención, se vio fallida con Iturbide. Segundo, no
resultaba fácil la elección de un monarca, menos aun siendo extranjero, porque
de él se requería necesariamente que fuera católico, de sangre real, de familia
aristocrática, de buena educación y porvenir de imperios con importancia.
Tercero, en México y América no existía nadie con esas características, por esa
razón se recurrió a un príncipe europeo, lo que podía entenderse como una
intervención. Finalmente, el príncipe que cumplió con los requisitos fue el
archiduque Maximiliano de Habsburgo, heredero al trono del imperio Austriaco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Juan Nepomuceno Almonte, quien radicaba en París y se hizo enemigo de
Juárez cuando al ascender como presidente le destituyó y desautorizó de su
cargo de embajador de México en París, sería otro partidario del régimen de
gobierno monárquico.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La destitución de Almonte obedecía a que este cargo se había realizado cuando
Miguel Miramón, quien entonces fungía como presidente de los conservadores a la
par que Juárez, le hizo embajador de México en París. Resulta difícil aceptar
la explicación que, no lo es tanto, sobre la conducta de Juárez definida como
de falta de cálculo, ignorancia y torpeza política acerca de la intriga
monárquica. Su actitud de rechazo y repulsión hacia Almonte, hace sospechar que
el presidente conocía de las intrigas fraguadas por estos hombres y por
Napoleón III, sin embargo, era tal el empeño de Juárez por llevar a cabo la
reforma y establecer el orden que “tenía metida entre ceja y ceja la idea del
pacifismo. Todavía no creía en una guerra que estaba a la vista; todavía había
en él las esperanzas de que los europeos se arrepintieran de su empresa.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Almonte estaba resentido y trató de sacar ventaja de la ocasión, así
hizo lo posible por derribar a Juárez e intrigar en las cortes francesas en
favor de la intervención en México, “Ahora cooperaba con Gutiérrez de Estrada e
Hidalgo, pero inteligentemente se mantenía más unido a este último, pues como
vivía en París tenía ocasión de ver lo estimado que era Hidalgo por la
emperatriz.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn41" name="_ftnref41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Almonte “el parricida, el Judas de su patria”,<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn42" name="_ftnref42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></a>
reforzó la idea en Napoleón III sobre la viabilidad de la intervención y la
implantación del sistema monárquico e influyó también en la opinión de
responsabilizar a Juárez de las desventuras de México. No obstante, el
emperador con o sin Juárez, tenía otros intereses políticos y económicos en
México y juzgó pertinente su empresa expansionista. Pero confió demasiado en la
demora de la Guerra Civil norteamericana y en disfrutar del tiempo suficiente
para actuar. Napoleón III se aventuró así en México “...con la idea de ser el
regenerador de la pobre nación mexicana”,<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn43" name="_ftnref43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></a>
deseaba crear, “...un poder fuerte que proclamase los grandes principios de la
civilización moderna, tales como la igualdad ante la ley, la libertad civil y
religiosa, la probidad de la administración, la equidad de la justicia.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn44" name="_ftnref44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Otros participantes de la empresa monárquica y que participaban de la
política mexicana, fueron algunos miembros del clero como el arzobispo de
México, Pelagio Antonio Labastida y Dávalos y el padre Francisco Javier
Miranda, quienes con su calidad de representantes de Dios en la tierra,
apoyaban el establecimiento del Imperio como recurso para salvar la religión
católica y las tradiciones, símbolos de la unidad de los mexicanos. El
arzobispo Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, instalado en París desde la
expulsión de los obispos ocurrida con el decreto del presidente Juárez en julio
de 1861, se convirtió en discípulo del Papa Pío IX.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn45" name="_ftnref45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></a> Éste, junto con el padre Miranda, habían
apoyado la sublevación en Puebla en 1856 contra la legislación reformista,<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn46" name="_ftnref46" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></a>
ahora perseguían la devolución de los bienes del clero, arrancados por las
leyes liberales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Entre el arzobispo Labastida y Almonte estuvo repartida la
responsabilidad de la guerra de Francia y la entrega de la soberanía e
independencia de México. El primero, proporcionó a Napoleón noticias para
influir en su participación en la política mexicana. La sola presencia del
arzobispo daba confianza a la causa napoleónica. Pero el interés primordial del
prelado estaba en relación a las empresas políticas de México. Su idea era
restablecer, “...la influencia del Clero en la dirección de los negocios del
Estado.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn47" name="_ftnref47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></a> Y
aunque el arzobispo, por órdenes del Papa Pío IX, siempre pretendió conocer las
intenciones napoleónicas en relación a la Iglesia en México, no supo más
allá por boca de Napoleón III, “el emperador fue demasiado hábil para
apartarse de los designios del obispo.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn48" name="_ftnref48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Desde la caída del gobierno centralista de Santa Anna, el arzobispo se dio a la
tarea de buscar apoyo extranjero. El último caudillo del conservadurismo que
podía ofrecer la paz a México había sucumbido en 1855, fue en ese momento que
Labastida, “...lanzó a la lucha a su subordinado el padre F. Javier Miranda,
quien aparte de su cultura religiosa poseía los ímpetus de un combatiente
civil.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn49" name="_ftnref49" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Este sacerdote poblano que había combatido los gobiernos republicanos
liberales, lanzó una sigilosa campaña de convencimiento y fungió como abogado
del intervencionismo. La intervención era un mal necesario, aseguraba, pero
ratificaba la religión católica. Sin embargo, las políticas intervencionistas y
de Maximiliano se mostrarían contrarias a los deseos del sacerdote, más aún
cuando el emperador ratificó la libertad de cultos y la nacionalización de los bienes
del clero. Esto sería un punto a favor del liberalismo reformista que se
empezaba a practicar en México, aunque un punto en contra de los monarquistas
conservadores, para quienes la cercanía con el gobierno republicano
estadounidense representaba un atentado a la nacionalidad mexicana, al orden,
la paz y la seguridad. Razón demás para crear un gobierno totalmente opuesto al
norteamericano, pues, los constantes fracasos republicanos habían demostrado su
ineficacia, al tratar de gobernar con leyes de índole democrática.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn50" name="_ftnref50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Aunque este freno a los Estados Unidos, era quizá una medida para frenar
el protestantismo que se practicaba en aquel país y que tenía relación con la
práctica republicana y federal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Si la facción monarquista y clerical había solicitado ayuda a los
franceses, éstos argumentaban que los liberales por su parte realizaron lo
mismo con los norteamericanos. De modo que si existía traición en ellos,
también existía en sus opositores. Quedaba establecido que el interés
partidista iba en relación con un modelo de nación, sea europea,
específicamente Francia, cuyo sistema político, económico y social se regía por
una monarquía absoluta o sea el republicano constitucionalista cuyo modelo lo
constituían los Estados Unidos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<b><span lang="ES">VI<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Mexicanos: ¡Vosotros me habéis
deseado!... si permanecemos siempre unidos para defender valerosamente los
grandes principios, únicos fundamentos verdaderos y durables de los Estados
modernos, los principios de inviolable e inmutable justicia, de igualdad ante
la Ley, el camino abierto a cada uno para toda carrera y posición social... las
mejoras de la agricultura, de la minería y de la industria, el establecimiento
de vías de comunicación para un comercio extenso... las bendiciones del cielo y
con ellas el progreso y la libertad no nos faltarán... ¡Mexicanos! El porvenir
de nuestro país está en vuestras manos.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn51" name="_ftnref51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES">Maximiliano sería
un monarca elegido por voluntad nacional. No heredaba un trono, pero si
concedía valor al voto popular. Sería electo por mayoría nacional, aunque
también por fuerza de las armas. Jugaba el mismo juego político que habían
jugado a lo largo del siglo XIX, liberales, conservadores, federalistas y
centralistas mexicanos, esto es, una elección de palabra, una imposición
política, un juego de intereses. Pidió el voto de los mexicanos para aceptar el
trono de México y la Asamblea de Notables se lo concedió.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn52" name="_ftnref52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Llegó a México por interés de los conservadores, sin embargo su política sería
liberal. Maximiliano representaría un imperio bendecido por el Papa y actuó quizá
de buena fe creyendo que llevaría la paz y concordia a México. Y si bien sus
ideas políticas serían liberales, lesionaba una forma de gobierno republicana
establecida en México. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> Para
el mes de abril de 1862, el militar francés conde de Lorencez al mando de
cuatro mil hombres, traía órdenes de Napoleón III de invadir y dominar
territorio mexicano. A este ejército se le unieron varias partidas mexicanas
adictas a la causa. La impresión que causaron en los europeos fue lastimero al
ver la pobreza con que vestían. Les miraban con desprecio, “tenemos sobre los
mexicanos tal superioridad de raza, de organización, de disciplina, de
moralidad y de elevación de sentimientos...”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn53" name="_ftnref53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></a>
que anunciaban ser dueños del país. Los franceses, esperaban de los mexicanos un
recibimiento caluroso y con esa idea marcharon hacia Puebla. Pero la acogida
ofrecida por el general Ignacio Zaragoza y su ejército el 5 de mayo de 1862 en
los fuertes de Loreto y Guadalupe fue muy diferente. “El triunfo de las huestes
republicanas en los suburbios de Puebla, el 5 de Mayo, se propagó rápida y
gloriosamente por todo el país; era el mensaje de la buena nueva, el anuncio
profético de la final victoria.” <a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn54" name="_ftnref54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> Napoleón,
furioso con lo acontecido respondió con el envío de 30 mil hombres al mando del
militar francés general Elie Frederic Forey. Junto con él, venían sus colegas:
Achille Bazaine, V. de Laumiére y Félix Dovay, quienes rápidamente se
movilizaron hacia Orizaba.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn55" name="_ftnref55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La orden era tomar el centro de poder, la capital de México. La misión de
Bazaine era terminar con los restos republicanos y constitucionales
representados por Juárez e instaurar “un régimen estable en relación con las
ideas del siglo.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn56" name="_ftnref56" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Forey no estaba dispuesto a otro fracaso francés y esperó pacientemente la
oportunidad para atacar. José María Iglesias afirma, que Forey traía
instrucciones de Napoleón III, de hacerse amigo de los mexicanos; de no
favorecer partido alguno; de dejar en libertad a los mexicanos en la elección
de su forma de gobierno; de respetar la religión católica y sobre todo, de no
ofender y reprimir a los mexicanos, sino ayudarles en el establecimiento de su
gobierno. <a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn57" name="_ftnref57" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> Con
la ocupación francesa de la capital el 10 de junio de 1863, Napoleón creyó
tener la batuta de México y por medio del mariscal Forey y del general Bazaine,
doble autoridad militar y diplomática del emperador, se ordenó reorganizar el
gobierno de México. Con tal intención, el 12 de junio Forey hizo vigentes la
política sobre la desamortización y nacionalización de los bienes del clero, la
tolerancia religiosa y la aplicación de una libertad moderada para la prensa
mexicana. Cuatro días después se determinó adoptar el régimen monárquico, de
acuerdo al dictamen de la Junta Superior de Gobierno y la Asamblea de Notables.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn58" name="_ftnref58" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Una vez establecida la Junta Superior de Gobierno, los monarquistas se
aseguraron de la llegada de un príncipe que ocupara el trono, aunque de hecho
el candidato ya se conocía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> Antes
de aceptar la corona de México de manos de la
diputación mexicana, el 3 de octubre de 1863 en Miramar, Maximiliano dio
muestras de sus convicciones liberales al plantear dos condicionantes. Primero
que fuera el pueblo quien le aclamara y le ratificara con su voto y segundo el
requerimiento de garantías protectoras del imperio.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn59" name="_ftnref59" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El futuro emperador se situaba en medio de las dos corrientes, entre el
liberalismo con su misión civilizadora y de transformación a la sociedad con un
progreso basado en el orden y la moral y el conservadurismo símbolo de la
tradición política. Maximiliano se colocaría entre el pasado y el porvenir, la
historia y el progreso, el pasivismo y la modernización política. Ante este
panorama, la República existía y Juárez seguía reconocido como presidente. La
monarquía se establecía en México y Maximiliano era reconocido como emperador.
Juárez por su parte marcharía hacia el norte del país llevando a cuestas la
representación del régimen de gobierno republicano y constitucional. El primero
gozaría del apoyo de Francia, el segundo buscaría apoyarse en los Estados Unidos.
Así, de 1864 a 1867, dos autoridades se enfrentarían, dos gobiernos lucharían
en defensa de un gobierno establecido por soberanía, bien que a su vez dos
autoridades intentarían aniquilarse mutuamente en derecho de ser gobiernos
electos, aunque los dos funcionaran en un solo país. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<b><span lang="ES">VII<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center;">
<b><span lang="ES">A manera de conclusión<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-left: 212.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">...es indudable que el establecimiento del Imperio traería consigo cambios
y que la monarquía sería un modelo único de nación por varias razones. En
primer lugar porque, si seguimos la tradición, Maximiliano no sería un príncipe
español ni mexicano. En segundo y tercer lugar, no vendrían virreyes a
representar al monarca, porque Maximiliano sería el primer emperador extranjero
que vendría a reinar en México. En cuarto y último lugar, no se trataría de una
colonización, como había sucedido con España, ni de un hombre que como
cualquier otro, caso de Iturbide, se proclamaría emperador. En consecuencia, el
Segundo Imperio sería un modelo único de nación en el que habría
contradicciones, sí, pero al mismo
tiempo la lógica de una tradición.</span><a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn60" name="_ftnref60" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES">La llegada de
Maximiliano, si bien representaría un cambio en el orden político, también
significaría un repliegue de las fuerzas liberales mexicanas, una bandera
contra el régimen republicano, aunque no contra la constitucionalidad.
Representaría sobretodo la tradición política de un sistema de gobierno, aunque
también la arbitrariedad. Encarnaría la imposición de un sistema de gobierno
por armas francesas, pero a su vez un sistema político que buscaría la reforma
y la modernización política de México. Un gobierno en el cual los derechos
individuales sólo aparecerían al final del Estatuto Provisional del Imperio
(1865), lo que “prueba que Maximiliano, en sólo un año de gobierno, se había
convertido inadvertidamente de un partidario de la soberanía popular en un
déspota ilustrado, al estilo de su antepasado.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn61" name="_ftnref61" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El gobierno de Benito Juárez por otra parte, si bien representaría la
legalidad de un sistema político, la constitucionalidad, el republicanismo y la
reforma, también encarnaría la concesión, por parte del Congreso, de plenos
poderes al presidente. Existirían entonces dos grupos políticos, los
republicanos y los monarquistas y sus respectivos adjetivos, los patriotas y
los traidores. El Imperio partiría de una política de fusión de los partidos, y
estaría integrado, no sólo por conservadores, centralistas y moderados, sino
también por liberales republicanos y federalistas que vieron en el Imperio la
continuidad de la reforma. La República por su parte, partiría de una política
autoritaria, en la que tendrían cabida las facciones republicanas y liberales.
Así, la legitimidad política de México en este momento se debatiría entre, la
necesidad de sostener un poder fuerte y autoritario encabezado por Juárez,
capaz de tolerar la presencia extranjera y sostenido por un grupo de liberales
republicanos, y, la estancia de un Imperio encabezado por Maximiliano y
sostenido por armas francesas y donde la soberanía yacería en el soberano,
según lo establecía el Estatuto Provisional del Imperio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El gobierno imperial, en su
fase liberal, según un término moderno, era “de coalición”, reuniendo a
liberales moderados y conservadores, tal como convenía a la mentalidad
reconciliadora de Maximiliano que aspiraba a equilibrar las fuerzas políticas.
Sin embargo, esta línea de conducta provocó la desconfianza y la resistencia de
los conservadores que se atribuían el mérito de haber sido los únicos
promotores del imperio.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn62" name="_ftnref62" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De este modo, de 1864 a 1867 la lucha entre las distintas facciones
mexicanas se asentaría en la recuperación de la independencia de México por una
parte, y en la lucha por la protección de un imperio como el francés, cuya
protección, a ojos de los conservadores monarquistas significaba libertad e
independencia. Y mientras Maximiliano se establecía en la capital, Juárez
formaba gobierno en un peregrinar hacia el norte del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El 10 de abril de 1865, Maximiliano promulgaría el Estatuto Provisional
del Imperio Mexicano, proyectado como el antecedente de una constitución. Lo
peculiar de este reglamento radicaría en su política centralista, liberal y
progresista. Maximiliano sería un impulsor de la reforma que años atrás había
iniciado Juárez. Así suspendió la gleba por deudas y la dominación eclesiástica
en el sistema de educación. Estableció el sistema monetario decimal, las clases
de historia y geografía de México y la educación obligatoria, gratuita y
general. También continuó con la reforma eclesiástica emprendida por Juárez,
promulgó la tolerancia de cultos aunque protegiendo a la religión católica como
religión de Estado y elaboró un código civil. Sin embargo, si bien mostró
muchos aspectos semejantes de su política liberal con la de Juárez, la
reorganización del territorio nacional en departamentos, que hizo que se suspendiera
la estructura federalista de la República que estaba dividida en 23 estados, le
distanció del federalismo proyectado para el territorio nacional.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Otra particularidad de su gobierno sería la realización de giras
políticas o reconocimiento al interior de México, la apertura de la Academia
Imperial de Ciencias y Letras, el establecimiento del Museo Nacional en el
Palacio Imperial y su antiespañolismo que le llevó a clausurar la Universidad
Pontificia. Bien que su política centralista le hacía nombrar a todos los
Prefectos políticos y Ministros de su gobierno. No obstante, como parte de su
política liberal y progresista, intentó sustituir a los “cangrejos” o
conservadores “por liberales en los puestos clave, reemplazando prefectos,
ayuntamientos enteros, plantillas de profesores, etc.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn63" name="_ftnref63" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Cabe señalar que tanto la legislación educativa, como el Código Civil, la
reforma eclesiástica, el Ministerio Público y la Subsecretaría de Estado,
serían continuadas durante los gobiernos de la República Restaurada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La política de Juárez por otra parte, se dedicó en estos años a hacer
desaparecer del país al Imperio y a Maximiliano, así como a sacar del país a
los invasores franceses. Otra cuestión sería el decreto de Juárez de 8 de
noviembre de 1865 que prorrogaba su mandato como presidente de la República,
con lo cual se saltaba lo establecido por la Constitución de 1857 y adquiría un
carácter político autoritario. No obstante, si para unos lo patriótico radicaba
en la defensa de Juárez y del sistema republicano, otros en cambio “apellidaban
<i>patriótico</i> su amor al sistema monárquico.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn64" name="_ftnref64" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Así, considera O’Gorman, “la significación más profunda del Segundo Imperio
debe radicarse, por consiguiente, en el hecho de haber sido el ensayo que
actualizó, sí, la solución conservadora, pero no de acuerdo con sus auténticas
posibilidades, o dicho de otro modo, cediendo a exigencias propias a la
solución contraria.”<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn65" name="_ftnref65" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Y hacia el horizonte del Imperio, ¿cómo justificaron los conservadores
monarquistas su proyecto de gobierno al ver su caída en 1867? Si bien existen
contradicciones, puede decirse que este se justificó a partir de considerar que
el republicanismo era arbitrario y sostenido por armas para su instalación y,
principalmente, al considerar que estaba alejado de las manos de la Providencia
Divina que acompañaba al Imperio y que había sido bendecido por el Papa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">...sea
cual fuere el resultado de la nueva marcha, y aun cuando no se obtuviera con
ella la salvación de México, ese resultado no sería estéril del todo ni para el
país ni para la comunión política que profesa las ideas que van a ser puestas
en práctica. El país hallará tregua en sus padecimientos con la aplicación de
las reglas de la justicia y la cordura, cuya bondad no es relativa, sino
absoluta, en todas épocas y circunstancias. En cuanto a los conservadores, si
la situación se hubiera de hundir con ellos, sería por causas superiores a su
voluntad y a su esfuerzo, y ellos siempre habrían aparecido ante la nación y
ante el mundo, no con el carácter despótico, sanguinario y bárbaro que han
querido suponerles sus enemigos, sino como ciudadanos ilustrados, exentos de
odio, observantes y protectores de las garantías que constituyen la verdadera
libertad, partidarios del bien público y de todo progreso que no consista en
resolver y destruir, y patriotas en la medida del sacrificio de sus fortunas y
personas y hasta del porvenir de sus familias.</span><a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn66" name="_ftnref66" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="color: blue; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">A la muerte de Maximiliano el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las
Campanas (Querétaro) tras ser fusilado por ordenes juaristas, vendría el
“Triunfo de la República”, el periodo conocido como la “Restauración de la
República Mexicana” que ya sin armas invasoras continuaba su marcha política.
Sin embargo, aquella restauración también representó la continuidad de una
política autoritaria encabezada por Juárez. A decir de O’Gorman, una vez Juárez
en la capital, éste anunció la consumación de la independencia nacional “por
segunda vez”, pero, asegura O’Gorman, esa independencia fue en relación de un
poder proyectado por mexicanos y corroborado por Napoleón III. Así que esta
sería una independencia al interior de sus propias facciones políticas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Se trata, pues, de una
independencia que podemos asemejar a la de quien logra vencer en sí mismo,
después de una larga y angustiosa lucha y a fuerza de voluntad e
intransigencia, un enquistado hábito que lo ha venido induciendo a adoptar una
manera de ser distinta a la otra que
puede y quiere ser. Y así descubrimos que la “segunda independencia” a que se
refirió el presidente Juárez es la que logró, precisamente a fuerza de la
intransigente voluntad de ese hombre, el liberalismo republicano respecto al
poder histórico de su antagonista, el tradicionalismo monárquico; triunfo de
mucha mayor enjundia y significación que el de cualquiera victoria militar por
brillante que se la suponga.<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn67" name="_ftnref67" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así, a finales de 1867 darían principio las elecciones presidenciales y
desde entonces las distintas banderías políticas se abrirían a diversas
posiciones liberales, entre juaristas y antijuaristas, lerdistas y porfiristas,
constitucionalistas y anticonstitucionalistas. ¿Desaparecerían las tendencias
monarquistas y centralistas? Definitivamente quedó establecido que un imperio
como tal quedaba liquidado, no así el centralismo y conservadurismo en los
gobiernos y en los partidos políticos, como tampoco las políticas autoritarias,
presidencialistas y dictatoriales. Los Estados Unidos ganarían como modelo de
nación con su política liberal y democrática, sólo que esto duraría hasta 1876,
cuando Porfirio Díaz gana las elecciones y entonces, si bien el territorio
mexicano conservaría la forma republicana, los ojos de Díaz girarían hacia
Francia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Juárez ganaría las elecciones y su política reformista continuaría su
marcha desde 1868, sin embargo cabe señalar que su presidencia se alargaría
hasta su muerte en el año de 1872, pero, si a esto sumamos los años que Juárez
se mantuvo en la presidencia desde 1861, vemos que persistió once años en el
poder, ¿se cumplía así con lo establecido en la Constitución de 1857? ¿Se
practicó desde entonces el ejercicio de la soberanía popular? O ¿simplemente se
continuó con una política de imposición? <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Rabasa, Emilio, <i>La
Constitución y la Dictadura. Estudio sobre la organización política de México</i>,
México, Ed. Porrúa, 1956, pp. 27-28.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre, <i>op. cit</i>., p. 199.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> P. Galeana de Valadés, <i>op.cit</i>.,
p.3.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Portilla de la, Anselmo, <i>Historia de la Revolución de México contra
la dictadura del general Santa Anna, 1853-1855</i>, México, Vicente García
Torres, 1856, p. 385, en: Villegas Revueltas, Silvestre, <i>o</i></span><i>p. cit</i>., p. 162. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 166.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 166.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 183.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre el “espacio de lo público”, ver: López Camacho, Alejandra, <i>op.
cit</i>., p. 115.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> El 11 de enero de 1858, Ignacio Comonfort entregó el mando de la
presidencia a Benito Juárez, quien fue puesto en libertad ese mismo día, luego
de ser hecho preso. Comonfort salió de Palacio con destino a Veracruz y el 7 de
febrero se embarcó con dirección a los Estados Unidos, esto luego de apoyar el <i>Plan
de Tacubaya</i> de Félix Zuloaga (17 diciembre 1857), en el cual se desconocía
la Constitución de 1857, en E. O’Gorman. <i>La supervivencia política</i>, <i>op.cit</i>.,
pp. 841-842.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre, <i>op. cit</i>., p. 201. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Díaz, Lilia , <i>op. cit</i>.,
p. 843.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman. <i>La supervivencia política, op.cit</i>., p. 59.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Díaz, Lilia , <i>op .cit</i>., p. 844.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre, <i>op. cit</i>., p. 207.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Díaz, Lilia, <i>op. cit</i>., pp.845-846.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre, <i>op. cit</i>., p. 213.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 222.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rabasa, Emilio, <i>op. cit</i>., p. 26.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Tafolla, Rafael. <i>La Junta de Notables de 1863</i>, Colección México
Heroico, JUS, México, 1977, pp. 9-10.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Valadés,
José‚ C. <i>Maximiliano y Carlota en México. Historia del Segundo Imperio</i>.
México, Ed. DIANA, 1983, </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">p. 21. <span style="background: yellow; mso-highlight: yellow;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoBodyText2">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Sierra,
Justo. <i>Evolución política del Pueblo mexicano. Obras completas del Maestro
Justo Sierra,</i> t. XII, U.N.A.M., México, 1975, p.317. El monto total del
adeudo sumaba la cantidad de 81,632,560 pesos, de los cuales a Inglaterra le
correspondían 69,311,650, a España 9,460,980 y a Francia, la menos perjudicada,
2,859,917 pesos. Esto es, el 85, el 11.5 y el 3.5 por ciento,
correspondientemente, en: José C. Valadés, op. cit., p. 21.<span style="background: yellow; mso-highlight: yellow;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> “Tratado de Londres” en, Labastida, Horacio (Estudio histórico y
selección). <i>Reforma y República Restaurada 1823-1877</i>. Grupo Editorial
Miguel Ángel Porrúa, México, 1995, p. 293.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> R. Tafolla, <i>op. cit</i>., p. 12.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Conte Corti, Egon Caesar. <i>Maximiliano y Carlota</i>, F.C.E.,
México, 1984, p. 87.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> R. Tafolla, <i>op.cit</i>., p.12.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. C. Valadés, </span><i><span lang="ES">Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES">op.cit</span></i><span lang="ES">., p.19.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Los representantes de la
comisión tripartita fueron: Inglaterra, su ministro en México, Sir Carlos Wyke;
España, el general Juan Prim; Francia, su embajador en México A. Dubois de
Saligny, en, R. Tafolla<i>, op.cit</i>., p.12.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Los representantes del Tratado
de la Soledad fueron: por México, Manuel Doblado ministro de Relaciones; por
España, el general Juan Prim; por Francia, A. Saligny; por Inglaterra, C. L.
Wyke, en H. Labastida, <i>op. cit</i>., p.296.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.23.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. Sierra, <i>op.cit</i>.,
p.320.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> “España vivía horas de pobreza
y amargura debido a sus luchas intestinas y a la injustificable guerra con
Marruecos, las otras dos potencias eran súper poderosas”, en J. C. Valadés<i>, </i></span><i><span lang="ES">Maximiliano y Carlota en
México, </span><span lang="ES">op. cit</span></i><span lang="ES">., p.38.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Fragmento de una
carta anónima publicada en París en 1859 y recuperada por <i>La Sociedad</i>.
Ver: </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">S. A., “Algunas indicaciones acerca de la intervención francesa europea
en México”, <i>La Sociedad</i>, Sección Editorial, T. III, Núm. 430, México,
Lunes 7 de marzo de 1859, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> José María Gutiérrez de Estrada, “Entró al servicio exterior, fue
senador y fue desterrado por la Ley el Caso. Federalista moderado, ocupó el
Ministerio de Relaciones en 1835, pero renunció al cargo cuando se percató que
los pronunciamientos que apoyaban el cambio de sistema, no eran resultado de
“voto libre y espontáneo”, después de su renuncia partió a Europa y consternado
por los acontecimientos de México, propone la monarquía en 1840, en Vázquez,
Josefina Zoraida, “Centralistas, conservadores y monarquistas 1830-1853”, en:
Morales Humberto y Fowler, William (coord.), <i>El conservadurismo mexicano en
el siglo XIX (1810-1910</i>), BUAP, Saint-Andrews University y Gobierno del
estado de Puebla, México, 1999, pp.125-126.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman<i>, La supervivencia
política</i> <i>op.cit</i>., pp.28-29.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. C. Conte Corti, <i>op.cit</i>., p.72-78.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.63.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES">José M. Hidalgo, <i>Notes secrétes de Mr. Hidalgo</i>, tomadas de la
edición mexicana de la obra de Egon Caesar Conte Corti, en, Tamayo Jorge L.
(selección y notas de). <i>Benito Juárez. Documentos, Discursos y
Correspondencia</i>, t.5, Secretaría del Patrimonio Nacional, México, 1966, pp.
83-84.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn38">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref38" name="_ftn38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman, <i>La
supervivencia política op.cit</i>., p. 63.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn39">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref39" name="_ftn39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. C. Conte Corti<i>, op. cit</i>., p.78.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn40">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref40" name="_ftn40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. C. Valadés<i>, </i></span><i><span lang="ES">Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES">op. cit</span></i><span lang="ES">., p. 39.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn41">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref41" name="_ftn41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.78.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn42">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref42" name="_ftn42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Granados Maldonado, Francisco editor responsable, <i>Boletín Oficial
del Gobierno del Estado de Puebla</i>, Número 18, T. I, Sección Editorial,
Puebla, 1 de junio de 1862, Puebla, Imprenta del Gobierno a cargo de José María
Osorio, p. 3.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn43">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref43" name="_ftn43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Eugenia a Carlota, Tullerías, 7
de junio, 1862, en Copiador de la Secretaría de Relaciones, f.025, en J. C.
Valadés<i>, </i></span><i><span lang="ES">Maximiliano
y Carlota en México, </span><span lang="ES">op. cit</span></i><span lang="ES">.,
p.131.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn44">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref44" name="_ftn44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Napoleón a Maximiliano, Biarritz, 2 de octubre, 1863, en Cop. Relaciones,
f.057, en <i>Ibidem</i>, p.133.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn45">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref45" name="_ftn45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.65.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn46">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref46" name="_ftn46" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> P. Galeana de Valadés<i>, op.cit</i>., p.66.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn47">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref47" name="_ftn47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. C. Valadés<i>,</i></span><i><span lang="ES"> Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES"> op.cit</span></i><span lang="ES">., p.118.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn48">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref48" name="_ftn48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.117.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn49">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref49" name="_ftn49" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><i><span lang="ES"> Ibidem, </span></i><span lang="ES">p.116.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn50">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref50" name="_ftn50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman<i>, La supervivencia política op.cit</i>., p. 65.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn51">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref51" name="_ftn51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Maximiliano, <i>Mexicanos</i>, Veracruz, 28 de mayo de 1864, en J. C.
Valadés<i>,</i></span><i><span lang="ES">
Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES"> op.cit</span></i><span lang="ES">., p.10.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn52">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref52" name="_ftn52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La Asamblea de Notables sería la que adoptaría para la nación mexicana
la monarquía moderada, hereditaria y con un príncipe católico como forma de
gobierno y la que además ofrecería el trono de México a Maximiliano, archiduque
de Austria. Esta Asamblea estuvo integrada por 215 individuos entre los que
destacan José María Roa Bárcena, José María Gutiérrez de Estrada, Juan
Nepomuceno Almonte y José María Hidalgo, entre otros. “El 3 de octubre de 1863
el archiduque Maximiliano recibió en el palacio de Miramar a la diputación
mexicana encargada de comunicarle el decreto de la Asamblea de Notables que lo
llamaba al trono de México”, en E. O’Gorman<i>, La supervivencia política
op.cit</i>., p.77 y, Tamayo, L. Jorge (Selección y notas), <i>Benito Juárez. Documentos, discursos y correspondencia</i>, México,
Editorial libros de México, 1973, p. 748-759.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn53">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref53" name="_ftn53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> R. Tafolla, <i>op.cit</i>., p.18.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn54">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref54" name="_ftn54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> “Protesta del Cabildo de Guadalajara” (13 de mayo de 1862), en Báez,
Victoriano D., <i>Episodios Históricos de la</i> <i>Guerra de la intervención y
el Segundo Imperio</i>, Ed. Facsimilar, Gobierno del Estado de Puebla, México,
1992, p.14.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn55">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref55" name="_ftn55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. C. Valadés, </span><i><span lang="ES">Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES">op.cit.</span></i><span lang="ES">, p.61.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn56">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref56" name="_ftn56" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.108.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn57">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref57" name="_ftn57" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Iglesias, José María<i>. Revistas históricas sobre la intervención
francesa en México</i>, t.I, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Col.
Cien de México, México, 1991, pp.265-266.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn58">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref58" name="_ftn58" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> El mariscal Forey decreta como forma de gobierno el 16 de junio de
1863, una Junta Superior, la cual estaría
encargada de nombrar a Almonte, Mariano Salas y el arzobispo de México
Labastida y Dávalos como parte del Poder Ejecutivo y elegiría una Asamblea de
Notables, especie de corporación legislativa, cuya tarea sería determinar al
sistema monárquico como forma de gobierno, en E. O’Gorman<i>, La supervivencia
política op.cit</i>., p. 68 y R. Tafolla<i>, op.cit.,</i> pp.26-27.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn59">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref59" name="_ftn59" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman, <i>La supervivencia política</i> <i>op.cit.,</i>
pp.78-79.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn60">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref60" name="_ftn60" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> López Camacho, Alejandra, <i>op. cit</i>., p. 91.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn61">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref61" name="_ftn61" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ratz, Konrad, <i>Tras las huellas de un desconocido. Nuevos datos y
aspectos de Maximiliano de Habsburgo</i>, México, Siglo XXI
Editores/CONACULTA/INAH, 2008, p. 68. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn62">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref62" name="_ftn62" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 70.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn63">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref63" name="_ftn63" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 72.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn64">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref64" name="_ftn64" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. C. Valadés, </span><i><span lang="ES">Maximiliano y Carlota en México, </span><span lang="ES">op. cit.</span></i><span lang="ES">, p. 328.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn65">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref65" name="_ftn65" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman, <i>La supervivencia política</i> <i>op. cit.,</i> p.83.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn66">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref66" name="_ftn66" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>F. Escalante (Editor
responsable), “Actualidades”, <i>La Sociedad</i>, Sección La Sociedad, T. IV,
Núm. 1170, México, Martes 25 septiembre de 1866, p. 2 y 3.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn67">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///G:/Doctorado%20marzo%202011/Avance%20tesis%202do%20semestre/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref67" name="_ftn67" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman, <i>La supervivencia política</i> <i>op. cit.,</i> p.85.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-3266036527428302712014-08-30T17:53:00.001-07:002014-08-30T18:44:25.556-07:00Monarquistas, republicanos, liberales, conservadores, federalistas, centralistas, progresistas y moderados en el México del siglo XIX. Un acercamiento a la historia política decimonónica mexicana (1824-1868)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoBodyText2" style="text-align: center;">
<b>PRIMERA PARTE DE DOS</b></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<b><i><span lang="ES">Alejandra
López Camacho<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-left: 212.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En el México del siglo XIX,
la lucha entre el cambio y la permanencia, entre el progreso y la ortodoxia,
entre la modernidad y la tradición que se da en las sociedades de todos los
tiempos, tuvo como protagonistas a la Iglesia por un lado y a los liberales por
el otro. A falta de partidos políticos organizados como hoy los conocemos, la
Iglesia sirvió de aglutinante a los conservadores. A falta de conciencia
nacional popular, la religión católica fue un lazo de unión entre los
mexicanos, hasta que, al enfrentarse a la consolidación del Estado, acabó por
convertirse en causa de profunda división entre los grupos que contendían para
detentar el poder.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES">De entrada diremos
que este escrito intenta exponer la problemática que atravesaron las distintas
agrupaciones políticas en su intento por construir un gobierno con legitimidad
en el periodo que va de 1824 a 1868, esto abarca la lucha por la recuperación de un
orden político definido en lo histórico de una parte, y de otra, un orden
político que respondía a la modernización política que el liberalismo promovía.
Entre pasado y porvenir, los cambios pacíficos y las transformaciones
violentas, entre ideas tradicionalistas e ideas liberales, entre un sistema de
gobierno monárquico y uno republicano, entre federalismo y centralismo, moderación
y extremos radicales, en otras palabras, entre la tradición y la radicalidad en las
formas de vida. Claro que en ello interviene una sociedad basada en creencias católicas
y una sociedad que al mismo tiempo trataba de adaptarse a los cambios políticos
y sociales que las ideas liberales arrastraban. Se trataba de la lucha por el
establecimiento de la </span>tolerancia
de cultos, la educación laica, la democracia, la igualdad y la separación de
poderes, de una parte y la lucha por la mediación de esos cambios, aunque
también por la conservación del culto católico, del orden jerárquico y de un
sistema de gobierno centralizado. Cabe destacar que dentro de esa lucha también
estuvo presente la entrada y salida de <span lang="ES">nuevas y viejas
ideas políticas, así como la lucha por la resignificación de los lenguajes
utilizados para hacer política. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">Se toma como punto de partida el año de 1824, fundamentalmente porque
es el periodo cuando se establece la primera república federal encabezada por
Guadalupe Victoria y cuando van a tener su aparición los partidos o grupos
políticos. No obstante, se retoman algunos años antes con la finalidad de
observar la transición de monarquía a república y las ideas que se van a gestar
en ese momento en relación al establecimiento de un sistema político y una
legislación. Este contexto culmina en el año de 1868, algunos meses después que
ha terminado el segundo imperio mexicano representado por Maximiliano de
Habsburgo y cuando entonces se ha restaurado la república encabezada por Benito
Juárez y tiene lugar el “liberalismo triunfante”. Ambos contextos, el de España
y México, nos permitirán comprender de una forma más ágil y dinámica el trabajo
comparativo en torno a la familia de ideas que conforman la legitimidad
política y a su vez al discurso periodístico de la época.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"> </span><b style="text-align: center; text-indent: 0cm;"><span lang="ES">II</span></b></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin-left: 212.4pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">El
proceso forjador del ser nacional es, sí, la actualización de una posibilidad
histórica latente en la colonia; pero de una actualización que implicó una
lucha interna entre dos tendencias inherentes a aquella posibilidad, de tal
suerte que, en definitiva, el germen del ser de México incluía, no uno, sino
dos Méxicos distintos; y ya no resultará ni sorprendente ni vergonzoso el
triste rosario de asonadas, cuartelazos, rebeliones, planes políticos y cartas
constitutivas que exhiben los anales de los primeros cincuenta años de nuestra
biografía nacional. Sólo revelan, en el fondo, el inevitable y sordo conflicto,
no de ambiciones e incapacidades –según han querido interpretarlo algunos- ni
de malévolas influencias externas –como han pensado otros –sino, nada menos, el
de dos posibles maneras de ser, trabadas en el mutuo intento de afirmarse la
una en la exclusión de la otra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="text-indent: 0cm;">
<span lang="ES">Tras la independencia de lo que hoy llamamos México, esto
es, a principios del siglo XIX, los grupos políticos se encontraban divididos
en dos posibilidades o proyectos de construcción del Estado-nación. De una
parte se hallaban aquellos que apoyaban un sistema de gobierno republicano y de
otra los que apoyaban la monarquía como viabilidad requerida de la política en
turno. Es decir, en el ambiente político permanecían dos ideas o imágenes de la
política a seguir: la de las modernas facciones inclinadas hacia el federalismo
y el republicanismo y la de las facciones tradicionalistas legadas por la
colonia que si bien aceptaban las ideas liberales y el sistema republicano,
también se veían inclinadas hacia la tradición política, hacia un legado
histórico, hacia un sistema de gobierno monárquico, pero con independencia de
España y con representante mexicano.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Veamos la
naturaleza de estas dos posibilidades. En un trabajo de hace algunos años,
Edmundo O’Gorman consideraba que tras la consumación de la independencia de
México, la gran diversidad de tendencias políticas: entre liberalismo radical y
tradicionalismo, republicanismo y monarquismo, sus extremos y mediaciones,
existían como referencia política dos proyectos. Esta bifurcación de
posibilidades, asegura O’Gorman, partía del Decreto Constitucional para la
Libertad de la América Mexicana sancionada en Apatzingán el 22 de octubre de
1814 y conocida como Constitución de Apatzingán por una parte, pero también del
Plan de Iguala de 1821 por otra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">La Constitución
de 1814 abría las puertas a la modernización política, a la soberanía, a la
representación nacional y a una forma de gobierno que si bien no se manifestaba
como república, si lo hacía como Supremo Congreso Mexicano con un Supremo
Gobierno y un Supremo Tribunal de Justicia donde tenía cabida el cuerpo
representativo de la soberanía del pueblo. Aunque en esta legislación no se
hablaba todavía de un poder ejecutivo encabezado por una persona, ni de la
tolerancia de cultos, si se establecía la igualdad, el goce de la propiedad, la
seguridad y la libertad de opinión por medio de la imprenta. Es decir, esta
legislación abría camino a la modernización política. Si bien la Constitución
de Cádiz de 1812 había abierto las puertas a las ideas del liberalismo europeo
y a las de la ilustración francesa y ya desde entonces se hacía mención de la
voluntad general y de la igualdad de representación en cortes para España y
América, cabe señalar que entonces las Cortes y el rey todavía representaban la
soberanía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">La Constitución
de 1814 no entraría en vigor, sin embargo este documento en el que participaron
Carlos María de Bustamante y José María Morelos y Pavón, entre otros, habría
preparado la forma de gobierno con una división de poderes en tres funciones:
el poder Legislativo representado por el Supremo Congreso, poder Ejecutivo
encabezado por el Supremo Gobierno y el poder Judicial representado por Supremo
Tribunal de Justicia. Es decir, habría delimitado las bases del programa
republicano, no obstante, al ser fusilado Morelos los realistas retomarían el
control político, aunque esto no impediría la consumación de la independencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Ahora, las dos
posibilidades políticas planteadas por O’Gorman claramente se distinguen en
este primer periodo del siglo XIX, sin embargo, ¿qué pasaba con los
absolutistas, los anticonstitucionales y antiliberales? Si bien los
antiliberales aprobaron el establecimiento de Agustín de Iturbide, esto fue una
medida para desconocer el gobierno constitucional de España y para formar un
gobierno absolutista con príncipe español, aunque utilizando un príncipe
americano de apariencia. De ahí que, dice Manuel Calvillo, es una hipótesis muy
aventurada sostener que Iturbide obró conforme su sólo juicio.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Es decir, que los realistas, principalmente europeos que
apoyaban la instauración del Imperio de Iturbide, respondían a la posición
absolutista de Fernando VII, más aun cuando decreta la nulidad de la
Constitución de 1812. “El real decreto
se publicó en México, parcialmente, en la <i>Gaceta</i> del 13 de agosto de
1814 e íntegro en la del día 17.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Para el
rey (Fernando VII) [...], el delito y culpa mayores de los diputados y
liberales, y el agravio más profundo que le habían inferido, era el haberlo
despojado de su soberanía. Su concepto de la soberanía no era por cierto
anacrónico, al menos no tanto como la idílica restauración de las leyes
fundamentales de la monarquía y las Cortes que ofrecía convocar de acuerdo con
ellas.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Lo anterior es
importante señalarlo en la medida que permite observar la reacción de aquellos
independentistas que apoyaban un sistema político moderno y constitucional, y
la de aquellos que apoyaban la independencia, pero bajo un
anticonstitucionalismo y con miras a instalar un régimen de gobierno
monárquico. Esta situación política abriría brechas hacia el republicanismo y
el monarquismo, el federalismo y el centralismo, liberales y conservadores y
sus medias tintas. Fisuras que a su vez darían paso al sostenimiento de una
legitimidad afianzada en valores tradicionales, que no a la permanencia, y otra
que se fortalecía con la renovación política. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Sin embargo, la
jura de la Constitución de Cádiz por Fernando VII en el año de 1820, hicieron
que en México, las tendencias antiliberales apoyaran el establecimiento del
Imperio encabezado por Iturbide, como medida de salvación del
constitucionalismo español. Cabe señalar, utilizando palabras de Calvillo, que
“los antiliberales y los independentistas coincidían en separarse del gobierno
constitucional de España, incluso los diputados mexicanos a las Cortes de
Madrid, confiaran o no en Iturbide, y aprobaran o desaprobaran su proyecto.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Es decir, más que plantear la posibilidad de un gobierno
republicano o monarquista, la prioridad en ese momento era la independencia de
España y luego la independencia de un gobierno constitucional español que
resultaba contrario al constitucionalismo proyectado para la nueva nación
independiente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Ahora el Plan de
Iguala proclamado en Iguala el 24 de febrero de 1821, proclamaba en primer
lugar el cuidado de la religión católica, luego la independencia y, finalmente,
el establecimiento de un gobierno monárquico encabezado, por Fernando VII o en
su caso algún descendiente de la dinastía. Se solicitaba además, un monarca ya
hecho y de antecedente real, pero mientras esto se resolvía una Junta o
Regencia mandaría a nombre de la Nación y un Ejército de las Tres Garantías
cuidaría que se cumplieran los artículos propuestos por el Plan de Iguala.
Iturbide aparecía como primer jefe de este ejército, sin embargo, ¿quién
encabezaría la Junta que gobernaría a nombre de la Nación?, ¿por qué Fernando
VII gobernaría estas tierras?, ¿qué tipo de independencia resultaba de esto? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Si bien el
Tratado de Córdoba de 25 de septiembre de 1821 sería más claro y ya mencionaría
la independencia del Imperio Mexicano, nuevamente se llamaba a reinar a
Fernando VII o a alguno de la dinastía, no obstante quedaba lugar a que las
Cortes designaran a otra persona en caso de que alguno de éstos renunciaran. El
Tratado sería rechazado por España y esto aniquilaría la posibilidad de la
venida de un “monarca ya hecho”. Sin embargo esto mismo abrió las puertas a
Iturbide y a la consumación de la independencia, pues en caso de que Fernando
VII o alguno de la dinastía no aceptara el trono de México, “el congreso
mexicano designaría a la persona del emperador, aunque no fuera un individuo de
casa reinante, situación que se ha querido interpretar a favor de la posible coronación de
Iturbide.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Bien que una vez instalado el imperio aparecería de nueva
cuenta la tentativa del gobierno republicano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">El imperio de
Agustín de Iturbide (1821), aunque respondía a una tradición política, a un
rechazo del constitucionalismo español y a una actitud de España que forzó las
circunstancias, implicaría “el reconocimiento de la independencia mexicana por
parte de la máxima autoridad española en la Nueva España, además de que supuso
un instrumento jurídico útil para apagar la resistencia de las autoridades
realistas de la ciudad de México y permitió la entrega pacífica del mando de
las autoridades mexicanas.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Pese a esto, pronto salió a relucir que el imperio
de Iturbide sería considerado ilegítimo por varias razones: su gobierno carecía
de consenso; existía arbitrariedad en la elección; Iturbide carecía del rango
real, lo que le hacía igual al resto de los hombres y, finalmente, el emperador
no podía reducirse a la autodesignación.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Cabe señalar sin
embargo que el Congreso se reservó para sí la soberanía nacional, sancionaría
las Bases Constitucionales del Imperio de 1822 e intentaría quitarle a Iturbide
el poder que detentaba, lo que provocó un enfrentamiento entre poderes. De ahí
que cuando Iturbide abdica el 20 de marzo de 1823, tras presenciar las
revueltas en su contra, el Congreso nombra un Ejecutivo provisional, el
Triunvirato o Supremo Poder Ejecutivo integrado por Pedro Celestino Negrete,
Guadalupe Victoria y Nicolás Bravo, cuya propósito fue negar la abdicación de
Iturbide y decretar nula su coronación, “puesto que la existencia toda del
Imperio era producto de la fuerza y por tanto ilegitimo.”</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Con la sanción de las Bases de 1822,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-indent: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;">…se pretendió evitar
la existencia de un monarca absoluto, pero el Congreso al desconocerlos dio
lugar a un Congreso Absoluto. Las dificultades aumentaron al sumarse a la vida
política mexicana, por ese tiempo, agentes extranjeros promotores de
conspiraciones republicanas como Miguel Santa María o los diputados mexicanos
que regresaron de España, como Miguel Ramos Arizpe y Mariano Michelena, quienes
organizaron o ingresaron en las logias del rito escocés, principales centros de
oposición a Iturbide.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Aquella nulidad, ligada al establecimiento de las
logias del rito yorkino en las provincias del norte como medida de oposición
del Imperio,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>
más el decreto que declaró que la nación estaba “en absoluta libertad para
constituirse como le acomode”,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a>
permitieron la puesta en marcha de la Primera República Federal encabezada por
Guadalupe Victoria en el año de 1824 y cuyo célebre ejemplo lo constituían los
Estados Unidos. Las tendencias republicanas asumieron que ese sistema atendería
una necesidad primordial del país: la gran diversidad de intereses regionales.
El federalismo ayudaría</span><span lang="ES"> a establecer la libertad
legislativa necesaria para cada territorio, además de cubrir con los requisitos
legales necesarios para proporcionar toda la legitimidad al gobierno. ¿En qué
sentido? Fundamentalmente en el reconocimiento de un gobierno que era producto
de la soberanía nacional y con el establecimiento de una Constitución que
reconoce la existencia de un conjunto de poderes estatales y de un poder
federal, entre otras cosas. Aunque a decir de Silvestre Villegas, el
federalismo “en la realidad fue utilizado por diversos individuos interesados
en fortalecer su autonomía de acción frente a las autoridades de la capital,
excusándose en lo negativo que había sido la influencia cultural y política que
siempre ejerció el centro del país respecto a las diversas provincias.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Pese a esto las tendencias tradicionalistas y
monarquistas insistirían en el establecimiento de un régimen de gobierno
monárquico en aras de otorgar un sistema político con legitimidad. Es decir, un
gobierno que respondiera a la historia, al pasado, a lo conocido y a esa
tradición monárquica que había gozado de la suficiente aceptabilidad y respeto
por más de cuatrocientos años. Bien que en ese objetivo estaban fincados los intereses
económicos, políticos y culturales de estas tendencias. Baste subrayar que a lo
largo del siglo XIX existieron varias tentativas monárquicas. Ahora, ¿por qué para estas tendencias la monarquía y no la
república proporcionarían la legitimidad política en México? Frente a esto se
considera que principalmente porque lo republicano y el federalismo invitaban a
la democracia y...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES"> </span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">“democracia” remitía a la anarquía, a los cambios
violentos, a la división, a la sangre, al desorden, a la falta de autoridad y en
definitiva, a la ruina y establecimiento de un elemento confuso en la marcha
del gobierno y de la sociedad.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Cabe señalar que para las primeras décadas del
siglo XIX, México, al igual que España, no contaba aun con partidos legalmente
establecidos. Lo que existía a diferencia, eran grupos políticos, como se ha
mencionado anteriormente, como la logia de York o los yorkinos, organización
política que se fundó en 1825 por algunos federalistas radicales como Vicente
Guerrero y cuya finalidad era buscar, “</span><span lang="ES">caminos y
respuestas a los problemas. Todos pertenecían más o menos a un mismo grupo y
formaban una especie de pequeña élite que iba a decidir los destinos
nacionales. Los cambios de uno a otro serían frecuentes, como lo sería el que
los mismos hombres sirvieran a gobiernos de diverso tipo. Casi todos coincidían
en que la participación debía estar limitada a los ciudadanos responsables, es
decir, aquellos que por poseer un mínimo de propiedad, tendrían interés en la
estabilidad.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Otro grupo político lo integrarían la logia de los
masones, cuya idea principal era la de “centralizar nacionalmente las funciones
oficiales. La ineficacia administrativa se atribuyó primero, a la incapacidad y
abusos de las autoridades locales; después, a la falta de una sola rienda
llevada por la “clase preparada” que residía en la ciudad de México. Por
último, a que no era posible abandonar la tradición centralista del virreinato,
gracias a la cual el país había gozado de paz y prosperidad.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Este grupo, donde destaca la presencia de Lorenzo Zavala y Lucas Alamán, la
integraban miembros del clero, comerciantes, mineros y propietarios españoles,
quienes pretendían mantener las ventajas obtenidas con la insurgencia. Es
decir, en este periodo y hasta la década de los 60, la lucha política entre las
diferentes facciones se concentraría alrededor del establecimiento de un
sistema federal y un sistema central, aunque más tarde se vincularía al
establecimiento de sistema republicano y otro monarquista, liberales y
conservadores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">Esas sociedades
no eran nuevas en México ni en el mundo; pero sí constituía una novedad
aprovecharlas a manera de volcanes políticos en erupción, atribuyéndoselas, ya
fines antirreligiosos, ya propósitos conspirativos. En el país tales
agrupamientos correspondían a la masonería universal, y se derivaron de la
organización dirigida por la gran logia de Inglaterra que invadió al mundo con
sus ideas de hermandad, sus proyectos de estudios y sus especulaciones
históricas.<span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title="">[18]</a></span></span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><!--[endif]--></a></span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-align: center; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"> </span><b style="line-height: 200%; text-align: center;"><span lang="ES">III</span></b></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-left: 212.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-left: 212.4pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La realidad política
preexistente del antiguo virreinato no es negada, aunque se le llegue a
amenazar. Es ella, llámesele Nueva España –nombre desechado-, Anáhuac, América
Septentrional o México, el ente histórico que se declaró independiente en
ejercicio de una radical soberanía, y el que se propone elaborar el proyecto de
su propio ser político.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES">El primer ensayo
republicano federal representaría la transformación política de la sociedad
mexicana. Sin embargo el trayecto hacia esa transformación constituiría algo
incierto, algo teórico, algo carente de bases prácticas. Así, sobre la base de
un sistema político federal se cimentaría en 1824 una legitimidad política que
se manifestaría en la Constitución del mismo año, pero que, no obstante, tenía
“ante sí un largo y penoso proceso de lucha contra, precisamente, las
tendencias tradicionalistas y monárquicas que en grado muy considerable
prevalecieron en aquella época y durante las cuatro décadas siguientes”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La Constitución de 1824 asumiría como modelo la Constitución gaditana de 1812,
aunque también la norteamericana. Y aunque esta legislación establecía la
división de poderes en legislativo, ejecutivo y judicial y otorgaba una
soberanía a los gobiernos de las regiones, las garantías individuales no
obtuvieron mención alguna. De modo que si el federalismo respondía al
regionalismo, nada señalaba respecto de las libertades y obligaciones de los
ciudadanos, como tampoco solucionaba las relaciones entre el gobierno federal y
los estados, ni entre el federal y el ejército y la iglesia.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> La entrada al poder de Guadalupe
Victoria representaría el nacimiento político de un nuevo sistema político como
era la república federal, representaría además, el origen de un poder ejecutivo
dirigido por un hombre, que si bien se había licenciado en derecho, carecía de
la experiencia y entendimiento político suficiente para enfrentar la situación
política ocurrida tras la caída del imperio y la revolución de insurgencia. A
esto se añade que “su notoria repugnancia por lo español, le hacían presentar
muchos blancos al partido contrario.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y dentro de ese partido se encontraban las tendencias tradicionalistas que
deseaban la prolongación de un régimen semejante al Estado virreinal. Así, la
tarea del nuevo gobierno no sería establecer sino construir un Estado y una legitimidad
política dentro de un ambiente hostil políticamente, porque, tanto “la
insurgencia tenía una débil visión acerca de los regímenes del Estado”<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></a></span>
como que en México no existía una clase nacional gobernadora, ni acuerdo entre
aquellos que se oponían a la autoridad de Victoria. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES"> Puede afirmarse en consecuencia, que
los problemas políticos en México no radicaban tanto en la puesta en marcha del
federalismo, cuanto sí en la diversidad de intereses políticos de los
diferentes grupos, así como en la falta de integridad de los mismos. México
nacía como república, pero nacía a su vez con una legislación que más que crear
la división de poderes en ejecutivo legislativo y judicial, daba prioridad al
legislativo antes que al ejecutivo. Y si a esto se añade la falta de una clase
gobernadora, ya se ve la difícil tarea de un ejecutivo débil e inexperto y el
desenvolvimiento de un sistema político que más que unir, alentaba la desunión.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así, debido
a que el primer congreso constitucional otorgó primacía al legislativo y
no al ejecutivo, los presidentes de la República como Guadalupe Victoria y los
siguientes a éste como Vicente Guerrero, Valentín Gómez Farías y Antonio López
de Santa Anna tuvieron “que recurrir a poderes extraordinarios para poder
gobernar. Estas facultades siempre fueron concedidas constitucionalmente hasta
1841, lo que no impidió que el ejecutivo fuera acusado de abuso de poder, con
injusticia en la mayoría de los casos.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Bien que el mismo congreso gozó de la suficiente libertad para aprobar la
presidencia de Vicente Guerrero en 1828, cuando en la práctica éste había
perdido las elecciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Con Guerrero a la cabeza vendría la ley de
expulsión de los españoles como medio para despojarlos de sus propiedades y
puestos importantes, pero también la amenaza de una invasión por parte de
España, la reorganización del ejército para impedir su completa nulidad y el
decreto de abolición de la esclavitud, que representaba un paso hacia la
igualdad. Si bien el antiespañolismo creció bajo la idea de una reconquista de
México, cabe señalar, según palabras de José C. Valadés, que lo extranjero,
“daba la idea de ser la causa de que la república no alcanzase ni pudiese
alcanzar las satisfacciones que se esperaban como resultados del triunfo
guerrero de la Independencia y de la Constitución.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Sin embargo, la falta de programas políticos concretos y los partidismos
resultantes de esta situación, provocaron la pronta caída del ejecutivo. Ya
desde entonces, <i>El Correo</i> manifestaba la existencia de tres partidos
políticos,<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">…en primer
lugar, los antiguos escoceses continuaban sus esfuerzos para alcanzar poder e
influencia; en segundo lugar, una facción de los yorkinos se concentraba en la
expulsión total de los españoles; en tercer lugar, estaba surgiendo un grupo
moderado, compuesto por propietarios y otros ciudadanos. [...] En realidad era
el tercero de los partidos señalados por El Correo el que constituía la
revelación más importante. Sus miembros llegaron a ser conocidos como los
moderados u hombres de bien y, según un escritor, figuraban entre ellos algunos
clérigos, oficiales del ejército, altos funcionarios del Gobierno, antiguos
escoceses y otros que habían apoyado a Gómez Pedraza en las elecciones; en
general, todas las clases propietarias y las muchas familias con parentesco
español que no podían tolerar como presidente a un hombre que había sido uno de
los principales rebeldes durante la guerra de independencia.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Guerrero sería sustituido por Anastasio Bustamante
(1830), quien tendría como Ministro de Relaciones a Lucas Alamán, personaje
distinguido de la política conservadora mexicana que intentaría establecer el
orden a través de una política de imposición, de control y de saneamiento del
“sistema federal de sus extremismos: limitar el voto y las facultades de los
ayuntamientos, fortalecer el ejecutivo, reducir gastos y arreglar la hacienda
pública y profesionalizar al ejército para una defensa suficiente de la
nación.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Sin embargo esta política con la que se trató de imponer el orden constituyó el
desplome de Bustamante, más aún cuando se ordenó el fusilamiento de Vicente
Guerrero, debido a su popularidad y al temor que esto causaba al gobierno de
Bustamante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En 1832, Anastasio Bustamante renunciaría a la
presidencia y en sustitución quedaría Manuel Gómez Pedraza, quien al poco
tiempo sería reemplazado por Valentín Gómez Farías y Antonio López de Santa
Anna, ambos representantes de la tendencia progresista. Estos últimos
aplicarían una política liberal reformista y entre algunas medidas estaría, la
secularización de la enseñanza, la incautación de los bienes del clero, la
reforma de las órdenes religiosas y el ejercicio del patronato por el gobierno,
lo que desató las protestas del clero y también las protestas populares. En
conjunto las discrepancias ocurridas durante la Primera República Federal,
entre políticas que caían en el despotismo ilustrado y políticas radicales,
entre gobiernos considerados ilegítimos al ser producto de la imposición y no
del ejercicio de la soberanía, entre gobiernos que gozaban de la popularidad
aunque no del reconocimiento legal y, sobre todo entre políticas que tendían a
la transformación y políticas que miraban en el pasado las políticas a seguir,
ocasionaron que en 1836 se implantara otro sistema de gobierno medianamente
nuevo que duraría seis años, la primera República Central consagrada en la
Constitución de las Siete Leyes. Este gobierno, con el que se pretendería
terminar con las soberanías locales, aunque no con la particularidad de cada
provincia, era fruto de los liberales moderados.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Tendencia política que comulgaba con algunas de las ideas del grupo
conservador, especialmente las referentes a las innovaciones
eclesiástico-religiosas.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La peculiaridad de este sistema sería revestir a la
República de un régimen presidencialista: cesarían las legislaturas de los
Estados, se establecerían las Juntas Departamentales, los gobernadores
quedarían sujetos del Ejecutivo y el periodo presidencial se extendería a ocho
años.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La Sietes Leyes incluirían una lista de derechos individuales como la libertad,
la seguridad, la igualdad y la propiedad, sin embargo crearían un Supremo Poder
Conservador o cuarto poder encargado de impedir los abusos de los otros tres.
Fundamentalmente las</span><span lang="ES"> tendencias políticas que sostenían
este régimen pertenecían a la gente empresaria que velaba por sus intereses
económicos, y una de las cuales demandaría más tarde la reinstalación de una
monarquía en México, tal es el caso de Lucas Alamán y del liberal moderado José
María Gutiérrez de Estrada. Michel P. Costeloe afirma que “tanto liberales
moderados y conservadores, convenían en la necesidad de una mayor
centralización del poder para que el gobierno nacional pudiera imponer su
autoridad y mantener el control en las regiones.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Cabe distinguir que es a partir de 1846 cuando el partido conservador se
distingue como tal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">No obstante, durante el gobierno centralista los problemas comenzaron
cuando Texas se independiza y se constituye en República el 2 de marzo de 1836
y cuando además, Yucatán y las Californias fueron virtualmente independientes,
asegura Costeloe.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esto provocaría el desmembramiento del territorio mexicano y sembraría el
germen de una lucha entre quienes enarbolaban las ideas federales por una lado
y las centralistas y monarquistas por otro. La pérdida de Texas subrayó la
falta de control político-económico-social del vasto territorio mexicano. Y si
a esto se agrega que ni monarquía, ni república federal, ni central, habían
logrado unificar a los distintos territorios, porque éstos no habían logrado integrarse
y reconocerse con los distintos regímenes políticos, ya se entiende que la
llegada del régimen dictatorial de Antonio López de Santa Anna en el año de
1841, respondía sobre todo a la imperiosa necesidad de establecer un orden
político en el país. La dictadura así era la resultante de la falta de
credibilidad y aceptabilidad de un sistema político, pero desde luego, de la
falta de legitimidad política que existía hacia un régimen y unas leyes
degradadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Bien que esta situación la aprovecharon los Estados Unidos, quienes con
su teoría expansionista coordinada desde Washington, pronto se apoderaron de
Texas, lugar habitado principalmente por estadounidenses, aunque sería en 1845
cuando Texas se une a los Estados Unidos. Otro tanto harían con la California y
Nuevo México con pretextos de ofrecer la libertad a todos aquellos que huían de
gobiernos tiránicos como los instalados en México y que deseaban conocer la
libertad.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Surgía así el protector de los estados fronterizos y el promotor de las ideas
republicanas federales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Muchos ambicionaban las
Californias, con el puerto de San Francisco para el comercio con el Asia. El
clima de ambición de tierras estaba listo para convertirse en un verdadero
movimiento que sólo esperaba un nombre. John L. Sullivan acuñó en 1845 la frase
feliz de “Destino Manifiesto”, o destino revelado, que en verdad expresaba ese
vago conjunto de ideas y sentimientos que justificaban las ambiciones
norteamericanas y de los que él mismo hizo verdadera doctrina. Cualquier pueblo
vecino podría establecer un autogobierno por contrato, solicitar admisión, y si
se le consideraba calificado, se le admitiría en la Unión.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De octubre de 1841 a junio de 1843, la dictadura sería el nuevo régimen
político que tendría por objetivo, establecer el orden y la paz. Pero, cuando
los moderados se dieron cuenta que habían aprobado un régimen militar,
proyectaron ganar las elecciones y establecer nuevamente la república central,
lo que ocurrió en 1843. Entonces apareció la nueva Constitución o las Bases Orgánicas
de 1843 que principalmente fortalecieron al ejecutivo y suprimieron el Supremo
Poder Conservador. Sin embargo, las Bases establecieron una Junta de Notables
que deliberaría sobre la forma de gobierno que se establecería. Particularidad
de esta Junta fueron sus miembros: “80 hombres que supuestamente habían sido
seleccionados porque en sus creencias políticas, así como en su posición
económica y social, representaban grupos con cuyo apoyo creía Santa Anna que
podría contar.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></a> La
Junta esencialmente la constituían las clases propietarias, la Iglesia y el
ejército. Santa Anna gobernó así por tres años como dictador, pero durante este
periodo rechazaría dos proyectos
progresistas y aprobaría las Bases Orgánicas que junto con los otros dos
proyectos resaltarían las garantías individuales y la protección del individuo
de los abusos del poder.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Las Bases mantendrían además “la centralización de las rentas, dando
prioridad a los gastos del ejército, con el pretexto de la guerra de Texas”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y aprobarían una política que excluiría la
participación de quienes no profesaran la religión católica. La elección de los
representantes sería indirecta, pero se eliminaría a la clase pobre de la
participación política, es decir, al ignorante, al que no tenía propiedad.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a>
“Los moderados no aprobaban las bases, pero consideraron importante tener un
orden legal que eliminara la dictadura y obligara a Santa Anna a respetarlo. El
12 de junio de 1843, Santa Anna juraba la nueva ley fundamental.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y, juradas las bases lo primero fue acordar las elecciones presidenciales y
resolver los asuntos separatistas de Texas y Yucatán.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Tras las elecciones de 1843, Santa Anna quedaría al
frente de la segunda república central, sin embargo, acostumbrado a gobernar
como dictador y a retirarse del poder cuando quería, pronto vino su desplome y
con éste la caída de la segunda república central. Y tras una breve presidencia
de José Joaquín de Herrera en la que estuvo presente una conspiración
monárquica orquestada desde España y donde a su vez Texas se anexiona a los
Estados Unidos en 1845, el 2 de enero de 1846 el general Mariano Paredes y
Arrillaga quedaba al frente del gobierno. Sin embargo sus actos políticos
terminarían en una dictadura que duraría escasamente ocho meses (4 de agosto de
1846). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Durante la dictadura de Paredes se practicaría una
política restrictiva, en relación a los bienes requeridos para ser elector,
aunque también en relación a cambiar las autoridades cuando se creyera
conveniente. Ahora, una problemática que enfrentó Paredes fue la guerra con los
Estados Unidos y el proyecto de establecer una monarquía en México con príncipe
extranjero. “En México se supo, por noticias recogidas de periódicos
extranjeros, que se maquinaba una intriga en las cortes europeas y a lo cual no
era ajeno Santa Anna, entonces exiliado, y cuyo fin consistía en implantar una
monarquía con príncipe extranjero.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Los tradicionalistas consideraron que el régimen de gobierno basado en la
monarquía constituiría una barrera para los Estados Unidos y para su teoría
expansionista, aunque también un dique para las ideas republicanas y
federalistas que tendían a dividir a los distintos territorios que conformaban
la república mexicana. “Y ya desde entonces aparece la extraordinaria tesis de
que Francia se sentía con la responsabilidad de defender a México contra su
poderoso vecino.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn41" name="_ftnref41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Los federalistas entonces se pronunciaron contra
Paredes por considerar que traicionaban a la patria si apoyaban el proyecto
monárquico y porque no habían podido colocar nuevamente a las élites regionales
en el poder. Vino así el momento del cambio y la restauración de la
Constitución de 1824 y el establecimiento de la Segunda República Federal
(1846), aunque junto a ésta la invasión norteamericana a México. Al respecto,
es necesario recordar que la primera fase de la intervención norteamericana
comenzó en 1829 con la pretensión de los Estados Unidos de anexar Texas a su
territorio y cuando el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, José María
Bocanegra, advirtió al ministro norteamericano Waddy Thompson, “que el gobierno
de la república mexicana consideraría la admisión de Texas en el vecino país
como una declaración de guerra de los Estados Unidos a México.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn42" name="_ftnref42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Con lo cual quedaba “preceptuado que el asunto texano constituía un capítulo
del honor nacional.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn43" name="_ftnref43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Texas declararía su independencia en 1836 y en ese mismo año, Santa Anna, al
ser capturado y hecho prisionero en la batalla de San Jacinto para recuperar
tierra texana, reconoce la independencia de Texas y la frontera del Río Bravo (Tratado
de Velasco). El gobierno mexicano desconocería aquel Tratado y en los años
siguientes tras algunas incursiones militares mexicanas en Texas y después de
que en 1845 Texas ingresara a los Estados Unidos como estado y de que México
rechazara la propuesta del vecino país del norte al intentar la compra de los
territorios de la Alta California y Nuevo México, ambos países romperían
relaciones diplomáticas. El gobierno norteamericano enviaría tropas a la
frontera de Texas y ahí tendrían lugar los primeros enfrentamientos que
terminarían en la declaración de guerra contra México por parte del presidente
de los Estados Unidos, James Polk el 13 de mayo de 1846. El gobierno mexicano
trataría de defender sus posesiones y aun sin dinero y sin el ejército suficiente,
declararía la guerra el 23 de mayo del mismo año.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así, con Santa Anna nuevamente a la cabeza y el
federalismo en la República, en el año de 1846 los estados recuperaron su
autonomía, pero al hacerlo, cada estado se percibió como nación independiente y
luchó por el resguardo de su propio territorio. Al mismo tiempo, la ambición
estadounidense no cesó y con pretextos de una guerra absurda, aprovecharon la
debilidad del gobierno mexicano, de no tener un buen ejército, armas y dinero y
se hicieron de la Alta California, de Arizona y de Nuevo México. De tal forma
que para 1848, los Estados Unidos tenían en sus manos más de la mitad del
territorio mexicano (2,400,000 km<sup>2</sup>).<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn44" name="_ftnref44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esta situación hizo que algunos monarquistas como José María Gutiérrez de
Estrada, José Manuel Hidalgo y el padre Francisco Javier Miranda, promovieran
con mayor insistencia el proyecto monárquico en México como medio de salvar al
país del peligro que representaba el expansionismo estadounidense. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Cabe señalar que ya desde 1846 el partido
conservador había anunciado su ideario político en el periódico <i>El Tiempo.</i><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn45" name="_ftnref45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Entonces Lucas Alamán expuso el proyecto conservador y diría que México
requería del establecimiento de una monarquía con príncipe extranjero y de
estirpe real, aunque sin intervención, como medio de frenar el expansionismo
norteamericano. Plantearía además la teoría de que la república implicaba
intervención extranjera y división, mientras que la monarquía constituía la
unidad, el orden, la conservación de la religión católica, las tradiciones y la
presencia de una aristocracia de mérito personal. Ahora, entre 1847 y 1848 el
federalismo enfrentó la invasión norteamericana y la pérdida de territorio
mexicano, lo que sirvió de ofensiva por parte de los conservadores para llevar
a cabo una embestida monárquica. Y para tal efecto el periódico <i>El Universal</i>
fue la bandera de aquellos ideales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Desde la mirada conservadora, la patria se
encontraba en caso de vida o muerte, de ahí que México precisara de un régimen
fuerte con capacidad de salvarle de la tiranía norteamericana. Así se llegó a
considerar en la década de los cincuenta que el establecimiento de una
dictadura salvaría al país y quien mejor para encabezarla que Antonio López de
Santa Anna. L</span><span lang="ES">ucas Alamán (conservador) y Miguel Lerdo de
Tejada (liberal) escribirían en tal caso sus respectivas propuestas a Santa
Anna tras ser electo presidente por el término de un año según el Plan Arroyo
Zarco de 20 de octubre de 1852.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn46" name="_ftnref46" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Alamán solicitaría el cese del federalismo, la conservación de la religión
católica, el establecimiento de una nueva división territorial que borrara la
forma de estados y el fortalecimiento de escuelas de Artes y Oficios. Lerdo de
Tejada por otra parte demandaría la
continuación del sistema federal, la formación de un buen ejército, la
instrucción para el pueblo y la corrección de los abusos del clero.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn47" name="_ftnref47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El 20 de abril de 1853, Santa Anna asumiría el
poder y con apoyo de Alamán, Ministro de Relaciones Exteriores, se publicarían
las Bases para la administración de la República.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn48" name="_ftnref48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></a>
La primera medida sería establecer un poder dictatorial y, por medio de las
Bases, desaparecer los estados como entidades políticas para adquirir la
categoría de Departamentos y terminar con el federalismo. Sin embargo la muerte
de Lucas Alamán, quien controlaba las decisiones políticas internas, representó
el término de la dictadura del partido conservador, no así el régimen de Santa
Anna cuyo gobierno, ya sin las ataduras del Ministro de Relaciones, sería
dictatorial e investido de monarquía, al grado de nombrarse Alteza Serenísima.
Conservadores, centralistas, comerciantes, agiotistas, miembros del clero y
todos aquellos que rechazaban el federalismo, apoyarían entonces a Santa Anna. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Acto inaugural de este periodo sería “el decreto de
11 de noviembre de 1853 que restableció la Orden de Guadalupe, símbolo
espectacular de monarquismo y de veneración a la memoria de Iturbide e
intencionada afrenta a las tendencias democráticas.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn49" name="_ftnref49" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Así, sería en Guadalajara primero donde se levantaría un acta el 17 de
noviembre para que al presidente se le concedieran plenitud de facultades y
continuara en el poder por tiempo indefinido. A esta petición se unirían otros
Departamentos y poblaciones y sería el mismo Consejo de Estado quien, además de
darle la categoría de “Alteza Serenísima”, le investiría de “facultades
discrecionales, con lo que quedaba diferida la convocatoria al Congreso.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn50" name="_ftnref50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Santa Anna pretendió entonces proclamarse emperador de los mexicanos y así
llegó a buscar apoyo de un ejército europeo para su protección, es decir, una
monarquía nacional con intervención armada. Sin embargo, la nueva mutilación
del territorio mexicano (La Mesilla) en 1853 y el abuso de poder de Santa Anna
al infringir las instituciones </span><span lang="ES">republicanas, hicieron que
estallara la Revolución de Ayutla. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La dictadura santannista
había logrado provocar el disgusto y la animadversión de todas las clases de la
sociedad. Los conservadores, que lo habían llevado al poder, lo repudiaban
porque la efervescencia popular, que no tardaría en estallar, ponía en peligro
sus intereses; los moderados, porque consideraban absolutamente ilegal su
régimen y porque habían sido heridos sus intereses de propietarios y de
industriales; los radicales, por todo, pero principalmente por sus ataques a
las libertades civiles y políticas, por sus medidas persecutorias y por sus
proyectos monárquicos.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn51" name="_ftnref51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El principal objetivo de los caudillos de la
Revolución sería la proscripción del monarquismo, el establecimiento de la
República federal o central y la admisión de una dictadura provisional que
estabilizara al país mientras se establecía un nuevo régimen político. Al ver
el fin de su gobierno, Santa Anna renunció al poder a mediados de 1855. Juan
Álvarez le sustituiría como presidente interino y el primer asunto fue convocar
un nuevo congreso constituyente y elaborar una legislación acorde con las nueva
situación histórica. Reunido</span><span lang="ES"> el Congreso Constituyente a
principios de 1856, el alegato giró en torno a dos cuestiones o posiciones
políticas: la primera tenía relación con la elaboración de una nueva
legislación, mientras que la segunda buscaba la restauración de la Constitución
de 1824.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn52" name="_ftnref52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></a> En
otras palabras, entre las tendencias de ideas avanzadas y drásticas cuyo
primordial interés era la transformación de la sociedad y el progreso económico
del país y aquellas tendencias políticas inclinadas a frenar una reforma
trascendente, aunque orientadas a los cambios paulatinos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10pt;">El nuevo código
debe atender, también a los males sociales que afligen a la patria y que
solamente pueden encontrar en él su definitivo remedio. Esto no se puede hacer
restaurando la vieja y venerable Constitución de 1824, por más modificaciones
que se pretendan introducir en ella; sólo una ley fundamental de otra índole es
el medio adecuado para realizar tan supremo y urgente objetivo.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn53" name="_ftnref53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Esta política reformista comenzó con la elaboración de una serie de
leyes que tendrían por objetivo el progreso económico, político y social del
país.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn54" name="_ftnref54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
A esto se unió la Constitución de 1857 que, arbitraria para las tendencias
conservadoras por tocar un punto vulnerable: una sociedad que no terminaba por
sobreponerse a la transformación de sus tradiciones, representaba una bandera
liberal, una bandera a los derechos individuales.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftn55" name="_ftnref55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sin embargo, ¿hasta dónde esta legislación era la representación de la
voluntad nacional o el resultado de una política arbitraria que navegaba con
estandarte liberal y reformista? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Las Leyes de Reforma y la Constitución de 1857 estaban fabricadas por
liberales cuya doctrina política estaba pensada para el porvenir, pero no para
la realidad socioeconómica presente. De ahí que esta situación de lucha entre
una política más teórica que práctica y otra que sobre todo justificaba el
orden a partir de la centralización fuera el detonante de la Guerra de Tres Años en 1858.<span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: blue;"> </span></span><span style="color: blue;"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Galeana de Valadés, Patricia. <i>Las relaciones Iglesia-Estado
durante el Segundo Imperio</i>, México, Universidad Nacional Autónoma de México,
1991, p. 13.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Reynaldo Sordo
Cedeño considera que entre 1821 y 1855, el intento de modernizar al país,
asociado a la creación del Estado-nación, fue obra de los líderes con
tendencias liberales y otros no tan liberales, con una fuerte oposición a los
líderes tradicionales educados con ideas pertenecientes al orden colonial. Al
mismo tiempo nos dice, de acuerdo a lo expuesto por Charles Tilly, que la
“formación del Estado-nación tiene que ver con el proceso de modernización de
los países europeos por lo menos en tres de cuatro puntos importantes: a) la
afirmación de parte de los líderes políticos de la determinación de modernizar;
b) un efectivo y decisivo rompimiento con las instituciones asociadas con la
forma de vida agraria; c) la creación de un Estado-nacional con un gobierno
efectivo y un razonable consenso de parte de los habitantes con respecto a los
fines y medios, en: Sordo Cedeño, Reynaldo,</span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> “El Congreso y la formación
del Estado-Nación en México: 1821-1855”, ver: Vázquez, Josefina Zoraida (Coord.).
<i>La fundación del Estado mexicano</i>, México, Nueva Imagen, 1994, p. 136. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Calvillo, Manuel. <i>La República Federal Mexicana. Gestación y
Nacimiento</i>, México, El Colegio de México, 2003, p. 36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 53.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ibidem, p. 55.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibid</i>, p. 82.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Arenal Fenochio, Jaime del, <i>Agustín de Iturbide</i>, México,
Planeta, 2002, p. 66.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 67.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A decir de O’Gorman, el imperio de Iturbide mostró un grave problema:
la carencia del prestigio personal que requiere un rey y sobre todo la
legitimidad dinástica que es el natural fundamento de esa investidura. Ver:
O’Gorman, Edmundo<i>. La supervivencia</i> <i>política novo-hispana</i>. <i>Reflexiones
sobre el monarquismo</i> <i>mexicano</i>, Fundación Cultural CONDUMEX, Centro
de Estudios de Historia de México, México, 1969, pp.15-17.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>Historia
general de México</i>, t. 2, México, el Colegio de México, 1996, p. 747-748.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Arenal Fenochio, Jaime del, <i>op. cit</i>, p. 93.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> En relación a la logia yorkina, Del Arenal Fenochio sostiene que el
gobierno de los Estados Unidos, “(atemorizado por las dimensiones geográficas
del naciente imperio, las cuales le cerraban el control del Caribe, del golfo y
su expansión hacia la costa del Pacífico) vio al nuevo país sin el apoyo de la
corona española y continuó su presión para apropiarse de más territorio.
Primero mandó grupos de gente para instalarse en las despobladas provincias del
norte; en segundo lugar, por medio del agente y espía Joel R. Poinsett, quien
al fracasar en su intento de obtener territorio a costa de México, apoyara la
instalación de un gobierno republicano en lugar de la monarquía por medio del
establecimiento de logias del rito yorkino.” Ver: <i>Ibidem</i>, pp. 93-94.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> O’Gorman<i>. </i><i><span lang="ES">La
supervivencia</span></i><span lang="ES"> <i>política novo-hispana</i>., <i>op.
cit</i>., </span>p. 20<span lang="ES">.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre. <i>El liberalismo moderado, 1852-1864</i>,
México, UNAM, 1997, p. 11.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre este tema, ver: López Camacho, Alejandra, <i>Entre leyes divinas
y humanas. El periódico La Sociedad, 1857-1867</i>, Tesis de Maestría en
Historia, Puebla- México, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2006, p. 173.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>.,
p. 753. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valadés, José C. <i>Orígenes de la república mexicana</i>, México,
Editores Mexicanos Unidos, 1972, p. 87.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 60.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Calvillo, Manuel, <i>op. cit</i>., p. 45.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> O’Gorman,<i> La supervivencia</i>
<i>política novo-hispana</i>, <i>op. cit</i>., p. 24.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “El federalismo mexicano, 1823-1847”, en, <i>Federalismo
latinoamericanos: México/Brasil/Argentina</i>, México, El Colegio de México,
Fondo de Cultura Económica, 1993, pp. 15-47.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valadés, José C. <i>Orígenes de la república mexicana</i>, op. cit.,
p. 29.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 29.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “De la difícil constitución de un Estado:
México, 1821-1854”, en, Vázquez, Josefina Zoraida (coord.). <i>La fundación del
Estado Mexicano</i>, México, Nueva Imagen, 2000, p. 16. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valadés, José C. <i>Orígenes de la república mexicana</i>, op. cit.,
p. 95.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Costeloe, Michel P. <i><span lang="ES">La primera república
federal de México (1824-1835). Un estudio de los partidos políticos en el
México independiente</span></i><span lang="ES">, México, Fondo de Cultura Económica, 1996, </span>pp. 233-234.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> O’Gorman<i>. </i><i><span lang="ES">La
supervivencia</span></i><span lang="ES"> <i>política novo-hispana</i>., <i>op.
cit</i>., p. 16.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> O’Gorman. <i>La supervivencia
política</i>, <i>op. cit</i>., p. 25.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A decir de Silvestre Villegas, los moderados de mediados del siglo
XIX, sostenían, en relación a la <i>reforma</i>, vista como acción de corregir,
de modificar o de volver a formar, que “el pasado debía tomarse en cuenta
porque no se podía ignorar de pronto el peso de la herencia cultural.” De ahí
que fueran partidarios de gobiernos centralistas, ver: Villegas Revueltas,
Silvestre, <i>op. cit</i>., pp. 35-36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> O’Gorman, Edmundo. <i>Historia
de las divisiones territoriales de México</i>, México, Ed. Porrúa, 1994, p.73.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Costeloe, Michael P. <i>La república central en México, 1835-1846.
“Hombres de bien” en la época de Santa Anna</i>, México, Fondo de Cultura
Económica, 2000, p. 71<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 377.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida , “Los primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>., p. 810.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 811. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Las características de los miembros que integraba la Junta de Notables
eran: “78 % tenían más de 40 años, lo que contrastaba en grado notorio con los
radicales jóvenes del Congreso de 1842, más de la mitad de los cuales eran
menores de esa edad. En cuanto a su ocupación, 36 % eran abogados, 18%
oficiales militares, 13% clérigos y 12% funcionarios.” Ver: Costeloe, Michael
P., <i>La república central en México, 1835-1846. op. cit</i>., p. 276.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida , “Los primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>., p. 765.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “De la difícil constitución de un Estado:
México, 1821-1854”, <i>op. cit</i>., p. 24.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn38">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref38" name="_ftn38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Respecto de la elección de representantes, de acuerdo al artículo 147
de las Bases Orgánicas, quedó establecido que las poblaciones se dividirían en
secciones de 500 habitantes y de ahí saldría un elector primario, quien
nombraría a su vez a los electores secundarios, uno por cada 20 de los
primarios. A esto se agrega, de acuerdo a los artículos 20, 21 y 22, que
dejaban de ser ciudadanos o aquellos que tenían derecho al voto, los sirvientes
domésticos, los que no profesaran la religión católica, los que fueran ebrios,
tahúres y vagos, entre otros, en, Bases Orgánicas de la República Mexicana (14
de junio de 1843).<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn39">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref39" name="_ftn39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “De la difícil constitución de un Estado:
México, 1821-1854”, <i>op. cit</i>., p. 24.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn40">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref40" name="_ftn40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> O’Gorman. <i>La supervivencia política</i>, <i>op. cit</i>., p. 31.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn41">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref41" name="_ftn41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 31.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn42">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref42" name="_ftn42" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valadés, José C. <i>Breve historia de la guerra con los Estados Unidos</i>,
México, DIANA, 1993, p. 24.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn43">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref43" name="_ftn43" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 24.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn44">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref44" name="_ftn44" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La nueva división territorial de México quedó establecida en el <i>Tratado
de Guadalupe </i>firmado entre México y los Estados Unidos el 2 de febrero de 1848,
en Vázquez, Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>., p.
818.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn45">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref45" name="_ftn45" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Alamán, Lucas, “Profesión de fe de los conservadores”,en L. González
y González, <i>op.cit</i>., pp.129-130.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn46">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref46" name="_ftn46" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “Los
primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>., p. 810.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn47">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref47" name="_ftn47" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> González Navarro, Moisés. <i>Anatomía del poder en México (1848-1853</i>),
México, El Colegio de México, 1977, pp.362-373.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn48">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref48" name="_ftn48" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman. <i>La
supervivencia política, op.cit</i>., p.45.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn49">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref49" name="_ftn49" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 46. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn50">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref50" name="_ftn50" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez Mantecón, Carmen, <i>Santa Anna y la encrucijada del Estado.
La dictadura (1853-1855)</i>, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, p. 50. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn51">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref51" name="_ftn51" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Díaz, Lilia, “El liberalismo militante”, <i>Historia general de México</i>,
t. 2, México, el Colegio de México, 1996, p. 829.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn52">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref52" name="_ftn52" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> El 18 de febrero de 1856, el Congreso Constituyente inauguró sus
labores y de 155 diputados electos, sólo asistieron a las primeras sesiones
unos 80 y esta cantidad fue disminuyendo conforme las sesiones avanzaron,
parecía que entonces existía desconfianza
y tibieza entre los asistentes. Y es que debido a sus cargas políticas
tonales, las nuevas leyes no combinaban del todo con su color, en, Rabasa,
Emilio, <i>La Constitución y la Dictadura</i>, México, Ed. Porrúa, 1956, (1ª
ed. 1912), p. 33.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn53">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref53" name="_ftn53" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman. <i>La supervivencia política, op.cit</i>., p. 54.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn54">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref54" name="_ftn54" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La primera ley fue, la Ley de administración de Justicia y Orgánica de
los Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios o Ley Juárez, del 23 de
noviembre de 1855, elaborada por Benito Juárez (1806-1872), ministro de
Justicia durante el gobierno de Álvarez. Una vez Ignacio Comonfort en la presidencia
(1855-1858), se expidieron: la Ley de desamortización de Fincas Rústicas y
Urbanas Propiedad de las Corporaciones Civiles y Religiosas o Ley Lerdo,
realizada por Miguel Lerdo de Tejada (1812-1861), ministro de Hacienda, el 25
de junio de 1856; la Ley Orgánica del Registro del Estado Civil, el 27 de enero
de 1857, que reguló el establecimiento y uso de los cementerios y la de
Obvenciones Parroquiales o Ley Iglesias, del 11 de abril del mismo, elaborada
por José María Iglesias (1823-1891), ministro de Justicia, en Díaz, Lilia, <i>op.
cit</i>., pp.832-833.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn55">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog/Contexto%20hist%C3%B3rico%20M%C3%A9xico,%201833-1868.doc#_ftnref55" name="_ftn55" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Principales artículos contenidos en la Constitución de 1857:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES">Art. 1°. El pueblo mexicano reconoce,
que los derechos del hombre son la base y el objeto de las instituciones
sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES">Art. 3°. La enseñanza es libre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<span lang="ES">Art. 4°. Todo hombre es libre para
abrazar la profesión, industria o trabajo que le acomode.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art. 5°.
Nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales, sin la justa
retribución y sin su pleno consentimiento. La ley no puede autorizar ningún
contrato que tenga por objeto la pérdida o el irrevocable sacrificio de la
libertad del hombre, ya sea por causa de trabajo, de educación, o de voto
religioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art. 6°. La
manifestación de las ideas no puede ser objeto de ninguna inquisición judicial
o administrativa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art. 7°.Es
inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art. 12°. No
hay, ni se reconocen en la República, títulos de nobleza, ni prerrogativas, ni
honores hereditarios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art. 13°.En
la República mexicana nadie puede ser juzgado por leyes privativas, ni por
tribunales especiales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art.
23°.Abolición de la pena de muerte, salvo en casos que la ley prevé.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Art.
27°.Ninguna corporación civil o eclesiástica, cualquiera que sea su carácter,
denominación u objeto, tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad o
administrar por sí bienes raíces, con la única excepción de los edificios
destinados inmediata y directamente al servicio u objeto de la institución.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Art.
123°.Corresponde exclusivamente a los poderes federales ejercer, en materia de
culto religioso y disciplina externa, la intervención que designen las leyes,
ver: </span><i><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">La Constitución Federal de los Estados
Unidos Mexicanos, de 1857 y la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano de Puebla, sancionada en 1861. Edición ilustrada, conmemorativa del</span></i><i> </i><i><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">130
aniversario del inicio del congreso Constituyente</span></i><i> </i><i><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Extraordinario
de 1856-1857</span></i><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">. México, Gobierno del Estado de Puebla,
Ed. Facsimilar, 1986, </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">pp. 123-142.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-12542954557953417852014-04-04T10:58:00.001-07:002022-05-14T10:39:49.757-07:00EN TORNO AL TÉRMINO DE LIBERTAD DE IMPRENTA. México siglo XIX<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoNormal" style="tab-stops: 14.2pt; text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
(Agradezco a Casa Litterae (www.casalitterae.cl/) la publicación que ha hecho de este artículo en su página. Muchas gracias)</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<div align="center" class="MsoNormal" style="tab-stops: 14.2pt; text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal">
<b><i><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Dra. Alejandra López Camacho<o:p></o:p></span></i></b></div>
<h5 style="text-align: left;">
<span style="font-size: 10pt; text-align: justify;">Uno de los derechos más preciosos de todo hombre que vive en sociedad, es
el de publicar, por medio de la prensa, sus pensamientos con toda libertad; y
por lo mismo, cuanto concierne a tan sagrada prerrogativa, es digno del examen
más severo e imparcial.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="font-size: 10pt; text-align: justify;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></a></h5>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="tab-stops: 14.2pt; text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: justify;">
<b> </b><span style="line-height: 150%; text-align: justify;">Analizar el significado de “libertad de
imprenta” durante el siglo XIX y a través del discurso periodístico, representa
considerar los mecanismos de transmisión de los acontecimientos, en este caso
de los periódicos. Circunscribe a la vez tener presente los significados tan
amplios que abarcó la noción de libertad de imprenta, y, esto no sólo en sus
usos legales sino además en los distintos usos que cada bandería política abrigó
para sí y que están manifestados en la prensa, lugar de expresión de la mayor
parte de los grupos políticos. Comprende además las formas de control
detentadas por las autoridades hacia aquello que los medios de comunicación
informaban, pues si bien la libertad de imprenta constituía un derecho, ésta
también representaba una bandera de politización para la prensa y un estandarte
para la difusión de las noticias. De ahí las limitantes hacia la misma por el
riesgo que representaba la propagación, transmisión y libre discusión de
ciertos términos, entre ellos los de “libertad de imprenta”. </span><span style="line-height: 150%; text-align: justify;"> </span></div>
</div>
<span style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Dentro de la historia de México, el
periodismo, sostiene Roberto Rodríguez Breña,
es “una forma de expresión y difusión de cultura, de conocimientos
útiles a la formación social del hombre y un idóneo auxiliar a la definición
del ciudadano en su decisión de militancia: un vehículo de politización.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> De
modo que la prensa constituye y ha constituido un factor determinante dentro
del proceso de edificación y desarrollo de los términos políticos, ha sido una
institución capaz de legitimar o deslegitimar, a través de su discurso, las
distintas políticas en turno. Esta es una institución que puede dirigir,
organizar, definir e influir en los distintos procesos políticos. De ahí las
medidas reprobatorias o aprobatorias que tomen los distintos gobiernos en torno
a la libertad de imprenta. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Una palabra clave y trascendental
en los discursos periodísticos del siglo XIX es el de “libertad”, término que
pudo abarcar una significación extensa y confusa al mantener estrecha relación
con las leyes elaboradas por los hombres que tratarían de controlar esa
libertad, aunque además, dentro de esa significación, intervendrían, para
ciertas tendencias políticas, unas leyes consideradas de orden divino que
resultarían incuestionables. A decir de Javier Fernández Sebastián, la
multiplicidad de significados del término “libertad” durante el siglo XIX y su
utilización en los más diversos contextos, harán del concepto “uno de los más
complejos y escurridizos del universo ideológico de esa centuria.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p><br />
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A lo largo del siglo XIX, las
distintas publicaciones mexicanas se vieron inundadas de altercados y disputas
en torno a la significación de ciertos conceptos políticos, siendo el de
libertad uno de los más característicos. A esto se añaden los debates por el
cambio del vocabulario político producido por la propia evolución del pensamiento
liberal durante el período estudiado y la lucha por la permanencia, mudanza y
transición de los conceptos políticos, a más de la lucha por el establecimiento
de una ideología liberal que otorgará legitimidad a los conceptos utilizados,
lo que pudo variar entre concepciones radicales, moderadas, reaccionarias,
conservadoras y progresistas, entre otras. Todo fue de acuerdo al grupo
político –y a su correspondiente aparato mediático– que las utilizara.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
Los
editoriales decimonónicos, son el reflejo de los distintos grupos políticos, son
conjuntamente el aparador de un lenguaje político en transición que a su vez
será espejo de un liberalismo que intentaba penetrar en la vida política. De
ahí que en las páginas de los periódicos queden manifestadas las avenencias de
las diversas posiciones políticas que sobre todo buscarán establecer una
libertad de ideas acorde con una cuestión que se considerará vital para el buen
funcionamiento de una sociedad liberal: la libertad de prensa. Claro que en
esto también existirán periódicos oficiales y no oficiales que desde posiciones
liberales, conservadoras, moderadas, republicanas y monarquistas, entre otras, apoyarán la restricción de la libertad. De ahí que muchas publicaciones
manifestarán desde su número prospecto los problemas que representaba la
redacción de un escrito. Y esto no sólo por los peligros políticos que
comportaba, también por lo que constituía el sostenimiento de una empresa
periodística. La buena venta de un diario podía prologar la vida de una
publicación, aunque esto a su vez quedaba determinado por el interés despertado
entre un sector ideológico de la sociedad y por los temas políticos que se
analizaran, además de las sanciones políticas impuestas por las autoridades. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Perro que ladra
no muerde. Otro proverbio! Adelante!... este es el oficio del periodista,
borronar papel, y escribir sobre todo cuanto hay.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
La
libertad de imprenta fue un concepto ampliamente mencionado en los editoriales
del siglo XIX, y representó dentro del liberalismo de la época, uno de los
derechos básicos del hombre en sociedad como la libre discusión, la libertad de
pensamiento y la libertad de ideas que para ser comunicada con mayor amplitud
requerirá de los medios impresos y de la libertad de prensa. Claro que dentro de esta
libertad que se demandaba intervendrían todo tipo de ideas, como bien
lo señalaría <i>El Siglo Diez y Nueve</i> en
México en relación al texto constitucional de 1836 que restringía la
propagación de otro tipo de ideas que no fueran las políticas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Según la misma constitución,
los mexicanos podían imprimir y circular, sin necesidad de previa censura, sus
ideas políticas; pero sus ideas políticas y nada más, de modo que para
cualesquiera otros pensamientos o ideas, aunque hicieran relación a la
industria, a las artes, a la historia natural &c., no parece que había la
misma libertad, y estos objetos tan extraños a la política, quedaban
tácitamente sujetos a la censura previa, lo que era, a la verdad, bien
ridículo…</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><span style="color: red; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la redacción de un editorial quedaron
presentes las relaciones de poder entre la prensa y el sistema político, entre
el saber, las creencias religiosas y el deber, entre la redacción y los límites
impuestos a ésta por el mismo sistema político. C<span lang="ES">abe calcular<b> </b>que
la prensa periódica decimonónica surgiría en México como una respuesta a los
procesos políticos y sociales que requieren transmitirse y comunicarse. Aunque
también quedaba presente que los periodistas o grupos políticos que redactaban
los editoriales buscaban cambios y lentas o radicales modificaciones en el área
política y social. Intervienen además los cambios en el lenguaje utilizado para
hacer política y las miras o proyectos de las facciones en torno a la visión
que se tenía de su propia sociedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">¿Qué bien pueden para las sociedades las falsas
máximas, los disolventes principios, las corrompidas doctrinas, las picantes
sátiras, las enardecidas polémicas, el retumbante frascologismo (sic), las
acriminaciones, personalidades y otras mil y mil producciones de esta especie?
Y si el cuerpo social ninguna mejora ni perfección recibe de eso, ¿qué bien
puede comunicar a sus miembros? Y si las partes o miembros no se mejoran o perfeccionan,
¿dónde está su derecho para erigirse en oráculos de los demás, puesto que,
dígase lo que se quiera, todo escrito para el público tiende a enseñar y
corregir, lo que presupone autoridad?<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Concluyamos, pues, que el objeto único de un periódico no es ni puede ser otro, que
la mejora y perfección del cuerpo social.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-right: .9pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin-right: .9pt;">
<div style="text-align: left;">
La mayor parte de años del siglo XIX, representan así,
dentro del área político-social, un periodo de cambio y de lentas
transformaciones que habrían mantenido a los redactores de las publicaciones
con motivos suficientes para discutir, para hacer presentes sus discursos en el
escenario político, pero sobre todo, para convertirse en instructores de un pueblo
y un público que requería conocer el significado de lo que constituía la justicia
política. Es decir, hablar con lo que reconocieron como “verdad”, “rectitud” e
ilustración suficiente para dirigir a un pueblo o una sociedad. Cuestión que además
quedaría ligada a la credibilidad y legitimidad de una publicación periódica y
a la doctrina y lenguaje político de la misma. <o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Monitor Republicano</i>,
México, 24 de noviembre de 1846.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>Rodríguez Baños, Roberto,
<i>Libertad de expresión. Temas mexicanos</i>,
México, Departamento Editorial/Secretaría de la Presidencia, 1975, p. 23.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"> Fernández Sebastián, Javier, “Libertad”, en: </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Fernández Sebastián, Javier y
Fuentes, Juan Francisco (dirs), <i>Diccionario
político op. cit., </i>p. 428.</span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <st1:personname productid="La Cuchara" w:st="on"><i>La Cuchara</i></st1:personname>, México, 6 de noviembre de 1864, T. I,
Núm. 1, p. 20.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><i>El Siglo Diez y Nueve</i>,
México, 25 de octubre de 1841.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/EN%20TORNO%20AL%20T%C3%89RMINO%20DE%20LIBERTAD%20DE%20IMPRENTA.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Universal</i>, México, Jueves 16 de noviembre de 1848, Sección
Editorial, T. I, Núm. 1, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-48359388363924094072013-12-27T11:14:00.000-08:002013-12-27T11:28:42.938-08:00Un acercamiento a la prensa decimonónica de las ciudades de México y de Madrid<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: right;">
<i style="text-align: right;"><span lang="ES"><span style="font-size: small;"><b>Alejandra López Camacho</b></span></span></i></div>
<div class="MsoBodyText">
<b> </b><i><span style="font-size: 10pt;"> </span></i><br />
<div class="MsoBodyText">
<div class="MsoBodyText">
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<i style="text-align: left;"><span style="font-size: 10pt;"></span></i></div>
</div>
</div>
<div class="MsoBodyText">
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: center;">
<b style="text-align: left;"><b>Sobre las características físicas y de contenido.</b></b></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-qUqxrfMz_Wo/Ur3FRTJM44I/AAAAAAAABWk/7_Qf-H0W2ow/s1600/El+Monitor+Republicano.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-qUqxrfMz_Wo/Ur3FRTJM44I/AAAAAAAABWk/7_Qf-H0W2ow/s320/El+Monitor+Republicano.png" width="266" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<i><span lang="ES" style="font-size: 10pt; line-height: 200%;">El
Monitor Republicano</span></i><span lang="ES" style="font-size: 10pt; line-height: 200%;">, México, 14 de
febrero de 1846, p. 1</span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;">
<span style="text-align: left;">¿Cómo eran los periódicos mexicanos y españoles del siglo XIX?
¿Cómo se llamaban? ¿Con que frecuencia salían? ¿Cuánto costaban? Y, sobre todo,
¿eran coincidentes o desiguales las publicaciones en México y en Madrid? Estas son algunas de las preguntas que
guiarán este trabajo y a las cuáles esperamos dar una respuesta. </span></div>
</div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt;">
<div class="MsoBodyText" style="text-align: left;">
<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Si bien las publicaciones españolas y mexicanas del
siglo XIX se imprimían y publicaban en distintos continentes, éstas coinciden
en ciertas características físicas y de contenido. Tal es el caso de los tipos
o letras de imprenta que se utilizaban para elaborar los periódicos, la
similitud en sus encabezados, en los títulos de las publicaciones, en el número
de columnas, en el formato, en el número de páginas y en la distribución de las
noticias en el periódico. Otra característica en común será la coincidencia en
la transformación de los periódicos a lo largo de los años, desde aparecer una
columna hasta llegar a ocupar cuatro o cinco de ellas a lo ancho de los
diarios. <o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-pYhWRrb3NLs/Ur3IBLLKsFI/AAAAAAAABW8/69AJHKpTFjI/s1600/La+Ilustraci%25C3%25B3n.png" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-pYhWRrb3NLs/Ur3IBLLKsFI/AAAAAAAABW8/69AJHKpTFjI/s320/La+Ilustraci%25C3%25B3n.png" width="287" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">La Ilustración, Madrid, 3 de marzo de 1849, p. 5</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="text-indent: 35.4pt;">Así tenemos que cada periódico lanzaría en su primer
número o “Prospecto”, los principios, objetivos y proyectos políticos,
culturales y religiosos que le acompañarían a lo largo de su vida periodística.
Y, pese a que muchos periódicos aparecerían y permanecerían por una larga
temporada, éstos también desaparecerían y quedarían fuera del escenario
periodístico por ciertas cuestiones políticas y legales como las sanciones a la
imprenta. A esto se añadirá la suspensión de labores por tener cabida las
festividades religiosas, el cese del trabajo por falta de presupuesto para
sostener la imprenta y todo lo que la empresa periodística representaba o que
“dependiendo de la legislación de cada momento, el número, variedad y tiradas
de periódicos y revistas” se ampliaba o recortaba.</span><a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="text-indent: 35.4pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="text-indent: 35.4pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span></span></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="text-indent: 35.4pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span></span></a></div>
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"></span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-ntvSbCRF25s/Ur3LuIunLLI/AAAAAAAABXM/l3eDlQc_JK0/s1600/Atado+2.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="235" src="http://4.bp.blogspot.com/-ntvSbCRF25s/Ur3LuIunLLI/AAAAAAAABXM/l3eDlQc_JK0/s320/Atado+2.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Operación de atado de líneas y corrección 1</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
Se distingue que todo el
trabajo de armado del periódico era manual; trabajo que iniciaba con el
tipógrafo cajista o acomodadores de los tipos o letras y que finalmente era
revisado por los correctores antes de pasar a la impresión. Intervenían además,
los fundidores de tipos, los tipógrafos impresores, “los litógrafos y los
grabadores, por sólo mencionar los más importantes. Pero el alma de los
talleres se hallaba en los tipógrafos cajistas. La mecanización total de los
talleres sólo pudo lograrse hasta muy entrado el siglo XIX y los mayores
avances a lo largo de ese periodo se dieron en el proceso de impresión y no
tanto en el de composición, en donde la labor del trabajador era manual y a la
vez intelectual.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-1UrPS_4knuc/Ur3LzQu0BzI/AAAAAAAABXU/EK4zwVV4BPM/s1600/Atado.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="235" src="http://3.bp.blogspot.com/-1UrPS_4knuc/Ur3LzQu0BzI/AAAAAAAABXU/EK4zwVV4BPM/s320/Atado.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Operación de atado de líneas y corrección 2</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Relativo a las
prensas mecánicas utilizadas para la impresión de un periódico, <i>La
Ilustración</i> de Madrid señala que el número de periódicos que se tiraban por
publicación alcanzaban los 600 ejemplares por hora, el trabajo de seis prensas
comunes. Esto implicaba un trabajo rápido y numeroso, pero a la vez la amplitud
de mercado que se tenía en 1849. Aunque algunos periódicos como <i>El Padre
Cobos</i> anunciaría tener tiradas de hasta de 50 mil ejemplares. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Es tan considerable el número de suscripciones que nos
agobia, que se ha tenido que hacer una segunda edición del primer número y
aumentar en ¡CINCUENTA MIL EJEMPLARES! La tirada del segundo. Suplicamos a
nuestros suscriptores que nos dispensen cualquier falta que puedan experimentar
en el recibo del periódico, y que hagan al momento la oportuna reclamación.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Josep Valls considera que durante este periodo la
prensa progresista en España se mantuvo bajo niveles altos de represión, además
de la sujeción que la Iglesia ejerció sobre la misma. “En realidad, el circuito
comunicativo está copado por <st1:personname productid="la Iglesia" w:st="on">la
Iglesia</st1:personname>, que controla el púlpito y la enseñanza. <st1:personname productid="la Iglesia" w:st="on">La Iglesia</st1:personname> es la reconocida
propietaria de la cultura, la fijadora y la detentadora de su profusión,
directamente a través de los sermones, la catequesis, el dominio directo sobre
la vida de las gentes; y la enseñanza, escasa. Saber es poder, es la máxima.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Otro tanto ocurría en México, donde a pesar de existir
un gran número de publicaciones, su periodicidad y duración en el ambiente
periodístico era relativa. A esto se suman las distintas disposiciones en torno
a la libertad de imprenta que en determinado momento restringían las tiradas o
suspensión de los periódicos. No obstante, un dato que ofrece información sobre
el número de periódicos que se tiraban es a partir del número de corresponsales
que aparecen en cada publicación y que, para la mayor parte, abarca gran parte del territorio de <st1:personname productid="la Repblica Mexicana" w:st="on">la República Mexicana</st1:personname>
y algunas hasta el extranjero, principalmente, Londres, Francia, Madrid y
Estados Unidos. Lilia Vieyra, quien hace un estudio de las publicaciones
mexicanas pertenecientes a la Hemeroteca Nacional de los años de <st1:metricconverter productid="1822 a" w:st="on">1822 a</st1:metricconverter> 1855, considera que
de las 342 publicaciones periódicas contenidas en este repositorio, “87 son
semanarios, 71 bisemanarios, 60 diarios, 29 trisemanarios, 9 quincenales, 6
revistas mensuales, 3 anuarios, 2 bimestrales, una trimestral y 15 con
frecuencia irregular.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Además de las 59 que no ofrecen información.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; text-align: left; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-b7PdYdvPMf4/Ur3MknXElZI/AAAAAAAABXg/ctdLfgcVWLE/s1600/prensa+mec%C3%A1nica.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="187" src="http://1.bp.blogspot.com/-b7PdYdvPMf4/Ur3MknXElZI/AAAAAAAABXg/ctdLfgcVWLE/s320/prensa+mec%C3%A1nica.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Prensa mecánica, La Ilustración, Madrid, 31 de marzo de 1849. </td></tr>
</tbody></table>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<b>La prensa y sus títulos <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Los títulos de las publicaciones periódicas de la primera mitad
del siglo XIX eran la carta de presentación que les identificaba y establecía
sus tendencias, intereses y posturas ante los sucesos que conmovían a la
sociedad decimonónica.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
Los títulos definen el carácter político de un periódico, el tipo
de lector y la seriedad o informalidad de su contenido noticioso. Definen a su
vez, las características físicas, el costo y la presencia de ilustraciones o
caricaturas en sus páginas. El título estaba proyectado para atraer la atención
de la futura audiencia, aunque también para atraer la mirada de los colegas
periodistas, de los opuestos políticos y de las mismas instituciones políticas.
El nombre de una publicación debió ser punto cardinal para los periodistas,
éste tendría que disponer de una explicación lógica que sobre todo respondiera
a los principios políticos de los periodistas y del periódico. Y así lo definió
<i>El Universal</i> de la ciudad de México en 1848 y <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La Iberia</i></st1:personname> de Madrid en
1854, por ejemplo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-size: 10pt;">El Universal</span></i><span style="font-size: 10pt;">:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">He aquí el título que hemos elegido para nuestro
periódico, porque siendo nuestro propósito, decir, inculcar y sostener la
verdad sobre toda materia y doctrina, sin cuya intención nos creeríamos
destituidos del derecho de publicarlo, nos ha parecido que con propiedad
podemos llamarlo <i>Universal</i>, puesto que la verdad es el único norte que
debe guiar al hombre en cuantas cosas y objetos están sometidos a su
conocimiento en el vasto universo: y por eso es también que el <i>Universal</i>
al presentarse al público ofrece una cosa solamente, <i>la verdad</i>.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i><span style="font-size: 10pt;">La Iberia</span></i></st1:personname><span style="font-size: 10pt;">:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">He aquí <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La
Iberia</i></st1:personname>, el nuevo campeón de las doctrinas liberales, que,
con la mano en la pluma y el pensamiento en el pueblo, viene a tomar plaza en
la hoy estrecha área de la prensa periódica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Antes de entrar en el palenque, <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La Iberia</i></st1:personname> ha proclamado
muy alto la demanda que le trae al torneo, <st1:personname productid="la IMPARCIALIDAD" w:st="on">la IMPARCIALIDAD</st1:personname> es su
divisa, <st1:personname productid="la LEGALIDAD" w:st="on">la LEGALIDAD</st1:personname>
su escudo, <st1:personname productid="la LIBERTAD" w:st="on">la LIBERTAD</st1:personname>
su grito de guerra.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
De este modo, los
títulos de las publicaciones periódicas pueden clasificarse en diferentes
categorías. Tanto en la ciudad de México como en Madrid, una de las constantes
en los títulos será la referencia a términos políticos que sobre todo
representarán demandas y exigencias políticas. Otra serán los nombres de
animales, aunque también ligados a ciertas palabras que definen el carácter
político de la publicación. De igual forma estarán presentes los titulares con
términos fraternales, los que hacen alusión a instrumentos de cocina, a música,
a enfermedades, a nombres propios, a nombres de aparatos y hasta nombres de
objetos celestes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-9Y9lf-onj8E/Ur3Q3Swv5tI/AAAAAAAABX4/staVtxRhsnk/s1600/Fr.+Gerundio.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-9Y9lf-onj8E/Ur3Q3Swv5tI/AAAAAAAABX4/staVtxRhsnk/s320/Fr.+Gerundio.png" width="288" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fr. Gerundio, Madrid, 4 de abril de 1837, p. 2</td></tr>
</tbody></table>
Dentro del primer grupo intervienen, para Madrid: <st1:personname productid="La Soberan■a Nacional" w:st="on"><i>La Soberanía Nacional</i></st1:personname>,
<st1:personname productid="La Democracia" w:st="on"><i>La Democracia</i></st1:personname>,
<i>El Bien público, <st1:personname productid="La Patria" w:st="on">La Patria</st1:personname>,
El Constitucional </i>y <st1:personname productid="La Legalidad. Por" w:st="on"><i>La
Legalidad</i>. Por</st1:personname> parte de<i> </i>México, <st1:personname productid="La Nacin" w:st="on"><i>La Nación</i></st1:personname>, <i>El Eco
Nacional</i>, <i>El Constitucional</i>, <st1:personname productid="La Patria" w:st="on"><i>La Patria</i></st1:personname> y <i>El Espíritu Público</i>, entre
otros. Estos nombres, representarán además términos políticos que serán materia
de discusión y debate en los editoriales y en los mismos textos
constitucionales. En el segundo grupo intervienen, para el caso de Madrid, <i>La
Abeja</i>, <i>El León Español</i>, <i>El Pájaro Rojo</i> y <i>El Cangrejo</i>,
y para el caso de México, <i>El Cangrejo</i>, <i>El Cuervo Mexicano</i> y <i>El
Pájaro Verde</i>, entre algunos, aunque en algunos de ellos puede apreciarse la
connotación política, como el color verde que representa la tendencia
conservadora y el rojo lo liberal. En el resto intervienen, <i>La Cuchara</i>, <i>El
Cascabel</i>, <i>La Tos de mi Mamá</i>, <i>Don Folías</i>, <i>Don Pancracio</i>,
<i>El Telégrafo</i>, <i>El Universo, El Universal </i> y <i>El Iris</i>, entre otros<o:p></o:p><br />
. </div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Tras repasar en los nombres de los periódicos, es
notoria la coincidencia de algunos titulares en México y en Madrid. Sin
embargo, a través de los anexos podemos observar que cuando en Madrid
desaparecen determinadas publicaciones con ciertos títulos como <i>El Universal</i>,<i>
El Tiempo</i>,<i> <st1:personname productid="La Cruz" w:st="on">La Cruz</st1:personname></i>,<i> El
Constitucional, El Espíritu Público, El Zurriago</i>,<i> <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname> </i>y <i>El
Padre Cobos</i>, entre otros, a los pocos años aparecen en México publicaciones
con el mismo título o viceversa. Llama la atención además que estas
publicaciones por lo regular van a mantener la misma tendencia política, no así
algunas como <i>El Pájaro Verde</i> y <i>El Pájaro Rojo</i>,<i> </i>conservador
uno y liberal el otro. A lo cual podría plantearse lo siguiente: ¿dónde nacían
los titulares de las publicaciones?, ¿por qué eran retomados los periódicos o
sus títulos?, ¿existía conexión entre los periodistas mexicanos y españoles que
retomaban determinada publicación? A esto se añade que en algunos casos los
impresores no serán los mismos, aunque de ambos hemisferios sean españoles los
que establezcan las empresas editoriales. Como el catalán Rafael de Rafael y
Vilá que después de radicar en Nueva York, vendrá a México y establecerá <i>El
Universal</i> en 1848, periódico que en Madrid ya habría aparecido desde 1820,
aunque entonces estaría impreso por el español Tomás Jordán.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">[...] quien habría de jugar un papel importante no
sólo en el medio de las imprentas tipográficas, sino también en el ambiente
político mexicano de la época. En el corto periodo que permaneció vinculado a
México entre 1843 y 1855, este personaje se convirtió en uno de los más
célebres editores-impresores de la ciudad, así como un elemento fundamental
para la difusión del pensamiento conservador que se estaba configurando en la
sociedad mexicana.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: left; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
De vuelta a los títulos, cabe destacar que junto al
nombre aparecía por lo regular el subtítulo de la publicación que en definitiva
precisaba la tirada política de los periodistas o de los grupos políticos
presentes en el periódico. Así estuvieron, por parte de Madrid, <i>Fray
Gerundio</i>. Periódico satírico de política y costumbres; <i>El Zurriago</i>.
Periódico satírico de política, costumbres y literatura; <st1:personname productid="La Iberia. Diario" w:st="on"><i>La Iberia</i>. Diario</st1:personname>
liberal de la mañana; <i>El Español</i>. Diario de las doctrinas y de los
intereses sociales. Y por México, <i>El Universal</i>. Periódico independiente;
<i>El Daguerrotipo</i>. Revista enciclopédica y universal; <st1:personname productid="La Sociedad. Peridico" w:st="on"><i>La Sociedad</i>. Periódico</st1:personname>
político y literario y <st1:personname productid="La Cuchara. Papelito" w:st="on"><i>La
Cuchara</i>. Papelito</st1:personname> alegre, entrometido y zumbón,
impolítico y de costumbres. Entre otros, estos subtítulos claramente distinguen
el carácter serio o jocoso de la publicación y si además de político, contenía
literatura o historia, por ejemplo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Por último, debajo de los titulares permanecía por lo
regular el epígrafe en el extremo superior derecho, éste, al igual que el
título y el subtítulo, constituía el lema o indicación de la política que cada
publicación mantendría y por la cual, los lectores, donde además intervienen los
jurados de imprenta, les reconocerían. Se distingue que, a mayor frecuencia que
en las publicaciones madrileñas, serán las publicaciones mexicanas, sobre todo
conservadoras, las que por lo regular introduzcan un epígrafe. Algunos ejemplos
de esto son <i>El Universal </i>cuyo epígrafe, de Bernandin de Saint Pierre<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
fue: “Todo mal tiene por origen algún error, así como todo bien emana de una
verdad.” O el de <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname> de M. Tullius Ciceron,<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> que
permaneció a lo largo de doce años: “<i>Pro
aris et focis certare</i>.- CICERON. <i>Combatir
por <st1:personname productid="la Religin" w:st="on">la Religión</st1:personname>
y por <st1:personname productid="la Patria.” Aunque" w:st="on">la Patria<span style="font-style: normal;">.” Aunque</span></st1:personname><span style="font-style: normal;"> también el de algunas publicaciones liberales como </span></i><st1:personname productid="La Cuchara" w:st="on"><i>La Cuchara</i></st1:personname>, que<i> </i>a diferencia de las conservadoras, no
retoma un autor: “-¿Por qué se ríe cuando yo paso? -¿Por qué pasa cuando yo me
río?” Estos epígrafes dan muestra de los chusco o serio que podía resultar una
publicación, pero también del tipo de periodistas que redactaban, de lo que
leían, de la ilustración que gozaban y de la política que custodiaban, tanto
como el tipo de lector que esperaban se acercara a leer los editoriales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<b>Secciones de los periódicos.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 18pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">[...] en todo caso el concepto
que permite entender el llamado a veces “poder” de los medios no es
tanto el de poder como el de influencia.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
En toda producción periodística es importante reconocer la
imagen visual proyectada para cada publicación. Aquí interviene el título, el
número y tamaño de las páginas, el costo y desde luego las partes o secciones
que constituían el periódico y que sobre todo descubren la tendencia política
del mismo y el tipo de lector al que estaba destinado. En la mayor parte de
publicaciones de corte político la imagen proyectada reflejaba la importancia
del texto, del discurso periodístico y político donde interviene el editorial.
Ahí toman lugar los debates, discusiones y polémicas en torno de la política
regional, nacional e internacional, además de las polémicas relativas a los
asuntos eclesiásticos, a las notas del día, a la discusión de una ley o
reglamento o texto constitucional y, desde luego, al debate de los conceptos
que se utilizaban y que se veían afectados por las ideas de tipo liberal,
conservador, moderado, democrático y progresista, entre otras. Peculiaridades
que bien pueden observarse en los títulos de los editoriales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-4vUaLlUYx7Y/Ur3PhOeMLbI/AAAAAAAABXs/O5JGXzPz6kQ/s1600/El+Siglo+XIX.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-4vUaLlUYx7Y/Ur3PhOeMLbI/AAAAAAAABXs/O5JGXzPz6kQ/s320/El+Siglo+XIX.png" width="285" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Siglo Diez y Nueve, México, 1 de enero de 1863, p. 1</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 200%;">Así podemos decir que casi
todos los periódicos de la época estuvieron armados de cuatro pequeñas páginas,
sin embargo, existieron publicaciones que llegaron a alcanzar hasta 16 páginas
de una o dos columnas. </span><a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 200%;"> Algunos periódicos como <i>El Siglo Diez y Nueve </i>por ejemplo,
anunciaron desde el primer número que el diario contendría ocho partes aunque
no todas se presentarían en cada número. Estas secciones en conjunto estarían
cubiertas por un grupo de hombres cuya misión principal sería ilustrar para el
bien público. Así, mediante este mosaico de información, “reuniendo a la
oportuna publicación de sus noticias, lo útil y lo agradable, inspirara de este
modo un interés general a todas las clases y profesiones. Un plan tan vasto y
una publicación tan frecuente, nunca podrían desempeñarse cumplidamente por
nosotros, si no contáramos con la eficaz cooperación de muchas personas sabias
y de conocido patriotismo, que han ofrecido auxiliarnos en nuestros trabajos.”</span><a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 12pt; line-height: 200%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Lorenzo Gomis considera que en
conjunto todas las secciones de un periódico conforman un mosaico de
información, lo que permitía, como actualmente sucede pero que puede aplicarse
a la prensa del siglo XIX, que el lector leyera sólo los titulares y quedara
enterado parcial o superficialmente del hecho o en su caso pudiera “leer el “lead”
o primer párrafo de una noticia y ya sabrá lo esencial.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> Irma Lombardo sostiene
por otra parte, que el contenido noticioso de los periódicos se conformaba,
dentro de todas sus secciones, por cuatro partes, la destinada “a la diversión,
aquella que trata el elemento instructivo, la abocada a la crítica y la parte
política.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Así podemos decir que la Sección Editorial, también
denominada, para el caso de México: “Introducción”, “La Situación”, “Parte
Política” o bien llevar el título del periódico, y, en Madrid: “Sección
Doctrinal”, “Historias de la Semana”, “Parte Política” o al igual que en México
llevar el título del periódico, constituía el
núcleo de la publicación, el lugar donde quedaban veladas las cuitas políticas,
la discusión en torno a las ideas políticas y desde luego, la misión de los
periodistas de ilustrar conforme sus idearios políticos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La “Parte Religiosa” o “Boletín
Religioso”, aparecía por lo regular en las publicaciones de carácter
conservador o moderado, como <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname> y <i>El Pájaro Verde</i>, caso México, o <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La Iberia</i></st1:personname> y <st1:personname productid="La Esperanza" w:st="on"><i>La Esperanza</i></st1:personname>, caso
Madrid, entre otros. Esta sección contenía el santo del día, su explicación, la
celebración eucarística del día o la semana, procesiones y demás asuntos
religiosos. Esta fue una sección que la prensa liberal mexicana no consideró
entre sus páginas, no formaba parte de la ilustración del bien público. Aún
así, esta sección aunque pequeña, siempre se incluía en la prensa de carácter
conservador y por lo regular se incluía en la última o primera página.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
En la sección denominada
“Espíritu de <st1:personname productid="la Prensa" w:st="on">la Prensa</st1:personname>”
o “Prensa de los Departamentos” se usaba el método de las tijeras. Aquí
generalmente se comentaban las noticias de otros colegas, se discutían sus
editoriales o la aparición de algún periódico y la opinión de éste entre el
círculo de periodistas. Se denotaba quien estaba en contra de la política
apoyada por un periódico y las razones por las cuales consideraban su
desaprobación. Cabe aclarar que no todas las publicaciones incluyeron esta
sección, para algunos era más importante el editorial y su discusión.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
La sección de “Avisos” o
“Anuncios” era lo que hoy podríamos denominar la sección publicitaria, sección
que al finalizar la década de los sesenta tendrá mayor demanda. Esta sección
tendrá una gradual apertura en espacio y comercios que se anuncian, En
principio se incluirán los anuncios de ventas de libros de historia,
calendarios o novelas, más tarde serán anuncios de salud, donde intervienen
medicinas, doctores o el descubrimiento de sustancias que ayudan al crecimiento
del cabello. Se incluirán también anuncios de perfumes traídos de Paris,
tiendas de ropa, algunas diversiones públicas como obras de teatro o fiestas de
toros y a la larga, anuncios de casas en venta, empleos que se ofrecen y
negocios de fotografía. Esto muestra el avance de lo que será la publicidad,
pero también el avance en la tecnología y la ciencia, cuestión reflejada en
ambos países. Aquí también se anunciarán los costos de las publicaciones, las
condiciones de la suscripción así como “traspasos, arrendamientos, pérdidas y
diferentes servicios que se ofrecen a la comunidad.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Otras secciones de importancia
serán la “Parte Oficial” y la “Parte no Oficial” o “Sección de Noticias”, caso
que se verá en la prensa mexicana y española. En la primera aparecerán los
comentarios a los reales decretos, leyes o proyectos de ley que merecen ser
comentadas. En la segunda las noticias extranjeras o del interior de la
república o provincias de España que sean de importancia para la política “o a
la curiosidad, publicándose sin retardo, y procurándose la mayor fidelidad en
las traducciones.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a> En
esta sección intervenían además los comunicados referentes a una infracción de
ley o abuso de poder, sin embargo lo que no tenía cabida era hablar de la vida
privada. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<st1:personname productid="La Seccin" w:st="on">La Sección</st1:personname> “Folletín”, “Boletín” o “Sección Recreativa”, caso
español de <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La Iberia</i></st1:personname><i>,
</i>era una sección dedicada a la literatura o la historia. Estaba ubicada en
la parte inferior del periódico, era recortable y ocupaba casi toda la página
de los diarios. Ahí aparecían por lo regular novelas, fragmentos de <st1:personname productid="la Historia" w:st="on">la Historia</st1:personname> de España o de
México o bien un episodio de <st1:personname productid="la Historia Universal." w:st="on">la Historia Universal.</st1:personname> Ahora, para ganar adeptos a
los periódicos y disponer de un mercado más amplio, esta sección literaria se
publicaba por partes, “sabiamente dosificados que conseguían mantener presente
el interés de las masas a través de la narración de aventuras con una singular
estructura.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Finalmente, en la última página
y a pié de imprenta, aparecía el nombre de los impresores y la calle donde se
localizaba la imprenta, además de aparecer el nombre del editor responsable de
los artículos sin firma y el lugar de publicación. En México, por ley
republicana y más tarde monárquica, el nombre del editor responsable debió
aparecer en los periódicos, de lo contrario venía la reprimenda o suspensión
del mismo. En España por otra parte, considera Javier Fernández Sebastián, “la
prensa de orientación crítica echará mano de diversos subterfugios para burlar
la censura o hacer frente a las suspensiones, desde el recurso a un peculiar
estilo lleno de alusiones crípticas, hasta la reaparición del mismo periódico
con distinto título.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<b>Costo y condiciones de las publicaciones.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">La prensa no es fuente pasiva, precisamente por su carácter
público, porque su finalidad no es la desinformación desinteresada,
seudobjetiva, sino precisamente interesada en hacer propuestas a la sociedad
que la recibe.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
El costo de los periódicos por día, semana, quincena, mes o más,
dependía de la tirada, del tipo de publicación y del carácter político del
mismo. Dependía a su vez de la compra en la ciudad, en la provincia o en el
extranjero. A esto se añade, para el caso de México, que algunas publicaciones
de corte liberal tenían un precio mucho menor que las conservadoras. Esto no
implica una generalidad, pero sí la misión política de los periodistas
liberales de educar al pueblo, caso que para los conservadores sería la
ilustración de la sociedad. Para el caso de España, Josep Valls considera que
en los años treinta surgiría un nuevo periódico que sobre todo va a responder a
los progresos de la época: transportes, medios técnicos y cambios sociales que
“de medio elitista, va a intentar convertirse en medio de masas.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Así podemos decir que en la mayor parte de
publicaciones del siglo XIX, de México y de Madrid, las condiciones de la
suscripción siempre aparecían al principio o final del mismo. Ahí se detallaba
con precisión la hora de salida del periódico, los precios de suscripción en la
ciudad, en la provincia o en el extranjero, los nombres de los encargados de la
suscripción y el costo de los avisos y comunicados que por lo regular
anunciaban precios convencionales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-size: 10pt;">El Universal<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">La administración está establecida en el despacho de
esta imprenta, adonde deberán dirigirse todas las comunicaciones,
reclamaciones, etc. –La correspondencia deberá dirigirse “A LOS EDITORES DEL
UNIVERSAL” <i>franco de porte</i>, sin cuyo requisito no se sacará del Correo.-<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-size: 10pt;">El Jorobado<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Se admiten anuncios pagando a razón de cuatro cuartos línea de
impresión. Se concede uno gratis al mes a los suscriptores dueños de tiendas y
talleres, no pasando de diez líneas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Los que exijan el uso de letras grandes para hacerlos más
visibles, pagarán las líneas equivalentes al espacio que llenen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">Las reclamaciones o pedidos sólo se admiten francos de porte.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Tenemos así que los precios de los periódicos en
México iban desde un real y medio como <i>El Monitor Republicano</i> (diario
liberal) y dos reales o la cuarta parte de un peso plata<i> El Universal </i>(diario conservador),
hasta el que costaban una cuartilla como <i>La Cuchara </i>(liberal). Mientras
que en Madrid, <i>La Ilustración</i>, periódico semanal, costaba 2 reales el
número suelto y 6 reales al mes para la ciudad de Madrid, mientras que en
Provincia su precio ascendía a 8 reales al mes, esto es, dos reales más que en
la ciudad. <i>El Jorobado</i>, por otra parte, sólo costaba 6 cuartos el número
suelto, mientras que <i>El Observador</i> diez cuartos.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>
A esto debe agregarse, que con el paso del tiempo, la implantación de la
publicidad haría que los precios de los periódicos disminuyeran como
consecuencia de mayores rendimientos para el periódico. Tal es el caso de <i>El
Clamor Público</i> de Madrid que inicia con un precio de 16 reales el mes en
1844 y pasa a cobrar 13 reales en 1864 y de 20 reales en Provincia a 18 reales.
Mientras que para México, un ejemplo es <i>La Sociedad</i> que de costar 2
reales en 1857, bajaría su precio a 1 real en 1867.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Cada periódico opta por su peculiar modo en el momento de
establecer las tarifas. La tendencia de los periódicos en los países donde la
prensa se desarrolla a su tiempo es igualar las tarifas de las suscripciones,
llegando en los comienzos del siglo XX, a la unificación tarifaria. Pues bien,
en el caso español, las diferencias perviven hasta muy entrado el siglo
siguiente.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Si ubicamos el precio de los
periódicos a otros artículos de la época, podemos decir, para el caso de
México, que un boleto de primera clase en ferrocarril de México a Tacubaya
costaba 1 real, igual que el precio de un boleto en Galerías para una obra en
el Teatro de <st1:personname productid="la Fama" w:st="on">la Fama</st1:personname>
o <st1:metricconverter productid="1 kilogramo" w:st="on">1 kilogramo</st1:metricconverter>
de azúcar blanca.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> En
el caso de España, 1 real equivalía a la compra de un cuarto de litro de
aceite, esto de acuerdo a los precios de algunos productos de mercado que
anunció <i>El Clamor Público</i> en 1844 como el aceite, el trigo o la cebada.<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A partir de esto se considera
que el costo de algunos periódicos resultaba caro y hasta cierto grado
elitista, porque si bien los niveles de alfabetización aumentarían, el acceso a
ciertos medios de comunicación como la prensa no era igualitario. Esto no
implica que la gente no se enterará del contenido político de los discursos
periodísticos, implica sí el alto costo de los periódicos. Sobre este punto,
Joseph Valls considera que, para el caso de España, la gente vivía
“primordialmente de la tradición oral.” [...] “Genéricamente podríamos afirmar
que la cultura oral desemboca en la audiovisual que la recoge, la reconduce y la sustituye. La escrita, a partir del
hecho económico, por una parte, y retomando el hecho literario, por otra se
afianzará en el XIX, aplicada sobre todo en el hecho político.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a> A
esta tradición se unirán los gabinetes de lectura, lugares propicios para
discutir, polemizar y enterarse de los comentarios periodísticos y de la
política en turno, entre otras cosas. Y, a decir de Clementina Díaz y de
Ovando, los cafés, para el caso de México, también harían las veces de
“gabinetes de lectura, de hemerotecas, función pública que cumplían de
maravilla” [...] Los cafés eran también <i>clubs</i> políticos, centros de
conspiración, de espionaje, refugio de cesantes, vagos, empleados, jugadores,
caballeros de industria, asilo de políticos, periodistas, militares, literatos,
cómicos, “niños de casa rica”, dueños de haciendas, asombrados payos; sitio
ideal para el chismorreo, para despellejar al prójimo, para hacer negocios.”<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<!--[if !supportFootnotes]-->
<br />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><i>El Padre Cobos</i>, Madrid,
1 de octubre de 1854, Año I, Núm. <span lang="EN-US">II, p. 1<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US"> Valls, Josep, <i>op. cit</i>., p.
19. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vieyra Sánchez, Lilia, “La frecuencia de las publicaciones periódicas,
1822-<st1:metricconverter productid="1855”" w:st="on">1855”</st1:metricconverter>,
ver: Suárez de <st1:personname productid="la Torre" w:st="on">la Torre</st1:personname>,
Laura Beatriz (Coord. </span>Gral.), <i>op.
cit</i>., p. 445.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Prensa mecánica, invención del artista Giroudot de París. Como puede
apreciarse, la máquina es manual, depende del trabajo de varios hombres y de
acuerdo a la descripción, funcionaba así: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Volante que
acompaña el impulso dado por dos hombres necesarios para hacer andar la
máquina, que suaviza el movimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">B. Ruedas de
engrane por medio del que marchan a un mismo compás los dos cilindros D y F que
a ellas se unen por los barrones que atraviesan su eje.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">C. Pliegos en
blanco colocados en el sitio en que los recibe la máquina para su impresión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Cilindro de
hierro fundido que recibe el pliego en blanco C, y a cuya presión se imprime
por un lado (blanco).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Pequeños
cilindros de madera por los que se enlaza el pliego después de impreso por la
primera cara (el blanco) (los pliegos van sujetos a los cilindros, por cintas
que se enlazan de unos en otros) y pasa a <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Cilindro de
hierro fundido, igual al cilindro D que imprime el pliego por el lado opuesto
(retiración), y lo despide por el sitio G.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Pliego
impreso ya por ambas caras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">H. Tinteros
donde se coloca la tinta y de donde, al solo movimiento de la máquina, la toman
los rodillos que en la lámina se ven cerca de dichos tinteros para distribuirla
en<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Tablero de
madera, terso y muy nivelado, donde se distribuye la tinta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">J. Moldes
donde se imprimen los pliegos por su primera cara (el blanco).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">L. Rodillos
que toman la tinta del tablero I, y la distribuyen en el molde.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<span lang="ES">Marcador
compuesto de cuatro pequeñas ruedecillas dentadas, enlazadas entre sí, que al
movimiento de la máquina van
marcando los pliegos que imprime, siendo de advertir que la primera de la
izquierda, conforme se mira en la lámina, marca las unidades; la segunda las
decenas; la tercera las centenas; y la cuarta los millares. Ver: <i>La
Ilustración. Periódico Universal</i>, Madrid, 31 de marzo de 1849, T. I, Núm,
5, p. 4.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vieyra Sánchez, Lilia, “Significado y tradición: los nombres de los
periódicos del siglo XIX”, ver: Castro, Miguel Ángel, <i>Tipos y caracteres, op. cit., </i>p. 59.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Universal</i>, México, Jueves 16 de noviembre de 1848, Sección
Editorial, T. I, Núm. 1, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <st1:personname productid="La Iberia" w:st="on"><i>La Iberia</i></st1:personname>,
Madrid, 16 de junio de 1854, Sección Doctrinal, Año 1, Núm. 1, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Rodríguez Piña, Javier, “Rafael de Rafael y Vilá: impresor, empresario
y político conservador”, ver: Suárez de <st1:personname productid="la Torre" w:st="on">la Torre</st1:personname>, Laura Beatriz (Coord. Gral.). <i>Empresa y cultura en tinta y papel
(1800-1860)</i>, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis
Mora-Universidad Nacional Autónoma de México, 2001, pp. 157-158.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 10.5pt; text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Bernardin de
Saint-Pierre, Jacques Henri (1737-1814), fue un novelista y ensayista de origen
francés. Al igual que Rousseau, coincide en que la naturaleza es perfecta y
nefasta la civilización. Si las leyes de la naturaleza se aplicaran a los males
sociales, éstos se resolverían y el mundo sería un lugar ideal, donde los
hombres se amarían unos a otros, según la utopía humanitaria que ambos amigos
soñaban. Entre sus principales obras están: Paul et Virginie, ver: </span><span lang="ES"><a href="http://www.canalsocial.net/Ger/ficha_GER.asp?id=310&cat=biografiasuelta"><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 9.0pt;">http://www.canalsocial.net/Ger/ficha_GER.asp?id=310&cat=biografiasuelta</span></a></span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ciceron (106-43 antes de Jesucristo), nació en las proximidades de
Arpino. Filósofo, político, literato y orador que “defendió los ideales de <st1:personname productid="la Repblica" w:st="on">la República</st1:personname> romana frente
a todos los falsos realismos que amenazaban en su tiempo con destruir lo que él
consideraba las verdaderas realidades: las tradiciones susceptibles de
transformación continua y sin violencia”. Algunas de sus principales obras son:
<i>De natura deorum</i>, <i>De divinatione</i>, <i>De fato</i>, <i>De re publica</i>,
ver: Ferrater Mora, José. <i>Diccionario de
filosofía</i>, t. 1, España, Alianza Editorial, 1981, pp. 488-489.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Gomis, Lorenzo, <i>op. cit</i>., p. 152.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Las medidas de los periódicos fueron aproximadamente de </span><span lang="ES">40 x 29, 30 y
hasta 60 centímetros y por lo regular estuvieron armados de cinco, seis y hasta
nueve secciones: “</span><span lang="ES">Editorial”; “Parte Religiosa”; “Crónica
Interior”; “Crónica Extranjera”; “Variedades”; “Noticias Sueltas”;</span><span lang="ES" style="font-size: 12.0pt;"> </span><span lang="ES">Avisos o “Gacetilla”,
“Alcances” y “Folletín”, nombres que podían variar según la publicación. A
estas secciones se añade la “Sección Oficial”, que fundamentalmente abarcaba
los comunicados oficiales, los “Remitidos” y “Prensa de los Departamentos” o
“Espíritu de la Prensa” donde, por lo regular, se copiaban párrafos de otros
periódicos locales o foráneos, método conocido como “tijeras”.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Siglo Diez y Nueve</i>, México, 8 de octubre de 1841, T. I, Núm.
1, p. 1. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Gomis, Lorenzo , </span><i>op.
cit</i>., p. 43. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Lombardo García, Irma. <i>El Siglo
de Cumplido. La emergencia del periodismo mexicano de opinión (1832-1857)</i>,
México, Universidad Autónoma de México, 2002, p. 90.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 146.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Siglo Diez y Nueve</i>, México, 8 de octubre de 1841, T. I, Núm.
1, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Lombardo García, Irma, <i>op. cit., </i>p. 145.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Fernández Sebastián, Javier, </span>y Fuentes, Juan Francisco, <i>op. cit</i>., p. 86.<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="ES">Matute, Álvaro, <i>op.
cit</i>., p. 12.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US"> Valls, Josep, <i>op. cit</i>., p.
161. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Universal</i>, México, Jueves 16 de noviembre de 1848, Sección
Editorial, T. I, Núm. 1, p. 4.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>El Jorobado</i>, Madrid, 1 de marzo de 1836, Núm. 1, p. 4<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Debe tenerse en cuenta que durante este periodo, para el caso de
España, existían monedas de cobre, plata y oro. El real era de plata, el cuarto
de cobre y los escudos de oro. Con esto podemos ver que el valor de un
periódico de cuartos era mucho menor que los que costaban un real de plata.
Para México en cambio y durante el Segundo Imperio Mexicano, según <i>Directorio del Comercio</i> de Maillefert
(1864-1867) existían: escudos de 8 pesos de oro, hidalgos de oro, pesos de
plata, reales de plata, y cuartillas y tlacos de cobre. Un real equivalía a 32
cuartillas, esto es, los periódicos que costaban 1 real resultaban artículos
caros en comparación con los que costaban una cuartilla de cobre, la cual no
era ni la cuarta parte de un real. Ver: Maillefert, Eugenio. <i>Directorio del comercio del Imperio Mexicano</i>,
México, Instituto Dr. José María Luis Mora, 1992, facsímil, p. 67. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><span lang="EN-US">Valls, Josep, <i>op. cit</i>., p. 39.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre precios y medidas en México y en los años de 1864-1867, ver:
Maillefert, Eugenio, <i>op. cit</i>, pp.
68-91. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Trigo: 36 reales fanega; Cebada 14 reales fanega; Aceite 56 reales
arroba. Ver: <i>El Clamor Público</i>, Madrid, 9 de mayo de 1844, p. 4.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valls, Josep, <i>op. cit</i>., p. 36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<a href="file:///C:/Users/Public/Documents/Art%C3%ADculos%20para%20participar%20en%20publicaci%C3%B3n/Congreso%20libro/Caracter%C3%ADsticas%20f%C3%ADsicas%20y%20de%20contenido.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Díaz
y de Ovando, Clementina, <i>Los cafés en México en el siglo XIX</i>, México,
UNAM, 2000, p. 18-19. <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-11536548761983098212013-09-14T22:07:00.001-07:002013-09-15T18:12:36.399-07:00La idea de independencia y el orden divino. El periódico La Sociedad de la ciudad de México, 1864-1867.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: right;">
<i><o:p> por </o:p><span style="text-align: right;">Alejandra López Camacho</span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: right;">
<span style="text-align: left;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: right;">
<span style="text-align: left;">Artículo publicado en la revista <i>Letras Históricas</i> de la Universidad de Guadalajara. </span><span style="line-height: 200%; text-align: left;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-u_woUjheFck/UjVAFTdCVXI/AAAAAAAABQQ/qvAzQktyO08/s1600/Miguel_Hidalgo.jpeg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-u_woUjheFck/UjVAFTdCVXI/AAAAAAAABQQ/qvAzQktyO08/s320/Miguel_Hidalgo.jpeg" width="217" /></a></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Resulta interesante y a la vez
revelador, analizar la idea de independencia a través de una publicación que
favoreció el establecimiento de una monarquía en México en 1864, sobre todo por
mano de un ejército invasor</span><span lang="ES"> </span><span lang="ES">y en una época donde la
situación política del país se debatía entre dos formas de gobierno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así, empezamos
este trabajo diciendo que la Independencia y su consumación, conmemoradas el 16
de septiembre por orden del gobierno imperial, era un grato recuerdo de
entusiasmo y júbilo para los periodistas de <i>La
Sociedad</i>.</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"> </span></span><a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <span lang="ES">Desde la aparición del
diario asomaron en sus páginas constantes votos por su aniversario. Esta era
una fecha memorable y embrollaba un hecho azaroso cuando </span>la metrópoli pareció “llamada a elevados y gloriosos
destinos.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Acercarse a la interpretación de la idea de independencia
manifestada en el diario y en los años que van de 1864 a 1867 representa
recapacitar en el tipo de personas que escribían en la publicación. Representa
además, reflexionar sobre los principios conservadores y monarquistas que
sostenían la publicación y desde luego, reparar en que las creencias católicas y
el poder religioso no estaban desprendidas de la política mexicana.<span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span></span><span style="font-size: 14.0pt; line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">Sobre
la vigencia del monarquismo en México durante el siglo XIX, es importante hacer
un paréntesis de lo ocurrido entre 1821 y la época en que circuló <i>La Sociedad</i>. Esto nos permitirá explicar
el monarquismo defendido por los periodistas como opción política. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
<b>Una antigua institución, la monarquía.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="text-indent: 0cm;">
Tras la independencia de lo
que hoy llamamos México, esto es, a principios del siglo XIX, los grupos políticos
se encontraban divididos en dos posibilidades o proyectos de construcción del
Estado-nación. De una parte se hallaban los grupos que apoyaban un sistema de
gobierno republicano y de otra los que apoyaban la monarquía. Es decir, en el
ambiente político permanecían dos ideas o imágenes de la políticas a seguir: la
de las modernas facciones inclinadas hacia el federalismo y el republicanismo y
la de las facciones tradicionalistas legadas por la colonia que si bien
aceptaban las ideas liberales y el sistema republicano, también se veían
inclinadas hacia la tradición política española. Veamos la naturaleza de estas
dos posibilidades. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
En un trabajo de hace algunos años, Edmundo
O’Gorman consideraba que tras la consumación de la independencia de México, la
gran diversidad de tendencias políticas: entre liberalismo radical y
tradicionalismo, republicanismo y monarquismo, sus extremos y grados, existían
como referencia política dos proyectos. Esta bifurcación de posibilidades,
asegura O’Gorman, partían del Decreto Constitucional para la Libertad de la
América Mexicana sancionada en Apatzingán el 22 de octubre de 1814, conocida
como Constitución de Apatzingán y del
Plan de Iguala de 1821. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
La Constitución de 1814 abría las puertas a la
modernización política hacia una forma de gobierno que si bien no se
manifestaba como república, si lo hacía como Supremo Congreso Mexicano. Aunque este
texto constitucional no entraría en vigor, sí delinearía la futura forma de
gobierno con una división de poderes basada en tres funciones: el poder
Legislativo representado por el Supremo Congreso, poder Ejecutivo encabezado
por el Supremo Gobierno y el poder Judicial representado por Supremo Tribunal
de Justicia. Esto es, habría delimitado las bases del programa republicano. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
Ahora, las dos posibilidades políticas planteadas
por O’Gorman claramente se distinguen en este primer periodo del siglo XIX, sin
embargo ¿qué pasaba con los sectores políticos partidarios de la preservación
del Antiguo Régimen que se percibían distantes del liberalismo? Si bien los absolutistas
mexicanos aprobaron el establecimiento de Agustín de Iturbide, esto fue una
medida para desconocer el gobierno constitucional de España y para formar un
gobierno absolutista con príncipe español, aunque utilizando un príncipe
americano de apariencia. De ahí que, dice Manuel Calvillo, es una hipótesis muy
aventurada sostener que Iturbide obró conforme su sólo juicio.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es decir, que los realistas, principalmente europeos que apoyaban la
instauración del Imperio de Iturbide, respondían a la posición absolutista de
Fernando VII, más aun cuando decreta la nulidad de la Constitución de
1812. “El real decreto se publicó en
México, parcialmente, en la <i>Gaceta</i> del 13 de agosto de 1814 e íntegro en
la del día 17.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Para
el rey (Fernando VII) [...], el delito y culpa mayores de los diputados y
liberales, y el agravio más profundo que le habían inferido, era el haberlo
despojado de su soberanía. Su concepto de la soberanía no era por cierto
anacrónico, al menos no tanto como la idílica restauración de las leyes
fundamentales de la monarquía y las Cortes que ofrecía convocar de acuerdo con
ellas.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
Lo anterior es importante señalarlo en la medida
que permite observar la reacción de aquellos independentistas que apoyaban un
sistema político moderno y constitucional, y la de aquellos que apoyaban la
independencia, pero bajo un anticonstitucionalismo y con miras a instalar un
régimen de gobierno monárquico. Esta situación política abriría brechas hacia
el republicanismo y el monarquismo, el federalismo y el centralismo, liberales
y conservadores y sus medias tintas. Fisuras que a su vez darían paso al
sostenimiento de una legitimidad afianzada en valores tradicionales, que no a
la permanencia, y otra que se fortalecía con la renovación política. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
Sin embargo, la jura de la Constitución de Cádiz
por Fernando VII en el año de 1820, hizo que en México, las tendencias
antiliberales apoyaran el establecimiento del Imperio encabezado por Iturbide, para
evitar la implantación en México del constitucionalismo español. Cabe señalar,
utilizando palabras de Calvillo, que “los antiliberales y los independentistas
coincidían en separarse del gobierno constitucional de España, incluso los
diputados mexicanos a las Cortes de Madrid, confiaran o no en Iturbide, y
aprobaran o desaprobaran su proyecto.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es decir, más que plantear la posibilidad de un gobierno republicano o
monarquista, la prioridad en ese momento era la independencia de España y, en
concreto, de un gobierno constitucional español que resultaba contrario a los
proyectos políticos perseguidos por ambos sectores para la nueva nación
independiente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
El Plan de Iguala enunciado el 24 de febrero de
1821, proclamaba en primer lugar el cuidado de la religión católica, luego la
independencia y, finalmente, el establecimiento de un gobierno monárquico
encabezado, por Fernando VII o en su caso algún descendiente de la dinastía. Se
solicitaba además, un monarca ya hecho y de antecedente real, pero mientras
esto se resolvía una Junta o Regencia mandaría a nombre de la Nación y un
Ejército de las Tres Garantías cuidaría que se cumplieran los artículos
propuestos por el Plan de Iguala. Iturbide aparecía como primer jefe de este
ejército, sin embargo, ¿quién encabezaría la Junta que gobernaría a nombre de
la Nación?, ¿por qué Fernando VII gobernaría estas tierras?, ¿qué tipo de
independencia resultaba de esto? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
Si bien el Tratado de Córdoba de 25 de septiembre
de 1821 sería más claro y ya mencionaría la independencia del Imperio Mexicano,
nuevamente se llamaba a reinar a Fernando VII o a alguno de la <a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Bien que una vez instalado el imperio aparecería de nueva cuenta la tentativa
del gobierno republicano. <o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-kHwwBkhSNoU/UjVAlldHDSI/AAAAAAAABQo/91YT93JbY64/s1600/Entrada-ejercito-trigarante.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="213" src="http://3.bp.blogspot.com/-kHwwBkhSNoU/UjVAlldHDSI/AAAAAAAABQo/91YT93JbY64/s320/Entrada-ejercito-trigarante.jpg" width="320" /></a></div>
dinastía, no
obstante quedaba lugar a que las Cortes designaran a otra persona en caso de
que alguno de éstos renunciaran. El Tratado sería rechazado por España y esto
aniquilaría la posibilidad de la venida de un “monarca ya hecho”. Sin embargo
esto mismo abrió las puertas a Iturbide y a la consumación de la independencia,
pues en caso de que Fernando VII o alguno de la dinastía no aceptara el trono
de México, “el congreso mexicano designaría a la persona del emperador, aunque
no fuera un individuo de casa reinante, situación que se ha querido
interpretar a favor de la posible
coronación de Iturbide.”<br />
<div class="MsoBodyTextIndent2">
El imperio de Agustín de Iturbide respondía a una
tradición política, aunque también<span style="color: #3366ff;"> </span>a un
rechazo del constitucionalismo español y a una actitud de España que forzó las
circunstancias. En última instancia el Imperio implicó “el reconocimiento de la
independencia mexicana por parte de la máxima autoridad española en la Nueva
España y, en ese sentido, supuso un instrumento jurídico útil para apagar la
resistencia de las autoridades realistas de la ciudad de México y permitir la
entrega pacífica del mando a las autoridades mexicanas.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Pese a esto, pronto salió a relucir que el imperio de Iturbide sería
considerado ilegítimo por amplios sectores de la sociedad mexicana debido a varias
razones: su gobierno carecía de consenso; existía arbitrariedad en la elección;
Iturbide carecía del rango real, y, finalmente, el emperador no podía reducirse
a la autodesignación.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
Cabe señalar, sin embargo, que el Congreso se
reservó para sí la soberanía nacional, sancionaría las Bases Constitucionales
del Imperio de 1822 e intentó quitarle a Iturbide el poder que detentaba, lo
que provocó un enfrentamiento entre poderes. De ahí que cuando Iturbide abdica
el 20 de marzo de 1823, tras multiplicarse las revueltas en su contra, el
Congreso nombra un Ejecutivo provisional, el Triunvirato o Supremo Poder
Ejecutivo integrado por Pedro Celestino Negrete, Guadalupe Victoria y Nicolás
Bravo, cuyo propósito fue negar la abdicación de Iturbide y decretar nula su
coronación, “puesto que la existencia toda del Imperio era producto de la
fuerza y por tanto ilegitimo.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Con la sanción de las Bases de 1822...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 35.4pt; text-indent: 0cm;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">se
pretendió evitar la existencia de un monarca absoluto, pero el Congreso al
desconocerlos dio lugar a un Congreso Absoluto. Las dificultades aumentaron al
sumarse a la vida política mexicana, por ese tiempo, agentes extranjeros
promotores de conspiraciones republicanas como Miguel Santa María o los
diputados mexicanos que regresaron de España, como Miguel Ramos Arizpe y
Mariano Michelena, quienes organizaron o ingresaron en las logias del rito
escocés, principales centros de oposición a Iturbide.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
Aquella
nulidad, ligada al establecimiento de las logias del rito yorkino en las
provincias del norte como medida de oposición del Imperio,<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>
más el decreto que declaró que la nación estaba “en absoluta libertad para
constituirse como le acomode”,<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a>
permitieron la puesta en marcha de la Primera República Federal encabezada por
Guadalupe Victoria en el año de 1824 y cuyo célebre ejemplo lo constituían los
Estados Unidos. Las tendencias republicanas asumieron que ese sistema atendería
una necesidad primordial del país: la gran diversidad de intereses regionales.
El federalismo ayudaría <span style="color: windowtext;">a establecer la
libertad legislativa necesaria para cada territorio, además de cubrir con los
requisitos legales necesarios para proporcionar toda la legitimidad al
gobierno. ¿En qué sentido? Fundamentalmente en el reconocimiento de un gobierno
que era producto de la soberanía nacional y con el establecimiento de una
Constitución que reconoce la existencia de un conjunto de poderes estatales y
de un poder federal, entre otras cosas. Aunque a decir de Silvestre Villegas,
el federalismo “en la realidad fue utilizado por diversos individuos
interesados en fortalecer su autonomía de acción frente a las autoridades de la
capital, excusándose en lo negativa que había sido la influencia cultural y
política que siempre ejerció el centro del país respecto a las diversas
provincias.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">Pese
a esto las tendencias tradicionalistas y monarquistas insistirían en</span> el establecimiento de un régimen de gobierno monárquico en
aras de otorgar un sistema político con legitimidad. Es decir, un gobierno que
respondiera a la historia, al pasado, a lo conocido y a esa tradición
monárquica que había gozado de la suficiente aceptabilidad y respeto por más de
cuatrocientos años. Bien que en ese objetivo estaban fincados los <span style="color: windowtext;">intereses económicos, políticos y culturales de estas
tendencias. Baste subrayar que a lo largo del siglo XIX existieron varias
tentativas monárquicas.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a></span> Ahora, ¿por qué para estas tendencias la monarquía y no la
república proporcionaría la legitimidad política en México? Principalmente
porque lo republicano y, en particular, el federalismo invitaban a la
democracia y...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="color: windowtext;"> </span><span style="color: windowtext; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">“democracia”
remitía a la anarquía, a los cambios violentos, a la división, a la sangre, al
desorden, a la falta de autoridad y en definitiva, a la ruina y establecimiento
de un elemento confuso en la marcha del gobierno y de la sociedad.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
Los
años venideros, hasta 1846, donde están presentes los ensayos republicanos y
centrales, la elaboración de los textos constitucionales de 1836 y 1843, la
pérdida de Texas y su anexión a los Estados Unidos, además de la ambición del
vecino país del norte que con pretextos de una guerra absurda, pretendía aprovecharse
de la debilidad del gobierno mexicano y hacerse de la Alta California, Arizona
y Nuevo México, hicieron que ciertos partidarios del establecimiento de una monarquía
en México, como José María Gutiérrez de Estrada, José Manuel Hidalgo y el padre
Francisco Javier Miranda, entre otros, promovieran con mayor insistencia el
proyecto monárquico en México como medio de establecer el orden y salvar al
país del peligro que representaba su inestabilidad política. <a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">Cabe
señalar que ya desde 1846 el partido conservador había anunciado su ideario
político en el periódico <i>El Tiempo.</i><a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Entonces Lucas Alamán expuso el proyecto conservador y diría que México
requería del establecimiento de una monarquía con príncipe extranjero y de
estirpe real, aunque sin intervención, como medio de frenar el expansionismo
norteamericano. Plantearía además la teoría de que la república implicaba
intervención extranjera y división, mientras que la monarquía constituía la
unidad, el orden, la conservación de la religión católica, las tradiciones y la
presencia de una aristocracia de mérito personal. Ahora, entre 1847 y 1848 el
federalismo enfrentó la invasión norteamericana y la pérdida de territorio
mexicano, lo que sirvió de ofensiva por parte de los conservadores para llevar
a cabo una embestida monárquica. Y para tal efecto el periódico <i>El Universal</i>
fue la bandera de aquellos ideales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">Desde
la mirada conservadora, la patria se encontraba en caso de vida o muerte, de
ahí que México precisara de un régimen fuerte con capacidad de salvarle de la
tiranía norteamericana. Así se llegó a considerar en la década de los cincuenta
que el establecimiento de una dictadura salvaría al país y quien mejor para
encabezarla que Antonio López de Santa Anna. Lucas Alamán (conservador) y
Miguel Lerdo de Tejada (liberal) escribirían en tal caso sus respectivas
propuestas a Santa Anna tras ser electo presidente por el término de un año
según el Plan Arroyo Zarco de 20 de octubre de 1852.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Alamán solicitaría el cese del federalismo, la conservación de la religión
católica, el establecimiento de una nueva división territorial que borrara la
forma de estados y el fortalecimiento de escuelas de Artes y Oficios. Lerdo de
Tejada por otra parte demandaría la
continuación del sistema federal, la formación de un buen ejército, la
instrucción para el pueblo y la corrección de los abusos del clero.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
Vemos
pues que a lo largo del siglo XIX y hasta la década de los años 60, la lucha
política entre las diferentes facciones se concentraría alrededor del
establecimiento de un sistema federal y un sistema central. Sin embargo, el
monarquismo mexicano no dejaría de estar presente como una corriente política
que constituyó una opción política, pero que, a partir de 1846, se adjudicaría
a una corriente política conservadora. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2">
<b>La idea de independencia y el orden divino.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; tab-stops: 262.25pt;">
Si bien los
años de 1864 a 1867 representan el periodo cuando Maximiliano de Habsburgo se
encuentra en México al frente del gobierno monárquico, es igualmente el periodo
cuando Benito Juárez deambula por varios estados tratando de defender y
establecer el gobierno constitucional republicano. En sí los años anteriores al
establecimiento del Segundo Imperio fueron años donde el sistema político
mexicano atravesó por varios procesos de inestabilidad política. Desde la promulgación
de la Constitución de 1857, la serie de polémicas en torno a la misma y que
coronaron en la aparición del Plan de Tacubaya<i> </i>que desconoció aquella
legislación, la guerra de Tres Años y el periodo cuando estarían en el poder
Benito Juárez, Félix Zuloaga y Miguel Miramón. Y en el transcurso de ese tiempo,
periódicos de tendencia conservadora como <i>La Sociedad</i> aparecieron con un
propósito: contribuir en la construcción de la legitimidad política de México,
para cortar el mal hecho por la demagogia que había aplaudido la Constitución y
había arrastrado a la nación a una guerra social, según determinaron los
periodistas el 27 de diciembre de 1857, fecha de reaparición del periódico.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i>La Sociedad</i>, <span lang="ES">cuyo subtítulo era <i>Periódico político y
literario</i>, </span>fue una publicación conservadora, según dijo <i>El
Monitor Republicano</i>, aunque a su
vez, de ideas rancias y fanáticas, anunció José María Iglesias<i> </i>en<i>
Las Revistas históricas sobre la
intervención francesa</i>.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>La Sociedad</i>,
como</span><span lang="ES"> </span>uno de tantos diarios de la época, no es una ventana a realidades objetivas, por el contrario, es<span style="color: red;"> </span>un
medio de acceso a la cultura del diálogo político, a las ideas, palabras y
conceptos que definieron una época y una tendencia política monárquica y
conservadora. Expresa las particulares realidades versátiles de los hombres que
integraron este órgano de difusión y enuncia las formas de concebir el
porvenir, ligado a ciertos principios de autoridad y moralidad que funcionaron
como ejes de esas realidades. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoHeader" style="line-height: 200%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Sus impresores, José
María Andrade y F. Escalante fueron destacados personajes que estuvieron
relacionados con los libros y los diarios de la época. A ellos se debe la
impresión de algunas obras como la </span><i><span lang="ES">Obra poética de don Manuel Carpio </span></i><span lang="ES">(1860), el <i>Diccionario
Universal de Historia y de Geografía</i> (1853-1856) coordinado por Manuel
Orozco y Berra y la impresión del periódico <i>La
Cruz</i> (1855), publicación de religión y
política, entre otras cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Así tenemos que l<span lang="ES">as páginas del diario manifiestan una preocupación política de la época
y de la prensa conservadora: conciliar la armonía entre la Iglesia y el poder
temporal; entre los representantes de Dios en la tierra y los hombres que
legislaban; entre lo divino y lo humano, la sociedad y los gobiernos. S</span>i bien
los editoriales manifiestan una postura conservadora y partidaria del
establecimiento de un gobierno bajo el amparo de la Providencia, es importante
enfatizar que durante este periodo, el deseo de legitimar un sistema político y
unas creencias religiosas no fueron exclusivas de <i>La Sociedad, </i>también intervienen otros periódicos conservadores de
la época como <i>El Pájaro Verde</i> y <i>La Cruz</i>. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Durante las décadas de los años cincuenta y sesenta del
siglo XIX, la lucha política, en torno a la definición de una forma de gobierno,
entrañó a su vez una lucha por la significación de los conceptos y términos
utilizados por los diferentes partidos políticos. Los mecanismos discursivos
utilizados por unos y otros reclamaban su esclarecimiento. Esto no solo fue
importante para quienes integraban un partido político, también para quienes escribían
y daban vida a una publicación. Sin embargo, debe tenerse claro para los
periodistas conservadores que laboraban en el periódico <i>La Sociedad</i>, tan
significativo fue aclarar los conceptos utilizados por ellos mismos como
significativo resultó hacer ver al opuesto su error en el asunto
interpretativo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 40.95pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 40.95pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">...se
ha visto en Europa que si hay una prensa desmoralizada que ataca y destruye,
hay otra también que defiende y repara los estragos que aquella causa en las
creencias y en las costumbres, cubriendo las brechas que abre en los
fundamentos de la sociedad. En esa lucha de la verdad contra el error, de los
deberes contra las pasiones, lucha tenaz y encarnizada, el triunfo completo de
la primera, aunque un poco se retarde, no puede ser dudoso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 40.95pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Entre
nosotros también, que nos hemos contagiado del espíritu de los falsos sistemas
y de la corrupción de las ideas, la prensa inmoral y desorganizadora ha
ejercido últimamente el privilegio exclusivo, bajo el reinado de la demagogia,
de minar las bases de la sociedad, de la moral pública y privada y de la
religión. Pero se han levantado también algunas voces al principio tímidas y
después bastante enérgicas en defensa de los intereses legítimos y permanentes
de la sociedad y de aquellos eternos principios en que descansa el orden
público y a cuyo abrigo fecundan y florecen la paz y la dicha de las naciones y
de las familias. En este reñido combate la prensa religiosa</span><span style="color: blue; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10pt;">y conservadora
ha obtenido los más hermosos y nobles laureles.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText3" style="margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
Esta cita se traduce en lo siguiente, debido a que el
discurso demagógico era ilegítimo y había ganando terreno en las
interpretaciones, de acuerdo al punto de vista conservador de <i>La Sociedad,</i>
era indispensable armar un<span style="color: blue;"> </span>discurso legítimo y de oposición. De esta forma “su”
interpretación de la realidad a través de los conceptos conservadores no estaría
sujeta a duda, sería la resultante de la tradición. Y sería legítima y
permanente porque esa interpretación estaría adecuada a su contexto histórico.
Ésta sería la resultante de la historia, del pasado, de la salud de las ideas y
del adecuado ordenamiento político, social y religioso. En consecuencia la
interpretación proporcionada por sus opuestos políticos se estimaría deformada
y alterada, además de ser irreverente al pertenecer a ideas demagógicas e
inmorales. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">¿Cómo fue interpretado entonces el término
independencia en las páginas de <i>La Sociedad</i>?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Un gran número de
editoriales nos hablan de una celebración que remite a la lucha iniciada en
Dolores por Miguel Hidalgo y Costilla el 16 de septiembre de 1810. Aunque también
nos hablan de un glorioso aniversario que cuarenta y cinco años atrás había
sido elevada a rango nacional por Agustín de Iturbide al ser consumada el 27 de
septiembre de 1821. La interpretación del término “independencia”, respondía
sobre todo a una necesidad de rescatar la imagen de una España protectora.
Aunque también a una idea de libertad en sentido de desprendimiento de una
nación. Claro que ese desprendimiento no implicaba la enemistad con España,
pues, a juicio <i>La Sociedad</i>, España
era la progenitora de</span><span lang="ES" style="color: blue; mso-ansi-language: ES;"> </span><span lang="ES">México. De
ahí que en esa lucha por la conservación o transformación de los conceptos, el
término independencia, revelara la necesidad de legitimar un hecho pasado.
Aunque también la lucha por la legitimidad de un lenguaje político ligado a un
orden divino. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Sobre esto es
importante reparar brevemente en dos obras editadas durante el siglo XIX que
tuvieron como objetivo construir una historia nacional y que partían de esa
dicotomía de la lucha de independencia iniciada en 1808 por Hidalgo y la
consumación de la misma por Iturbide en 1821. Esto nos permitirá conocer y
comparar las observaciones realizadas por <i>La
Sociedad</i> y la opinión que existía a principios de siglo sobre los puntos relevantes
en relación a la búsqueda del origen y la independencia de México. Así tenemos
que para Lucas Alamán, de quien hemos hecho mención anteriormente, en sus <i>Disertaciones sobre la historia de México </i>(1844),
va a resaltar la conquista y la llegada de Hernán Cortés como punto de partida
de la historia nacional. En primer lugar porque la conquista representaba una
guerra santa al tener la misión de instaurar la religión católica, en segundo
porque Hernán Cortés se apreciaba como una figura que venerar, una especie de
héroe de la conquista. Ligado a esto, en su obra denominada: <i>Historia de México </i>(1849), la
independencia e Iturbide resultaban los grandes acontecimientos de la historia.
Se trataba del desprendimiento de México (como hijo) de España y no de un
atentado contra ésta. Bien que para Lorenzo de Zavala, liberal republicano que
defendía la república norteamericana como modelo de nación, en su <i>Ensayo histórico de las revoluciones de
México desde 1808 hasta 1830 </i>(París, 1831), la historia interesante de
México comenzaba a partir de 1808 con la independencia, cuando, consideraba, iniciaba
el camino hacia la libertad de la opresión colonial. Zavala atacaría la visión
paternalista de la conquista y de la evangelización y al tiempo que se lanzaría
contra el gobierno colonial, también diría que éste se fundaba en la
ignorancia, en la religión católica y en el terror.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">A decir de Edmundo
O’Gorman, quien escribiría un ensayo (1967) que habría sido el epílogo de libro
<i>A cien años del triunfo de la República</i>,
</span>México como nación independiente, habría surgido
de la Nueva España y habría pasado por tres entidades históricas distintas y al
mismo tiempo vinculadas: el Imperio Mexica, el virreinato de la Nueva España y
la nación mexicana. Sin embargo, aseguraba, en la historia de las ideas
políticas de México existen dos tesis paralelas y opuestas: primera, que el
México actual no es sino el mismo que encontraron los españoles en 1492;
segunda, que este México es producto de la Nueva España, el cual ha llegado a
su madurez y mayoría de edad. No obstante, asegura O’Gorman, la actual
República de México no es el Imperio de Moctezuma, ni el Virreinato de la Nueva
España, es, sobre todo, un ente distinto que ha surgido de ese virreinato y
éste a su vez del Imperio de Moctezuma.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="ES"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Con esto vemos que
el debate en torno a la consideración de un origen para México, donde también
participa la idea de independencia, ha sido una discusión constante dentro de
la historiografía mexicana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así pues, l</span>a idea de independencia, que transfiere también a la idea
de libertad, remite a su vez a medios de control, autoridad y obediencia. De ahí
que es importante reparar en los beneficios que <i>La Sociedad</i> encontró en un régimen de gobierno que gozara de la
suficiente libertad y autoridad para hacer obedecer las leyes, tanto divinas
como humanas. Así tenemos que durante los años que van de 1864 a 1867, <span lang="ES">la noción de estado
independiente manifestada en <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, comprendió el establecimiento de un Imperio
Mexicano, además de una intervención extranjera. Si bien esto constituía una
obra complicada y difícil, también reconocían que en ello había “más de
providencial que de humano.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn27" name="_ftnref27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a>
A ojos conservadores, la Providencia desempeñaba</span><span lang="ES"> </span><span lang="ES">un papel de suma importancia, hechos históricos y designios
divinos permanecían unidos. Ellos pertenecían a una sociedad donde el mundo
religioso era inseparable del mundo de la práctica humana. “...los políticos no
deben olvidar sus cálculos el orden y acción continuos de la Providencia.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></a>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De manera que para
los periodistas de <i>La Sociedad</i>, el
mundo giraba sobre dos órdenes: el moral y el físico.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El primero sujeto a unas leyes inmutables y eternas que recaían en la
tradición. El segundo, perteneciente a los hombres, estaba ligado a unas leyes
que si bien eran eternas, también respondían a periodos de agitación y prueba.
De los dos órdenes derivaba </span>el orden público,
la justicia y la autoridad y de ellos la legitimidad política de un gobierno.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La idea de independencia en
consecuencia, era asumida por los periodistas en función de un orden divino
capaz de cambiar la faz de las naciones, aunque a su vez de un orden humano
capaz de actuar, pero cuya razón resultaba débil para comprender los designios
de <st1:personname productid="la Providencia. Sin" w:st="on">la Providencia.
Sin</st1:personname> embargo, consideraban que no todos los hombres concebían
los actos humanos en función de una intervención divina. “</span>Ensordecidos (sic) los hombres al
contemplar lo que consideran como obra suya, no están dispuestos a comprender y
confesar que esa obra no les pertenece; y que cuando se juzgan soberbiamente
autores, no son más que instrumentos humildes de una Providencia altísima...”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esto en definitiva, decían los periodistas, hacía creer a los hombres que los
acontecimientos eran resultado de sus esfuerzos.<span style="color: red; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
De ahí que, desde la mirada conservadora, la idea
de independencia o el hecho de asumir un desprendimiento de una nación para
emprender una marcha como nueva nación, debía contener en su núcleo el factor
divino que a su vez retiene la tradición, como expresión de algo permanente.
Pero si esa correspondencia entre divinidad y tradición, donde interviene la
religión, la unidad y la justicia, se fracturaba y no mantenía un
reconocimiento por la nación de la cual había emergido y por la fraternidad
entre los habitantes, entonces la idea de independencia se volvía confusa y
fracasaba. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Analizar la idea de independencia
con respecto a España, a partir de los editoriales de <i>La Sociedad</i>, requiere considerar las nociones de independencia de
1810 y 1821 del grupo conservador que integraba la publicación. Esto es
necesario en la medida que permite comparar más ampliamente una idea que
durante el Segundo Imperio Mexicano se consideró en su completa y gloriosa
realización. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Inicialmente la noción retenida por
los periodistas sobre la revolución de 1810 representó el desorden de un
movimiento que no pudo triunfar por varias razones, <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">...la primera porque renegó del pueblo que formó
nuestro pueblo; porque renegó de nuestros padres; porque renegó de <st1:personname productid="la Espaa Antigua" w:st="on">la España Antigua</st1:personname>,
cuando <st1:personname productid="la Antigua" w:st="on">la Antigua</st1:personname>
y <st1:personname productid="la Nueva Espaa" w:st="on">la Nueva España</st1:personname>
se amaban, como se aman el alma y el cuerpo; segunda, porque el elemento
popular obraba sólo en ella y entrañaba la democracia sola: la colonia ni
quería odiar a <st1:personname productid="la Espaa" w:st="on">la España</st1:personname>,
ni admitir el exclusivismo de la democracia. <o:p></o:p></span><br />
<span style="font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoBlockText">
Y tenía razón: en
ello había hidalguía de sentimientos, y conveniencia social: todo corazón bien
puesto debe amar a su padre: todo pueblo que no respeta sus tradiciones y
costumbres, sucumbe, muere: las tradiciones y las costumbres de esta sociedad,
eran contrarias a la democracia: su organización era opuesta a la democracia.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De manera que, aunque <i>La Sociedad</i> reconocía que <st1:personname productid="La Independencia" w:st="on">la Independencia</st1:personname> había
iniciado en 1810, también aceptaba que la revolución de Dolores había fracasado
por ser obra de la democracia<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y del desorden que ésta acarreaba “...pues </span>los plebeyos de todos los órdenes sociales fueron sus
autores, sus defensores y sus apóstoles: podemos decir que la primera época de
la guerra de Independencia, fue esencialmente popular y democrática; perteneció
al pueblo y a la idea democrática.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Resultado de esto era que la revolución de Dolores había muerto en su momento
de aparecer porque contenía el elemento popular, contrario a las tradiciones y
costumbres heredadas de la colonia. En consecuencia, este grupo conservador reconocería
una idea de independencia acorde con los requerimientos de la antigua colonia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Entra aquí la
interpretación de independencia de 1821 detentada por Agustín de Iturbide. En <i>La Sociedad</i> queda manifiesto que a
Iturbide se le consideraba un hombre inspirado por Dios, un hombre que había
luchado por su patria y había combinado todos los intereses requeridos por la
sociedad colonial. Es evidente por tanto que la independencia de 1821 fue
interpretada en su consumación, porque se había realizado bajo la lógica y el orden necesarios para superar el desorden
causado en 1810. Pero sobre todo, porque se había llevado a cabo por un hombre
que había aprovechado los errores de los anteriores revolucionarios y, no
obstante, los había superado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Pero se sentía la necesidad de un hombre que volviese a presentar <st1:personname productid="La Independencia" w:st="on">la Independencia</st1:personname>, y que
la presentara pura y limpia, sin los nubarrones que la habían oscurecido en
Dolores: de un hombre que tuviese el valor necesario para alzarse de nuevo
contra un poder, robustecido más que nunca por su reciente triunfo; que tuviese
la prudencia necesaria para combinar todos los intereses, y sobre todo, el
genio que es indispensable para dirigir bien los acontecimientos y para
dominarlos. Ese hombre no asomaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Un día ¡día eterno! ¡mi corazón late con fuerza al recordarlo! En otro
pueblo oscuro, en Iguala, aparece un soldado: este soldado salía de la casa de
Dios, donde había ido a orar por su patria y a ser inspirado por Dios: se puso
a la cabeza de un cuerpo de tropas que combatía contra los restos de la antigua
insurgencia, contra Guerrero, habla, persuade, se apodera del corazón de esas
tropas, y a su frente proclama a la faz del mundo que sostendría con su sangre
un plan salvador. Ese soldado, es Iturbide: ese plan, es el de Iguala.<span class="MsoFootnoteReference"> <a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></a></span>
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A partir de esta cita
se rescatan dos puntos medulares. Primero, la relación entre independencia y
elemento “democrático” que recae en pluralidad, violencia y confusión. Segundo,
la relación entre independencia e Imperio de Iturbide con el elemento
“tradición” que respeta la permanencia, los designios divinos, los cambios
moderados y la unidad. Sobre esto puede decirse que para este grupo conservador,
la mezcla de clases sociales en la revolución de 1810 y en específico de las
clases bajas, donde interviene el bajo clero, la clase baja del ejército y el
bajo pueblo, dio por resultado el desorden social al carecer de la fortaleza
económica que sí disponía la clase aristocrática. De ahí que si bien reconocían
la revolución de Dolores como el inicio del desprendimiento de España, ésta se refutaba
al contener el elemento democrático, esto es, la clase baja de los tres órdenes:
los plebeyos.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn35" name="_ftnref35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Así vemos que un
elemento medular de la noción de independencia era la religión católica y la
legitimidad que ésta otorgaba a la independencia. Pese a que la revolución de
Dolores había gritado “Viva <st1:personname productid="la Am←rica" w:st="on">la
América</st1:personname>” y “Viva <st1:personname productid="la Virgen" w:st="on">la
Virgen</st1:personname> de Guadalupe”, asimismo había vociferado, “mueran los
gachupines”, esto hacía confusa la idea de independencia porque no daba opción
a los españoles europeos dentro de este reordenamiento social que empezaba a
gestarse. Por tanto, la independencia de
1821 era acertada porque había colocado en primer plano a la religión, en
segundo a la independencia y en tercero a la unión de clases y razas,
respetando el orden social que guardaba la colonia. Esto impedía el paso a las
ideas democráticas. El Plan de Iguala, decían los periodistas... <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
Contenía tres bases
fundamentales; primera, la religión: segunda, la independencia: tercera la
unión de españoles europeos, españoles americanos y de los indios; es decir, la
unión de los conquistadores, de los descendientes de estos conquistadores y de
los descendientes del pueblo conquistado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
Esas tres bases
encerraban todas las exigencias de la época: combinaban todas las opiniones,
ligaban y adunaban todos los intereses.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La religión había tomado asiento y arraigo en nuestra sociedad: desde la
conquista, que fue el origen de esta sociedad: la conquista fue una obra de
propaganda: los guerreros y los sacerdotes la consumaron juntos: los unos con
la espada, los otros con la cruz: los soldados del orden temporal y los
soldados del orden espiritual: así el ejército, y el clero que es también un
ejército, figuraron en primer término en aquel drama, en aquella obra gigante
de nuestros abuelos: el orden sacerdotal y el orden militar, fueron así
predominantes en la organización de esta sociedad. Iturbide al frente de sus
guerreros, fue lógico con nuestras tradiciones y con nuestra costumbres, dando
a la religión la principal parte en el nuevo acaecimiento en la Independencia.</span><span class="MsoFootnoteReference"> </span><a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn36" name="_ftnref36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-right: 40.95pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Como puede verse, el
Plan de Iguala no contenía un estado de animadversión con los españoles y el
mismo, al hacer mención de los conquistadores y del pueblo conquistado como
parte de una unión, legitimaba el poder detentado por España sobre Nueva
España, legitimaba el poder la religión y legitimaba igualmente a una sociedad
que veía su origen en la conquista. Así que en opinión de los periodistas, el
Plan de Iguala con sus tres garantías conjugaba los intereses requeridos por la
sociedad de 1821. La religión, representaba la base de esa sociedad; la unión,
la exigencia que daría fuerza a la nueva nación independiente; la
independencia, el desprendimiento de España que daba origen a una nueva nación:
México. Cabe señalar que para este grupo conservador, la “Independencia no era
el odio a España: era un acontecimiento obligado y consecuente con la historia
de todas las naciones.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn37" name="_ftnref37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
En ese sentido, si durante el Segundo Imperio
Mexicano <i>La Sociedad</i> asumía una idea
de independencia de 1821 como un movimiento maduro que había gozado del orden y
la prudencia necesaria para sacar adelante a una nación que deseaba un
desprendimiento de España, es necesario considerar que en esa actitud estaba
presente el rechazo y temor de las ideas
liberales de 1820, además del elemento democrático de 1810. Pero en 1864, la
interpretación de independencia de 1810 y 1821, protegía de alguna forma la
monarquía de Maximiliano y protegía además la independencia de México dentro de
una intervención francesa. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
En<i> La
Sociedad</i> por tanto queda registrado que a Iturbide se le consideró
razonable por varias razones. Primero, constituía la lógica con las tradiciones
y las costumbres de una sociedad que no acababa por desprenderse del Antiguo
Régimen. Segundo, hacía de México un Imperio y tomaba en cuenta la religión de
los conquistadores. Tercero, contaba con el apoyo de la aristocracia y era protegido
por la riqueza y la propiedad territorial. Cuarto, demandaba la unidad de razas
y clases, que no la igualdad social. Y, finalmente, reconocía que la sociedad
mexicana había emergido a partir de un acto de conquista y de una causa divina.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-indent: 0cm;">
<b><span style="font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">A manera de conclusión <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt;">
Invariablemente que si en <i>La Sociedad</i> la interpretación de independencia de 1810 y 1821
arrastraba consigo la noción de un desprendimiento de España, en los años que
van de <st1:metricconverter productid="1864 a" w:st="on">1864 a</st1:metricconverter>
1867 esta idea equivalía a la defensa de ese mismo desprendimiento.
Correspondía a su vez al sostenimiento de una nación con libertad de expresión
y libertad de elección de una forma de gobierno. Tomando en cuenta lo anterior
y que en 1864-1867 se vivía bajo el cobijo de un Imperio aclamado por la
voluntad nacional, en las páginas del diario se muestra que la independencia
representaba la libre voluntad de elegir un sistema de gobierno y ésta
indudablemente quedaba ligaba a una tradición monárquica y a una tradición
católica. Y era sí porque, al constituirse México nuevamente como Imperio
respondía a la historia, a una antigua institución y a una tradición católica
que otorgaba legitimidad política a una sociedad que no acababa por
desprenderse de sus añejas nociones de autoridad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
E<span lang="ES">l restablecimiento de la monarquía simbolizaba la
seguridad para la marcha de una sociedad civilizada y de una nación
independiente. La monarquía defendía la independencia de una nación como México
frente a la amenaza de las ideas expansionistas, liberales y protestantes de
los Estados Unidos. De manera que el régimen monárquico representaba los
principios conservadores propios de un grupo político que había luchado por el
establecimiento de un régimen de gobierno protector de sus intereses. </span><span lang="ES" style="color: #ff6600; mso-ansi-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoHeader" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoHeader" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Ajeno (el soberano) a todos los partidos,
libre de las pasiones y los rencores que nos han dividido, contempla con
elevado sosiego y dignidad el cuadro lastimoso que por culpa nuestra presenta
el país, se apresta a aplicar el remedio, y nos invita a auxiliarle para
alcanzar nuestro propio bien. ¿Quién no hará el sacrificio de sus ideas o
preocupaciones, para ayudar a tan grandioso fin? ¿Quién no se encuentra
realzado a sus propios ojos, al verse invitado a tomar parte en la obra de la
reparación de tantos errores? Y por lo mismo, ¿quién podrá rehusarse a ese
llamamiento? Ningún interés legítimo tiene nada que temer: todos caben, y
todos, sin duda, serán satisfechos a su vez bajo la sombra y el amparo del
trono: solo las pasiones perversas, las aspiraciones ilegítimas, las
pretensiones criminales, rehúsan, y con razón, contribuir a la obra que ha de
destruirlas. Invocan hipócritamente grandes nombres que jamás debieran
atreverse a pronunciar. <st1:personname productid="La Independencia" w:st="on">La
Independencia</st1:personname> no quiere por defensores a los que la venden:
ha puesto su estandarte en manos firmes que sabrán llevarlo con honor y
defenderlo de todos sus enemigos: <st1:personname productid="la Libertad" w:st="on">la Libertad</st1:personname> vendrá con el Imperio, y por primera vez
la conoceremos: <st1:personname productid="la Religin" w:st="on">la Religión</st1:personname>
nada puede temer de un príncipe que apenas proclamado se apresura a ir él mismo
a pedir para sí y para su pueblo la bendición del Vicario de Jesucristo...<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn38" name="_ftnref38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 200%; margin-right: -4.05pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">¿En qué radicó por tanto la unidad
demandada por los periodistas en los años de <st1:metricconverter productid="1864 a" w:st="on">1864 a</st1:metricconverter> 1867 como parte de la
interpretación de independencia? Puede concluirse que en el reconocimiento de
un soberano, en la obediencia de unas mismas leyes que no atacaran las
tradiciones y costumbres, en el reconocimiento de un idioma, en la unión
fraternal de las diversas razas que habitaban el país, pero sobre todo, en la
práctica de la religión católica.</span><span lang="ES"> A su juicio, “sin la unión que produce la paz no puede haber fuerza
propia, y sin fuerza propia no existe la independencia.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn39" name="_ftnref39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Esto quiere decir que si no existía unidad en la opinión y juicio sobre la
forma de gobierno que debía regir al país, así como en la libertad de elección
y de expresión, la interpretación de independencia fracasaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoHeader" style="line-height: 200%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Lo anterior nos remite
a un planteamiento: ¿desde la mirada conservadora de <i>La Sociedad</i> había existido libertad de opinión durante los
distintos regímenes republicanos para expresarse a favor del establecimiento de
un régimen monárquico? A esto podríamos ofrecer una respuesta negativa. Esto
nos conduce a considerar que <i>La Sociedad</i>
veía imposición, falta de independencia y sobre todo, falta de libertad de
opinión en el transcurso de esos gobiernos republicanos. Pues, a su juicio, en
los momentos cuando se debía decidir la forma de gobierno, durante la primera
mitad del siglo XIX, los diversos partidos que dominaban la escena política
acallaban toda idea favorable a la monarquía, “</span>...quien se atrevía siquiera a proponer que la
cuestión se examinase, incurría en crimen de lesa nación.”<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn40" name="_ftnref40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoHeader" style="line-height: 200%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
¿En
qué radicó por tanto la interpretación de independencia que otorgaba
legitimidad política a un país? ¿En el reconocimiento de una autoridad, en la
libre elección, en la moderación de las determinaciones, en tomar en cuenta a
la religión? O, ¿tan solo en el desprendimiento de España? Para los periodistas
de <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
la independencia, aparte de constituir esa separación de España, representaba
la conservación de la causa de Dios, el origen de una nueva nación, la
civilización, el predominio de la razón, la paz, la conservación de las
tradiciones y costumbres y, la existencia de la voluntad nacional, que no la
democracia. Elementos que, a ojos de <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, conjugaba el Segundo Imperio
Mexicano y no los distintos regímenes republicanos. Así básicamente podemos
decir que la significación de la idea de
independencia dependió en gran medida de la interpretación que los
distintos partidos políticos codiciaron atribuirle. Pero además, de la distinta
conjunción de elementos propios de una sociedad que no se concebía desprendida
de ciertas ideas políticas, tradiciones y creencias religiosas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoHeader" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
Es que las sociedades
aman los principios conservadores de su organización, y que cuando éstos se
atacan bruscamente, se conmuevan y enfurecen.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
La libertad para
existir necesita obrar con moderación y templanza, necesita de la autoridad y
de la obediencia; y es más difícil tener templanza, autoridad y obediencia en
la democracia, que en cualquiera otra clase de gobierno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> El olvido de estos principios, nos condujo a la
revolución, a las facciones y a la ruina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-right: 40.95pt;">
He aquí la verdad; la
verdad que reconoce y profesa todo hombre de buen sentido, llámese liberal o
conservador.<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftn41" name="_ftnref41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-indent: 35.4pt;">
Finalmente
diremos que no hay presente sin pasado, no hay comienzo sin tradición, no hay
viejos lenguajes que no hayan servido de trampolín para nuevas formas de
expresar la realidad. Toda experiencia ha pasado por la inexperiencia, toda
palabra ha sido antes una ausencia. De ahí que las culturas no emergen de la
nada, de ahí que las tradiciones, los hábitos y las creencias responden a
experiencias, a lo conocido, a lo acreditado y desacreditado. En consecuencia,
las prácticas discursivas decimonónicas responden a un pasado y a un presente,
pero también, a nuevas formas de discutir, de debatir, de polemizar. Y, para el
caso de <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
responden a tradiciones que sobre todo son la consecuencia de un viejo orden de
cosas, aunque a su vez de un nuevo orden de cosas que trataba de imponerse. Esa
tradición y ese viejo orden de cosas legitimaban la existencia de una sociedad,
legitimaban también la autoridad política de unas leyes, de un gobernante, de unas
creencias religiosas, de unos hábitos y en fin, de la marcha hacia un porvenir
con restablecimiento de la paz y la concordia entre los mexicanos, según
señalaron los periodistas en la despedida del periódico. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 40.95pt; margin-top: 0cm; text-indent: 0cm;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<b>Hemerografía<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<st1:personname productid="La Sociedad. Peridico" w:st="on"><i>La Sociedad. Periódico</i></st1:personname><i> político y literario</i>. México, Imprenta de
Andrade y Escalante, 1864-1867.<o:p></o:p></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<b>Bibliografía<o:p></o:p></b></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="color: windowtext; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Alamán, Lucas, “<st1:personname productid="La Profesin" w:st="on">La Profesión</st1:personname> de los
Conservadores” en, González y González, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Luis, <i>Galería
de <st1:personname productid="la Reforma" w:st="on">la Reforma</st1:personname></i>,
México, Secretaría de Educación Pública,
1986, pp.125-131.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Arenal Fenochio, Jaime del, <i>Agustín de
Iturbide</i>, México, Planeta, 2002.<o:p></o:p></span></div>
<h3 style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">Calvillo, Manuel. <i>La República Federal Mexicana. Gestación y
Nacimiento</i>, México, El <o:p></o:p></span></h3>
<h3 style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; font-weight: normal; mso-bidi-font-weight: bold;">Colegio de México, 2003.<o:p></o:p></span></h3>
<div class="MsoBodyText">
Castro, Miguel Ángel
y Curiel, Guadalupe (Coords.) <i>Publicaciones periódicas <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt;">
<i>mexicanas del siglo
XIX: 1856-1876</i>, (Parte I), México, Universidad Nacional Autónoma de México,
2003.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">González Navarro, Moisés. <i>Anatomía del
poder en México (1848-1853</i>), México, El <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Colegio de México,
1977.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">López Camacho, Alejandra, <i>Entre leyes
divinas y humanas. El periódico La Sociedad, <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">1857-1867</span></i><span lang="ES">, Tesis de Maestría en Historia, Puebla- México, Instituto de Ciencias
Sociales y Humanidades/ Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2006.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText">
O'
Gorman, Edmundo<i>. La supervivencia</i> <i>política novo-hispana</i>. <i>Reflexiones
sobre el <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 35.4pt;">
<i>monarquismo</i> <i>mexicano</i>,
México, Fundación Cultural CONDUMEX, Centro de Estudios de Historia de México,
1969. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="color: windowtext;">Ortega
y Medina, Juan A. y Camelo, Rosa (Coord.). <i>Historiografía
Mexicana</i>, V. III, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="color: windowtext;">México, 1997. </span><span style="color: windowtext; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Vázquez Josefina Zoraida, “Los primeros
tropiezos”, <i>Historia general de México</i>, t. 2, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">México, el Colegio
de México, 1996.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Villegas Revueltas, Silvestre. <i>El
liberalismo moderado, 1852-1864</i>, México, UNAM, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">1997.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[1]</span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"> “...el gobierno imperial ha
reunido en la fiesta nacional del 16, la conmemoración, así del grito de
Dolores como de la consumación de la independencia.”, ver: </span><span style="font-size: 10pt;">J.
M. Roa Bárcena (Por redacción e inserciones), “Actualidades”, <i>La Sociedad</i>,
T. IV, Núm. 1172, Sección La Sociedad, México, Jueves 27 de septiembre de 1866,
p. 2.</span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">F.
Escalante (Editor responsable), “Actualidades”, <i>La Sociedad</i>, Sección La
Sociedad, T. V, Núm. 815, México, Viernes 15 de septiembre de 1865, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Calvillo, Manuel. <i>La República Federal Mexicana. Gestación y
Nacimiento</i>, México, El Colegio de México, 2003, p. 36.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 53.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ibidem, p. 55.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibid</i>, p. 82.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Arenal Fenochio, Jaime del, <i>Agustín de Iturbide</i>, México,
Planeta, 2002, p. 66.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p. 67.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A decir de O’Gorman, el imperio de Iturbide mostró un grave problema:
la carencia del prestigio personal que requiere un rey y sobre todo la legitimidad
dinástica que es el natural fundamento de esa investidura. Ver: O’Gorman,
Edmundo<i>. La supervivencia</i> <i>política novo-hispana</i>. <i>Reflexiones
sobre el monarquismo</i> <i>mexicano</i>, Fundación Cultural CONDUMEX, Centro
de Estudios de Historia de México, México, 1969, pp.15-17.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>Historia
general de México</i>, t. 2, México, el Colegio de México, 1996, p. 747-748.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Arenal Fenochio, Jaime del, <i>op. cit</i>, p. 93.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> En relación a la logia yorkina, Del Arenal Fenochio sostiene que el
gobierno de los Estados Unidos, “(atemorizado por las dimensiones geográficas
del naciente imperio, las cuales le cerraban el control del Caribe, del golfo y
su expansión hacia la costa del Pacífico) vio al nuevo país sin el apoyo de la
corona española y continuó su presión para apropiarse de más territorio.
Primero mandó grupos de gente para instalarse en las despobladas provincias del
norte; en segundo lugar, por medio del agente y espía Joel R. Poinsett, quien
al fracasar en su intento de obtener territorio a costa de México, apoyara la
instalación de un gobierno republicano en lugar de la monarquía por medio del
establecimiento de logias del rito yorkino.” Ver: <i>Ibidem</i>, pp. 93-94.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> O’Gorman<i>. </i><i><span lang="ES">La
supervivencia</span></i><span lang="ES"> <i>política novo-hispana</i>., <i>op.
cit</i>., </span>p. 20<span lang="ES">.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Villegas Revueltas, Silvestre. <i>El liberalismo moderado, 1852-1864</i>,
México, UNAM, 1997, p. 11.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Los intentos monárquicos anteriores a 1864-1867, periodo cuando se
establece la monarquía de Maximiliano en México, fueron los siguientes: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES">1)<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES">1821, con el Imperio de Iturbide y
el Plan de Iguala. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES">2)<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES">1840, con príncipe extranjero y
sin intervención armada, propuesta hecha por José María Gutiérrez de Estrada en
una carta de dirigida al presidente Anastasio Bustamante el 25 de agosto y
publicada el 28 de septiembre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES">3)<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES">1846, cuando Mariano Paredes y
Arrillaga asume la presidencia de México, la tendencia tradicionalista intentó
implantar una monarquía con príncipe extranjero sin intervención armada. Lucas
Alamán organiza entonces una campaña periodística en <i>El Tiempo </i>el 12 de
febrero, para favorecer el régimen monárquico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 36.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<!--[if !supportLists]--><span lang="ES">4)<span style="font-size: 7pt;">
</span></span><!--[endif]--><span lang="ES">1853, cuando se intenta proclamar
un Imperio con príncipe mexicano, con intervención no armada y con Santa Anna a
la cabeza. Ver: O’Gorman<i>. La supervivencia</i> <i>política novo-hispana</i>.,
<i>op. cit</i>., pp. 15-46. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre este tema, ver: López Camacho, Alejandra, <i>Entre leyes divinas
y humanas. El periódico La Sociedad, 1857-1867</i>, Tesis de Maestría en
Historia, Puebla- México, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2006, p. 173.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La nueva división territorial de México quedó establecida en el <i>Tratado
de Guadalupe </i>firmado entre México y los Estados Unidos el 2 de febrero de
1848, en Vázquez, Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>.,
p. 818.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: windowtext; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="color: windowtext; font-size: 10.0pt;"> </span><span style="color: windowtext; font-size: 10.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Alamán, Lucas, “<st1:personname productid="La Profesin" w:st="on">La Profesión</st1:personname> de los
Conservadores” en, González y González,
Luis, <i>Galería de <st1:personname productid="la Reforma" w:st="on">la Reforma</st1:personname></i>,
México, Secretaría de Educación Pública,
1986, pp.129-130.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez, Josefina Zoraida, “Los
primeros tropiezos”, <i>op. cit</i>., p. 810.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> González Navarro, Moisés. <i>Anatomía del poder en México (1848-1853</i>),
México, El Colegio de México, 1977, pp.362-373.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vera Sánchez, Francisco, “Segunda época de <i>La Sociedad</i>”, <i>La
Sociedad</i>, T. 1, Núm. 1, México, sábado 26 de diciembre de 1857, p. 1. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>El periódico <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname><i>, </i>apareció
por primera vez el primero de diciembre de 1855, tres meses después de
finalizar <st1:personname productid="la Revolucin" w:st="on">la Revolución</st1:personname>
de Ayutla y posterior a la expedición de <st1:personname productid="la Ley Ju£rez" w:st="on">la Ley Juárez</st1:personname> del 23
noviembre de 1855. En su primera etapa desapareció el 8 de agosto de 1856 y
reapareció el 26 de diciembre de 1857, <span lang="ES">del 17 al 21 de
enero de 1858 Ignacio Comonfort volvió a prohibir su aparición. Durante la
guerra de Tres Años nuevamente cesó sus trabajos el 24 de diciembre de 1860,
por la entrada de las tropas liberales a la ciudad de México y reinició labores
el 10 de junio de 1863, al arribo del Ejército francés. Del 12 al 20 de junio
de 1863, nuevamente suspendió labores, para después reaparecer y continuar
hasta el 13 de julio de 1866, cuando avisó que dejaría de publicarse por un
mes. El 14 de julio de 1866 nuevamente cesó sus trabajos y los reinició el día
31 </span>hasta el 31 de marzo de 1867. En
<st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname><i>
</i>participaron, además de los trabajadores cuyos nombres no aparecen o sólo
se mencionan esporádicamente como los corresponsales, los editores: Félix Ruiz,
Francisco Vera Sánchez, F. Escalante y José María Roa Bárcena y los impresores:
José María Andrade y Felipe Escalante y Miguel María Barroeta. Cuenta con
textos de José María Esteva, Juan Nepomuceno Almonte, Manuel Orozco y Berra y
del propio emperador Maximiliano I, entre otros<span lang="ES">,
ver: Sánchez Mora, José Luis. <i>Maximiliano
y la prensa conservadora: el diario <st1:personname productid="La Sociedad. Crnica" w:st="on">La Sociedad. Crónica</st1:personname>
periodística de una desilusión, junio de 1864 – mayo de 1865</i>. México,
Universidad Nacional Autónoma de México- Facultad de Filosofía y Letras, 1985,
varias páginas, en: Castro, Miguel Ángel y Curiel, Guadalupe. <i>Publicaciones periódicas mexicanas del siglo
XIX: 1856-1876</i> (Parte I), México, Universidad Nacional Autónoma de México,
2003, p. 554-556.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10pt;">F. V. Sánchez
(editor responsable), “Libertad de prensa”, <i>La Sociedad</i>, Sección
Editorial, T. I, Núm. 43, México, Jueves 11 de febrero de 1858, p. 1.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Ortega y Medina, Juan A. y Camelo, Rosa
(Coord.). <i>Historiografía Mexicana</i>, V.
III, México, 1997. <o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoHeader" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"> O' Gorman, <i>op.cit</i>., pp. 7-9. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoHeader" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Sebastián
Monterde, “Cumpleaños de S. M. el Emperador”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, Sección
Editorial, México, T. III, Número 381, México, miércoles 6 de julio de 1864, p.
1. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoHeader" style="tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <i>Ibíd.</i> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>F. Escalante, (Autor
editorial), “El Imperio”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. III, Núm. 359, México,
Martes 14 de junio de 1864, pp. 1 y 2.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">F.
Escalante, (Autor editorial), “El Imperio”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, Sección
Editorial, T. III, Núm. 359, México, Martes 14 de junio de 1864, pp. 1 y 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Discurso cívico del
Sr. D. José Ignacio Esteva, reproducido y comentado por </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">J.
M. Roa Bárcena, “Actualidades”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname>, T. IV, Núm. 1161, México, Domingo 16 de
septiembre de 1866, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La democracia, para el caso del grupo que
integraba <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
representaba la anarquía, el desorden, el predominio del pueblo o de las clases
bajas sobre el resto de la sociedad.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Discurso cívico del
Sr. D. José Ignacio Esteva, reproducido y comentado por </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">J.
M. Roa Bárcena, “Actualidades”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname>, T. IV, Núm. 1161, México, Domingo 16 de
septiembre de 1866, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibíd</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn35">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref35" name="_ftn35" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibíd</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn36">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref36" name="_ftn36" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibíd</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn37">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref37" name="_ftn37" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibíd</i>. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn38">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref38" name="_ftn38" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">F.
Escalante, (Autor editorial), “El Imperio”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, Sección
Editorial, T. III, Núm. 359, México, Martes 14 de junio de 1864, pp. 1 y 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn39">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref39" name="_ftn39" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">F.
Escalante (Editor responsable), “Actualidades”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, Sección <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname>, T. V, Núm. 815,
México, Viernes 15 de septiembre de 1865, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn40">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref40" name="_ftn40" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>F. Escalante, (Autor
editorial), “El Imperio”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. III, Núm. 359, México,
Martes 14 de junio de 1864, pp. 1 y 2.<span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn41">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///E:/Revista%20Letras%20Hist%C3%B3ricas/Idea%20independencia,%20corregido.doc#_ftnref41" name="_ftn41" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> Discurso cívico del
Sr. D. José Ignacio Esteva, reproducido y comentado por </span><span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">J.
M. Roa Bárcena, “Actualidades”, <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección <st1:personname productid="La Sociedad" w:st="on">La Sociedad</st1:personname>, T. IV, Núm. 1161, México, Domingo 16 de
septiembre de 1866, p. 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-18440611436517642052013-06-29T17:24:00.000-07:002013-06-29T17:24:08.489-07:00CRÍTICA DE LA PELÍCULA EL PRISIONERO 13<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoBodyText">
<b><i>Alejandra López
Camacho<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<i>El prisionero 13</i>, película incluida dentro del género de dramas
de la Revolución Mexicana, fue realizada en el año de 1933, un año antes de que
finalizara el periodo presidencial de Abelardo L. Rodríguez y del periodo
conocido como “El Maximato”. La cinta, que tiene una duración de 109 minutos y
que estuvo dirigida por Fernando de Fuentes<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
maneja tres aspectos dentro del tema de la trama: primero, la marcada falta de
libertad de expresión que se dio durante la última etapa del gobierno de
Porfirio Díaz; segundo, la práctica de fusilamientos sin más razón que la de
cumplir órdenes y silenciar a los opositores de la reelección; y tercero, las
ironías que llega a jugar la vida y en las cuales pueden involucrarse los lazos
familiares.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/LUo4RKDEUy0?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
Por otra parte, es de mencionarse que la cinta
elaborada en blanco y negro tiene un tipo de recursos </div>
<div class="MsoBodyTextIndent">
<div style="text-align: justify;">
técnicos que para la
época, se considera, fueron singulares y probablemente estuvieron adelantados.</div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Un año antes de la llegada de
Lázaro Cárdenas a la presidencia de México y en tiempos en que se vivía la gran
depresión de 1929-1933 y cuando Abelardo L. Rodríguez estableció los salarios
mínimos, se estrenó la película, <i>El prisionero</i> <i>13</i>.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> Esta
cinta que bien podría responder al dicho de “Haz el bien sin mirar a quien”, y
más aún si se trata de tu familia, es una película contextualizada en el año de
1911, aquel año fue cuando Francisco y Madero ocupó la presidencia y cuando
Díaz abandonó el poder. La película inicia por 1890, en ese lapso de tiempo en
que don Porfirio anunció, el 27 de diciembre, que el artículo 78 constitucional
se enmendaría para permitir la reelección indefinida del presidente.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <o:p></o:p><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/EgHNkjqxOrU?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Pero si por una parte el tema
central de la película es la desintegración de una familia, cuando Julián
Gallardo, personaje principal de la trama y quien se caracteriza por ser un
militar alcohólico y violento, se queda solo al huir de su lado tanto su esposa
como su pequeño hijo. Por otra parte, el tema de la cinta evidencia que en
tiempos de don Porfirio las cosas se arreglaban por medio de la corrupción y a
balazos. Un tercer punto que destaca en la cinta y que prevalecía en el tiempo
en que fue estrenada (1933): la falta de solidaridad que existía con la mujer y
el hecho de que a ésta se le veía como a un objeto del que se podía abusar y
dominar. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Resulta de particular interés
observar la forma como el director maneja la primera escena de la cinta donde
aparecen dos amigos jugando a las cartas y tomando licor, pues esta escena,
además de ser el principio de la trama es también su final. Otros puntos de
interés son aquellos donde se muestra lo avanzado de la técnica como: algunos
cortes de escena donde no aparece la oscuridad entre escena y escena sino la
yuxtaposición de imágenes que, se considera, intentaban representar los
pensamientos de los personajes, por ejemplo, cuando aparece la imagen de la
esposa que huye en un carruaje y esta toma empieza a desaparecer lentamente al
compás en que aparece la imagen del esposo en otro transporte. Otro caso es
cuando se yuxtaponen, en tomas suaves, los rostros de distintos niños con
distintas etapas hasta aparecer un joven, con lo cual se quería representar el
crecimiento del hijo y al mismo tiempo el paso de los años. <o:p></o:p><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/Rq6DCOyA-AE?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
Por otro lado, una vez que ha pasado el tiempo y se
llega a 1911, etapa cuando el hijo del militar ya es un joven, en la película
se representa la cacería de 13 opositores al gobierno de Díaz debido a que
están armando un complot en su contra. Así en la cinta se aprecia lo siguiente:
cuando estos hombres son apresados y conducidos a la cárcel, como respuesta
llegan los familiares al cuartel para saber el motivo de aquella detención,
viene la secuencia donde el cuartel está lleno de gente y en ese preciso lapso,
la cámara en picada hace unos movimientos lentos de paneo de derecha a
izquierda para tratar de captar a toda la gente que hay dentro del cuartel. Con
esto, además de atrapar a la gente debido a la posición de la cámara, el
director introduce al espectador a la escena y le da la sensación de ser él
quien observa y quien hace esos movimientos pausados de lado a lado con su
cabeza como si fuera éste quien revisara a la muchedumbre. <o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
Esa introducción del espectador se percibe también
cuando, siguiendo la trama de la cinta, hay dos mujeres que van a sobornar al
personaje principal, el militar Julián Carrasco encargado de las detenciones,
para que deje libre al hijo de una de éstas. La escena en cuestión inicia a
partir de que las mujeres bajan de su automóvil y atraviesan el patio de una
casa hasta introducirse en ella, lo particular de esta escena es que la cámara
sigue el caminar de las mujeres hasta la casa, desde el mismo auto y a través
de una de sus ventanas, lo que da nuevamente la sensación al espectador de ser
él quien permanece en el auto y quien observa el caminar de esas mujeres a
través de una de las ventanas. <o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object width="320" height="266" class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://img.youtube.com/vi/TD_mrfUfut8/0.jpg"><param name="movie" value="http://youtube.googleapis.com/v/TD_mrfUfut8&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><param name="allowFullScreen" value="true" /><embed width="320" height="266" src="http://youtube.googleapis.com/v/TD_mrfUfut8&source=uds" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true"></embed></object></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
Finalmente y como paradojas de la vida que contiene la
cinta, aquel preso es puesto en libertad por la cantidad de trece mil pesos,
pero, como se requiere que otro lo supla a éste, el militar ordena la detención
de cualquier otro que se le parezca (muestra de la corrupción que existía en
las detenciones). De esta forma, es el mismo hijo del militar quien queda como
el preso número 13 y a quien se va a fusilar junto con el resto (es aquí donde
la cinta muestra la práctica de tantos fusilamientos que no tuvieron otra razón
más que la exigua libertad de opinión que existió en este periodo). Ironías de
la vida es que cuando el militar, Julián Carrasco, se entera que es su hijo uno
de los 13 prisioneros a los que van a fusilar, éste va a intentar salvarlo y,
en ese momento despierta de aquella borrachera con la cual inicia la cinta.
Esto es un magnífico final en donde la trama bien puede dejar como moraleja:
“haz el bien sin mirar a quien”. <span style="font-size: 10pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<span lang="ES"> Como comentarios finales se agrega
lo siguiente, el espectador aprecia la fecha en que se suceden los hechos por
un pequeño calendario que aparece en la oficina de un prestamista y en que se
lee: 22 de junio de 1911. ¿Era intención del director ubicar al espectador en
aquella fecha e introducirlo al contexto de la última etapa de Díaz en el poder
y así mostrar la corrupción con que se manejaron tantos asuntos? Ante esto solo resta por plantear lo siguiente: ¿<i>El prisionero</i> <i>13</i> sacaba a relucir
las arbitrariedades que en 1933 existían en los gobiernos mexicanos? </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<strong><span lang="ES">FERNANDO DE FUENTES</span></strong><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[4]</span></b></span></span></b></span></a></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Director de cine mexicano<o:p></o:p></span></strong></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<strong><span lang="ES"><br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--><br />
<!--[endif]--></span></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"><o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Fernando de Fuentes es una de las figuras más
famosas y menos comprendidas de nuestra cinematografía. Los comentarios
alrededor de su carrera lo señalan casi siempre como un autor que decidió dejar
de serlo para convertirse en un eficiente realizador de cintas taquilleras,
dividiendo artificialmente su filmografía en dos períodos caracterizados por la
presencia o ausencia de pretensiones estéticas. <o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Hasta cierto punto, fue natural que De
Fuentes haya preferido triunfar en la taquilla a ser reconocido como un
artista. En 1936, cuando la industria del cine mexicano luchaba por sobrevivir,
todos los directores en activo deseaban recuperar la inversión económica de sus
filmes. Los tiempos no estaban para pretensiones estéticas. <o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Los magros resultados de sus primeras
películas habían provocado que Fernando de Fuentes viese peligrar su futuro
como director. Una prolongada enfermedad había retrasado la filmación de <i>Vámonos
con Pancho Villa</i> (1935), su obra maestra incomprendida por varias décadas.
La película fue estrenada tres meses después de <i>Allá en el Rancho Grande</i>
(1936) y sólo se mantuvo una semana en cartelera. Éxito y fracaso se
presentaron al mismo tiempo y a Fernando de Fuentes le quedó muy claro que la
sobrevivencia estaba en la fórmula, en los géneros y en la satisfacción del
naciente público del cine mexicano.<o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Sin embargo, el impresionante éxito de <i>Allá
en el Rancho Grande</i> (1936) no debe atribuirse exclusivamente a la exacta
combinación de canciones, amores, charros y bailables. Detrás del filme estaba
un director verdaderamente dotado de cualidades, poseedor de una excelente
habilidad técnica y de un extraordinario sentido para la narrativa visual.
Fernando de Fuentes fue, en realidad, el primer director mexicano que
comprendió la naturaleza del cine sonoro y que aprovechó con éxito todas las
posibilidades de este medio.<o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La labor pionera de Fernando de Fuentes se
extendió más <i>Allá del Rancho Grande</i>. Con <i>El fantasma del convento</i>
(1934) De Fuentes “mexicanizó” al género de horror incluyendo en la historia
elementos de la tradición colonial, rica en leyendas y fantasmas. Así se quiso
en <i>Jalisco </i>(1942) que fue la primera cinta mexicana a colores y en <i>Jalisco
canta en Sevilla </i>(1949), primera co-producción oficial de México con
España. El resto de sus filmes fueron más que exitosos y ayudaron a cimentar
las bases de la industria del cine mexicano.<o:p></o:p></span></strong></div>
<div style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">¿Y Fernando de Fuentes el autor? El
reconocimiento de sus primeras obras fue tardío, como suele suceder en estos
casos. Sin embargo, la apreciación de ellas suele estar empañada por la
subjetividad de la “teoría de autor” y con frecuencia conduce al menosprecio
del resto de su filmografía. Por ello, y sin dejar de reconocer los valores
estéticos de sus filmes más célebres, nos atrevemos a reconsiderar a Fernando
de Fuentes como un director que siempre buscó el triunfo comercial, aún en sus
filmes más personales, y que nunca dejó de proyectar su personalidad, hasta en
sus cintas más taquilleras.<o:p></o:p></span></strong></div>
<div align="center" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<strong><span lang="ES">FILMOGRAFÍA</span></strong><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="color: black;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[5]</span></b></span><!--[endif]--></span></b></span></a><strong><span lang="ES"><o:p></o:p></span></strong></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Escuela de vagabundos</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1954) .... productor y
guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Canción de cuna</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1953) .... director, productor
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Tres citas con el destino</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1953) .... director (episodio
mexicano) <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Los hijos de María Morales</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1952) .... director, productor
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Crimen y castigo</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1951) .... director, productor
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Hipólito el de Santa</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1950) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Por la puerta falsa </span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">(1950) .... director<i> <o:p></o:p></i></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Jalisco canta en Sevilla </span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">(1949) .... director, productor,
guionista<i> <o:p></o:p></i></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Allá en el Rancho Grande</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1949) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La devoradora</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1946) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Esperanza</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1946) .... director <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Hasta que perdió Jalisco</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1945) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La selva de fuego</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1945) .... director <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El rey se divierte</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1944) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La mujer sin alma</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1944) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Doña Bárbara</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1943) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Así se quiere en Jalisco</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1942) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Creo en Dios</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1941) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La gallina clueca</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1941) .... director <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El jefe máximo</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1940) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Allá en el trópico</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1940) .... director,
productor, guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Papacito lindo </span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;">(1939) .... director<i> <o:p></o:p></i></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La Zandunga</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1938) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La casa del ogro</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1938) .... director <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Bajo el cielo de México</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1937) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Allá en el Rancho Grande</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1936) .... director,
productor, guionista y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Las mujeres mandan</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1936) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Vámonos con Pancho Villa</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1935) .... director y
guionista <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La familia Dressel</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1934) .... director,
productor, guionista y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Cruz Diablo</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1934) .... director, guionista
y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El fantasma del convento</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1934) .... director, guionista
y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">La Calandria</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1933) .... director, guionista
y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El compadre Mendoza</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1933) .... director, guionista
y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El prisionero trece</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1933) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El Tigre de Yautepec</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1933) .... director, guionista
y editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">El anónimo</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1932) .... director, guionista
<o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Águilas frente al sol</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1932) .... editor <o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoBodyText">
<strong><i><span lang="ES" style="font-weight: normal;">Santa</span></i></strong><strong><span lang="ES" style="font-weight: normal;"> (1931) .... ayudante del asistente
de dirección <o:p></o:p></span></strong></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span><strong><span lang="ES" style="font-size: 10pt; font-weight: normal;">Fernando de Fuentes Carrau nació en la
ciudad de Veracruz, México, el 13 de diciembre de 1894 y murió el 4 de julio de
1958. Fue pionero del cine sonoro y realizador de tres clásicos del cine
mexicano -<i>El compadre Mendoza</i> (1933), <i>Vámonos con Pancho Villa</i>
(1935) y <i>Allá en el Rancho Grande</i> (1936), ver: </span></strong><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><a href="http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm">http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm</a></span><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"> Humberto Musacchio, <i>Diccionario
Enciclopédico de México</i>, T. I, México, Andrés León Editores, 1990, pp.
282-283.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Luis, González y González, <i>Historia general de México</i>, T. 2,
México, El Colegio de México, 1994, p. 961.
</span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <a href="http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm">http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm</a></span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20a%20pel%C3%ADcula%20El%20prisionero%2013.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: windowtext;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES" style="color: windowtext;"> </span><span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;"><a href="http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm">http://www.loscineastas.com/cine%20mexicano/Directores/fernandode_fuentes.htm</a></span><strong><span lang="ES"><o:p></o:p></span></strong></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-16252715835127351632013-03-28T12:57:00.003-07:002013-03-30T06:55:31.282-07:00 CRÍTICA DE UNA FOTOGRAFÍA.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: center;">
<b>Breve ensayo </b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b> Querétaro, junio de 1867</b></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: right;">
<i>Dra. Alejandra
López Camacho<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
Durante los meses de mayo y junio de 1867 la ciudad de Querétaro
permaneció sitiada debido al enfrentamiento que tuvieron los republicanos
encabezados por el general Mariano Escobedo y dirigidos por el presidente
Benito Juárez, y los monarquistas a cuya cabeza se hallaba Maximiliano de
Habsburgo, emperador de México desde el año de 1864. Tras la ejecución del
emperador, ocurrida el 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas de
aquella ciudad, el fotógrafo francés, Francois Aubert<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
realizó una serie de fotografías que mostraban la situación bajo la cual había quedado
la ciudad después del sitio.</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-eRLo5EghmLg/UVSeV032ikI/AAAAAAAABCQ/UZasUlpK7hc/s1600/Escena+de+una+ejecuci%C3%B3n,+junio+de+1867,+Queretaro1867+a.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="211" src="http://1.bp.blogspot.com/-eRLo5EghmLg/UVSeV032ikI/AAAAAAAABCQ/UZasUlpK7hc/s320/Escena+de+una+ejecuci%C3%B3n,+junio+de+1867,+Queretaro1867+a.jpg" width="320" /></a>Algunas de estas fotografías, como la que se
examina en este trabajo, resultan interesantes para su análisis debido a los
elementos que contiene y a la posición desde la cual fue captada la imagen.
Interesa aclarar que la fotografía, realizada como impresión en albumen<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a> en el
mes de junio de 1867, se le encuentra catalogada bajo distintas denominaciones. De una parte, se titula <i>Paredes del Convento de la Cruz en Querétaro después
del sitio,</i><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> <i> </i> por
otra recibe el nombre de <i>Escena de una</i> <i>ejecución</i><span class="MsoFootnoteReference"> <a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></a> </span>y por
último en la revista <i>Saber Ver</i>, <span lang="ES">donde </span><span lang="ES">se comenta<i> </i>que la fotografía parece ser una ejecución, </span>se titula <span lang="ES"><i>Vista exterior del convento de la Cruz</i></span><i style="text-indent: 35.4pt;">.</i><span class="MsoFootnoteReference" style="text-indent: 35.4pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;"><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title="">[5]</a> </span></span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Si
observamos con detenimiento la imagen podremos advertir una serie de detalles que no aseveran que se trate de una ejecución. Pues, cabe señalar que
dentro de la misma se encuentran algunas incongruencias si tomamos como punto
de partida el segundo título. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-MibriLUPl9I/UVR_d8BWQHI/AAAAAAAABB8/xchTcx_w2o0/s1600/Detalle.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="298" src="http://1.bp.blogspot.com/-MibriLUPl9I/UVR_d8BWQHI/AAAAAAAABB8/xchTcx_w2o0/s320/Detalle.jpg" width="320" /></a>En primera instancia veremos que la imagen
tiene como punto de enfoque, no las paredes del Convento de la Cruz sino una
hilera de soldados que parecieran estar cercando algo o a alguien. Y, a pesar
de que la posición del fotógrafo está demasiado alejada de la escena, se verá
que los soldados están mirando hacia lo que parece ser una puerta o entrada del convento. Esa circunstancia hace dudar que se trate de un fusilamiento, pues
¿porqué fusilar a alguien apuntando hacia un espacio abierto?, ¿no sería más
acertado apuntar hacia un paredón? De tratarse de la escena de una ejecución
¿porqué los soldados iban a ejecutar a alguien frente a un templo?</div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Por otra parte, si miramos con detenimiento el
fondo de la imagen hacia el lado derecho notaremos que existe un considerable
número de personas que parecieran querer ver algo. De ser así, ¿no sería más
adecuado considerar que ese cerco de soldados espera la salida de un condenado
para llevarlo al sitio de fusilamiento? Ligado a esto se plantea lo siguiente,
¿por qué le gente permanece sólo de un lado de la escena? Si tanta curiosidad
causaba el fusilamiento de una persona, ¿porqué no hay gente del lado izquierdo?</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-A1K3eeBaCJM/UVR_kLhmLRI/AAAAAAAABCE/xZmXOmuwKOI/s1600/Detalle+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="186" src="http://1.bp.blogspot.com/-A1K3eeBaCJM/UVR_kLhmLRI/AAAAAAAABCE/xZmXOmuwKOI/s320/Detalle+2.jpg" width="320" /></a></div>
<o:p></o:p><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
A esto se añade que de ser cierto el momento de
una ejecución, ¿por qué Aubert esperaría fotografiar un fusilamiento?, ¿a quién
iban a matar que interesaba tanto a Aubert? Más aun, ¿por qué el ejército
oficial republicano mexicano iba a dejarse retratar por un fotógrafo favorito
de la corte en el momento de una ejecución? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-uaQ9IgmGJDU/UVSjNGC9VaI/AAAAAAAABCY/muU24TMlQiI/s1600/Maximiliano+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-uaQ9IgmGJDU/UVSjNGC9VaI/AAAAAAAABCY/muU24TMlQiI/s320/Maximiliano+3.jpg" width="216" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Emperador Maximiliano </td></tr>
</tbody></table>
Juliet Wilson-Bareau<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
asegura en la revista <i>Saber ver</i> que Francois Aubert realizó muchas imágenes
sorprendentes inmediatamente después del fusilamiento de Maximiliano, así como
también que algunas de estas imágenes fueron distribuidas por el fotógrafo como
<i>carte de visite</i>. En esa revista, Wilson-Bareau afirma que el periodista
Albert Wolff publicó en el periódico francés <i>Le Figaro</i> un artículo en el
cual se decía que desde México había llegado una carta, que había logrado
evadir la censura mexicana, en ésta se daban detalles de la ejecución de
Maximiliano e iba acompañada de cuatro fotografías. Una de esas imágenes, según
decía Wolff, se refería a la iglesia donde había sido llevado el cuerpo de
Maximiliano. Si tomamos en cuenta este último punto, podría señalarse que la
fotografía en cuestión bien responde al momento en que el cadáver de
Maximiliano fue llevado al templo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-yAaHknykKrQ/UVS63rHZVSI/AAAAAAAABCo/GHeyemV0nyA/s1600/Cadaver+de+Maximiliano.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-yAaHknykKrQ/UVS63rHZVSI/AAAAAAAABCo/GHeyemV0nyA/s320/Cadaver+de+Maximiliano.jpg" width="226" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cadáver de Maximiliano</td></tr>
</tbody></table>
Otros reveladores detalles se unen al análisis
de la fotografía, de acuerdo al reportaje especial publicado por el periódico
francés <i>Le Figaro</i>, donde se describía la forma en que se realizaban las
ejecuciones en México<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
“éstas tenían lugar a una distancia muy corta: la víctima se sentaba en un
banquillo a sólo cuatro pasos de donde se encontraban los soldados, mientras
que la muchedumbre que se congregaba para presenciar el drama se subía al muro
contra el cual se llevaba a cabo la ejecución”. Si proyectamos estas palabras a
la fotografía en cuestión se verá que no hay personas arriba del muro donde
supuestamente se va a ejecutar a alguien como tampoco a espaldas de los
soldados, sino a un lado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Surgen así muchas interrogantes en torno a esta
imagen, sin embargo puede considerarse que esta toma responde al momento en que
alguien iba a salir o a entrar por esa puerta y requería del cerco de un grupo
de soldados, trátese de un condenado a muerte, como bien puede o no ser el caso del emperador Maximiliano y sus dos generales o quizá de su cadáver. En relación con los diferentes títulos de la
fotografía podría afirmarse que la imagen carece de un título que nos acerque más al momento que fue captado por la cámara de Francois Aubert.<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<!--[if !supportFootnotes]-->
<br />
<hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Francois Aubert (1829-1906), fue un fotógrafo francés que llegó a
Centroamérica en el año de 1851 y después a México en 1864. Estudió con el
fotógrafo francés Jules Amiel y más adelante terminó ocupándose del negocio de
éste. Se dice que Aubert abrió su propio estudio de fotografía en la ciudad de
México en la calle 2ª de Corso San Francisco aunque también está el dato de que
su taller estaba ubicado en la calle de San Francisco número 7. Aubert pasaría
a convertirse en el fotógrafo favorito de Maximiliano e hizo retratos de los
emperadores y del Castillo de Chapultepec y a la muerte del emperador fue uno
de los que tomaron fotografías relativas a la ejecución y a la ciudad de
Querétaro días después del fusilamiento. Abandonó México en 1867 y se
estableció como fotógrafo en Algeria, ver: Acevedo, Esther, “Así circulaban sus
imágenes”, <i>Testimonios artísticos de un episodio fugaz</i>, México, Museo
Nacional de Arte/INBA, 1995, pp. 174-175 y <a href="http://www.getty.edu/research/tools/digital/mexico/flash_spanish">www.getty.edu/research/tools/digital/mexico/flash_spanish</a></span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Las impresiones en albúmina fueron descubiertas por Louis-Desiré
Blanquart-Evrard en 1850. El soporte de este tipo de imágenes está hecho de
papel delgado de algodón, con una cara cubierta con albúmina fermentada y
sensibilizada con sales de plata. Generalmente, las piezas fotográficas se
adherían a un soporte secundario rígido para darles una mayor estabilidad
dimensional, ver Valdez Marín, Juan Carlos, <i>Manual de conservación</i>,
México, CONACULTA/INAH, 1997, pp. 38-40. </span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Aguilar Ochoa, Arturo, <i>La fotografía durante el Imperio de
Maximiliano</i>, México, UNAM/Instituto de Investigaciones Estéticas, 2001,que p. 45.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="text-align: center;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a><span lang="ES" style="text-align: center;"> <i>Querétaro, fotos antiguas y
modernas</i>. Ver: <a href="http://www.aquiqueretaro.com/introgaleria.htm">http://www.aquiqueretaro.com/introgaleria.htm</a></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText">
<o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Wilson-Bareau, Juliet, “Manet y la ejecución de Maximiliano”, ver: <i>Saber
ver. Lo contemporáneo del</i> <i>arte</i>, Segunda parte, Núm. 14, México,
enero-febrero 1994, p. 44.</span><o:p></o:p></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, pp. 24-30. </span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Cr%C3%ADtica%20fotograf%C3%ADa%20Escena%20de%20una%20ejecuci%C3%B3n.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> “Les exécutions au Mexique” (“Las ejecuciones en México”) en <i>Le
Figaro</i>, 7 de julio de 1867, p. 2, ver: M. Davies, “Recent Manet Literature”
(“Literatura reciente sobre Manet”), <i>Burlington Magazine</i>, XCVIII, 1956,
p. 171, citado en: Juliet Wilson-Bareau, <i>Ibidem</i>, pp. 23-24. </span></div>
</div>
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div>
<div id="ftn6">
</div>
</div>
<br />
<div>
<div id="ftn5">
</div>
</div>
<br />
<div>
<div id="ftn6">
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-15376371422757310192013-02-04T11:41:00.001-08:002013-02-04T15:08:50.314-08:00UNA ANTIGUA INSTITUCIÓN, LA MONARQUÍA Y EL MODELO DE NACIÓN PARA MÉXICO (1857-1867)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<h3 align="center" style="text-align: center;">
<span lang="ES"> </span></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span lang="ES"> </span><i><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;"><b>Dra. Alejandra López Camacho</b></span></i></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoHeader" style="line-height: 200%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-OWk6JQgLmjE/URAQsgm4D8I/AAAAAAAAA90/BGgQXyyZw8o/s1600/America_1794.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-OWk6JQgLmjE/URAQsgm4D8I/AAAAAAAAA90/BGgQXyyZw8o/s320/America_1794.png" width="248" /></a><span lang="ES">Si bien la historia política de México durante el siglo XIX está definida por
las varias intervenciones extranjeras, por los distintos textos
constitucionales que se elaboraron, por los constantes cambios de presidentes y por las diversas divisiones y pérdidas territoriales, a esto se unen los debates en torno a los
modelos políticos de nación para México y con esto las diversas formas de gobierno que
existieron. En esta ocasión, hemos de enfocarnos en un modelo político de
nación y en una de las varias facciones que concurrieron a lo largo del siglo
XIX. Cabe apuntar que d</span>entro
de este modelo de nación estuvieron presentes las tierras de occidente de raza
latina y creencias católicas y las tierras norteamericanas de raza anglosajona
y creencias protestantes, es decir, entre los territorios gobernados por una monarquía
y los que se gobernaban por una República. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoHeader" style="line-height: 200%; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Nos referimos así al modelo de nación que
constituyeron los sistemas políticos europeos, en específico a la monarquía
francesa y a la monarquía española y en conjunto con esto la posición del periódico
<i>La Sociedad</i> de la ciudad de México, una de varias publicaciones que apoyaron la instalación del Segundo Imperio Mexicano durante los años de 1864 a 1867. </span>El objetivo es mostrar la
importancia que adquirió para este grupo conservador la existencia de una
monarquía en México, a la par de exponer que el establecimiento de esta
institución llegó a ser fundamental para la construcción de la legitimidad
política de México.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Tenemos entonces que frente a este grupo conservador, los Estados Unidos fueron rechazados por ser contrarios a la religión
católica y a los hábitos monárquicos o virreinales de las naciones
hispanoamericanas. Es importante distinguir que si bien los Estados Unidos no
constituyeron un prototipo de nación durante los años de <st1:metricconverter productid="1857 a" w:st="on">1857 a</st1:metricconverter> 1867, esto no implicó
un desconocimiento de su riqueza pública y su “material engrandecimiento”. Por
el contrario, se advertían sus beneficios y se adjudican a varias causas: a la
inmigración europea, a la libertad de que gozaba cada Estado respecto del centro,
a las garantías individuales que ofrecía la ley y sobre todo a su Constitución
que fijaba las condiciones políticas y los derechos como Estados
independientes. </span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-lXmElOvYBnE/URALG5ZpGVI/AAAAAAAAA9c/1PoXdX_UCe8/s1600/Fragmento+Arco+de+la+Paz,+1864.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="229" src="http://4.bp.blogspot.com/-lXmElOvYBnE/URALG5ZpGVI/AAAAAAAAA9c/1PoXdX_UCe8/s320/Fragmento+Arco+de+la+Paz,+1864.jpg" width="320" /></a><span lang="ES">Para los periodistas impresores de <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname> como José
María Andrade y Felipe Escalante, era un hecho que si los Estados Unidos habían
alcanzado tal grado de abundancia e inmigración europea, que finalmente
constituía mano de obra, esto se debía a la paz que existía en esa república.
Paz inexistente en México, donde se sacrificaba la paz en aras de las teorías
políticas y no las teorías políticas en aras de la paz practicada en los
pueblos civilizados.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Sin embargo, a pesar de reconocer que los Estados Unidos se preocupaban por la
propiedad y la riqueza, así como por la paz y las leyes que ofrecían garantías
a los ciudadanos, también advertían el lado opuesto de la moneda. </span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span lang="ES">...es indudable que las repúblicas democráticas son tanto
más peligrosas y están tanto más expuestas, cuanto es mayor en ellas el
predominio de la democracia o del pueblo. No se prueba esta aserción con
nuestro único testimonio; se prueba también con la experiencia y con el
testimonio de todas las repúblicas pasadas y presentes. Ahí está <st1:personname productid="la Francia" w:st="on">la Francia</st1:personname>, ahí está <st1:personname productid="la Inglaterra" w:st="on">la Inglaterra</st1:personname> de Cromwell,
ahí están la mayoría de todas las repúblicas modernas que existen o existieron,
para certificar la barbarie de los representantes del pueblo a este se le dice:
“¡Impera!” –La república anglo-americana, cuya decantada felicidad y cuya
abundancia se han hecho tan célebres, no
se sostiene a pesar de todos sus favorables antecedentes, sino a fuerza de las
perpetuas luchas. Todos los años se desbordan de los Estados del interior
muchedumbre de familias acosadas por el hambre, que van a Nueva-York a pedir
trabajo a las fábricas o talleres. Pocas familias logran su fin; y en 1857 se
han visto en la metrópoli de los Estados-Unidos del Norte, cien mil hombres
hambrientos y sin trabajo. Recientemente, algún Estado de aquella tierra tan
celebrada, ha levantado el estandarte de la rebelión contra el gobierno general...
¡Meditad bien sobre esto!<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"> </span><span style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En cambio las naciones europeas sí
representaban el modelo de civilización indicado para las naciones
hispanoamericanas. Sea por la legitimidad que les otorgaban sus raíces latinas,
por el sistema de creencias transmitido por España, por las bases monárquicas y
por todos los “hábitos y régimen sociales, religiosos y políticos, de la
nación, posteriores y hasta cierto punto anteriores a la conquista.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Es importante señalar que a ojos conservadores, el término “república”
involucraba la democracia, la soberanía popular, la existencia de una
Constitución y la presencia del federalismo.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Sin embargo, en el transcurso del año de 1858, los periodistas, aunque parezca
contradictorio, defendieron un régimen republicano, pero ligado a la
Providencia y no a la democracia, ni a la Constitución de 1857 y las Leyes de
Reforma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBlockText">
<br /></div>
<div class="MsoBlockText">
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Pero ¿qué es
hoy <st1:personname productid="la República" w:st="on">la República</st1:personname>
en las manos del gobierno actual? Es un cadáver despedazado con la espada de
las facciones. Es preciso resucitarle como a Lázaro a la voz de Jesucristo, y
sólo está reservado este poder a <st1:personname productid="la Omnipotencia" w:st="on">la Omnipotencia</st1:personname>; pero <st1:personname productid="la Omnipotencia" w:st="on">la Omnipotencia</st1:personname> velará
sobre la situación presente; <st1:personname productid="la Omnipotencia" w:st="on">la
Omnipotencia</st1:personname> será el escudo y el amparo de la justicia cuyo
trono se pretende restablecer; <st1:personname productid="la Omnipotencia" w:st="on">la Omnipotencia</st1:personname>, para quien no hay imposibles en el
universo, suele prestar algo de su fuerza soberana a las criaturas que se
levantan con la razón al gobierno de las naciones.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Esta visión de los modelos de nación para México responde a
dos planteamientos. El primero tiene relación con lo que identifican como
“América española”, de raíces hispanas y católicas y la interpretación de
“América del norte”, de raíces inglesas y con diversidad de sectas religiosas y
de razas. El segundo responde a la visión retenida de los enemigos de la “regeneración futura de la sociedad”, que no solo
fueron los demagogos, sino todos aquellos que se opusieran al establecimiento
de un sistema de gobierno muy semejante al de Francia y España, es decir, los
que apoyaban el establecimiento de un modelo europeo de nación. Y en esto
interviene la existencia de una sociedad y la sigilosa demanda de una
monarquía, que además de ser un sueño y un proyecto en el porvenir, era una
medida para aliviar los males de México. Así, discutir sobre los modelos de
nación, plantear a los lectores los beneficios de imitar un modelo europeo,
debatir sobre la importancia de la historia como ejemplo para el porvenir,
claramente refleja un mecanismo para exigir, sin
exigir, el establecimiento de una monarquía en México. La monarquía había
existido en el pasado, era parte de la historia y del presente, era sinónimo de
orden, de justicia y de equilibrio de las leyes, elementos insuficientes
del régimen republicano federal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De este modo, las palabras “América española”, utilizadas
para hacer referencia al pasado, forman parte de una asociación de América con la corona española, con una cultura monárquica,
católica y de habla hispana, con una época virreinal, con una estratificación
social, con un orden político jerarquizado, con un poder aceptado por tradición
y por herencia y que en definitiva representa a una comunidad. No obstante,
para 1858 los periodistas de <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname> consideraban que México era un territorio con
una sociedad católica en peligro de extinción y con hábitos que rememoraban el
pasado anterior a los ensayos republicanos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así llega a plantarse lo siguiente, lo que inquietaba a los
conservadores que integraban <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, ¿era llegar a un estado de anarquía?, ¿a cambios
violentos?, ¿a una república?, ¿al restablecimiento de la Constitución de 1857?, ¿a la tolerancia de cultos?, ¿a la
separación de los poderes?, ¿a la política de los Estados Unidos? O, ¿era únicamente
a la pérdida de sus privilegios? Aunque todos estos elementos están presentes, podríamos
responder que en realidad lo que objetaban era la radicalidad en los cambios.
Porque, aunque parezca contradictorio, acaso el Imperio francés ¿era de
tendencia política conservadora?, ¿acaso se desconocía que Napoleón III era el
sobrino de un hombre que como Iturbide se había proclamado emperador sin tener
rango real? Así podríamos decir que los cambios se aceptaban y que si bien se
estaba promoviendo un modelo de nación, finalmente lo que en México se
proyectaba establecer era un modelo único de nación, ni república ni monarquía
tradicional. Sin embargo los periodistas tendrían el objetivo de insistir en
que...<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Las naciones hispano-americanas, no obstante sus
hábitos monárquicos o virreinales y su religión católica, cometen el lastimoso
error de tomar por modelo a una nación excepcional del Norte, y siguen
fascinadas a su presencia. En vez de imitar en política el ejemplo de los
pueblos de donde toman su origen, de los pueblos europeos del mediodía, imitan
el de una república cuya existencia moral es altamente sospechosa y equívoca, y
cuya civilización no es la verdadera civilización cristiana. Las naciones de
Europa son las que representan en cierto modo la civilización, y las que
comunican a todos los pueblos que quieren recibirla.</span><span class="MsoFootnoteReference"> <a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></a></span><span lang="ES" style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-mgmsg_1V3A0/URAKzcLrvII/AAAAAAAAA9U/yjHTZf7x1oU/s1600/Maximiliano,+p.+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-mgmsg_1V3A0/URAKzcLrvII/AAAAAAAAA9U/yjHTZf7x1oU/s320/Maximiliano,+p.+3.jpg" width="215" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Emperador Maximiliano</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: red;"> </span><span lang="ES">Aunque muchas preguntas y respuestas sobre el
actuar de los conservadores respecto de su posición frente a Napoleón III y a
Maximiliano, puedan parecer contradictorias, la realidad es que en este periodo
se observa una considerable falta de comunicación. En este periodo, el
intercambio de noticias con las tierras de occidente era muy lento, básicamente
se dependía del traslado de información a través de barcos, así que quienes
iban y venían sólo conocían aspectos de la política de Napoleón III y aspectos
del comportamiento político de Maximiliano, así como aspectos de la vida
política mexicana. De ahí que muy probablemente muchas cosas se desconocían,
con esto no queremos decir que los conservadores que invitaron a Maximiliano a
ocupar el trono mexicano fueran ingenuos, sino que pertenecían a una generación
que retenía la imagen de un pasado mejor. Hemos de hablar de periodistas,
políticos y miembros del clero que promediaban los cuarenta años en 1857 y que
el pasado monárquico que pesaba sobre sus hombros respondía quizá a una
tradición familiar. De ahí que quizá era más fuerte su deseo por instaurar un
tipo de gobierno monárquico por tradición, que reparar en el tipo de gobierno
que ya se veía venir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText3">
<span lang="ES"> Por otra parte, es indudable que el
establecimiento del Imperio traería consigo cambios y que la monarquía sería un
modelo único de nación por varias razones. En primer lugar porque, si seguimos
la tradición, Maximiliano no sería un príncipe español ni mexicano. En segundo
y tercer lugar, no vendrían virreyes a representar al monarca, porque
Maximiliano sería el primer emperador extranjero que vendría a reinar en
México. En cuarto y último lugar, no se trataría de una colonización, como
había sucedido con España, ni de un hombre que como cualquier otro, caso de
Iturbide, se proclamaría emperador. En consecuencia, el Segundo Imperio sería
un modelo único de nación en el que habría contradicciones, sí, pero al mismo tiempo la lógica de una
tradición. <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-7NQ5uaRD_P0/URAOX701HCI/AAAAAAAAA9s/g8HD72Pdu90/s1600/Iturbide.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-7NQ5uaRD_P0/URAOX701HCI/AAAAAAAAA9s/g8HD72Pdu90/s320/Iturbide.jpg" width="254" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Emperador Agustín de Iturbide</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Ahora, dentro de la concepción de
América española está presente la idea de nacionalidad y es evidente que para
este grupo conservador la nacionalidad, que no el modelo de nación, quedó
sujeta en gran medida a España, pero a <st1:personname productid="la España Antigua." w:st="on">la España Antigua.</st1:personname>
Así, cuando se hace referencia a un régimen de gobierno republicano-demócrata,
se habla de un poder político capaz de disolver una sociedad católica mexicana
de raíces hispanas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Frente a los Estados Unidos el problema
radicó en la concepción que se tenía de México, de raíces hispanas y
monárquicas. Así, a principios de 1858, la legitimidad política del gobierno
mexicano quedó ligado a la recuperación de la sociedad católica, a la
recuperación de los hábitos monárquicos o virreinales, a la búsqueda de un
modelo político europeo, al establecimiento de la paz bajo la sombra protectora
de una intervención, al progreso de la ciencia, al adelantamiento de las artes
y de la satisfacción de las necesidades de la vida, tanto como al cumplimiento
de las leyes que Dios y la patria imponían.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En otras palabras, en el deseo callado y disimulado de establecer un “imperio”,
aunque manteniendo la independencia de México. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Admitiendo la incuestionable hipótesis de que hubiese
vicios en la ciencia de la antigua organización social de las naciones
hispano-americanas, no se podría seguir de aquí en buena lógica que la
aplicación <i>exabrupto</i> de una teoría política fuese el más eficaz o el
único remedio para corregir sus vicios. El tiempo y la experiencia traen
pacíficamente las reformas a las sociedades sin necesidad de conmoverlas
violentamente en sus fundamentos, ni mucho menos destruir su organización.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Antes de 1864 el periódico <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname> no
manifestó abiertamente su preferencia por un sistema de gobierno jerarquizado o
aristocrático,<span class="MsoFootnoteReference"> </span>en otras palabras, por
un sistema de gobierno monárquico.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Fue en el transcurrir de los años y más exactamente durante el Segundo Imperio
Mexicano, cuando el contenido de los editoriales reveló un sentimiento de
regocijo por la monarquía entrante y por el nuevo orden de cosas. Hasta
entonces fue manifiesto que durante los distintos gobiernos republicanos no se
permitió debatir sobre la monarquía en México. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoHeader" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; tab-stops: 35.4pt; text-align: justify; text-indent: -.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Llegaba la hora solemne de decidir la suerte del país. Los diversos
partidos que anteriormente lo habían dominado, cuidaron siempre de sofocar toda
idea favorable a la monarquía: quien se atrevía siquiera a proponer que la
cuestión se examinase, incurría en crimen de lesa nación. Llegaba la hora
solemne de decidir la suerte del país. Los diversos partidos que anteriormente
lo habían dominado, cuidaron siempre de sofocar toda idea favorable a la
monarquía: quien se atrevía siquiera a proponer que la cuestión se examinase,
incurría en crimen de lesa nación. Y todos esos partidos que afectaban apoyarse
en la voluntad nacional y decían derivar de ella el poder que asaltaban, caían
en la extraña y maliciosa contradicción de anular esa soberanía del pueblo,
encerrándola en un círculo de que no debía salir. Uno solo de nuestros
innumerables pronunciamientos propuso la manifestación de la voluntad nacional <i>sin
límite ni valladar</i>; creyose ver en esa frase un anuncio de monarquía, y
aquella proposición racional y justa provocó tan terrible tempestad, que los
autores mismos se vieron obligados a borrarla para lograr el triunfo de su
motín. Los partidos todos conocían que la monarquía era la consolidación del
orden y de la paz; mal avenidos con ambas cosas, y procurando sobre todo evitar
la muerte de las aspiraciones al primer puesto, solo en una cosa marchaban
acordes y unidos en medio de sus eternas y encarnizadas luchas; en proscribir
por todos los medios posibles, buenos o malos, la idea monárquica. </span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; mso-ansi-language: ES-MX;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Dentro de este abogar por la
monarquía sin mencionarla se encuentran ciertos términos provenientes del
Antiguo Régimen y de la doctrina católica: “interés común”, “bien común”,
“privilegios”, “distinciones”, “centro común” y “bienestar común”, entre otros.
Este hablar del común y los privilegios fue perdiendo fuerza con la llegada del
“individualismo” que ya demandaba el liberalismo de la primera mitad del siglo
XIX. Así se entiende como los denominados “privilegios” o fueros heredados de
la colonia y de las aprobaciones reales, luchaban por sobrevivir. Y es que en
esto lo que se buscaba era el rescate del léxico tradicional utilizado para
hacer política.<span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Cabe mencionar que el Plan de
Tacubaya, que desconocía <st1:personname productid="la Constitución" w:st="on">la
Constitución</st1:personname> de 1857 y que fue proclamado por Félix Zuloaga,
representó en algún momento el remedio contra el mal causado por las
legislaciones reformistas. Sin embargo para los periodistas de <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname> había un
hecho... </span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span lang="ES" style="font-size: 10.0pt;">que debe mirarse
frente a frente y examinarse bien porque lo dice todo: el movimiento de
Tacubaya parece estacionado: lo que hubo desde el principio es lo que hay
todavía: la línea que corre de México a Veracruz es lo que hay por parte del
gobierno: las otras permanecen <i>in statu quo</i>: no lo hemos dicho bien; los
Estados del interior protestan contra el centro, reasumen lo que no pueden
tener, pero lo que puede causar una verdadera anarquía. ¿Porqué sucede esto?
¿Porqué el orden de cosas caído descansa en la voluntad de la nación? Esto
fuera chancearse, y la cosa es demasiado seria para ocuparse en puntos
ridículos.</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"> <a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></a></span></span><span lang="ES" style="color: red;"> </span><span lang="ES" style="color: red; font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Ante aquella situación, los
periodistas bien parecían negar la participación de la voluntad nacional, sin
embargo lo que negaban era el principio de participación democrática.
Jacqueline Covo, en su libro </span><i><span lang="ES">Las ideas de <st1:personname productid="la Reforma" w:st="on">la
Reforma</st1:personname> en México</span></i><span lang="ES">,<i> </i></span><span lang="ES">considera</span><span lang="ES"> que<i> </i></span><span lang="ES">los
principios democráticos proclamados por los liberales durante el periodo de reforma,
que fundamentalmente fueron heredados de <st1:personname productid="la Revolución Francesa" w:st="on">la Revolución Francesa</st1:personname>
y de <st1:personname productid="la Constitución" w:st="on">la Constitución</st1:personname>
norteamericana, como la soberanía del pueblo, el sufragio universal y el
sistema representativo fundado sobre la libertad y la igualdad, eran, a
mediados de siglo XIX, principios exóticos que no se habían aclimatado en
México después de treinta años de independencia y de algunas tentativas por
implantarlos.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES">Y para
el caso del grupo conservador que integraba <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES">la idea
de “voluntad nacional”, estaba vinculada con la idea de voluntad divina, como
se verá en el último capítulo.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">En consecuencia, un medio de impedir
la anarquía fue proyectar el establecimiento de una “política franca”, donde
estuviera presente la consolidación de un gobierno, la restauración del orden y
la justicia y la reincorporación del país en una carrera de esperanza en el
porvenir. Esto fundamentalmente implicó la declaración del establecimiento de
una monarquía y la exigencia del respeto a los hábitos de las naciones
hispanoamericanas. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> F. V. Sánchez (Editor responsable), “Reflexiones sobre los gobiernos
aplicados a <st1:personname productid="la República" w:st="on">la República</st1:personname>”,
<st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
Sección Editorial, T. I, Núm. 12, México, Miércoles 6 de enero de 1858, p. 1.</span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>. </span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>.</span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La democracia, para el caso del grupo que
integraba <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
va a representar la anarquía, el desorden, el predominio del pueblo o de las
clases bajas sobre el resto de la sociedad.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="text-align: left;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a><span lang="ES" style="font-size: 10pt; text-align: left;"> </span><span lang="ES" style="text-align: left;"><span style="font-size: small;">Vera, Francisco (Editor
responsable)<i>, </i>“El porvenir. ¿Quién penetra en ese inmenso horizonte, en
ese abismo sin fondo que se llama el <i>porvenir</i>?”, <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>, Sección
Editorial, T. 1, Núm. 35, México, miércoles 3 de febrero de 1858, p. 1.</span></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>. </span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><i><span lang="ES"> </span></i><span lang="ES">F. V. Sánchez (Editor responsable), “La
sociedad mexicana”, <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. I, Núm. 183, México,
Viernes 2 de julio de 1858, p. 1.</span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> F. V. Sánchez (Editor responsable), “Reflexiones sobre los gobiernos
aplicados a <st1:personname productid="la República" w:st="on">la República</st1:personname>”,
<st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La Sociedad</i></st1:personname>,
Sección Editorial, T. I, Núm. 12, México, Miércoles 6 de enero de 1858, p. 1.</span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Sobre este abogar es importante señalar que, para este grupo
conservador, uno de los abusos de los demagogos había sido, entre otras cosas,
eternizar el imperio de la ley y acabar con las “distinciones y privilegios”
adquiridos a lo largo de los años. Aquellas “distinciones”, que remiten al
Antiguo Régimen, tenían relación con las libertades o privilegios reales. De
este modo, cuando los liberales pretendieron terminar con aquellas situaciones,
fueron apreciados por los conservadores como tiranos del poder, al pretender
terminar con un pasado aún presente, ver: F. V. Sánchez (Editor responsable),
“La sociedad mexicana”, <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. I, Núm. 183, México,
Viernes 2 de julio de 1858, p. 1.</span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>F. Escalante, (Autor
editorial), “El Imperio”, <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. III, Núm. 359, México,
Martes 14 de junio de 1864, pp. 1 y 2.</div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> </span>F.
V. Sánchez (Editor responsable), “Consideraciones sobre la situación. (Artículo
2°). Primera exigencia de ella”, <st1:personname productid="LA SOCIEDAD" w:st="on"><i>La
Sociedad</i></st1:personname>, Sección Editorial, T. 1, Núm. 4, México, Martes
29 de diciembre de 1857, p. 1.<span style="font-size: x-small;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Una%20antigua%20instituci%C3%B3n.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Covo, Jacqueline. <i>Las ideas de <st1:personname productid="la Reforma" w:st="on">la Reforma</st1:personname> en México
(1855-1861),</i> México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1983, p. 113.</span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-53369961642925311462012-11-18T06:14:00.000-08:002012-11-19T08:49:34.707-08:00¿Es posible crear una perfecta sociedad? <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div>
<div align="right" class="MsoBodyText" style="text-align: right; text-indent: 40pt;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: arial;"><span style="line-height: 32px;"><b>Saint-Simon y su concepción de la perfecta sociedad </b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: arial;"><span style="line-height: 32px;"><b><br /></b></span></span></div>
</div>
<div style="font-family: arial; text-align: left;">
<div style="text-align: right;">
<b><i><span lang="ES" style="line-height: 200%;">Alejandra
López Camacho</span></i></b></div>
</div>
<div style="font-family: arial;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<b><i><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><br /></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-jL8WH2AxGzQ/UKj1Q_-2OWI/AAAAAAAAA6Y/xxcvTIi0xSI/s1600/front1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="208" src="http://2.bp.blogspot.com/-jL8WH2AxGzQ/UKj1Q_-2OWI/AAAAAAAAA6Y/xxcvTIi0xSI/s320/front1.jpg" width="320" /></a><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">El
desarrollo de las ciencias orientadas al conocimiento de lo humano y de las
estructuras sociales ha pasado por distintas etapas a lo largo de la historia.
Durante los siglos XVIII y XIX, las teorías generales de Claude-Henri de
Rouvroy, Conde de Saint-Simon, acerca del estudio de las organizaciones
sociales, se presentaron en la Francia posrevolucionaria como una etapa del
conocimiento de lo humano enfocado al propósito de encontrar leyes que vaticinaran
el futuro de las sociedades. Saint-Simon, el aristócrata arruinado, el oficial
de la guerra americana, el especulador de propiedades inmobiliarias y el
periodista, fue un escritor y pensador que incitado por los avances científicos
y los avatares de las revoluciones, americana y francesa, pretendió comprender
el desarrollo de las sociedades y establecer reglas que la organizaran. Pero si
bien existió una preocupación por reorganizar las sociedades transformadas por
las revoluciones, también existió el objetivo de estudiar la Historia de las
civilizaciones con la finalidad de establecer tablas del comportamiento
político, económico y social y leyes que pronosticaran el futuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-_qUrg1U7EvY/UKjyZyD3v2I/AAAAAAAAA50/lZRUF8oifhc/s1600/Saint+s.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-_qUrg1U7EvY/UKjyZyD3v2I/AAAAAAAAA50/lZRUF8oifhc/s1600/Saint+s.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Saint-Simon</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Este
personaje que inició sus escritos a los 43 años, debido a que no tuvo una verdadera
formación académica anterior, se valió de su experiencia, y de sus estudios de
fisiología, sicología e historia para observar y estudiar los problemas que las
sociedades posrevolucionarias atravesaban. Así llegó a advirtir ciertos
desordenes sociales arrastrados a través de los años como la presencia de
ciertos grupos sociales, en específico, la nobleza, el clero, la milicia y los legisladores,
que sin desarrollar ningún trabajo productivo, vivían a costa de otros que si
producían como los agricultores,
artesanos y negociantes. Saint-Simon también reparó en los avances científicos
obtenidos por las culturas y a su vez en la necesidad del trabajo en grupo y en
la relación entre los niveles de conocimiento, religión y estructura social.
Con lo cual llegó a afirmar que “los momentos más felices de la especie humana
han sido aquellos en los cuales “el poder espiritual y el temporal se
equilibraban mejor”” (</span><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Gurvitch</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"> </span></span><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">54).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">De
lo anterior se desprende que para Saint-Simon, el principio rector del progreso
social lo constituía el esfuerzo humano colectivo, de ahí que considerara a la
sociedad como un ser que sólo en conjunto y en unidad, podría funcionar como
una verdadera máquina organizada. Razón demás para proponer la unidad de las
ciencias, porque finalmente éstas provenían del esfuerzo humano colectivo,
tanto espiritual como material, es decir, de los avances en el conocimiento
como en la producción, lo que en último término llevaría a las sociedades a un
estado positivo o de actividad. No obstante,
salta a la vista que para este hombre, la unidad de las ciencias naturales y
humanas equivalía a decir que los hombres en sociedad podrían estudiarse de
acuerdo a la aplicación de ciertas leyes de comportamiento ligado a la
necesidad de destruir los gobiernos encabezados por los legisladores, quienes
en definitiva habían llevado a las sociedades al desorden. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">En
1803, cuando publicó su obra <i>Letters d’ un habitant de Genéve á ses
contemporains</i>, Saint-Simon se propuso “reorganizar la sociedad sobre bases
científicas”, ahí llegó a especificar que la sociedad debía “...estar gobernada
por científicos y artistas...” (Saint-Simon 15). Los primeros procurarían el
bienestar material y los segundos el desarrollo mental. Para Saint-Simon, el
avance de la actividad científica dependía de dos premisas: de la condición
experimental aplicable al desarrollo de la actividad social y del
establecimiento de leyes sobre la misma sociedad. De ahí su particular interés
por el conocimiento de la historia, “...el estudio de la historia conduce, a mi
modo de ver, a la convicción de que todos los acontecimientos importantes
tienden hacia la misma meta -la civilización de la humanidad-” (Ionescu 24). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">A
ojos saintsimonianos cabría plantear si lo antes expuesto equivalía a decir que existía la posibilidad
de establecer tablas de comportamiento social que entrañaran respuestas a las
acciones humanas a través del tiempo y en las cuales la observación de las
conductas pasadas fueran sustanciales para el establecimiento de datos
estadísticos. De ser así, ¿hasta dónde Saint-Simon percibió que las sociedades
americanas y europeas tendrían patrones de comportamiento similares? Y ¿hasta
dónde existió en Saint-Simon una preocupación por el estudio de la naturaleza
de las sociedades donde intervienen la intencionalidad de los hombres que
pueden alterar el curso de la historia? ¿Fueron las teorías de Saint-Simon la
inspiración del modelo deductivo-nomológico de Carl Hempel? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Después
de la Revolución Francesa, las corrientes posrevolucionarias del pensamiento francés,
giraron en torno de una rehabilitación intelectual y social. En aquel momento
se pretendieron establecer leyes del movimiento de la civilización, así como
Isaac Newton había instituido los principios de la física “...era newtoniano
todo lo que trata de sistema de leyes...” (Ilya<span class="MsoFootnoteReference"> </span>y Stenger<span class="MsoFootnoteReference"> </span>32)
Saint-Simon fue uno de los tres pensadores que dijeron haber encontrado las
leyes del desarrollo social con el propósito de remodelar la sociedad sobre
principios científicos generales. Los otros dos pensadores que dijeron haber
encontrado las leyes del desarrollo social fueron: Charles Fourier, en cuya ley
de Atracción Pasional planteaba que las pasiones humanas habían sido causa de
las desgracias y por lo tanto había que convertirlas en fuente de felicidad y,
A. Comte, quien estableció la ley de los tres estadios, estadio teológico,
metafísico y positivo o científico.<span class="MsoFootnoteReference"> </span>(Bury
252-263)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Ahora,
¿cuáles eran esas leyes del desarrollo? Pues nada menos que una especie de
modelo deductivo-nomológico. Es decir, que en base a las vivencias pasadas y
situaciones presentes ocurridas, se asumiría que acontecería un determinado
futuro.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: center; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">“Sí ... entonces”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">No
obstante, si algo destaca en este modelo es que estuvo pensada en función de
una sociedad gobernada por industriales y científicos, esto nos dice que no se
trataba de cualquier tipo de sociedad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">La
ley propuesta por el Conde, que además respondía a lo promovido por Napoleón
sobre el balance del progreso de la ciencia desde 1789, consideraba dos épocas
en la historia: “las épocas críticas (necesarias para eliminar las
“fosilizaciones” sociales) y las épocas orgánicas” o de construcción. (Ferrater
2915) Saint-Simon vio en la historia los factores determinantes para la
comprensión de las sociedades y sus cambios con el paso del tiempo. La historia
estaba considerada en función del desarrollo industrial y la industria no era
sino producción, por lo tanto, todo cambio social implicaría un cambio en los
sistemas de propiedad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">A
juicio de Saint-Simon, la sociedad y en específico el hombre debía tener la
capacidad de dominar la naturaleza y una vez dominada, llegar a un estado
positivo, entendiendo lo positivo como el estado activo, inmanente y autónomo.
(</span><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Gurvitch</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"> </span></span><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">39) En otras palabras, lo que este hombre pretendía era observar
como las sociedades se habían comportado en el pasado, para luego comparar su
comportamiento presente ante los fenómenos que ocurrían y sobre esas
observaciones elaborar un estudio de las sociedades en acción. Es decir,
Saint-Simon estaba buscando una ciencia enfocada a la sociedad activa, buscaba
una sociología que pudiera establecer parámetros de comportamiento de los
hombres en sociedad, todo con la finalidad de vaticinar el futuro, donde entre
otras cosas intervenía el factor económico. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Debido
a que la revolución industrial y la revolución política de 1789 trastornaron el
sistema institucional existente en la sociedad europea, Saint-Simon se enfrentó
a las crisis que atravesaba la sociedad y con ello a la dificultad de llevar a
cabo una reorganización social. Básicamente durante este período los hombres
pasaron por una metamorfosis política, social y técnica como resultado de las
distintas etapas transcurridas, desde formas de vida feudal, hasta las
revoluciones políticas y luego las sociedades industriales. Las instituciones
anteriores a la Revolución, resultaban anticuadas y destructivas porque no
promovían el crecimiento industrial, de ahí la necesidad por hacer una
reestructuración social que promoviera el desarrollo humano bajo una ley común,
una ley universal, la de la demostración y predicción y que por supuesto
privilegiaba a la administración de las cosas más que el gobierno de los
hombres. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Si
reparamos en esa observación saintsimoniana nos daremos cuenta que esta forma
de pensar no estuvo muy lejos de la política mexicana del siglo XIX y en
especial del gobierno de Porfirio Díaz, cuando la corriente positivista hizo
acto de presencia y cuando se aseveraba que en México era más conveniente la
administración que la política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">El
modelo político de la nueva sociedad industrial de Saint-Simon, estaría basado
en la industria y sobre todo en los industriales o productores o gente
trabajadora, quienes ocuparían el primer lugar dentro del rango funcional.
Ellos se encargarían de dirigir la fortuna pública, además de ser los
sustitutos del gobierno de los hombres. A juicio de Saint-Simon, eran
industriales los agricultores, herreros, carreteros, cerrajeros, fabricantes de
calzado, etc., y eran zánganos o inútiles la nobleza, los militares, el clero y
la gente no trabajadora. (Droz 340) Esta clase industrial sería finalmente la
que asumiría el poder político y la que trabajaría por la prosperidad general,
mientras que los sabios o los estudiosos asumirían el poder espiritual o el de
la demostración. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; margin: 0cm 66.1pt 0.0001pt 36pt; text-align: left; text-indent: 4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; margin: 0cm 66.1pt 0.0001pt 36pt; text-align: left; text-indent: 4pt;">
<span lang="ES">...porque en una sociedad ilustrada la fuerza de las leyes y la de
los militares para hacer obedecer la ley no deben ser empleadas mas que contra
aquellos que pretendiesen trastornar la administración.<span class="MsoFootnoteReference"> </span>(Saint-Simon<span class="MsoFootnoteReference"> </span> 86)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; margin: 0cm 66.1pt 0.0001pt 36pt; text-align: left; text-indent: 4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Los
siguientes niveles de acuerdo a las tres Cámaras políticas previstas eran:
Cámara de invención, integrada por ingenieros, poetas, escritores y artistas
encargados de los proyectos de trabajo anuales y las fiestas públicas; Cámara
de examen, formada por los fisiólogos, físicos y matemáticos; Cámara de ejecución,
integrada por los dirigentes de las empresas industriales, agrícolas y
bancarias. Las clases inferiores estarían a disposición de los industriales. A
lo cual, surge la pregunta, ¿fue bajo esta visión de la sociedad que Aldous
Huxley se inspiró para escribir su novela, <i>Mundo feliz, </i>donde se
describe una sociedad perfectamente planeada al grado de convertirse en una
sociedad monótona e insensible?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Tal
modelo de sociedad moderna elevaría a posiciones de autoridad a los expertos
profesionales, en otras palabras a los que disponían de riqueza y que más
adelante se identificarían como capitalistas. Saint-Simon previó una sociedad
futura con clases, en la que supuso una estratificación social. Pero si algo es
importante, es que Saint-Simon realizó sus teorías a partir del estudio de la
historia de las civilizaciones, es decir de la observación de los diversos
estados por los cuales habían pasado los hombres, las ciencias y las
metodologías de éstas y en función de ello Saint-Simon pronosticó que lo conveniente
para las sociedades era priorizar la industria. Para este hombre, la historia
de las civilizaciones era la historia de la vida de la especie humana,
situación que llegó a comparar con la fisiología de las civilizaciones en sus
distintas edades. (</span><span lang="EN-US" style="line-height: 200%; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Gurvitch</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"> </span></span><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";"> 44) <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Ahora,
porque es relevante la visión saintsimoniana de la sociedad y de la historia,
principalmente porque es precursor del capitalismo, del conocimiento
positivista y de la cientificidad de las ciencias, será la inspiración de Carl
Marx y de August Comte. Será también uno de los que precisen el estudio de las
sociedades del siglo XIX a partir de una división de clases y uno de los que
inicien el estudio de las sociedades en acción, esto es, la sociología.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Para
Saint-Simon, el industrialismo sería causa de la armonía entre las clases bajo
la concepción general del bien social. En esa sociedad, todos los hombres
ocuparían una posición en la clase productora y en esa sociedad a su vez no
cabría la miseria, la desocupación, ni la violencia, así lo demostró en el <i>Catecismo
político de los industriales </i>(1823-1824).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; margin: 0cm 66.1pt 0.0001pt 45pt; text-align: left; text-indent: -5pt;">
<span lang="ES">...y cuando se obtenga este resultado, la tranquilidad quedará
completamente asegurada, la prosperidad pública avanzar con toda la
rapidez posible, y la sociedad disfrutar de toda la felicidad individual y
colectiva a la que la naturaleza humana pueda aspirar. (</span><span lang="EN-US">Gurvitch</span><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"> </span></span><span lang="ES"> 84)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; margin: 0cm 66.1pt 0.0001pt 45pt; text-align: left; text-indent: -5pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Saint-Simon
se proclamó ateo y materialista, razón para no involucrar en las ciencias
físicas y en la ciencia de la producción o verdadera política, la idea de Dios.
Esa política resultaría sagrada y se inculcaría en los hombres desde su
infancia como un nuevo cristianismo. La nueva religión o nueva ciencia
elaborada por el Conde, se encargaría de dirigir a la sociedad hacia un
objetivo: mejorar la situación de los más desprovistos, organizar a la
sociedad, asegurar el trabajo y desarrollar la inteligencia. Bajo tales
fundamentos creó su obra <i>El nuevo cristianismo </i>(1824), donde sostuvo
como único principio básico del cristianismo, la hermandad entre los hombres. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">En
esta nueva religión los hombres serían guiados por los pensadores más sabios de
la sociedad, los científicos y los artistas y no por teólogos. Ellos se
encargarían de formular y difundir las creencias importantes y de aprovechar
los avances científicos e industriales en beneficio de la sociedad moderna. El
nuevo cristianismo saintsimoniano, tomaba en cuenta tres grandes aspectos de la
actividad social: en primer término la religión o la moral (la política), en
segundo la teología o la ciencia (los avances en el saber humano) y en tercero
el culto o la industria (rectora de la sociedad por su capacidad de acción).<span class="MsoFootnoteReference"> </span>(Droz<span class="MsoFootnoteReference"> </span> 348)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Quedaba
establecido entonces que el modelo social del Conde de Saint-Simon se basaba en
los progresos industriales porque sólo a través del trabajo productivo se
accedería a la felicidad común. Por otra parte, los avances en el saber humano
o los avances científicos servirían de mejora en la calidad de vida de todos
los hombres. El pasado, dentro de la organización social quedaría como experiencia;
el presente, de aplicación de los conocimientos adquiridos, de transición y el
futuro serviría a las generaciones industriales posteriores de mejora en la
administración de la riqueza pública. De esta forma parecía que para
Saint-Simon lo único que contaría en las sociedades futuras sería aquello que
aprobara las leyes del comportamiento humano basado en modelos industriales y a
su vez, aquello de lo cual se estuviera absolutamente seguro acontecería. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Ahora,
puede verse que si algo fallaba dentro del modelo propuesto por el Conde es
seguro que no se incluiría como un comportamiento científico. Es decir, el
conocimiento de lo humano se explicaría a partir de leyes científicas y sólo a
través de ellas se progresaría en las civilizaciones futuras. Sin embargo, ¿qué
pasaría con esa clase de hombres o de ociosos que se dedicaban a legislar y a
predicar las religiones?, ¿en dónde tendrían cabida? Y, ¿en esa nueva sociedad
no se formaría acaso una lucha entre dominados y dominadores? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Años
después de su muerte en 1825, los seguidores de Saint-Simon retomaron sus ideas
y formaron la Escuela de Saint-Simon o saintsimoniana, vieron en el Nuevo
Cristianismo el testamento de su maestro. El saintimonismo fue presentado como
una filosofía, una ciencia y una nueva religión, cuya misión era unir al mundo
mediante el trabajo; deber y función de cada hombre. Tras convertirse la
Escuela en Iglesia, sus tres seguidores: Olinde Rodriguez (1796-1864),
Saint-Amand Bazard (1791-1832) y Prosper Enfatin (1796-1864), intentaron llevar
a cabo el modelo social, pero ésta no prosperó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Aunque
en este trabajo únicamente se hace mención del saintsimonismo, es necesario
aclarar que los integrantes de estas sectas atacaron “la propiedad (la
herencia), de defender el amor libre (rechazan el matrimonio cristiano y
algunos de ellos eran partidarios de uniones que terminasen a voluntad) y de
ser conspiradores políticos inclinados a derrocar el gobierno”. (Cole<span class="MsoFootnoteReference"> </span>61) Problemas que estuvieron presentes a lo
largo del siglo XIX no solamente en Europa sino también en otros países como
México.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%;">
<b><span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Para concluir<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Saint-Simon nunca
propuso un anarquismo, fascismo, comunismo, ni socialismo. Su obra no es
considerada una ciencia sociológica o política. El Conde de Saint-Simon propuso
un modelo y unas leyes, pero no realizó un análisis científico y una
investigación empírica debido a que no podía practicar y experimentar aquel
modelo de sociedad todavía no formado. Lo que guarda mayor importancia es que
proyectó un modelo político de sociedad futura y que tras de él se formularon
una serie de ideologías y teorías propuestas por otros pensadores que retomaron
ideas del sistema saintsimoniano, al igual que Saint-Simon retomó de otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Fue
del interés de Saint-Simon la aplicación de sus conocimientos a determinadas
ciencias como la fisiología, para la organización de la sociedad. Y así como
esta ciencia se dedica al estudio de las funciones de cada uno de los órganos
de los seres vivos, así también se pretendía estudiar cada parte de la
sociedad. El propósito de Saint-Simon fue desarrollar una ciencia de la
humanidad mediante el análisis de la relación de la sociedad y el sistema
industrial, pretendió además comprender su realidad moderna y futura
transformada bajo este sistema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; line-height: 200%; text-align: left; text-indent: 40pt;">
<span lang="ES" style="line-height: 200%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Para
interpretar la obra en general de Saint-Simon es necesario conocer el momento
histórico en el que fue escrita. El siglo XIX fue una época orgánica, de
transición, de cambios. Y necesario fue en Saint-Simon moldear ese período bajo
condiciones científicas, pero sobre la experiencia anterior. El desarrollo de
la sociedad durante el siglo XIX, debió marchar a la par de los descubrimientos
científicos, de ahí que mejorar la calidad de vida de los hombres, expandir el
intelecto y buscar siempre la felicidad común a través del buen funcionamiento
de la sociedad, fue una de las premisas de Saint-Simon.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES"> </span><b style="text-align: center;"><span lang="ES">MODELO POLÍTICO DE LA NUEVA</span></b></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<b><span lang="ES">SOCIEDAD INDUSTRIAL DE SAINT-SIMON<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">INDUSTRIALES<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">--------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Rectores
de la sociedad, por su capacidad de acción<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">y
sustitutos del gobierno de los hombres<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Cámara de
invención<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">---------------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Ingenieros -
Poetas - Escritores
- Artistas<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">encargados
de los proyectos anuales de los grandes<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">trabajos y
las grandes fiestas públicas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Cámara de
examen<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">-------------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Fisiólogos - Físicos -
Matemáticos<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">encargados
del desarrollo científico y saber humano<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Cámara de
ejecución<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">----------------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Dirigentes
de empresas industriales, agrícolas y bancarias<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">encargados
de asegurar los planes aprobados<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">por las
otras dos Cámaras<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Clases inferiores<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">--------------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Proletariados<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">trabajan a
disposición de los industriales<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Clase no
productiva, los parásitos<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">------------------------------------<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<span lang="ES">Militares -
Juristas - Propietarios Privados -
Nobleza<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">
Esta organización social estaría sometida a:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">a) La ley común o ley universal de
épocas críticas y épocas orgánicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">b) La nueva religión que tendría
por objeto formular y difundir creencias importantes para una sociedad capaz de
aprovechar las fuerzas de la ciencia y la industria.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="font-family: arial;">
<b><span lang="ES" style="line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "MS Mincho";">Bibliografía <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Bury, John L. <i>La idea de
progreso</i>, Madrid, Alianza Editorial, 1971 (1ª ed.1932).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Cole, G.D.H. <i>Historia del
pensamiento socialista. Los precursores 1789-1850</i>. México, Fondo de C</span>ultura
Económica, 1975, pp.44-68.</div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Droz, Jacques (Dir.). <i>Historia
general del socialismo</i>. Vol. 1, De los orígenes a 1875, Barcelona, </span>Ediciones
Destino, 1976, pp.337-350.</div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<i><span lang="EN-US">The New
Encyclopaedia Britannica</span></i><span lang="EN-US"> v.10, U.S.A.,
Encyclopaedia Britannica, 1994.</span><span lang="EN-US"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<i><span lang="ES">Enciclopedia
Hispánica</span></i><span lang="ES">, Estados Unidos de América, Encyclopaedia Británica Publishers,
1995.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<i><span lang="ES">Enciclopedia
Universal Ilustrada Europeo-Americana</span></i><span lang="ES"> T. LII, Bilbao, Espasa-Calpe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Ferrater Mora, José. <i>Diccionario
de filosofía</i> T. 4, España, Alianza Editorial, 1981.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="font-family: arial; text-align: justify;">
<span lang="ES">Gurvitch Georges. <i>Los fundadores franceses de la
sociología contemporánea: Saint-Simon y <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="font-family: arial; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">Proudhon</span></i><span lang="ES">, Argentina, Nueva Visión, 1970. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Hurtado Bautista, Mariano Prólogo,
en, Saint-Simon, <i>Catecismo político de los industriales</i>, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES"> Traducción
de Luis David de los Arcos, Argentina, Ed. Aguilar, 1964.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Ilya Prigogine e Isabelle Stenger.
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<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
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<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Ionescu, Ghita. <i>El pensamiento
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<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="EN-US">Miller, David (Dir.). </span><i><span lang="ES">Enciclopedia
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<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Casado </span>Rodríguez,
España, Alianza Editorial.</div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES">Saint-Simon. <i>Catecismo político
de los industriales</i>, Prólogo de Mariano Hurtado Bautista, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<span lang="ES"> Traducción
de Luis David de los Arcos, Argentina, Ed. </span><span lang="EN-US">Aguilar, 1964.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: left;">
<i><span lang="EN-US">The New Encyclopaedia Britannica,</span></i><span lang="EN-US"> V.10, U.S.A., Encyclopaedia Britannica, 1994,
pp.334-335.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoBodyText" style="font-family: arial; text-align: center;">
<br /></div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-91258110200823886552012-10-05T19:25:00.000-07:002012-10-05T22:53:16.401-07:00Un paseo por el siglo XIX en México (1822-1864). Entre monarquía y república<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="right" class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<i><span lang="ES"><b>Alejandra López Camacho</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%;">
<span lang="ES">Previa a la
instalación del Primer Imperio en el año de 1822 una vez consumada la
independencia de lo que hoy llamamos México,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
el país contaba con todas las bases para mantener un sistema de gobierno
monárquico. De acuerdo con la tradición política, aquel sistema resultaba la
posibilidad más viable y, a decir de Edmundo O’Gorman la monarquía era “...la
natural consecuencia del rompimiento con España, como lo patentiza el hecho de
que no hubo necesidad de justificar la adopción de ese sistema...”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-GKXYxVpS8_Y/UG9_ISmPIpI/AAAAAAAAA1w/V0rzB1T0w2M/s1600/Coronation+Don+Agustin+de+Iturbide+11.gif" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-GKXYxVpS8_Y/UG9_ISmPIpI/AAAAAAAAA1w/V0rzB1T0w2M/s1600/Coronation+Don+Agustin+de+Iturbide+11.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Coronación de Agustín de Iturbide</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Agustín de Iturbide, quien había sido propuesto como monarca, y además electo
por aclamación, encabezó por algún tiempo una de las varias gamas monarquistas
que existieron en México a principios de siglo XIX y aprovechó el ambiente de
exaltación que le rodeaba para declararse emperador. Sin embargo, esa primera
administración duró el tiempo necesario para revelar un grave problema, la persona
encargada de ocupar el trono no podía
reducirse a la autodesignación. Salió a relucir la dificultad de la legitimidad
dinástica y el rango real,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y, aunque este primer intento de gobierno estaba programado para ser una
monarquía constitucional<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y no absoluta,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>
persistió “...la falta de respeto que sentían (los integrantes del Congreso
Constituyente de 1822) hacia un hombre que sin mayor rango social del que podía
tener cualquiera de ellos, había sido tan repentina y arbitrariamente
improvisado en persona sagrada e inviolable”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Fue a partir de entonces que algunos monarquistas planearían la venida de un
príncipe extranjero en aras de ocupar el trono de México y ofrecer protección a
sus intereses económicos, políticos y culturales.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-i1Y6rfWG4iU/UG-ANtvVl7I/AAAAAAAAA14/MrLtF_Kqa2I/s1600/Iturbide+flag.gif" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-i1Y6rfWG4iU/UG-ANtvVl7I/AAAAAAAAA14/MrLtF_Kqa2I/s1600/Iturbide+flag.gif" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bandera del Imperio de Agustín de Iturbide</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">Aquel fracaso monárquico permitiría en el ambiente político, la
exaltación de un grupo político que hasta entonces había permanecido a la
sombra, el republicano. Esta facción intentaría adaptar en México por primera
vez un nuevo régimen de gobierno, moderno y democrático, la República Federal
(1824), cuyo ejemplo exitoso eran los Estados Unidos. Los republicanos
asumieron que ese sistema atendería una necesidad primordial del país, la gran
diversidad de intereses regionales y el federalismo otorgaría la libertad
legislativa necesaria para cada territorio.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></a></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Sin embargo, no debemos pasar por alto que las diputaciones
provinciales institucionalizadas en México a través de la Constitución de Cádiz
de 1812, según Nettie Lee Benson, fueron parte importante del movimiento
independentista de Iturbide y más tarde del establecimiento del sistema
republicano federal. A juicio de Benson, la génesis del federalismo mexicano
puede rastrearse directamente desde la
Constitución de Cádiz.<span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title="">[8]</a> </span></span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><!--[endif]--></a></span></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span></span></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Ese primer ensayo republicano federal, cuyo modelo exitoso era la
república del vecino país del norte, representaba la transformación de la
sociedad mexicana en la que prevalecían tres siglos de dominación monárquica
española. Y, asegura O’Gorman, “...la Constitución de 1824 tenía ante sí un
largo y penoso proceso de lucha contra, precisamente las tendencias
tradicionalistas y monárquicas que en grado muy considerable prevalecían en
aquella época y durante las cuatro décadas siguientes”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn9" name="_ftnref9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Vino entonces el segundo fracaso para el sistema de gobierno mexicano después
de siete años de estar en marcha la república federal.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-KfhHas0BWgU/UG-TTEk8LTI/AAAAAAAAA3o/Kwr5M6F4sPE/s1600/Litograf%C3%ADa,+Personajes+del+siglo+XIX.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="http://1.bp.blogspot.com/-KfhHas0BWgU/UG-TTEk8LTI/AAAAAAAAA3o/Kwr5M6F4sPE/s320/Litograf%C3%ADa,+Personajes+del+siglo+XIX.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: left;">Litografía de Mortiz Rugrendas<span style="font-family: Trebuchet MS, arial, sans-serif;"><span style="font-size: 12px; line-height: 18px;">, Personajes del siglo XIX</span></span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Los fracasos monarquista y republicano federal como formas de gobierno
para México fueron resultado, en el primer caso, de la ilegitimidad dinástica
de aquel que habría representado a ese primer imperio mexicano, esto es, de Iturbide.
Mientras que en el segundo de la transformación republicana que se pretendía
realizar en la sociedad mexicana. Fue así que, debido a las desavenencias
ocurridas durante la primera República Federal y el sistema monárquico
iturbidista, en el año de 1836 se implantaría otro medianamente nuevo sistema
de gobierno consagrado en la <i>Constitución de las Siete Leyes</i>, la primera
República Central; fruto de los liberales moderados.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn10" name="_ftnref10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></a> Así los centralistas intentarían poner fin a
las soberanías locales, aunque no a la particularidad de cada provincia. </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La peculiaridad de aquel sistema, sería dotar a la República con
características de una monarquía constitucional y al presidente de soberano.
Cesaban las legislaturas de los Estados, se establecían Juntas Departamentales
y los gobernadores quedaban sujetos al Ejecutivo.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn11" name="_ftnref11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></a>
A juicio de O’Gorman, la República Central sería un paso, en términos moderados,
hacia la monarquía.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn12" name="_ftnref12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y era así básicamente porque los grupos políticos que sostenían aquel sistema,
era la gente que deseaba la centralización del poder en sus manos. Esta era la
futura gente capitalista y empresaria que velaba por sus intereses económicos y
que más tarde pediría la reinstalación de una monarquía en México. Tal fue el
caso de Lucas Alamán y del liberal moderado, José María Gutiérrez de Estrada.
Michel P. Costeloe afirma que “tanto liberales moderados y conservadores,
convenían en la necesidad de una mayor centralización del poder para que el
gobierno nacional pudiera imponer su autoridad y mantener el control en las
regiones.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn13" name="_ftnref13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Así no obstante, la situación política de la República Central se
complicó cuando Texas se constituyó en República independiente de México el 2
de marzo de 1836.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn14" name="_ftnref14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a> Amén que durante gran parte del decenio que
duró el centralismo, Yucatán fue virtualmente independiente, asegura Costeloe.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn15" name="_ftnref15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Estos hechos, provocaron el desmembramiento del territorio mexicano (ver mapa 2
del anexo 1) y sembraron el germen de una lucha entre quienes enarbolaban ideas
republicanas federalistas, republicanas centralistas y monarquistas.</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-kMYRNpOnhus/UG-JBxuVruI/AAAAAAAAA3I/OjQ6Z4JA6hc/s1600/texas.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-kMYRNpOnhus/UG-JBxuVruI/AAAAAAAAA3I/OjQ6Z4JA6hc/s1600/texas.gif" /></a></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Con la pérdida de Texas, salió a relucir una grave dificultad: no
existía un control político-económico-social del vasto territorio de México. Sea
con la monarquía o sea con las repúblicas federal y central, la inestabilidad
política en el sistema de gobierno mexicano continuaba y es que, los distintos
territorios de México no acababan por integrarse, además de identificarse, con
los gobiernos<b> </b>y entidades<b> </b>mexicanas.
</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES" style="background-color: #eeeeee; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">Los Estados Unidos
aprovecharon esta situación y con su teoría expansionista, coordinada
quisquillosamente desde Washington, pronto se apoderaron de Texas, lugar
habitado principalmente por estadounidenses y no por mexicanos. El vecino país
intentó además apoderarse de la California y Nuevo México, con pretextos de
ofrecer la libertad a los hombres que habitaban esas tierras y huían de los
gobiernos tiránicos.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn16" name="_ftnref16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a> Aquel país, apareció entonces como el
protector de los estados fronterizos y promotor de las ideas republicanas
federales.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El federalismo, puesto en marcha nuevamente en México en el año de 1846
otorgó autonomía a los estados, pero, a consecuencia de la constantes fracasos
políticos se produjo una fase separatista y cada estado, percibido asimismo
como nación independiente, luchó por el resguardo de su territorio. Cabe la
pregunta, ¿por qué a los Estados Unidos les interesaba que México continuara
con un régimen republicano federal? Sobre
esto podría considerarse que debido a que el Estado mexicano se encontraba en
vías de su construcción política, el sistema federal implicaba, aunque bien
pudiera parecer la unidad, la desunión de los estados que no acababan por
identificarse con un gobierno vulnerable jurídicamente, esta situación
resultaba benéfica para quien ofrecía seguridad y esperaba apoderarse de
México.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-l_6LznDZY0M/UG-HsVbCqPI/AAAAAAAAA24/qJypQtHM8-g/s1600/Mapa+de+M%C3%A9xico+1847.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="239" src="http://1.bp.blogspot.com/-l_6LznDZY0M/UG-HsVbCqPI/AAAAAAAAA24/qJypQtHM8-g/s320/Mapa+de+M%C3%A9xico+1847.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mapa del territorio mexicano 1847</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La ambición estadounidense no cesó y con pretextos de una guerra
absurda, aprovecharon la debilidad del gobierno de México, de no tener un buen
ejército, armas y dinero, para hacerse de la Alta California, Arizona y Nuevo
México. Así, para el año de 1848, los Estados Unidos se quedaron con más de la
mitad del territorio mexicano (2, 400,000 km<sup>2</sup>).<span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;"><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title="">[17]</a> </span></span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><!--[endif]--></a></span></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Aquella pérdida sacudiría a todos los grupos políticos. Sin embargo, lo
interesante de esta situación sería el beneficio que algunos monarquistas
obtuvieron de este hecho, tal fue el caso de José María Gutiérrez de Estrada,
José Manuel Hidalgo y el padre Francisco Javier Miranda (1816-1864). Estos
personajes se encargarían a partir de aquella pérdida, de promover con mayor
coraje sus ideas monarquistas e iniciaron una campaña enérgica contra el
régimen republicano, sea federal, sea central.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Ante la apetencia estadounidense por México, algunos monarquistas
encabezados por Lucas Alamán dieron a conocer en el periódico <i>El Tiempo</i>
el 12 de febrero de 1846, las principales ideas de quienes ya se denominaron
conservadores.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn18" name="_ftnref18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></a> Básicamente esta asociación aspiraba a formar
un partido fuerte que hiciera contrapeso a la facción republicana y al
predominio de ideas federalistas del vecino país del norte. Para este grupo, el
amago desintegrador no era producto de la casualidad, sino consecuencia del
peligroso sistema republicano federal, por cuya causa se había perdido más de
la mitad del territorio nacional. De lo anterior se deduce que tanto
republicanos como monarquistas deseaban un ejecutivo fuerte capaz de apaciguar
las aguas. </span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Con la problemática situación política mexicana, Lucas Alamán y Miguel
Lerdo de Tejada (1812-1861) escribieron a Santa Anna sendas cartas, tras ser
electo presidente por el término de un año según el <i>Plan Arroyo Zarco</i>
(20 de octubre de 1852).<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn19" name="_ftnref19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>
El primero quería acabar con el federalismo, conservar la religión católica,
establecer una nueva división territorial que borrara la forma de estados y
fortalecer las escuelas de Artes y Oficios. El segundo pidió continuar con el
sistema federal, la formación de un buen ejército, instrucción para el pueblo y
corregir los abusos del clero.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn20" name="_ftnref20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Cabe resaltar que ambas facciones pidieron la inmigración europea,
sin embargo, Alamán exigía además la asiática para el cultivo de productos
tropicales. Pero acaso ¿no en Asia se practicaban otros cultos? y ¿no acaso los
conservadores deseaban la preservación de la religión católica? Volvió a salir
otro problema, la situación de la Iglesia en el nuevo Estado nacional.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Desde la independencia de México y aún antes, el clero como
representante de la Iglesia era uno de los poderes legitimados en el gobierno.
Además de esto, el clero también gozaba de inmunidad, así como del aprecio y
respeto de la mayoría de los mexicanos, pues, eran ellos quienes encarnaban la
idea de la divinidad. Hasta entonces, su figura dentro del gobierno y la
sociedad se consideraba necesaria. El mismo clero creía que sin su presencia
los hombres no podían gobernarse, ni ser felices.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn21" name="_ftnref21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-5DzhBhgSPDo/UG-WKyLHTVI/AAAAAAAAA4I/1yJXYiPZmRU/s1600/Litograf%C3%ADa.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-5DzhBhgSPDo/UG-WKyLHTVI/AAAAAAAAA4I/1yJXYiPZmRU/s320/Litograf%C3%ADa.jpg" width="219" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Litografía de Decaen</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De esa manera, el clero había adquirido amplios derechos dentro de la
esfera política, social y económica. Al paso de los años aquel se transformó en
una importante fuerza político-económica. Si bien la inmunidad concedida a los
representantes de la Iglesia por los monarcas españoles los dignificaba por ser
uno de los brazos de la monarquía española, también les permitía fungir con
cargos públicos y adquirir bienes materiales. Pero cuando las ideas liberales
reformistas se apoderaron del ambiente político mexicano, se planteó la
necesidad de separar los poderes del Estado y de la Iglesia, así como la idea
de tolerancia de cultos y la desamortización de los bienes del clero, sin que
esto condujera al cese del catolicismo.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">De hecho, ya desde 1833 el partido progresista encabezado por José
María Luis Mora (1794-1850) había pretendido el sometimiento de la Iglesia
dentro del Estado mexicano, sólo que como entonces existían ciertas prácticas
coloniales que se mezclaban con asuntos civiles y eclesiásticos, se intentó que
el Estado nacional ejerciera el Patronato y con esto “...convertir a los
eclesiásticos en funcionarios públicos y a la Iglesia en un órgano del Estado”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn22" name="_ftnref22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES"> </span><span style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">Para la segunda mitad del siglo XIX y hasta la década de los sesentas
con el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano, la situación para el clero
fue más crítica. Para entonces se justificó jurídicamente la separación de
poderes Iglesia-Estado. El sistema monárquico se presentó bajo una
contradicción política, con una doctrina liberal encaminada a la construcción
de un Estado moderno donde el monarca no se subordinaría al poder de la Iglesia
y con ejercicio de la soberanía nacional, según lo dejó ver Maximiliano
(1832-1867) con los Notables al exigir una prueba de ser aclamado por los
mexicanos.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Sin embargo, la Iglesia negaba el principio de soberanía nacional,
principalmente porque le restaba privilegios al subordinarse a otra potestad.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn23" name="_ftnref23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a>
De acuerdo a las políticas liberales reformistas y maximilianistas, el Estado y
no la Iglesia debía fijar las reglas políticas, económicas y sociales. Por otro
lado, la idea de tolerancia de cultos implicaba la apertura al capitalismo
previsto por la doctrina liberal, era la posibilidad de enriquecer al país. Esa
idea fue tomada por el clero y los monarquistas conservadores, como un ataque a
las tradiciones y a la religiosidad de los mexicanos.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La idea de tolerancia manifestada en ley desde el 4 de diciembre de
1860 y reafirmada por Maximiliano, puso en peligro las condiciones favorables
del clero y los monarquistas conservadores. Queda claro entonces que se trataba
de una lucha anticlerical, no antirreligiosa.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">El 20 de abril de 1853, Santa Anna asumió el poder y con apoyo de
Alamán se publicaron las <i>Bases para la administración de la República</i>.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn24" name="_ftnref24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>
En ese documento, el grupo monarquista sembraba las bases para establecer un
poder que frenaba al federal. Entonces
Santa Anna estableció un gobierno dictatorial investido de monarquía, al grado
de nombrarse Alteza Serenísima. Pretendió ser soberano de una nación que había
rechazado en 1822 a un nacional como monarca y al mismo tiempo buscar ayuda de
un ejército europeo para su protección, es decir, una monarquía nacional con
intervención armada. </span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-UlUOuK_xsEk/UG-D684kOmI/AAAAAAAAA2Y/q35JFditO6M/s1600/Oleo_Antonio_Lopez_de_Santa_Anna.PNG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-UlUOuK_xsEk/UG-D684kOmI/AAAAAAAAA2Y/q35JFditO6M/s1600/Oleo_Antonio_Lopez_de_Santa_Anna.PNG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Antonio López de Santa Anna</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">La nueva mutilación del territorio nacional en 1853 y la situación de disgusto creada por su
Alteza Serenísima, influyeron en el estallamiento de la Revolución de Ayutla.
Básicamente la revolución se impuso contra el gobierno de Santa Anna, por haber
infringido las instituciones liberales republicanas. Pronto la presión política
hizo que Santa Anna renunciara al poder en el año de 1855. Ahora tocaba a sus
opositores mediante el <i>Plan de Ayutla</i> (1 de marzo de 1854) luchar para
restablecer el régimen republicano, fuera bajo sistema federal o central.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn25" name="_ftnref25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Ya desde 1851 un monarquista francés cuya doctrina política se dijo
liberal, inauguró un sistema monárquico constitucional que sin el derecho
divino, se proclamó por soberanía popular, Emperador de Francia. “Napoleón III,
renunciando a la teoría del origen divino del Imperio, como aconsejaban los
sucesivos desastres de la monarquía, se limitó a sustituir la vieja concepción
por otra que presentaba al emperador como la encarnación de la soberanía
popular”.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn26" name="_ftnref26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a> Luis
Napoleón (1808-1873), sobrino de Napoleón el Grande, quebró su juramento a la
República francesa y sin tener más rango real que el de su tío, rompió con el
concepto del poder absoluto por el de soberanía popular.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">México, el país que no funcionaba como República y que España le había
acostumbrado a funcionar bajo un virreinato, fue uno de los objetivos de
Napoleón III. Y ante los disturbios políticos en que se encontraba el país, el
Emperador francés </span><span style="line-height: 150%;">“creyendo que el
legado de su tío estaba en continuar las conquistas territoriales (...) mandó
sus soldados a México. Todo esto mientras engrandecía y embellecía a París y
conspiraba contra las libertades públicas; conspiraba también contra la
soberanía mexicana”.</span><a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn27" name="_ftnref27" style="line-height: 150%;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span></span></a><span style="line-height: 150%;">
Esta fue la postura de un monarquista que desde el viejo continente, planeó la
intervención francesa y la creación de una monarquía favorable a sus intereses
y al pujante liberalismo económico europeo, pero también contra el
expansionismo norteamericano.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">En México mientras tanto, los grupos políticos liberales, admitían como
primera necesidad un régimen de gobierno estable y con un orden interior que
abriera el camino al capitalismo. Una vez electo Juan Álvarez (1790-1867) como
presidente en el año de 1855, tuvo lugar el dilema entre las distintas
facciones. Aquellas divergencias dieron por resultado las leyes que fueron
bandera de la Reforma, pero también objeto de censura de algunos miembros del
clero y del grupo monarquista conservador.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn28" name="_ftnref28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Reunido el Congreso Constituyente a principios de 1856,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn29" name="_ftnref29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>
el alegato giró en torno a dos cuestiones: primera, la elaboración de una nueva
legislación y segunda, la restauración de la Constitución de 1824. En otras
palabras, entre tintes de ideas avanzadas y drásticas cuyo primordial interés
era la transformación de la sociedad y gamas tonales inclinadas a frenar una
reforma trascendente y orientada a los cambios paulatinos.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Algunos partidarios de ideas avanzadas, como Ignacio Manuel Altamirano
(1834-1893), Guillermo Prieto (1818-1897) y Ponciano Arriaga (1811-1863)<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn30" name="_ftnref30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></a>
y a diferencia de los tonos moderados como Ignacio Comonfort (1812-1863) y José
María Lafragua (1813-1875), querían realizar cambios en la legislación e
implantar leyes que colaboraran al progreso económico, político y cultural de
la República. Y es que sin duda alguna, de aquellas sesiones como lo fueron las
Leyes de Reforma y la nueva Constitución de 1857, resultaron medidas drásticas
que a pesar de estar diseñadas para el progreso del país, fueron también el
detonante del periodo conocido como la Guerra de Tres años.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-56Siv6h7fUM/UG-DScVnzcI/AAAAAAAAA2Q/CNWyaU0oHO4/s1600/benito_juarez.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-56Siv6h7fUM/UG-DScVnzcI/AAAAAAAAA2Q/CNWyaU0oHO4/s1600/benito_juarez.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Benito Juárez</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Aquella legislación era arbitraria. Lo era porque tocaba un punto
vulnerable de México: una sociedad que no acababa de sobreponerse a la
transformación de sus tradiciones. Tradiciones en las cuales no encajaban esas
leyes fabricadas por liberales cuya doctrina política estaba pensada para el
porvenir y no para su realidad socioeconómica presente. Vino así el
desconocimiento de esa legislación por parte de Félix Zuloaga (1813-1898),
quien representaba una parte de la facción conservadora y quien además fue
nombrado Presidente de la Republica, una vez que Comonfort abandonó el país.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn31" name="_ftnref31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Al mismo tiempo, la renuncia del último representó la toma de posesión de
Benito Juárez (1806-1872) como Presidente interino, quien hasta ese momento
había ocupado el cargo de Vicepresidente de la República. Esto ocasionó una dualidad de poderes en el
país.</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Una vez Juárez en el poder, reivindicó la Constitución y las Leyes de
Reforma y abandonó la capital, debido a que la facción conservadora
representada por Zuloaga se había adueñado de aquel sitio. Juárez entonces
instaló su gobierno en Guanajuato primero y al año siguiente en Veracruz.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn32" name="_ftnref32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Y, así, con la dualidad de poder, tuvo lugar la pugna entre facciones. En el
fondo el asunto giraba en torno a dos problemas centrales: la transformación
violenta del modo de vida de la sociedad mexicana y la conservación de las tradiciones, hábitos y
modos de vida, así como la creencia de que ésta progresaría mediante las
relaciones monárquicas. La Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma atacaban
principalmente las costumbres, así lo consideró el clero y los monarquistas
conservadores. Para éstos, aquella legislación fue una violación a la práctica
de sus creencias y el clero que a lo largo del siglo XIX había sido partícipe
de la política de México, se encontró cada vez más impotente frente a la
Reforma.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn33" name="_ftnref33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-9o6Z0_dKf8s/UG-CJKbDxNI/AAAAAAAAA2I/Ja_NapiI20s/s1600/Miguel_MIramon_by_Charles_Reutlinger_1860-66.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-9o6Z0_dKf8s/UG-CJKbDxNI/AAAAAAAAA2I/Ja_NapiI20s/s320/Miguel_MIramon_by_Charles_Reutlinger_1860-66.jpg" width="205" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Miguel Miramón</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Bajo este contexto, otro grupo político “...que no estaba ni con Juárez
ni con Zuloaga”,<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftn34" name="_ftnref34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></a> se
pronunció contra el gobierno establecido. El general Miguel Miramón (1832-1867),
cabeza de aquel grupo, asumió la Presidencia de la República desde el 2 de
febrero de 1859. Este gobierno fue desconocido por Juárez y un año y medio
después fue derrotado. Una vez
victoriosos los republicanos juaristas se instalaron en el país los postulados
liberales. Sin embargo, cuando Juárez entró a la capital el 11 de enero de
1861, se encontró con una economía en bancarrota y con una sociedad que no
encajaba dentro de la legislación reformista.</span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-6kpQvbsdiwQ/UG-BSSAaBnI/AAAAAAAAA2A/0jIZdx2oIVA/s1600/Maximiliano+3.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-6kpQvbsdiwQ/UG-BSSAaBnI/AAAAAAAAA2A/0jIZdx2oIVA/s320/Maximiliano+3.jpg" width="216" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Emperador Maximiliano </td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoBodyText2" style="line-height: 150%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Con todo, el dominio de los liberales republicanos en México durante
esta época y hasta el Segundo Imperio, sería precario o constantemente
amenazado por los monarquistas que deseaban la continuación del antiguo régimen
imperial. Ambas matizaciones políticas, que a su vez abarcaban otras, perseguirían
tres cosas: la entrada del capitalismo en México, la conservación de sus
intereses y, finalmente, el orden interior, el problema fue que no existió
acuerdo en sus propuestas políticas como tampoco en relación a la forma de
gobierno para México.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div>
<!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> México, como nación independiente, según opinión de O’Gorman, emergió
de la Nueva España y ha pasado por tres entidades históricas distintas y al
mismo tiempo vinculadas: el Imperio Mexica, el virreinato de la Nueva España y
la nación mexicana. Es necesaria esta aclaración afirma el autor, porque en la
historia de las ideas políticas de México existen dos tesis paralelas y
opuestas: primera, que el México actual no es sino el mismo que encontraron los
españoles en 1492; segunda, que el México actual es la Nueva España que ha
llegado a su madurez y mayoría de edad. Sin embargo, la actual República de
México no es el Imperio de Moctezuma, ni el Virreinato de la Nueva España, sino
un ente distinto que surgió de ese virreinato y éste a su vez de aquel imperio,
en O’Gorman, Edmundo<i>. La
supervivencia</i> <i>política novo-hispana</i>. <i>Reflexiones sobre el
monarquismo</i> <i>mexicano</i>, Fundación Cultural CONDUMEX, Centro de
Estudios de Historia de México, México, 1969, pp.7-9. </span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibidem</i>, p.16.</span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Lucio Levi asegura que la legitimidad hacia un gobierno, hacia ese
conjunto de funciones en que se concreta el ejercicio del poder político,
resulta cuando una parte relevante de la población asegura la obediencia hacia
ese gobierno, sin necesidad de recurrir a la fuerza y también, cuando ese mismo
gobierno se haya formado en conformidad con las normas del régimen y ejerza el
poder de acuerdo con esas normas, de tal forma que exista respeto hacia los
valores de la vida política. Sin embargo, dice O'Gorman, el imperio de Iturbide
mostró un grave problema, y fue, la carencia del prestigio personal que
requiere un rey y sobre todo la legitimidad dinástica que es el natural
fundamento de esa investidura, en LEVI, Lucio, “Legitimidad”, en N. Bobbio y N.
Matteuci<i>, op.cit</i>., t.2,
pp.892-897 y E. O'Gorman, <i>op.cit</i>., pp.15-17.</span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Según opinión de Paolo Colliva, la constitucionalización de la
monarquía se inició en Inglaterra, luego en Francia y más tarde por doquier en
el siglo XIX, este sistema representó el predominio de la ideología de la
burguesía victoriosa, que salvó lo que quedaba del antiguo régimen monárquico y
lo insertó en un sistema donde los brazos del poder habían pasado a otras
manos. Con el sistema constitucional, el
poder siguió siendo divino, sin embargo, la monarquía ya no fue una institución
por encima del Estado sino un organismo más de éste. A través de la monarquía constitucional, el
rey se convirtió en un simple representante de la personalidad del estado y
adquirió una función certificatoria y ratificatoria de las decisiones tomadas
por su gabinete de gobierno, en COLLIVA, Paolo, “Monarquía”, en N. Bobbio y N.
Matteuci, <i>op.cit</i>., t. 1, p.1054.</span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> A diferencia de la monarquía constitucional, en el sistema
absolutista, el poder se centraba en una sola persona, el monarca.
Generalmente, estaba constituido sobre una base hereditaria y su poder era
atribuido a través del representante de Dios en la tierra, el Papa, esto es,
por Dios y no por soberanía popular. El monarca era superior a todos, pero
protegía al clero, a la nobleza y a la burguesía, quienes encontraban en la
monarquía absoluta la garantía y conservación de su posición, en <i>Ibid</i>., t. 1, pp. 1049-1054.</span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US">
E. O'Gorman, <i>op.cit</i>., p. 17.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US">
<i>Ibid</i>., p.21.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> BENSON, Nettie Lee. <i>La
diputación provincial y el federalismo mexicano</i>, México, El Colegio de
México-Universidad Nacional Autónoma de México,
1994, pp.19-32.</span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US">
<i>Ibid</i>., p.24<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US">
<i>Ibid.</i>, p.25.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn11">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref11" name="_ftn11" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> O’Gorman, Edmundo. <i>Historia
de las divisiones territoriales de México</i>, México, Ed. Porrúa, 1994, p.73.</span></div>
</div>
<div id="ftn12">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref12" name="_ftn12" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O’Gorman. <i>La
supervivencia política</i>, <i>op.cit</i>., p.27.</span></div>
</div>
<div id="ftn13">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref13" name="_ftn13" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Costeloe, Michael P. <i>La República central en México, 1835-1846.
“Hombres de bien” en la época de Santa Anna,</i> México, Fondo de Cultura
económica, 2000, p. 71</span></div>
</div>
<div id="ftn14">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref14" name="_ftn14" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Vázquez Josefina Zoraida, “Los primeros tropiezos”, <i>Historia
general de México</i>, t.2, México, el Colegio de México, 1996, p.809.</span></div>
</div>
<div id="ftn15">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref15" name="_ftn15" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> M. Costeloe, <i>op.cit</i>.,
p.377.</span></div>
</div>
<div id="ftn16">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref16" name="_ftn16" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J.Z. Vázquez, <i>op.cit</i>., p.810.</span></div>
</div>
<div id="ftn17">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref17" name="_ftn17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La nueva división territorial de México quedó establecida en el <i>Tratado
de Guadalupe </i>firmado entre México y los Estados Unidos el 2 de febrero de
1848, en <i>Ibid</i>., p.818.</span></div>
</div>
<div id="ftn18">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref18" name="_ftn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Alamán, Lucas, “Profesión de fe de los conservadores”,en L. González
y González, <i>op.cit</i>., pp.129-130.</span></div>
</div>
<div id="ftn19">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref19" name="_ftn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J.Z. Vázquez, <i>op.cit</i>.,
p.810.</span></div>
</div>
<div id="ftn20">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref20" name="_ftn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> González Navarro, Moisés. <i>Anatomía del poder en México (1848-1853</i>),
México, El Colegio de México, 1977, pp.362-373.</span></div>
</div>
<div id="ftn21">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref21" name="_ftn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Abad y Queipo, Manuel,
“Representación sobre la inmunidad”, Mora José María Luis, <i>Obras
completas. Obra política</i> T. III, México, SEP-Instituto de Investigaciones
Dr. José María Luis Mora, p.18.</span></div>
</div>
<div id="ftn22">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref22" name="_ftn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Galeana de Valadés Patricia. <i>Las relaciones Iglesia-Estado durante
el Segundo Imperio</i>, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1991,
p. 17.</span></div>
</div>
<div id="ftn23">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref23" name="_ftn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Ibidem, p.2.</span></div>
</div>
<div id="ftn24">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref24" name="_ftn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O'Gorman. <i>La
supervivencia política, op.cit</i>., p.45.</span></div>
</div>
<div id="ftn25">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref25" name="_ftn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J.Z. Vázquez, <i>op.cit</i>., pp.829-831.</span></div>
</div>
<div id="ftn26">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref26" name="_ftn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Pirenne, Jacques. “Triunfo del
libre cambio y expansión y crisis del liberalismo en los países atlánticos”, <i>Historia
Universal</i> t. VI, Estados Unidos, Grolier International, 1973, p.64. </span></div>
</div>
<div id="ftn27">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref27" name="_ftn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> Valadés, José C., <i>Maximiliano y Carlota en México. Historia del
Segundo Imperio</i>, México, Ed. Diana, 1993, p.76.</span></div>
</div>
<div id="ftn28">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref28" name="_ftn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> La primera ley fue, la Ley de administración de Justicia y Orgánica de
los Tribunales de la Nación del Distrito y Territorios o Ley Juárez, del 23 de
noviembre de 1855, elaborada por Benito Juárez (1806-1872), ministro de
Justicia durante el gobierno de Álvarez.
Una vez Ignacio Comonfort en la presidencia (1855-1858), se expidieron:
la Ley de desamortización de Fincas Rústicas y Urbanas Propiedad de las Corporaciones
Civiles y Religiosas o Ley Lerdo, realizada por Miguel Lerdo de Tejada
(1812-1861), ministro de Hacienda, el 25 de junio de 1856; la Ley Orgánica del
Registro del Estado Civil, el 27 de enero de 1857, que reguló el
establecimiento y uso de los cementerios y la de Obvenciones Parroquiales o Ley
Iglesias, del 11 de abril del mismo, elaborada por José María Iglesias
(1823-1891), ministro de Justicia, en J. Z. Vázquez, <i>op.cit</i>.,
pp.832-833.</span></div>
</div>
<div id="ftn29">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref29" name="_ftn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> El 18 de febrero de 1856, el Congreso Constituyente inauguró sus
labores y de 155 diputados electos, sólo asistieron a las primeras sesiones
unos 80 y esta cantidad fue disminuyendo conforme las sesiones avanzaron,
parecía que entonces existía desconfianza
y tibieza entre los asistentes. Y es que, debido a sus cargas políticas,
las nuevas leyes no combinaban del todo con su tendencia política, en RABASA,
Emilio, <i>La Constitución y la Dictadura</i>, México, Ed. Porrúa, 1956, (1ª
ed. 1912), p. 33.</span></div>
</div>
<div id="ftn30">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref30" name="_ftn30" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> E. O'Gorman. <i>La
supervivencia política</i>, <i>op.cit</i>., p.52.</span></div>
</div>
<div id="ftn31">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref31" name="_ftn31" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> El 11 de enero de 1858, Ignacio Comonfort entregó el mando de la
presidencia a Benito Juárez, quien fue puesto en libertad ese mismo día, luego
de ser hecho preso. Comonfort salió de Palacio con destino a Veracruz y el 7 de
febrero se embarcó con dirección a los Estados Unidos, esto luego de apoyar el <i>Plan
de Tacubaya</i> de Félix Zuloaga (17 diciembre 1857), en el cual se desconocía
la Constitución de 1857, en <i>Ibidem</i>, pp.
841-842.</span></div>
</div>
<div id="ftn32">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref32" name="_ftn32" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> <i>Ibid</i>., pp.254-255.</span></div>
</div>
<div id="ftn33">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref33" name="_ftn33" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> P. Galeana de Valadés, <i>op.cit</i>.,
p.3.</span></div>
</div>
<div id="ftn34">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Entre%20monarqu%C3%ADa%20y%20rep%C3%BAblica.docx#_ftnref34" name="_ftn34" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "MS Mincho"; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="ES"> J. Z., Vázquez,
<i>op.cit</i>., p.844.</span></div>
</div>
</div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com20tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-15596169206901072192012-08-26T17:58:00.000-07:002012-08-26T20:18:13.389-07:00San Nicolás de Bari o monasterio de los enanos<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 12.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2; text-align: center; vertical-align: bottom;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 12.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2; text-align: right; vertical-align: bottom;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Alejandra
López Camacho<o:p></o:p></span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 12.5pt; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 2; text-align: right; vertical-align: bottom;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-Pl1Ptrrm2oc/UDq_o6mKNfI/AAAAAAAAAzU/irzg8efU4Zw/s1600/IMG_8032.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-Pl1Ptrrm2oc/UDq_o6mKNfI/AAAAAAAAAzU/irzg8efU4Zw/s320/IMG_8032.JPG" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 16px; line-height: 200%;">Este monasterio ubicado en Oxtotipac/ Estado de México, data de los siglos XVI y XVII. La construcción destaca por su particular arquitectura elaborada en pequeñas dimensiones. </span><span class="fbphotocaptiontext" style="line-height: 200%;"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Se dice que esto fue así porque se trataba de una edificación
construida para personas de pequeñas dimensiones que habitaban el lugar, esto
es, para enanos. No obstante, también se sostiene que este sería un lugar de paso y en consecuencia no era una vivienda permanente, motivo por el cual no requería
de grandes dimensiones al no ser un lugar donde se habitara por periodos largos,
ya que solo se ocupaba para las celebraciones litúrgicas. Sea como fuere, este es
un bello lugar que vale la pena visitar.</span></span><span class="apple-converted-space" style="line-height: 200%;"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span><br />
<span class="apple-converted-space" style="line-height: 200%;"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-rj1FcAzcLNs/UDrAkdRsFbI/AAAAAAAAAzs/cXjFE8v7YJ4/s1600/IMG_8045.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; float: left; line-height: 200%; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-rj1FcAzcLNs/UDrAkdRsFbI/AAAAAAAAAzs/cXjFE8v7YJ4/s320/IMG_8045.JPG" width="320" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-9tJRJcycZvA/UDrAD3OXTQI/AAAAAAAAAzk/N0f4lxgJdH8/s1600/6.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-9tJRJcycZvA/UDrAD3OXTQI/AAAAAAAAAzk/N0f4lxgJdH8/s320/6.jpg" width="240" /></a></div>
<br />
<span class="apple-converted-space" style="line-height: 200%; text-align: justify;"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span><span style="background-color: white; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt; line-height: 200%; text-align: justify;">Llaman la atención los frescos que se encuentran en una
de las habitaciones de la planta baja que fungía de capilla. Ahí se puede
encontrar la figura del arcángel San Miguel, pero también las figuras de fieles mujeres pequeñas o niñas que rezan a la figura de San Nicolás de Bari (abogado de los
niños, mineros y boticarios) y de franciscanos que con cruz en mano llevan la
palabra de Dios a los poblados. </span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-Xc5dIBvuNdc/UDrA7xyzIEI/AAAAAAAAA0A/XrjkCaLaiKA/s1600/IMG_8044.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-Xc5dIBvuNdc/UDrA7xyzIEI/AAAAAAAAA0A/XrjkCaLaiKA/s320/IMG_8044.JPG" width="240" /></a><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Ok9Ld2RBnPs/UDrBWGudjfI/AAAAAAAAA0Y/W9cA0iZTH3Y/s1600/IMG_8059.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-Ok9Ld2RBnPs/UDrBWGudjfI/AAAAAAAAA0Y/W9cA0iZTH3Y/s320/IMG_8059.JPG" width="320" /></a><span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-QP1bGtwV8iQ/UDrBEglngbI/AAAAAAAAA0I/jP_yAUJLvk8/s1600/IMG_8058.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-QP1bGtwV8iQ/UDrBEglngbI/AAAAAAAAA0I/jP_yAUJLvk8/s320/IMG_8058.JPG" width="320" /></a><a href="http://4.bp.blogspot.com/-s885AmFoMPo/UDrBeJ3tqeI/AAAAAAAAA0g/oXQq4omKXY8/s1600/IMG_8053.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-s885AmFoMPo/UDrBeJ3tqeI/AAAAAAAAA0g/oXQq4omKXY8/s320/IMG_8053.JPG" width="320" /></a><span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><br /></span></span></div>
<br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;">Como parte de la planta
alta, destacan tres arcos que se encuentran expuestos hacía lo que actualmente
es un jardín, pero que sin embargo se dice fueron utilizados para oficiar misa abierta
a los nativos del lugar. Los pequeños arcos no tienen un barandal que proteja a todo aquel que suba, y el último de ellos que está pegado
al templo, se encuentra inconcluso como, si se tratara de una construcción
elaborada por pasos o que ha sufrido modificaciones a lo largo de los años. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-tUF1P0UlY9c/UDrBlmzJ7NI/AAAAAAAAA0s/PYjz2F5EqSE/s1600/10.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-tUF1P0UlY9c/UDrBlmzJ7NI/AAAAAAAAA0s/PYjz2F5EqSE/s320/10.jpg" width="240" /></a><span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> </span></span><br />
<span class="apple-converted-space"><span style="background: white; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"> Lo singular de este monasterio, aparte de sus pequeñas
habitaciones y techos bajos que uno puede tocar si alza el brazo, es una virgen
de Guadalupe que se guarda celosamente en el lugar y que, según se nos informó,
data del siglo XVI. Esta virgen, que nada tiene que ver con la virgen morena
que se encuentra en la Villa, es de tez blanca, su vestido es sumamente
sencillo y no dispone de grecas, tampoco se deja caer sobre ella un manto verde
con estrellas, ni un cabello oscuro. Bien que esta virgen luce joyas y deja ver
una cintura y figura femenina que más semeja la imagen de una mujer europea que la de
una mujer mestiza. En fin, que este es un lugar que aunque pequeño, da para
mucha investigación.</span></span><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 200%;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-43125434860695857602012-07-13T10:23:00.002-07:002012-07-14T10:38:49.786-07:00El espacio de lo público, el orden y la justicia. La Sociedad, caso México (1857-1867)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoTitle">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt; text-align: right;">
<b><i>Alejandra López Camacho<o:p></o:p></i></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-left: 212.4pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10pt;">El lenguaje no
es una realidad separable de las realidades sociales, un elenco de instrumentos
neutros y atemporales del que se puede disponer a voluntad, sino una parte
esencial de la realidad humana y, como ella cambiante. Los imaginarios y las
representaciones colectivas a los que el lenguaje remite son parte tan esencial
de la realidad como las formas de propiedad o los flujos comerciales; o mejor
dicho, éstos son inseparables de aquellos: de las maneras de concebir el hombre
y la colectividad, de las nociones comunes sobre lo que es legítimo o no, de
los bienes que se estiman superiores...(Guerra y Lempérière, 1998: 8)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<div style="text-align: justify;">
<i>La Sociedad, </i>periódico
político y literario de la segunda mitad del siglo XIX, evidencia la
importancia que tuvo concretar los significados tan amplios que involucraban
los términos: público, orden y justicia.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[1]</span></span></span></span></a> A decir de este periódico, el problema de la
legitimidad política de México, radicaba en la falta de concordancia entre
conceptos y significados, la teoría y la práctica, las ideas y lo que
constituía la realidad política. Se trataba del vacío provocado por las nuevas
interpretaciones de los conceptos de la política moderna y la quiebra en las
tradicionales interpretaciones de los mismos. Esta quiebra provocó un desorden
público, finalmente lo que se debatía e intentaba modificar era una visión de
los conceptos legados por el orden virreinal y otra donde interviene el nuevo
orden de cosas. </div>
</div>
<div class="MsoBlockText">
<br /></div>
<div class="MsoBlockText">
<span style="font-family: inherit;">"¿Qué orden es este en el cual todo el poder de la acción
sobre la sociedad está en manos de los hombres que causan el trastorno y el
mal, y en el que viene a ser impotente la acción de las leyes para resguardar
los intereses públicos y hacer efectivas las garantías de los ciudadanos?" (Sánchez, 1858c: 1)</span></div>
<div class="MsoBlockText">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-4hs7iMAgBjQ/UABSUEnM80I/AAAAAAAAAps/cNT0MiLdAe8/s1600/i+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="224" src="http://3.bp.blogspot.com/-4hs7iMAgBjQ/UABSUEnM80I/AAAAAAAAAps/cNT0MiLdAe8/s320/i+1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="background-color: white; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">Es decir, en este periodo de
construcción de un nuevo orden de cosas, el espacio de lo público o el espacio
de todas las clases sociales, de acuerdo al punto de vista de este grupo conservador,
no hallaba estabilidad política ni social debido al sentido confuso de lo que
se proyectaba hacer o construir en los gobiernos y esto fundamentalmente era
consecuencia de la falta de claridad de los conceptos utilizados para hacer
política y la realidad que se atravesaba. Para 1858, los periodistas de </span><i style="background-color: white; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">La
Sociedad</i><span style="background-color: white; line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;"> opinaban que México había pasado por varias etapas de cambio
político y éstas indudablemente habían afectado las formas de vida y en ese
transcurrir de cambios, la sociedad mexicana había enfermado al punto que el
orden y la justicia ya no se entendían. Primero porque las nuevas legislaciones
se habían apartado del reconocimiento de la Divina Providencia; y segundo,
porque las instituciones políticas que habían regido a la República, habían
destruido los principios que sostienen la paz, donde interviene la moral.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
Cabe
señalar que en un periodo de vaivén político como lo fue la segunda mitad del
siglo XIX, la aclaración, justificación y definición de las palabras e ideas
resulta compleja si tenemos en cuenta que el léxico utilizado por los grupos
políticos para discutir, hacer política, definir a un partido y escribir en un
periódico, cambiaba al ritmo que mudaban los grupos políticos en el poder. En
ese sentido cabe advertir que los conceptos de la época están influenciados por
ideas, creencias y corrientes políticas: liberales, conservadoras,
democráticas, federalistas, centralistas, progresistas y moderadas. <span lang="ES">Sí</span> bien es complejo entender la
historia política del siglo XIX mexicano por los frecuentes
cambios en los sistemas de gobierno, en las legislaciones y en las personas que
ocupaban el poder, más complicado resulta
analizar el léxico utilizado por la gente del ambiente ilustrado que leía,
escribía, participaba en la política, debatía
y discutía en torno del porvenir de México. En ese contexto, cuestiones
cotidianas como fueron las comunicaciones
escritas de un diario<span style="color: red;"> </span>adquieren
suma importancia para la historia de las ideas políticas.</div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
Jaime
del Arenal Fenochio sostiene que ésta fue una época de transición, entre el
Antiguo Régimen y la época moderna, entre el poder detentado por el rey que
impartía justicia en forma plural y una ley que se volvió instrumento de
control social (Arenal, 1999: 308). Y en esto es importante enfatizar la
jerarquía que los conservadores le dieron a su doctrina política, frente al
liberalismo, porque ahí está presente la idea de un Poder Divino y la idea de
un poder que determina el actuar del hombre en sociedad. Tarea de los
periodistas fue interpretar y hacerle ver al público lector el significado de
lo bueno y lo malo, el deber ser en sociedad y lo contrario. Ya no se trataba
de un rey que impartía justicia en forma plural, sino del poder exclusivo de
unas leyes humanas que pretendían imponerse sobre una sociedad que abarcaba a
todos por igual y en forma general. Pero al imponerse la ley humana sobre la
ley divina, el grupo conservador que integraba <i>La Sociedad</i> percibía una
violación a la supremacía de la Divina Providencia que determinaba con unas
leyes, los castigos y perdones hacia los hombres.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[2]</span></span></span></a> <o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<div style="text-align: justify;">
A
decir de Annick Lempérière, durante el Antiguo Régimen, la relación entre la
ley divina y la ley humana fue parte del ordenamiento jurídico, parte de las
leyes reales, “de los fueros de toda índole y los usos y costumbres de los
pueblos”(Lempérière, 1999: 38).<span style="color: blue;"> </span>En el periódico <i>La Sociedad</i>, esa relación constituía
el orden religioso, el orden político y el orden social. Representaba además
los principios de la vida en sociedad, la justicia, las reglas que guiaban a
los hombres en sociedad y el buen entendimiento entre las creencias religiosas
y los actos de quienes personifican la autoridad. En consecuencia la ley
fue una norma, pero dentro de los principios conservadores registrados en <i>La
Sociedad</i>, involucró ciertas contradicciones y ambigüedades teóricas, entre
el paso a un sistema constitucional y la recuperación de ciertas formas de vida
donde intervienen las costumbres, la moral, las tradiciones, la religión y la
ley natural o la ley que tiene relación con la naturaleza de una sociedad, con
la razón y el saber universal donde interviene la Providencia Divina. La ley
debía ser orden y justicia, pero también observancia de las prácticas de vida.
Vemos así que tan importante fue la presencia de Dios en los actos humanos y en
la esfera de lo social, como elemental constituyó la elaboración de
legislaciones que trazaran el porvenir de México bajo el orden y la justicia. </div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-vNHcmjnLSFw/UABS4jmMolI/AAAAAAAAAp0/KzL-W1sLabo/s1600/IMG_3751.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://4.bp.blogspot.com/-vNHcmjnLSFw/UABS4jmMolI/AAAAAAAAAp0/KzL-W1sLabo/s320/IMG_3751.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
El
siglo XIX mexicano es un siglo de luchas políticas, culturales e ideológicas,
un periodo de cambios y permanencias, un espacio de contradicciones y
adaptaciones. Y, se considera, si los hombres requieren de leyes para funcionar
en armonía y si de éstas depende el orden y la justicia, preciso es planear
esas leyes en función de las necesidades de la mayoría. Todo se complica cuando
las leyes se elaboran en función de los requerimientos de un grupo y cuando en
éstas se involucra el gobierno de Dios con el gobierno de los hombres, las
creencias religiosas y la vida laica. Y en tiempos de reformas y permanencias
como lo fue el siglo XIX, cada partido político pretendió maquinar las leyes en
función de sus ideas, de sus intereses, de sus creencias y de lo que en
determinado momento consideró justo y ordenado. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Los hombres del Antiguo Régimen
hispanoamericano, sostiene Lempérière, utilizaban abundantemente el concepto
“público” y lo asociaban a la noción de gobierno, el cual estaba dotado de una
finalidad: la “utilidad pública”, el “bien común”, el “bienestar colectivo”.
Cuando se hablaba de “público”, dice Lempérière, “se hablaba de los habitantes
de una ciudad, de un pueblo o de una provincia específica; se decía “los
pueblos” siempre y cuando se quería aludir a un conjunto territorial más
extenso”(Lempérière, 1999: 38).</span><span lang="ES" style="color: blue;"> </span><span lang="ES"> Lo público
“era lo que pertenecía al pueblo, no lo que pertenecía a la Corona...”
(Lempérière, 1999: 38).</span><span lang="ES" style="color: blue;"> </span><span lang="ES">De ahí que lo “público” apuntara a los espacios que
eran de acceso común, pero no a los asuntos relativos al rey, siendo que el rey
era el único personaje por todos supuesto o conocido. Sin embargo lo público,
“formaba parte de una trilogía sagrada: Dios, el Rey, el Público”(Lempérière,
1998b: 54).</span><span lang="ES" style="color: blue;"> </span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Lo “público” reconocía además, las
cosas de los hombres que eran del común. Reconocía al gobierno y a la utilidad
pública de una ciudad o un pueblo, pero no a la libertad de imprenta, por
ejemplo, en el sentido de “discusión libre y pública de diferentes puntos de
vista” (Guerra, 1999: 54). El rey sin embargo sí disponía de esa libertad,
tanto como de la libertad de “modificar o suprimir los fueros. El rey podía
hacer nuevas leyes y cancelar las instauradas por sus antepasados; esta
facultad encontraba su origen y su legitimación en la naturaleza del oficio del
rey, instituido por Dios: el Príncipe era, según las Partidas, <i>Vicario de
Dios en el Imperio</i>”.(Lempérière, 1999: 38). <o:p></o:p></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/--6on-vTSltQ/UABTpAcd4DI/AAAAAAAAAqA/lIbsQYpO6BQ/s1600/fernando+VII.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/--6on-vTSltQ/UABTpAcd4DI/AAAAAAAAAqA/lIbsQYpO6BQ/s320/fernando+VII.jpg" width="205" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fernando VII</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">No obstante, a pesar de que en el Antiguo Régimen “el rey
vive en público, impenetrable, dueño de sí mismo y del reino” (Castán,
1985:30), éste sólo abarcaba una esfera especial. Y es que el rey, “no
monopolizaba ni la producción del derecho, ni las jurisdicciones, ni el
mantenimiento del orden público, ni siquiera la defensa de los territorios de
la monarquía, ya que las ciudades eran las encargadas de asegurar la suya con
sus cuerpos de milicianos” (Lempérière, 1999: 46).<span style="color: blue;"> </span>Esto quiere decir que lo “público”, al margen de ser
parte de los hombres que eran del común, adquiría el carácter de “particular”,
que no de “privado”, al referirse a los territorios de la monarquía.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[3]</span></span></span></a>
Lo público remitía a los residentes o pobladores de un determinado grupo y lo
“particular” a las características o peculiaridades de cada lugar, que no a la
individualidad. Y en ese particular interviene el reparto de orden y justicia,
aunque no la elaboración de leyes. </span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES"><br /></span><br />
<span style="background-color: white;"> Lo público en consecuencia no sugería
la totalidad o generalidad. En primer lugar porque el rey, pese a ser una
autoridad de todos conocida o supuesta, no era parte de ese “general”, de ese
acceso común. En segundo porque dentro de lo público existía una especificidad
y referencia de cada corporación. Así el orden y la justicia dependían de los
diversos particulares, mientras que la ley obedecía a las ordenanzas del rey.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span style="background-color: white;"> Cabe señalar que en el Antiguo
Régimen lo “público” también abrazaba la conexión religión-gobierno. Esta
conexión legitimaba la existencia y obediencia a una autoridad, pero legitimaba
además las acciones de los hombres que vivían en sociedad. Así la “ley”, el
“orden” y la “justicia” permanecían ligados a factores divinos y humanos.
Correspondencia que ya desde mediados del siglo XVIII había entrado en
conflicto con las reformas borbónicas que intentaron reducir el poder del clero
e introducir una filosofía moderna con ideas ilustradas. Entonces se
enfrentaron leyes civiles y religiosas y desde ese momento, dice Lempériére, la
sociedad estuvo rebelde al sólo imperio de la ley y estuvo siempre “dispuesta a
sublevarse o</span><span style="background-color: white; color: red;"> </span><span style="background-color: white;">a pronunciarse para defender sus
derechos </span><i style="background-color: white;">colectivos</i><span style="background-color: white;">, su religión y sus costumbres” (Lempérière, 1999: 53-54). Sin embargo, apunta
Lempériére, con la independencia y en específico, con la llegada de las ideas
liberales, se dio cabida al individualismo y al establecimiento de un estilo de
vida donde la ley abarcó a “todos” por igual. Entonces leyes civiles y
religiosas enfrentaron un lento proceso de separación que había arrancado con
los Borbones y que desde luego abarcó las costumbres y creencias del público.</span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span style="background-color: white;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">Jaime del Arenal Fenochio sostiene que
en el siglo XIX apareció una nueva definición de “público”, en sentido de
generalidad, de todos por igual y ésta fue “llevada a cabo por el poder
político y a través de la ley” (Arenal, 1999: 306). Antes del siglo XIX, dice
del Arenal, existía un “pluralismo jurídico” que abarcaba una serie de fuentes
y ordenanzas que obedecían sobre todo a explicaciones razonables o prácticas de
vida. Sin embargo, durante el siglo XIX se suscitó una lucha en torno al
establecimiento de una legislación que abarcara a todos los hombres por igual,
afirma del Arenal. Entonces se dio paso al “absolutismo jurídico” que trataría
de destruir aquel pluralismo jurídico<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[4]</span></span></span></a>
y donde la ley controló todos los espacios de los hombres. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">A partir esa irrupción de la ley en las
formas de vida se dio paso a una nueva definición de “público”. Desde ese
momento nada se le escapó a la “ley”. Entonces lo público ya no sería
exclusivamente lo administrativo, sino todo aquello que fuera reglamentado por
la ley. Lo “público” en tal caso sería lo conocido por todos, lo que estuviera
a la vista o al alcance de todos, mientras que lo privado quedaría enfocado a
lo individual, a la particularidad de cada persona, a la familia, a la casa, al
hogar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">L</span>a justicia así,
sostiene del Arenal, sería “entendida como la correcta aplicación de la ley del
Estado y determinada en exclusiva por los órganos judiciales establecidos por
el propio Estado”(Arenal, 1999: 306). En ese momento la ley se transformó en un
instrumento de control social. Entonces desaparecerían esa serie de
particulares que impartían orden y justicia en su corporación. En consecuencia
el orden y la justicia quedaron a cargo de la ley, pero de una ley desprendida
de la religión y de la corporación. Una ley que destruiría aquella autonomía
que disponía cada comunidad y que pondría a los hombres al servicio de la ley.
Y a juicio del Arenal, esa modernidad jurídica, esa “-supremacía<span style="color: blue;"> </span>legislativa,
constitucionalismo y codificación- acabaron con la pluralidad de ordenamiento
jurídico y al hacerlo con el propio derecho privado...” (Arenal, 1999: 310). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
En <i>La
Sociedad</i>, la ley o la autoridad de una ley, dependía del poder de las
costumbres o de las formas de vida arrastradas del Antiguo Régimen. Aunque
también dependía de las creencias religiosas y de la moral que esta imponía. A
partir de ahí el buen ejercicio de la justicia quedaba sujeto del poder de unas
leyes emanadas de la Providencia Divina y del poder de unas leyes humanas.
Ambas consideraban el bien público y el bien común. En consecuencia la justicia
quedaba entendida, en sus diferentes funciones, como la “distribuidora de las
recompensas y de los castigos, y como mantenedora de la moral pública y de la
equidad social” (Sánchez, 1858c: 1). <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">Lo público por otra parte mantuvo
estrecha relación con el bien común, con la utilidad pública, con los espacios
que eran del común y sobre todo con la relación religión-gobierno, interpretación
que tiene relación con lo apuntado por Lempérière. Sin embargo, durante este
periodo, uno de los problemas a los que se enfrentó este grupo conservador y
que menciona Del Arenal fue precisamente la transición de un término que de ser
utilidad pública, bien común y pluralismo jurídico, adquirió una significación
que abarcaría la igualdad, el individualismo y leyes iguales para todos, entre
otras cosas. Así lo “público”, lo que tenía relación con el “sentimiento
público”, permaneció en unidad con la noción de “clase social”, de “propiedad”
y de “equidad”. Cuestión que se evidencia a partir de la crítica que hacen los
periodistas hacia las políticas que sus opuestos políticos pretendían destruir.
Tal es el caso de los privilegios, las distinciones y los bienes de la Iglesia,
que al trastocarse, se trastocaban los principios que sostienen a una sociedad.
</span></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">El más iluso y obstinado vuelva por un momento la vista a
lo que está pasando entre nosotros, y díganos de buena fe, ¿cuál sistema
político sostienen los que se llaman defensores de la libertad y de los
derechos del pueblo? “Derroquemos la tiranía, gritan sin cesar; la ley nos rija
y no la voluntad de un déspota; distinciones y privilegios todo acabe; libertad
e igualdad sea nuestra divisa.” Y cuando estos principios proclaman, y con
tales gritos asordan el viento, ¿qué conducta siguen, cuáles son sus obras, y
qué leyes ponen en práctica? ¡El sacrilegio y el estupro, el incendio y el
robo, el vandalismo y la prostitución! Para corregir los abusos que a toda hora
echan en cara a los ministros de la Iglesia, y restablecer, según dicen, el
Evangelio en su justa observancia, se apoderan de los bienes sagrados, hacen de
ella su patrimonio, y los consumen en su lujo y en sus placeres; profanan el
templo de Dios, despojan su santuario, y escarnecen el culto divino; para
predicar la castidad y enaltecerla, para censurar el robo, entran a saco los
pueblos profanado a las vírgenes, y se entregan a la crápula más inmunda; por
último, para eternizar el imperio de la ley y acabar con las distinciones y
privilegios, cada uno de esos patriarcas de la libertad se convierte en tirano,
se da fueros y altisonantes nombres, arroja a puntapiés al pobre que mendiga su
amparo, y a una mirada suya quieren tiemblen y se humillen todos (Sánchez,
1858c: 1). <o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-5s0DeZir2j4/UABVN6hX_JI/AAAAAAAAAqQ/H1H5YxYJ7hI/s1600/China+poblana.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="250" src="http://1.bp.blogspot.com/-5s0DeZir2j4/UABVN6hX_JI/AAAAAAAAAqQ/H1H5YxYJ7hI/s320/China+poblana.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoBodyText2" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-align: justify; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent2">
<span lang="ES">El orden público a su vez permaneció
ligado al orden justo y a la capacidad de ejercer justicia de acuerdo a cada
clase social. “Este orden, en el cual cada uno ocupa el lugar que legítimamente
le corresponde; en que todos cumplen con sus deberes respectivos, y
contribuyen, según su clase, sus recursos, sus talentos y sus servicios al
sostén y seguridad del Estado” (Sánchez, 1858c: 1). Así
se hablará de un sentimiento público que tiene relación con “todas las clases,
desde las más suntuosamente acomodadas hasta las más indigentes” (Sánchez, 1858b: 1), pero también de leyes que deben
resguardar los intereses de esas clases sociales que pueden alabar o criticar a
un gobierno y a unas leyes. Así, en ese “sentimiento público” intervenía la clase
alta: la poseedora, propietaria e ilustrada y la clase pobre: la que no tenía
propiedad, la que vivía de su trabajo y la que requería de los ilustrados para
su instrucción política y social. Es decir, lo “público” abarcaba el regreso al
pluralismo jurídico, la aplicación de leyes distintas para la diferentes
clases, esto es los fueros, la creación de un centro de poder, que promoviera
la unidad pero que no monopolizara la producción del derecho y la
jurisprudencia. Sólo así se lograría la perfecta marcha de la sociedad y sólo
así se lograría establecer un gobierno que protege la propiedad y rechaza el
ocio de las personas, una sociedad en la que
</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">...el
honrado e industrioso progresa y es considerado, y en que el haragán, el
intrigante y turbulento no tienen cabida; en que el malvado teme y el hombre de
bien duerme tranquilo; de este orden decimos, es del que dimanan la paz y la
prosperidad de la sociedad (Sánchez, 1858c: 1).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Lo
“público” adquirió además la noción de acción, de hacer, de saber, de opinar,
de formar, de razonar y de creer en torno de la estabilidad y fuerza de un
gobierno, donde interviene la Providencia Divina y las clases propietarias o
acomodadas.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">[5]</span></span></span></a><span style="color: red;"> </span>Dentro de este razonar y
participar del público o la sociedad, intervenía, a principios de 1858,
recapacitar, actuar y debatir en relación de las necesidades de la república. Y
en esas acciones participaba el bienestar, la prosperidad pública y las
enseñanzas católicas, y en estrecha relación el papel desempeñado por la ley
humana. Y es aquí precisamente donde interviene la interpretación de justicia y
de orden público. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">El
gobierno actual de México reasume todas las esperanzas y todos los votos de la
nación: el es la más perfecta significación del orden y la justicia; él gira en
una atmósfera de concierto y de inteligencia, capaz de remontarle hasta las
regiones de la perfectibilidad social de la República. Pero es preciso no
encomendarlo todo al auxilio de la Providencia; es necesario que se agiten y
pongan en movimiento los auxilios de todas las clases pudientes de la sociedad
(Vera, 1858: 1). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 36.0pt; margin-right: 45.9pt; margin-top: 0cm; text-indent: -.6pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-_Rr4Sy6EIC0/UABUoi5Q3XI/AAAAAAAAAqI/aQhI4icQtb0/s1600/Ciudad+de+M%C3%A9xico+siglo+XIX.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="231" src="http://3.bp.blogspot.com/-_Rr4Sy6EIC0/UABUoi5Q3XI/AAAAAAAAAqI/aQhI4icQtb0/s320/Ciudad+de+M%C3%A9xico+siglo+XIX.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Es
necesario considerar que en este periodo de la guerra civil, de la intervención
francesa y del Segundo Imperio Mexicano, el vocabulario de la época reflejó
ambigüedades. Primero por las legislaciones liberales que pretendían modificar
violentamente el curso de la vida y por otra las tendencias políticas que
buscaban la parsimonia y equidad en esos cambios, entre otras. Segundo porque a
mediados de siglo XIX, ciertas interpretaciones de los conceptos provenían del
Antiguo Régimen. Tercero porque las novedosas interpretaciones de los conceptos
estaban revolucionando el curso de las formas de vida. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
En
consecuencia, hacer la ley involucró los valores y la moral católica, los
hábitos y las costumbres del pueblo representado. Implicó “la virtud, la fe, la
inteligencia, el respeto, la razón, la actividad, la energía, la prudencia, el
progreso moral de los pueblos; el bien posible de todas las clases; la paz y el
mejor bienestar de todos los individuos”<span style="font-size: 10pt; line-height: 200%;"> </span>(Vera, 1858: 1). Sin embargo, el “orden público”, afirmaron
los periodistas, tenía su origen en la solidez y filosofía de las
instituciones, en la ética, conducta e integridad de los organismos que
sostienen una sociedad, un gobierno, un Estado. Tenía origen además, en la
moralidad de las costumbres y en la justicia recta e imparcial de los
gobiernos. Sólo bajo la concepción de ese orden, <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">en
el cual cada uno ocupa el lugar que legítimamente le corresponde; en que todos
cumplen con sus deberes respectivos, y contribuyen, según su clase, sus
recursos, sus talentos y sus servicios al sostén y seguridad del Estado; en que
el honrado e industrioso progresa y es considerado, y en que el haragán, el
intrigante y turbulento no tienen cabida; en que el malvado teme y el hombre de
bien duerme tranquilo; de este orden decimos, es del que dimanan la paz y la
prosperidad de la sociedad (Sánchez, 1858c: 1).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
De
este modo, en ese orden público entraría la armonía entre los intereses y los
deberes recíprocos, entre la concordancia perfecta del movimiento de la masa
social y la acción reguladora de las leyes. Así la ley, el orden y la justicia
quedarían convenientemente ligados. Sin ley no había orden, sin orden no había
justicia, sin justicia no había equidad y sin equidad menos existía legitimidad
y sin legitimidad no existía credibilidad en los gobiernos y en su autoridad.
La falta de “orden público” iniciaba con el relajamiento de las leyes, con las
influencias maléficas y bastardas que predominaban sobre los intereses de la
justicia y la paz del Estado, con los hombres de menos valer y menos mérito que
obtenían los cargos más honoríficos y lucrativos y con las especulaciones
inmorales y ruinosas que asolaban la riqueza pública y destruían todos los
giros honestos y productivos<span style="font-size: 10pt; line-height: 200%;"> </span>(Sánchez,
1858c: 1). Con el trastocar del “orden”, se caía en el abandono de los derechos
civiles y en la inseguridad común. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 45.9pt 0.0001pt 36pt; text-indent: -0.6pt;">
<span style="font-size: 10pt;">Cuando
se ve palpablemente que todas las ventajas de la posición están de parte de los
que atropellan la justicia, de los que perturban la paz pública e introducen la
inmoralidad y el desconcierto en la sociedad; que ellos se enriquecen por medio
de manejos sórdidos e infames, que satisfacen en sus pasiones y que comenten
toda clase de desafueros, seguros siempre de la impunidad; cuando se ve que la
espada de las leyes queda casi siempre embotada e inerte ante esos grandes
criminales, revestidos de carácter político, y que entretanto los hombres
honrados y pacíficos, los que se dedican a obtener su subsistencia y a mejorar
de fortuna por medios legítimos y honestos, no encuentran protección ni abrigo,
sino antes bien están siempre expuestos a ser las primeras víctimas del
desorden y de la audacia de los perversos; que los que han servido lealmente al
Estado sacrificando lo más florido de su existencia, permanecen olvidados y
oscurecidos, y que de nada sirven sus méritos, de nada una conducta acrisolada
por los sufrimientos, pues para ellos no llega nunca el día de la reparación y
de la justicia; cuando se ve todo esto y lo demás que sería largo enumerar,
pero que está bien a la vista de cuantos observan atentamente la situación
moral y civil del país, no podrá decirse que el orden público existe, ni que
haya esperanzas fundadas de que se establezca, pues que para esto es necesario remover
antes todas las causas producentes del desorden y del mal, y entrar por la vía
recta de la justicia y de la moralidad (Sánchez, 1858c: 1).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
En
base a lo anterior, se considera que la composición de la sociedad bajo el
establecimiento del verdadero “orden público”, quedó sujeta a la legalidad con
que cada hombre ocupara su lugar correspondiente, con que cada hombre cumpliera
con sus deberes respectivos y contribuyera al sostenimiento y seguridad del
Estado. Supuestos estos requisitos en los cuales los “hombres de bien” estarían
protegidos por la ley, el cuerpo social o los
diferentes miembros que hacían a la sociedad quedarían establecidos de la
siguiente forma.<span style="color: red;"> </span>En
primer lugar estaría el hombre industrioso y honrado, es decir, todos aquellos
que disponían de propiedades, ilustración, moral y que eran católicos y
pertenecían a lo que entonces los periodistas definían como clase alta. Dentro
de este grupo también ingresarían los hombres pacíficos que se dedican a
obtener su subsistencia y mejora de su fortuna por medios legítimos y honestos.
En el segundo grupo estaría el pueblo, es decir, la clase baja, el resto de la
población que no poseía fortuna ni propiedades. Dentro de esa particular
composición quedarían fuera: el hombre intrigante y turbulento, el malvado,
perverso e inmoral. En otras palabras, los opuestos políticos de los
conservadores que integraban la publicación y que se revestían de carácter
político. Es decir, dentro de esa organización social se le daría prioridad a
la riqueza, a la propiedad territorial y a la ilustración.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
Sin
duda los editoriales exhiben un periodo en construcción política, un periodo en
el que los hombres productivos y los que ayudarán a la riqueza pública,
ocuparían los cargos más honoríficos y lucrativos. Dentro de ese proyecto de
sociedad existiría además el aseguramiento de la propiedad en lo futuro y para
ello prevalecería la unión entre el estado eclesiástico y el estado civil en
sus diferentes clases y divisiones (Vera, 1858: 1). </div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: center;">
<b>A manera de conclusión<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-JYQbetm8y_o/UABZCeyOG5I/AAAAAAAAAqo/hVNnJjRSDXg/s1600/La+lectura+del+peri%C3%B3dico.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-JYQbetm8y_o/UABZCeyOG5I/AAAAAAAAAqo/hVNnJjRSDXg/s320/La+lectura+del+peri%C3%B3dico.jpg" width="252" /></a></div>
<div class="MsoBodyText">
<div style="text-align: justify;">
<i>La Sociedad</i> es clara muestra de los debates existentes en torno de la
definición, aclaración, información y justificación de los términos utilizados
para hacer política. Ahí está presente la lucha por la significación de las
palabras. La proclamación de las diferentes legislaciones liberales como la
Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma alteraron el significado de las
palabras utilizadas para hacer política, menester de los periodistas
conservadores que integraban <i>La Sociedad,</i> fue imponer o en su caso
rescatar, una significación de las palabras que asegurara la congruencia con
sus intereses y con los hábitos y costumbres de los mexicanos. Es decir, se
trataba de restaurar aquellos principios “que sirven de cimiento a la sociedad”
(Vera, 1857: 1) y que, a decir de esta publicación, la democracia destruía,
como la unidad religiosa, el principio de autoridad, la moral y la unidad entre
potestades civil y eclesiástica y entre leyes divinas y humanas. </div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
Desde 1<span lang="ES">857 los
periodistas consideraron que los partidos que alternativamente habían dominado
la política, habían manipulado los conceptos y al hacerlo les habían otorgado
una significación falsa. Así habían jugado con la credulidad e ignorancia de la
gente y habían alterado el sentido de los conceptos en su significación
tradicional, es decir, la significación legada por un orden anterior, por el
orden virreinal. Esto provocó, según <i>La Sociedad</i>, una desestabilización
del lenguaje utilizado para hacer política, fundamentalmente porque estas
significaciones acarreaban los cambios violentos, la anarquía y el desorden, afectando no solo<span style="color: red;"> </span>el
vocabulario, sino a la vida diaria. De ahí que
si miramos el discurso periodístico de la
segunda mitad del siglo XIX de tendencia conservadora, hemos de encontrarnos
con un discurso que sobre todo intenta salvar las significaciones de las
palabras en lo que se consideraba una acepción anterior, una significación
considerada legítima porque estaba ligada a “sus hábitos monárquicos o
virreinales y su religión católica” (Sánchez, 1858ª: 1) De lo que se trató
entonces fue de frenar la entrada de las nuevas significaciones de las palabras
que intentaban modificar el curso de los acontecimientos y en ello intervienen
las ideas liberales. De ahí también que para los conservadores que integraban <i>La
Sociedad</i>, tan significativo fue aclarar los conceptos utilizados por ellos
mismos, como también hacerle ver a su opuesto en el error en el asunto
interpretativo. Y es ahí precisamente donde las mismas
palabras adquirieren sentidos distintos según principios conservadores,
liberales y moderados, entre otros. De esta forma es importante
considerar las polémicas en torno de las diferentes interpretaciones de las
palabras para luego establecer parámetros en
las interpretaciones de las palabras de los discursos periodísticos del siglo
XIX. </span></div>
<h3 style="text-align: center;">
<o:p> </o:p><b style="background-color: white; line-height: 200%; text-align: center;"><span lang="ES">Hemerografía</span></b></h3>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sánchez, F. V. (1858a), “Reflexiones sobre los gobiernos aplicados a la
República”, <i>La <o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
<i>Sociedad</i>, Núm. 12 (1p.), Imp. de Andrade y Escalante, México. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
-, (1858b), “El
partido conservador”, <i>La Sociedad</i>, Núm. 109 (1p.), Imp. de Andrade y
Escalante, México.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;">
-, (1858c), “Cómo se entiende el orden
público”, <i>La Sociedad</i>, Núm. 124 (1p.), Imp. de Andrade y Escalante,
México.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES">Vera,
Francisco (1857), </span>“Segunda época
de <i>La Sociedad</i>”, <i>La Sociedad</i>, Núm. 1 (1p), Imp. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.25pt;">
de Andrade y Escalante, México. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.25pt; text-align: justify;">
-, <span lang="ES">(1858),<i>
</i>“El porvenir. ¿Quién penetra en ese inmenso horizonte, en ese abismo sin
fondo que se llama el <i>porvenir</i>?”, <i>La Sociedad</i>, Núm. 35 (1p.),
Imp. de Andrade y Escalante, México.</span><o:p></o:p></div>
<h3 style="text-align: center;">
<span lang="ES">Bibliografía</span></h3>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Castan, Nicole (1985), “Lo público y lo
particular”, ver: Ariés, Philipe y Duby, Georges, </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">Historia de la
vida privada. La comunidad, el Estado y la familia</span></i><span lang="ES">, T.
6, Taurus, Madrid. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Castro, Miguel Ángel y Curiel, Guadalupe
(2003), <i>Publicaciones periódicas
mexicanas del <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">siglo XIX: 1856-1876</span></i><span lang="ES"> (Parte I),
Universidad Nacional Autónoma de México, México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Del Arenal Fenochio, Jaime
(1999), “El discurso en torno a ley: El agotamiento de lo <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">privado</span></i><span lang="ES"> como
fuente del derecho en el México del siglo XIX”, en: </span><span lang="ES">Connaughton, Brian,
Illades, Carlos y Pérez Toledo, Sonia (Coordinadores). <i>Construcción de la
legitimidad política en México</i>, El Colegio de Michoacán, Universidad
Autónoma Metropolitana, Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de
México, México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Guerra, Francisco-Xavier
(1999), </span>“El soberano y su reino”,
ver: Sabato Hilda (coord.), <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i>Ciudadanía política y formación de las naciones. Perspectivas históricas
de América Latina, </i>Fondo de
Cultura Económica, México.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
-, y<i> </i><span lang="ES">Annick Lempérière,
et al (1998a), <i>Los espacios públicos en Iberoamérica. <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">Ambigüedades y problemas. Siglos XVIII-XIX</span></i><span lang="ES">, Fondo de Cultura Económica, México.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Lempérière, Annick (1999),
“Reflexiones sobre la terminología política del liberalismo”, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">ver:
</span><span lang="ES">Connaughton,
Brian, Illades, Carlos y Pérez Toledo, Sonia (coord.). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<i><span lang="ES">Construcción de la
legitimidad política en México</span></i><span lang="ES">, El Colegio de Michoacán, Universidad Autónoma
Metropolitana, Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de México,
México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt;">
<span lang="ES">-, (1998b), “República y publicidad a finales
del Antiguo Régimen (Nueva España)”, ver: Guerra, Francisco-Xavier, Annick
Lempériere, et al. <i>Los espacios públicos en Iberoamérica. Ambigüedades y
problemas. Siglos XVIII-XIX</i>, Fondo de Cultura Económica, México.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES">Price, Vincent (1994), <i>La opinión pública. Esfera pública y
comunicación</i>, Paidos Ibérica, <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES">España. </span></div>
<div>
<br />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[1]</span></span></span></span></a><span lang="ES"> </span><i>La Sociedad </i><span lang="ES">fue una publicación conservadora de la ciudad
de México que </span>apareció por
primera vez el primero de diciembre de 1855, tres meses después de finalizar la
Revolución de Ayutla y posterior a la expedición de la Ley Juárez del 23
noviembre de 1855. En su primera etapa desapareció el 8 de agosto de 1856 y
reapareció el 26 de diciembre de 1857, <span lang="ES">del 17 al 21 de
enero de 1858 Ignacio Comonfort volvió a prohibir su aparición. Durante la
guerra de Tres Años nuevamente cesó sus trabajos el 24 de diciembre de 1860,
por la entrada de las tropas liberales a la ciudad de México y reinició labores
el 10 de junio de 1863, al arribo del Ejército francés. Del 12 al 20 de junio
de 1863, nuevamente suspendió labores, para después reaparecer y continuar
hasta el 13 de julio de 1866, cuando avisó que dejaría de publicarse por un
mes. El 14 de julio de 1866 nuevamente cesó sus trabajos y los reinició el día
31 </span>hasta el 31 de marzo de 1867. En
<i>La Sociedad </i>participaron, además de
los trabajadores cuyos nombres no aparecen o sólo se mencionan esporádicamente
como los corresponsales, los editores: Félix Ruiz, Francisco Vera Sánchez, F.
Escalante y José María Roa Bárcena y los impresores: José María Andrade y
Felipe Escalante y Miguel María Barroeta. Cuenta con textos de José María
Esteva, Juan Nepomuceno Almonte, Manuel Orozco y Berra y del propio emperador
Maximiliano I, entre otros<span lang="ES">, ver: Sánchez Mora, José
Luis. <i>Maximiliano y la prensa
conservadora: el diario La Sociedad. Crónica periodística de una desilusión,
junio de 1864 – mayo de 1865</i>. México, Universidad Nacional Autónoma de
México- Facultad de Filosofía y Letras, 1985, varias páginas, en: Castro,
Miguel Ángel y Curiel, Guadalupe. <i>Publicaciones
periódicas mexicanas del siglo XIX: 1856-1876</i> (Parte I), México,
Universidad Nacional Autónoma de México, 2003, p. 554-556.</span></div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[2]</span></span></span></span></a><span lang="ES"> Respecto de esta situación, Jaime del Arenal comenta: “¡Extraña y
sorprendente paradoja!: el siglo XIX que quiso ser el siglo que enterrara de
una vez para siempre el absolutismo político supuso el ascenso y triunfo de un
nuevo absolutismo, el jurídico...” (Arenal, 1999:
308). </span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoBodyText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-size: 10pt;"> Respecto del
término “privado”, término que empieza a distinguirse a partir de la segunda
mitad del siglo XIX tal como hoy la conocemos, Vincent Price sostiene que
“antes de 1830 los diccionarios franceses oponían <i>público </i>no a <i>privé</i>
“privado”, sino a <i>particulier</i> (“particular, individual”) (</span><span style="font-size: 10pt;">Price, 1994: 21). </span><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[4]</span></span></span></span></a><span lang="ES"> “Educación, instrucción, beneficencia, comercio, inventiva,
sexualidad, religiosidad, punición, diversión, lecturas, trabajo, propiedad,
herencia, matrimonio, deudas, créditos, contratos, servidumbres, relaciones
familiares, todo, absolutamente todo comienza –a veces continúa- a ser
reglamentado <i>sólo</i> por el Estado, dando inicio a lo que Paolo Grossi con
toda precisión a definido como la época del absolutismo jurídico” (Arenal,
1999: 308). </span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Blog%20Alejandra/Blog,%20El%20espacio%20de%20lo%20p%C3%BAblico.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 10pt;">[5]</span></span></span></span></a><span lang="ES"> En relación a esta acción y participación del
público, interviene la acción de dirigir o ser maestros (caso concreto de los
periodistas) de los gobiernos en turno, interviene además, la acción de los
hombres que gobiernan, de los que elaboran las leyes, de los encargados de la
seguridad pública, del pueblo que rechaza una constitución, de los hombres que
trabajan y en fin de todo aquel que contribuye al engrandecimiento del país. <o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
</div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-11481092713335703802012-07-12T09:03:00.000-07:002012-07-14T07:47:46.246-07:00Fucsias, acuarela<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-y-_KzLviMAo/T_70Kh2TAwI/AAAAAAAAApg/v7T2Pn7he4I/s1600/acua3.jpg" imageanchor="1" style="background-color: white; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" height="300" src="http://3.bp.blogspot.com/-y-_KzLviMAo/T_70Kh2TAwI/AAAAAAAAApg/v7T2Pn7he4I/s400/acua3.jpg" width="400" /></a></div>
<br /></div>
<br /></div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-51405919553144038522012-06-01T08:33:00.001-07:002012-06-02T14:30:49.889-07:00Ex-Hacienda de Hernán Cortés<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: left;">
<div style="text-align: right;">
</div>
<i>Alejandra López Camacho</i><br />
<i><br /></i><br />
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-fIeszBePHks/T8jR64lxtlI/AAAAAAAAAl8/4KF2hAMqXIE/s1600/1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-fIeszBePHks/T8jR64lxtlI/AAAAAAAAAl8/4KF2hAMqXIE/s320/1.jpg" width="240" /></a>Este lugar, conocido como ex-hacienda de Hernán Cortés, fue fundado durante la primera mitad del siglo XVI y se ubica en Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera en el estado de Morelos. Magnífica obra de arquitectura que ha resistido el paso del tiempo, fue el segundo ingenio azucarero que se fundó en la Nueva España, en San Antonio de Atlacomulco.<br />
Actualmente este sitio, donde tuvo lugar una extraordinaria industria azucarera, es un hotel cuyos dueños se han preocupado por conservar y resguardar su construcción. Si bien uno puede perderse en el verde de sus jardines y flores mientras se desayuna en lo que fue el casco principal de la hacienda, no se puede dejar de lado que se trata de un lugar histórico.<br />
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-ewVdM0Pvagc/T8jSGkJ1bmI/AAAAAAAAAmE/5Hg1uJVBi_M/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-ewVdM0Pvagc/T8jSGkJ1bmI/AAAAAAAAAmE/5Hg1uJVBi_M/s320/2.jpg" width="320" /></a>Al pasear por el lugar uno se remonta al pasado, no obstante un pasado con mucho presente, pues tras los gruesos muros que sostienen el lugar y que permiten al espectador tratar de imaginar como estaban edificadas aquellas casonas, uno puede encontrarse con un jacuzzi y una alberca que permiten a los huéspedes refrescarse del calor. Y ahí donde solo quedan paredones recubiertos de raíces de un árbol llamado Mate, estuvieron ubicadas la cocina, las recámaras, la sala y las bodegas. Nada de eso queda al presente, sin embargo vale la pena conocer este bello lugar y tumbarse en el pasto mientras se presta atención a los árboles de Flamboyan que recubren la mirada y donde, en algún momento muchos hombres y mujeres trabajaron arduamente en el proceso de extracción del azúcar.<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; line-height: 200%; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-Iwt1c2x5Si0/T8jSTeEPv4I/AAAAAAAAAmQ/knKKsljiL6o/s1600/20.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-Iwt1c2x5Si0/T8jSTeEPv4I/AAAAAAAAAmQ/knKKsljiL6o/s320/20.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">Cabe mencionar que una vez instalados los peninsulares en el
nuevo continente se verían obligados a modificar sus patrones culturales,
aunque lo mismo ocurriría con los pueblos nativos. Esta readaptación de ambas
partes, permitiría la transculturación de costumbres y tradiciones, siendo la
gastronomía uno de esos aspectos de transculturación. El establecimiento de los
españoles haría que se incorporaran a la vida diaria una extensa variedad de
prácticas y labores artesanales como la introducción de la dulcería española,
además del cultivo de la caña de azúcar y de algunos árboles frutales como los
limones, los higos, las granadas, las naranjas amargas y los membrillos, por
mencionar algunos.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></a>
A esto se sumarían los productos y costumbres ya existentes en esta parte del
continente, lo que daría por resultado un mestizaje en los diferentes órdenes
de la vida colonial. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 35.4pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-eIQUdbFi6dE/T8jSkdstIKI/AAAAAAAAAmY/tkXZYkzA1AI/s1600/10.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-eIQUdbFi6dE/T8jSkdstIKI/AAAAAAAAAmY/tkXZYkzA1AI/s320/10.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;">El
arribo de la caña de azúcar y de ciertas frutas a las tierras conquistadas traería
consigo una nueva forma de consumir los alimentos y bebidas con sabores dulces,
cabe señalar, no obstante, que no desaparecería el uso de la miel de abejas, la
miel de tunas, la miel de maguey y la miel de maíz que consumían los prehispánicos.<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[2]</span></span></span></a> De
modo que con los productos de ambos continentes se formaría una nueva cocina,
la mexicana que heredaría ingredientes de la India, de África y de Arabia legadas a España e introducida a través de los conquistadores e ingredientes mesoamericanos y del Caribe. A esto se
sumaría la llegada de ciertos utensilios y técnicas para cocinar como los
cazos elaborados con metal y el hecho de freír y rellenar los alimentos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-KXHOWarMzy0/T8jS8pgR7aI/AAAAAAAAAmg/HeABrGL-vdc/s1600/19.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-KXHOWarMzy0/T8jS8pgR7aI/AAAAAAAAAmg/HeABrGL-vdc/s320/19.jpg" width="240" /></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 12pt;"> Con la llegada de la caña de azúcar
se desarrollaría, entre otras cosas, la industria dulcera, fuera por medio de los ingenios
azucareros y los trapiches o molinos para extraer el jugo de la caña de azúcar
y de donde se extraería el azúcar morena, el piloncillo y la azúcar refinada o
fuera por medio del trabajo artesanal heredado de los gremios españoles o por
los conventos y el trabajo doméstico. Sin embargo, la dulcería mexicana se realizaría bajo un sello característico, nos dice Adriana Guerrero, “encierra una parte de la
historia cultural y tradicional de los individuos, a la que nunca renunciaron
porque en él quedaban sintetizadas sus particulares visiones del mundo.”<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">[3]</span></span></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-piUNYdQ7AKY/T8jgz3XVaZI/AAAAAAAAAms/s8JqdsG0FfQ/s1600/IMG_7097.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-piUNYdQ7AKY/T8jgz3XVaZI/AAAAAAAAAms/s8JqdsG0FfQ/s320/IMG_7097.JPG" width="320" /></a></div>
<div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-n2nA7Wa6Ja8/T8lHfJ7g2gI/AAAAAAAAAm8/irRlSBMJsao/s1600/IMG_7137.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-n2nA7Wa6Ja8/T8lHfJ7g2gI/AAAAAAAAAm8/irRlSBMJsao/s320/IMG_7137.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Trapiche, Museo Palacio de Cortés</td></tr>
</tbody></table>
<br /></div>
<div style="line-height: 200%;">
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<div style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[1]</span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> “De la larga dominación arábiga,
derivaron los españoles una revelación culminante: el hasta entonces
desconocido sabor agridulce que dan los limones, las cidras y la naranja amarga
traídas de Persia por los árabes –pues la naranja dulce llegaría mucho después,
descubierta en China por los portugueses. De los árabes aprendieron a cultivar
la caña de azúcar y a apreciar el azafrán, la pimienta negra, el anís, la nuez
moscada, el ajonjolí. Y todos estos tesoros, que confluyeron en España las
mejores herencias de latinos y arábigos, llegaron con los conquistadores a
desposarse en México con los que el Nuevo Mundo tributaría a las mesas del
Antiguo.” Ver: Novo, Salvador. <i>Cocina
Mexicana. Historia</i> <i>Gastronómica de la
Ciudad de México</i>, México, Ed. Porrúa, 2010, p. 45.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div class="MsoFootnoteText">
</div>
<div id="ftn1" style="line-height: normal;">
<div class="MsoFootnoteText">
<div style="text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 14px;">[2]</span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> Sobre el origen de la caña de azúcar, Adriana Guerrero Ferrer comenta que es incierto, no obstante, se las investigaciones le ubican en el Archipiélago del Sur. “Pero fue en la India, hasta donde se sabe, donde se dio por primera vez el proceso de elaboración de la caña de azúcar. Esto se deduce, entre otros datos, del proporcionado por la etimología de la palabra sánscrita <i>sakara</i> o <i>sakkara</i>; los árabes difundieron la palabra <i>súkkar </i>por Europa a través de España, y por esa la encontramos en el italiano como <i>zuchero</i>, <i>sugar</i> en inglés, <i>sucre</i> en francés, <i>azúcar</i> en portugués, <i>zucker</i> en alemán y en ruso, <i>sajar</i>.” Ver: Guerrero Ferrer, Adriana. <i>La dulcería en Puebla. Historia cultural de una tradición, </i>México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/Dirección General de Culturas Populares e Indígenas, Núm. 21, 2004, p. 77.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<div id="ftn2" style="line-height: normal;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/Alejandra/Documents/Cocina%20Puebla/Sesiones%202/Dulces%20t%C3%ADpicos%20de%20Puebla/1ra%20Pl%C3%A1tica%20DULCES%20T%C3%8DPICOS%20DE%20PUEBLA.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 14px;">[3]</span></span></span></span></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif;"> <i>Ibidem</i>, pp. 151-152.</span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: x-small;"><span style="line-height: 14px;"><br /></span></span></div>
</div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-4494719405958908972012-03-25T15:18:00.002-07:002012-03-25T20:55:15.143-07:00Funerales del Archiduque Maximiliano de Austria (Litografía) y Octavas<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-hbD9K9O4yxw/T2-TPD-lbiI/AAAAAAAAAiU/uE79QGnp190/s1600/IMG_6410.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://3.bp.blogspot.com/-hbD9K9O4yxw/T2-TPD-lbiI/AAAAAAAAAiU/uE79QGnp190/s400/IMG_6410.JPG" width="400" /></a></div><div style="text-align: center;"><b><br />
</b><br />
<b>OCTAVAS</b></div><div style="text-align: center;"><b><br />
</b></div><div style="text-align: left;"><div style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">(Una de las octavas que ocuparon el arco de las Flores a la llegada de los emperadores)</span></div></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">No es solo una diadema que en las sienes</div><div style="text-align: center;">México enlaza a tu púrpurea frente,</div><div style="text-align: center;">En cada corazón un trono tienes</div><div style="text-align: center;">Que por Carlota encontrarás latiente:</div><div style="text-align: center;">Y si en Austria te lloran por que vienes,</div><div style="text-align: center;">Lloran aquí también de amor ardiente:</div><div style="text-align: center;">Nuestra serás mientras el sol exista;</div><div style="text-align: center;">Dirige al verde mar tu última vista.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">No son los vientos, el vapor, ni el remo,</div><div style="text-align: center;">Quien nos trae al Monarca sin segundo;</div><div style="text-align: center;">Son los suspiros de uno al otro extremo</div><div style="text-align: center;">Que agitan el oleaje en mar profundo:</div><div style="text-align: center;">De México, anhelando el bien supremo,</div><div style="text-align: center;">Del Austria porque parte al nuevo mundo:</div><div style="text-align: center;">Pues su Fernando perderá al momento</div><div style="text-align: center;">Que en nuestro regio trono tome asiento.</div><br />
<i>Calendario Histórico del Archiduque Maximiliano de Austria y de sus generales D. M. Miramón y D. T. Mejía</i>, para el año de 1869, México, T. F. Neve, impresor.<br />
<br />
</div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-72910030698652400332012-02-22T07:08:00.001-08:002012-02-23T11:10:33.799-08:00El pulque y la embriaguez a finales del siglo XVIII<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: right;"><i>Alejandra López Camacho </i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"></div><div style="text-align: justify;"><span lang="X-NONE">Y, como dice el dicho de los tres jarritos pegados: </span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="X-NONE" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span style="background-color: #edeff4; line-height: 14px; text-align: left;">"Uno no es ninguno, dos es medio y tres es uno y como uno no es ninguno, pues volvemos a empezar."</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="X-NONE" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><span style="background-color: #edeff4; line-height: 14px; text-align: left;"><br />
</span></span></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"></div><div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="X-NONE">“El pulque y la embriaguez a finales del siglo XVIII”, en: <i>Siete Días. Semanario de Puebla ...con el poder de la palabra...</i>, Puebla, Pue. Año 01/Núm. 20, Semana del 18 al 24 de noviembre de 1998, p. 14.</span><o:p></o:p><br />
<br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-_d9SeFDfSNw/T0aPGnyxa5I/AAAAAAAAAgM/dG6qRXVWr_g/s1600/Art%C3%ADculo+prensa+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="280" src="http://4.bp.blogspot.com/-_d9SeFDfSNw/T0aPGnyxa5I/AAAAAAAAAgM/dG6qRXVWr_g/s400/Art%C3%ADculo+prensa+2.jpg" width="400" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span lang="X-NONE"><br />
</span></div><br />
<br />
</div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1596322106727148563.post-32263330721072821392012-02-04T15:02:00.000-08:002012-02-04T15:16:31.898-08:00Estudios a lápiz y tinta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><div style="text-align: right;"><i>Alejandra López Camacho</i></div><div style="text-align: right;"><i><br />
</i></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-EZdPODzYBlM/Ty2eJps7DZI/AAAAAAAAAes/v6kFXkm1wMY/s1600/IMG_5501.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-EZdPODzYBlM/Ty2eJps7DZI/AAAAAAAAAes/v6kFXkm1wMY/s320/IMG_5501.JPG" width="240" /></a></div><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-34M3FqVeC8U/Ty2eOVRr9wI/AAAAAAAAAe0/ShlGT2DJHyg/s1600/IMG_5499.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-34M3FqVeC8U/Ty2eOVRr9wI/AAAAAAAAAe0/ShlGT2DJHyg/s320/IMG_5499.JPG" width="320" /></a></div><br />
</div>Alejandra López Camachohttp://www.blogger.com/profile/02216685904590958582noreply@blogger.com0